Guillermo García Realpe

Por Guillermo García Realpe*.- Con los crespos hechos, así literalmente dejó el Ministro de Salud Fernando Ruíz, a los colombianos, tras su ausencia en la Audiencia Pública convocada por algunos senadores de la Comisión Quinta del Senado el pasado martes 26 de enero. El alto funcionario, no sólo se excusó, sino que tampoco delegó su representación en este importante control político para abordar lo concerniente al Plan Nacional de Vacunación y para que le contará al país todo el proceso de adquisición de las vacunas por parte de Colombia. 

No fue un desplante al Senado, fue un desplante al país en general, es una muestra más de la indolencia de este gobierno por una preocupación que es nacional, por un tema sumamente importante que todos queremos saber y conocer, porque está en juego la vida de la gente. 

La Audiencia Pública era el escenario propicio para que el gobierno resolviera una cantidad de dudas e inquietudes acerca de la contratación de las vacunas, la capacidad para gestionar las entregas, el proceso de logística, el cronograma de vacunación, la aplicación del biológico a los compatriotas que habitan la periferia, en fin, queríamos que fuera un espacio de interlocución, donde se le contara a los colombianos de manera transparente y de frente todo alrededor de lo que hoy es un misterio, debido a la figura de “confidencialidad” de la cual últimamente se habla mucho. 

Y es que desde un principio no se le dijo la verdad al país, el pasado 18 de diciembre el presidente Iván Duque anunció con bombos y platillos que en las primeras semanas de 2021 empezaría la vacunación, ya estamos terminando enero y no tenemos ni jeringas. Ahora, nos dicen que febrero llegarían las vacunas del mecanismo COVAX, pero la Representación en Colombia de la OPS-OMS ya anunció que eso sólo será posible hasta marzo. Y mientras tanto la estela de muertos sigue aumentando en cada rincón de la patria día tras día. 

Según estadísticas globales, Colombia lamentablemente está dentro de los 11 países con más muertes y es una de las tres naciones donde no se recomienda vivir debido al mal manejo en el control de la pandemia, es una pena, pero es nuestra triste realidad. 

Ahora, según el prestigioso The Economist, Colombia sólo será vacunada masivamente a finales de 2022, seguiremos entonces sometidos a eternos confinamientos, toques de queda, restricciones a la movilidad, picos y cédula, y mientras tanto el virus haciendo de las suyas y matando a más hombres y mujeres de nuestra patria. 

A este paso, seremos los coleros en inmunizar a nuestra gente, mientras países de la región como Ecuador e incluso Bolivia ya cuentan con sus primeras dosis, y otros como Argentina, México y Brasil ya han inmunizado al 0,6, 0,5 y 0,4 por ciento respectivamente de su población, en Colombia apenas existen decretos y una improvisación a escala superior que nadie entiende. ¡Realmente es vergonzoso! 

Se dice ahora que, una vez lleguen las vacunas, se espera que sea el 20 de febrero, serán las EPS las encargadas del proceso, pero sí no han podido hacer más de 70 mil pruebas diarias, ¿serán capaces de aplicar 223 mil vacunas por día? Ese es otro gran interrogante que queda en el aire, ya veremos si eso se convierte en otra talanquera en el Plan Nacional de Vacunación, por el bien del país, hacemos votos para que no sea así. No merecemos esa suerte. 

Finalmente, también nos preocupa la situación de miles y miles de colombianos que habitan la periferia y la Colombia marginal, necesitamos que ellos también tengan cobertura y acceso eficaz a la vacuna, no es posible que regiones como Nariño y otras que no cuentan con disponibilidad de equipos y personal médico, estén remitiendo enfermos a punto de morir a Cartagena y Barranquilla porque no tiene manera de atenderlos, pero también el interrogante tiene que ver en la distribución de las vacunas que irán a siete ciudades que tienen infraestructura y disponibilidad, pero nosotros estamos demandando que haya inmediatez entre esos centros regionales con los departamentos periféricos.

Quienes planteamos interrogantes y observaciones no podemos ser descalificados por el gobierno como politiqueros o populistas, estamos en defensa de un derecho legal y constitucional de promover la salud y la vida para los colombianos.

Bogotá, D. C, 1 de febrero de 2021

*Senador Liberal

@GGarciaRealpe

 

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Juan Camilo Restrepo

Por Juan Camilo Restrepo*.- El episodio de Fenalco Antioquia fue un hecho nuevo de un problema antiguo. Que reafirma, una vez más, por qué los gremios no deben participar en política.

El gerente de Fenalco Antioquia participa como promotor en el comité que busca controvertir la revocatoria del alcalde de Medellín. Inmediatamente un grupo nutrido de afiliados de Fenalco Antioquia anuncia su retiro del gremio, en protesta por lo que consideran una intervención indebida en política.

La mayoría de los gremios tienen en sus estatutos la explícita prohibición para que como entidad colectiva o a título personal sus directivos participen en política. Muy a menudo esta prohibición se incumple abiertamente. Pero en el caso de Fenalco Antioquia ha generado una fuerte crisis y ha resultado ruidosa.

La prohibición -a menudo consagrada a nivel estatutaria como queda dicho- para que los gremios participen en política, obedece a una razón muy sencilla: como los gremios agrupan afiliados que se supone tienen diferentes tendencias políticas es de sentido común que un pronunciamiento gremial de carácter político agrada a unos y molesta a otros. Los gremios no están para participar en política sino para gestionar y defender intereses  de los afiliados que les sean comunes a todos ellos.

Los gobiernos no siempre respetan la independencia política que debe rodear la actuación de los gremios. A menudo cortejan a los directivos gremiales para que adhieran a tal o cual manifestación de carácter política. Sobre todo, cuando se trata de gremios con un numero amplio de afiliados como es el caso de Fenalco. Eso debió ser lo que sucedió con el alcalde de Medellín y el gerente Pineda de Fenalco- Antioquia. En otros casos la causa de la desfiguración con sesgos políticos nace de los mismos directivos que afanosos por posicionarse políticamente no tienen ningún reato en comprometer abusivamente sus gremios en causas partidistas.

Desde cuando Miguel Urrutia hizo hace una treintena de años sus estudios sobre la actividad gremial en Colombia, las cosas han cambiado mucho. En primer lugar, han aparecido a nivel nacional y regional los llamados “consejos gremiales” que restan importancia a las agrupaciones gremiales individualmente consideradas. De hecho, el consejo gremial nacional es mucho más importante hoy en día que los gremios que lo conforman. En los años sesenta y setentas del siglo pasado no era así.  Había un gran gremio: la ANDI y algunos otros. Pero no existía la figura del consejo gremial. De hecho, hay hasta un chiste que dice que la ANDI perdió la preeminencia que siempre tuvo desde que dejó de “desensillar en palacio”. En política económica no se movía una hoja en el país si la ANDI no estaba de acuerdo. Hoy ya no son así las cosas.

En segundo lugar: la frontera entre lo que es una intervención en política y una actuación estrictamente gremial es difusa. Aunque en el caso de Fenalco-Antioquia era claramente una intervención política (por la que el gerente Pineda pidió excusas inicialmente y a la postre terminó renunciando) no siempre es así de claro. Todo depende del buen juicio de cada dirigente gremial: existen aquellos que comprenden que su función es representar exclusivamente los intereses económicos y sociales comunes de los afiliados, al paso que los hay también que utilizan la tribuna gremial para hacerse autobombo y promocionarse políticamente. Este último caso es especialmente delicado cuando el dirigente gremial que interviene en política maneja a la vez recursos parafiscales (es decir, recursos públicos) que son utilizados para promocionarse en el terreno político o partidista. Tanto más en el clima de polarización que vive Colombia.

Pero es evidente que los gremios ya no manejan la influencia que llegaron a tener en la segunda mitad del siglo pasado. Su papel es hoy más técnico que en aquel entonces. Ninguno de ellos “desensilla en palacio” y su participación en política sigue estando prohibida. Por eso el episodio de Fenalco-Antioquia resultó tan ruidoso.

Bogotá, D. C, 1 de febrero de 2021

*Abogado y Economista. Exministro de Estado.

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Mauricio Cabrera Galvis

Por Mauricio Cabrera Galvis*.- Esa celebración de la palabra que es el Hay Festival ha sido muy diferente este año de pandemia. En lugar de los salones abarrotados y las largas colas bajo el sol cartagenero para entrar a oír a los artesanos de la palabra, esta vez nos sentamos solitarios frente a una pantalla donde podemos ajustar el volumen, repetir la explicación que no entendimos y hasta escoger la hora para verlos en diferido.

Puede ser más cómodo y eficiente, y hay que agradecer a los organizadores del Festival el enorme esfuerzo para hacerlo virtual y dar la posibilidad a miles de personas de que lo disfrutemos; pero falta lo esencial del contacto humano, compartir con el vecino de silla la frase que nos impactó, esas charlas sin principio ni final a la entrada o la salida de los conversatorios, las tertulias en la librería sintiendo en los dedos el papel de los libros al pasar las hojas.

De todas maneras ha sido una maravillosa oportunidad de deleitarse oyendo a Padura, a Juan Gabriel Vásquez, a Paul Auster, a León Valencia, a Isabel Allende y a tantos otros escritores. Pero como la deformación profesional pesa, también a los economistas y científicos sociales que nos alejan un poco de la realidad de la literatura para enfrentarnos a la ficción de lo que está sucediendo en el mundo.

Aunque son inspiradores filósofos como Michel Sandel o Peter Singer, y es muy interesante ver a Piketty hablando sobre su último libro –Capital e Ideología- sin duda el plato fuerte de este año fue la premio Nobel de economía Esther Duflo quien, gracias a las acertadas preguntas de Ana María Ibáñez, expuso con claridad algunas de las tesis más llamativas de su libro Buena economía para tiempos difíciles.

Por ejemplo, explicó por qué el crecimiento del PIB no debe ser el objetivo principal de los gobiernos porque lo más importante es el bien-estar de toda la población. No niega la importancia de que el PIB crezca, pues es indispensable para tener recursos que permitan elevar el nivel de vida, pero esto es solo un instrumento, no un fin en sí mismo. Si el crecimiento no se distribuye bien, y se queda en los bolsillos de unos pocos, la política es equivocada porque aumenta la desigualdad.

Más aún, tampoco basta el bienestar de la población si no se respeta la dignidad de las personas. Para ella las protestas populares en Chile son la reacción de un pueblo que ha elevado su nivel de vida pero que han visto aumentar la desigualdad y reclaman dignidad.

Duflo critica a los economistas que proponen recetas para el crecimiento a partir de creencias ideológicas y políticas sin sustento en la realidad. Una de las más difundidas desde las épocas de Reagan es la supuesta necesidad de reducir impuestos para estimular la inversión y acelerar el crecimiento; o la creencia de que es necesario mantener salarios bajos para aumentar el empleo. La opinión cualificada de la mayoría de los economistas reconoce que no son ciertas estas teorías, que solo reflejan los intereses de las élites, pero aún así siguen siendo utilizadas por muchos gobiernos, incluyendo el de Colombia, para definir sus políticas.

A pesar de la mala fama de los economistas, es importante que en el Hay haya unos como Duflo que reivindican a la profesión.

Bogotá, D. C, 1 de febrero de 2021

*Filósofo y Economista. Consultor.

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Amylkar D. Acosta M

Por Amylkar D. Acosta M*.- Desde que el Ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla asumió el cargo ha intentado infructuosamente la privatización de las dos joyas de la Corona, ECOPETROL e Interconexión Eléctrica S. A (ISA) con el propósito de tapar el hueco fiscal del Gobierno central. La férrea oposición que tuvo que enfrentar en el Congreso de la República y la reacción en contra de la opinión pública arruinaron sus planes.

A pesar de las acrobacias del Ministro Carrasquilla para maquillar y disimular el déficit fiscal pagando deudas con deudas, mediante la emisión de títulos de Tesorería (TES)  y recurriendo al ardid de la contabilidad creativa, haciendo pasar el gasto corriente por financiamiento, tuvo que solicitar al Comité Consultivo de la Regla fiscal la dispensa para su flexibilización primero y para su suspensión después, ante la imposibilidad de cumplir con el objetivo de meter en cintura el déficit fiscal estructural que acusa el Gobierno central.

El ex ministro de Hacienda Guillermo Perry, uno de los integrantes de dicho Comité, criticó acerbamente este proceder, así como el tratamiento de la venta de activos al registrar “los recursos procedentes de esas ventas como ingresos corrientes para reducir su déficit y cumplir con la regla fiscal”. Fedesarrollo, ANIF y Portafolio, al unísono que ello era violatorio de las normas contables del FMI, “según las cuales las ventas de activos constituyen una forma de financiar el déficit y no de reducirlo”. En su momento la calificadora de riesgo Fitch le advirtió claramente al Ministro Carrasquilla que si persistía en tales prácticas ello le podría acarrear la pérdida de la calificación inversionista de la deuda soberana de la Nación, con todas sus implicaciones.

Han sido muy variados los argumentos que se han esgrimido para privatizar los activos de la Nación, primero se adujo que el Estado era un pésimo administrador y como este no era el caso de ISAGEN, esta vez se arguyó sibilinamente que de lo que se trataba era de reemplazar un activo de generación por otro, que sería la modernización de la infraestructura vial del país, en la que se supuestamente se invertirían los recursos provenientes de su venta, circunstancia esta que nunca se dio.

Esta vez, la insistencia en vender el 51.4% de la participación accionaria de la Nación en el holding de ISA es, sin ambages, sólo para cuadrar caja, toda vez que pese a los malabares del Ministro carrasquilla el 2019 cerró con un déficit del 2.5% del PIB, el cual se vio agravado el año anterior a consecuencia de la crisis pandémica, estimándose que el déficit de 2020 estuvo alrededor del 9%, muy lejos a la meta que se tenía par el 2020 inicialmente de 2.3% y en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) de junio pasado del 5.1%. Por lo demás, la Regla fiscal sigue de vacaciones desde el 15 de junio del año anterior cuando el CCRF accedió a su suspensión.

Según el Observatorio fiscal de la Pontificia Universidad Javeriana el Presupuesto para la vigencia de 2021 se aprobó con un desfinanciamiento de $39.1 billones y se previó en el mismo que $12 billones se procurarían teniendo como fuente “ingresos por disposición de activos”. Y estos, como ya quedó dicho tienen nombre propio, en primera instancia ISA. El previsivo Ministro carrasquilla se adelantó a expedir, al amparo de la declaratoria de la Emergencia económica y social, el Decreto legislativo 811 de 2020, el cual deja abierta en su artículo 10 la posibilidad de la enajenación de accionaria entre entidades estatales.

Esta jugada maestra del Ministro Carrasquilla es la que le permitirá la enajenación de ISA sin su privatización. Tres entidades estatales pujan en este momento por adquirir la participación accionaria de la Nación en ISA y de esta manera hacerse al control de la misma. Son ellas las Empresas públicas de Medellín (EPM), el Grupo Energía Bogotá (GEB) y ECOPETROL. Esta, ya ha oficializado su oferta y de darse este sería un enroque que, al tiempo que le significaría ingresos frescos a la Nación de $7 billones, aproximadamente, según valoración reciente de la banca de inversión, para financiar su déficit, pero sin perder dicho activo habida cuenta que ECOPETROL es de la Nación. ECOPETROL por su parte, de concretarse esta operación, diversifica aún más su portafolio de inversión y su matriz de riesgo, gana en sinergias y se consolidaría como un conglomerado energético, muy a tono con la Transición energética en cuya hoja de ruta cumple un rol preponderante.

Como bien dijo su Presidente Felipe Bayón, “esta adquisición significaría un hito en la historia de ECOPETROL que nos fortalecería en el sector energético nacional e internacional y nos permitiría acelerar la Transición energética en la que estamos comprometidos. Sería el nacimiento de un conglomerado más fuerte, más resiliente y con mayor capacidad para crecer en la nueva era de la energía limpia”.

Huelga decir que, como lo afirmó el Viceministro de Hacienda Juan Alberto Londoño, de llegar a darse la enajenación de ISA a manos de ECOPETROL, dada la magnitud del déficit fiscal en 2021 y el que se proyecta para el 2022, no nos librará de la anunciada reforma tributaria, ahora llamada eufemísticamente “reforma fiscal”, que el Gobierno considera inexorable para tratar de corregir el creciente déficit fiscal. 

Santa Marta, enero 29 de 2021

*Expresidente del Congreso y Exministro de Minas y Energía.

www.amylkaracosta.net

 

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Paloma Valencia

Por Paloma Valencia*.- La muerte del Ministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo ha conmovido a millones de colombianos, y tienen mucha razón. Carlos era un hombre excepcional. Su carrera de servicio público, donde acumuló victorias electorales y cargos  que desempeñó con brillo, honestidad y eficiencia; es muy escasa. Fue el primer alcalde electo de Cali, miembro de la constituyente, Canciller, embajador, cónsul, presidente y fundador de la federación de municipios, Ministro de Defensa. Pocos colombianos han logrado tanto en una vida. Fue un político de votos y de ideas. Un político donde se combinaban las habilidades del discurso, la cercanía con la ciudadanía, la capacidad de diálogo; y al mismo tiempo, un intelecto lúcido para los debates más técnicos, las elucubraciones y las discusiones filosóficas. Se preparaba para ser precandidato presidencial, y era de esperar que su paso por la Cancillería, desde donde lideró el cerco diplomático al tirano Maduro, y sus ejecutorias contra la criminalidad como Ministro, le garantizaban mucho espacio.

Es, por supuesto, un golpe muy duro para nuestro partido.  Su compromiso con nuestra causa se evidenció desde muy temprano, cuando renunció a los honores de ser embajador durante el Gobierno Santos, para venir a apoyar la fundación y creación del Centro Democrático. Hay mucho que se podría contar de su vida y de sus formas siempre amables, ecuánimes y agudas.

Tengo muchas anécdotas que compartí con el Ministro. La más significativa fue la precandidatura presidencial. La inicié con una bebé de brazos. Por insistencia del Presidente Uribe decidí unirme a esa dura campaña y tratando de cumplir también como madre, llevé a Amapola conmigo a todas partes. Hoy quiero recordar a Carlos y Alba Lucía, su señora, en ese tránsito. Pese a que no tenía una relación personal muy estrecha con Carlos, pues no estaba con nosotros en el congreso, ni teníamos amistad previa (antes de la creación del partido); fueron él y Alba Lucía quienes se convirtieron en mi soporte y mis principales amigos. Si no tenía vehículo en alguna ciudad a la que llegábamos -lo cual era muy usual- ellos me llevaban. Se preocupaban por mi almuerzo, por mi estadía, por mi bienestar y el de Amapola. La vida política es agitada e intensa, y en medio de una campaña, la escases de tiempo se vuelve extrema y agobiante. Sin embargo, Carlos siempre parecía tener tiempo para acordarse de mí. Tenía esa escasa virtud de ver a toda persona que estuviera cerca.

También quiero destacar no sólo su inteligencia y su sentido del humor que daba lugar a grandes carcajadas, sino también al maravilloso esposo que era. En algún discurso en el Huila confesó que Alba Lucía era el amor de su vida. Asunto que ya era claro para mí. Se fusionaban ambos en una relación donde prevalecía el enamoramiento, el permanente consejo, la discusión constructiva de todos los temas, y el soporte mutuo. Era novios, amigos, aliados, eran apoyo, virtud, encanto. Me siento afortunada de haber podido verlos compartir e irradiar todo ese amor que se tenían.

Alba Lucía querida, puedo vislumbrar desde aquí tu corazón herido y triste, y los abismos tan hondos de esta pena que hoy te embarga. No hay palabras. No puede haberlas. Solo la certeza de que ese amante tuyo, te estará esperando con la mano extendida, para que, al final de los tiempos, otra vez sean uno, como lo fueron.

Bogotá, D. C, 30 de enero de 2021

*Senadora del Partido Centro Democrático.

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Gabriel Ortiz

Por Gabriel Ortiz*.- Un ministro y un líder sindical se fueron. Carlos Holmes, Julio Roberto y millares de compatriotas, ya no están con nosotros; y somos muchos los que estamos en capilla. ¡16 fallecen durante los 60 minutos que tarda el programa presidencial de las 6!

¿Cuántos contratos se podrían haber estudiado, escudriñado y sometidos a todas las confidencialidades durante las acidias horas que dejamos pasar? ¿Cuánta de nuestra gente -parientes, amigos y conocidos- estarían acompañándonos, si la indolencia de quienes manejan la emergencia sanitaria, o pandemia, se hubieran pellizcado?

El anterior Procurador Fernando Carrillo descubrió el desgano, la desidia y la tardanza para comprar las vacunas y alertó al país. Esa prevención, ese aviso, esa denuncia, irritaron la infinita arrogancia de un gobierno que solo escucha elogios. Con fiereza apabullaron a Carrillo, utilizando “conceptos” de un Contralor de bolsillo y una recién posesionada Procuradora, ídem. Con esa zaranda, sepultaron la primera alerta, malogrando la compra de las primeras vacunas.

Antes de esa imprevisión, el gobierno Duque se había montado en el populismo y la politiquería, decretando un día sin IVA, para moderar los inventarios de quienes financiaron la campaña del 2018. Así explotó la primera hecatombe y el primer pico del covid-19. De paso se minó la disciplina que había guardado una población que hasta entonces creía en la peligrosidad del virus. Presidente y Alcaldesa de Bogotá, entraron en serios enfrentamientos. Ella quiso frenar la frivolidad, mientras él, lanzaba consignas vespertinas elogiando su gobierno. Del Covid, nada de nada.

La diaria caravana de féretros de nuestros compatriotas incluyó a un líder que quería superar el covid-19 para alcanzar una presidencia diferente, progresista, social e igualitaria.

Sin Carlos Holmes Trujillo, quien se habría opuesto a “jugaditas”, surgió la espeluznante idea de reimplantar el “articulito” inventado por Fabio Echeverri para reelegir a Uribe. Un “articulito” envenenado que está circulando, no contempla elecciones en el 22. Se trata de unificar elecciones de presidente y congreso y aplazar indefinidamente la fecha para realizarlas: cuando se termine la pandemia.

Es idea de Alejando Chacón y Ernesto Macías, con el título de “un articulito para Duque”, que le “alarga” el período hasta cuando se vaya el covid. Para lograr este cometido, ya tienen comprometidos los votos del Centro Democrático, de los conservadores, los cristianos, cambio radical y un amplio sector del liberalismo. Quiere decir que la propuesta está aprobada con mermelada y congreso virtual.

La ausencia de Carlos Holmes, hombre demócrata e integral, que aspiraba a jugar limpio en la escogencia de candidato del Centro Democrático, todo se le facilita a Macías. Trujillo se fue, cuando ya acariciaba la banda presidencial para un país halagüeño y recto.

BLANCO: Justo homenaje a la periodista y política Diana Turbay, llevando a su hijo con honores al Senado. La conciliación que heredó de su abuelo Julio Cesar, le permite inyectarla al uribismo.

NEGRO: Inmenso vacío deja Julio Roberto Gómez, “el señor del diálogo”.

Bogotá, D. C, 30 de enero de 2021

*Periodista, Exdirector del Noticiero Nacional, Telematinal y Notisuper.   

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Mons. Fernando Chica Arellano

Por Mons. Fernando Chica Arellano*. - Desde que fuera elegido Sumo Pontífice, en el año 2013, Francisco ha publicado tres encíclicas: Lumen fidei (2013), sobre la fe; Laudato Si’ (2015), sobre el cuidado de la casa común; y Fratelli tutti (2020), sobre la fraternidad y la amistad social. Pienso que puede ser útil detenernos a hacer una lectura combinada de estos tres escritos del Santo Padre, trazando un cierto hilo conductor entre ellos. Esto nos permitirá aclarar cómo podemos mejorar nuestras relaciones con Dios, con la creación y con los demás.

La relación con Dios, el Creador

Ya desde su mismo título, la encíclica Lumen Fidei (en adelante, LF) busca “recuperar el carácter luminoso propio de la fe” (LF 4), recordando que “la fe nace del encuentro con el Dios vivo, que nos llama y nos revela su amor” (LF 4). En realidad, “la fe es la respuesta a una Palabra que interpela personalmente, a un Tú que nos llama por nuestro nombre” (LF 8). Es claro que “Dios no se puede reducir a un objeto. Él es Sujeto que se deja conocer y se manifiesta en la relación de persona a persona” (LF 36).

Ahora bien, “quien recibe la fe descubre que las dimensiones de su ‘yo’ se ensanchan, y entabla nuevas relaciones que enriquecen la vida” (LF 39). Por eso “la fe no es únicamente una opción individual que se hace en la intimidad del creyente, no es una relación exclusiva entre el ‘yo’ del fiel y el ‘Tú’ divino, entre un sujeto autónomo y Dios. Por su misma naturaleza, se abre al ‘nosotros’, se da siempre dentro de la comunión de la Iglesia” (LF 39). Es decir, que, “en la fe, el ‘yo’ del creyente se ensancha para ser habitado por Otro, para vivir en Otro, y así su vida se hace más grande en el Amor” (LF 21).

Al ensancharse, “la fe se muestra universal, católica, porque su luz crece para iluminar todo el cosmos y toda la historia” (LF 48). “No se trata solo de una solidez interior, una convicción firme del creyente; la fe ilumina también las relaciones humanas” (LF 50), “ilumina todas las relaciones sociales” (LF 54) y la misma “vida en sociedad” (LF 55).

Desde aquí es fácil ver la conexión con las otras dos encíclicas. Por un lado, la historia de la Modernidad nos ha mostrado que intentar construir la fraternidad “sin referencia a un Padre común como fundamento último, no logra subsistir. Es necesario volver a la verdadera raíz de la fraternidad” (LF 54). Por otro lado, la fe, al revelarnos el amor de Dios, “nos hace respetar más la naturaleza, pues nos hace reconocer en ella una gramática escrita por él y una morada que nos ha confiado para cultivarla y salvaguardarla” (LF 55).

La relación con la casa común, la CreaciónUna de las convicciones centrales de la encíclica Laudato Si’ (en adelante, LS) es que “todo está relacionado, y que el auténtico cuidado de nuestra propia vida y de nuestras relaciones con la naturaleza es inseparable de la fraternidad, la justicia y la fidelidad a los demás” (LS 70). En otro momento, vuelve el Papa sobre este argumento indicando: “Todo está relacionado, y todos los seres humanos estamos juntos como hermanos y hermanas en una maravillosa peregrinación, entrelazados por el amor que Dios tiene a cada una de sus criaturas y que nos une también, con tierno cariño, al hermano sol, a la hermana luna, al hermano río y a la madre tierra” (LS 92).

Por eso “el descuido en el empeño de cultivar y mantener una relación adecuada con el vecino, hacia el cual tengo el deber del cuidado y de la custodia, destruye mi relación interior conmigo mismo, con los demás, con Dios y con la tierra. Cuando todas estas relaciones son descuidadas, cuando la justicia ya no habita en la tierra, la Biblia nos dice que toda la vida está en peligro” (LS 70). Dicho ahora en positivo, esto “implica una relación de reciprocidad responsable entre el ser humano y la naturaleza” (LS 67).

Pero, por lo mismo, necesitamos recuperar “una sana relación con lo creado como una dimensión de la conversión íntegra de la persona” (LS 218).Así, Su Santidad invita “a todos los cristianos a explicitar esta dimensión de su conversión, permitiendo que la fuerza y la luz de la gracia recibida se explayen también en su relación con las demás criaturas y con el mundo que los rodea, y provoque esa sublime fraternidad con todo lo creado” (LS 221). Y es que “no habrá una nueva relación con la naturaleza sin un nuevo ser humano” (LS 118). Dicho de otro modo: “no podemos pretender sanar nuestra relación con la naturaleza y el ambiente sin sanar todas las relaciones básicas del ser humano” (LS 119).

Las relaciones de fraternidad, las criaturas

La encíclica Fratelli Tutti (en adelante, FT) quiere impulsar una “fraternidad abierta, que permita reconocer, valorar y amar a cada persona más allá de la cercanía física, más allá del lugar del universo donde haya nacido o donde habite” (FT 1). Por eso, dice el Papa, “no puedo reducir mi vida a la relación con un pequeño grupo, ni siquiera a mi propia familia, porque es imposible entenderme sin un tejido más amplio de relaciones: no solo el actual sino también el que me precede y me fue configurando a lo largo de mi vida. Mi relación con una persona que aprecio no puede ignorar que esa persona no vive solo por su relación conmigo, ni yo vivo solo por mi referencia a ella. Nuestra relación, si es sana y verdadera, nos abre a los otros que nos amplían y enriquecen” (FT 89).

De aquí se sigue que, de acuerdo con la visión cristiana, “el amor no solo se expresa en relaciones íntimas y cercanas, sino también en las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas” (FT 181). Dos concreciones son la amabilidad y la solidaridad. Escuchemos al Sucesor de Pedro cuando afirma: “El cultivo de la amabilidad no es un detalle menor ni una actitud superficial o burguesa. Puesto que supone valoración y respeto, cuando se hace cultura en una sociedad transfigura profundamente el estilo de vida, las relaciones sociales, el modo de debatir y de confrontar ideas” (FT 224). Por otro lado, la solidaridad significa “luchar contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, de tierra y de vivienda, la negación de los derechos sociales y laborales” (FT 116).

Un aspecto de la mirada católica al mundo es la opción preferencial por los pobres. Así, procurar “la amistad social no implica solamente el acercamiento entre grupos sociales distanciados a partir de algún período conflictivo de la historia, sino también la búsqueda de un reencuentro con los sectores más empobrecidos y vulnerables” (FT 233). “Por consiguiente, un pacto social realista e inclusivo debe ser también un ‘pacto cultural’, que respete y asuma las diversas cosmovisiones, culturas o estilos de vida que coexisten en la sociedad” (FT 219).

Conclusión

En resumen, las tres encíclicas convergen en subrayar que “para una adecuada relación con el mundo creado no hace falta debilitar la dimensión social del ser humano y tampoco su dimensión trascendente, su apertura al ‘Tú’ divino. Porque no se puede proponer una relación con el ambiente aislada de la relación con las demás personas y con Dios” (LS 119). La misma Biblia nos muestra “que la existencia humana se basa en tres relaciones fundamentales estrechamente conectadas: la relación con Dios, con el prójimo y con la tierra” (LS 66). Ojalá que nunca lo olvidemos.
Bogotá, D. C, 29 de enero de 2021

*Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO, el FIDA y el PMA

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José Félix Lafaurie Rivera

Por José Félix Lafaurie Rivera*.- Hace ocho días apenas, este espacio, que me permite hacer públicas mis opiniones pero también mis sentimientos, lloró la partida de un amigo. Hoy, cuando aún no salgo de ese luto interior, el albur macabro de la pandemia golpeó con más fuerza, y no solo a mí, sino al Valle del Cauca, al Gobierno Nacional, al Centro Democrático y al país todo.

Murió Carlos Holmes Trujillo. Nadie lo esperaba; estaba en manos de los mejores médicos del Hospital Militar y era el ministro de Defensa…, pero esas son nimiedades para el COVID, que insiste en recordarnos que somos iguales ante la enfermedad y la muerte.

Sí…, ante la muerte, porque en vida, Carlos Holmes fue incomparable. Todos lo somos, se dirá; cada ser humano es un mundo diferente, pero Carlos no era un mundo…, era un universo magnífico. De pocos colombianos hoy se puede predicar que sean verdaderos “servidores públicos” en el estricto sentido de la palabra, el de aquellos entregados al servicio de sus compatriotas, sin más afán que el de ser útiles para la patria donde la patria los necesite.

Ministro de Educación de Gaviria, Alto Consejero de Paz de Samper y luego su ministro del Interior; constituyente comprometido con la elección popular de alcaldes, fue el primero de Cali. Embajador en medio mundo y representante ante la ONU, la OEA y la Unión Europea. Ministro de Relaciones Exteriores y, posteriormente, de Defensa durante el gobierno Duque, cargo en el que la muerte lo sorprendió al servicio de los colombianos.

Como Álvaro Gómez y Luis Carlos Galán, otros “incomparables”, fue candidato presidencial y lo habría sido nuevamente, pero el país se perdió de que un hombre con su experiencia, conocimiento y voluntad de servicio rigiera sus destinos. No murió en forma violenta, pero… ¿acaso se le puede llamar “natural” a la muerte a manos de ese enemigo artero que a todos nos amenaza? Carlos Holmes era serio y cuidadoso, pero en Colombia no se puede ser ministro de Defensa encerrado en la urna de cristal en la que todos queremos estar. No. Carlos era un hombre “expuesto”, y no dudo que él lo sabía y se hizo cargo del riesgo, lo que lo convierte en mártir…, sí, en un “patriota” sin par.

¿Cómo lo recuerdo? Como gran orador, con el don de la palabra y la seguridad que da la coherencia de quien habla como piensa y como actúa. Generoso, estuvo en los dos últimos congresos ganaderos y se comprometió con la seguridad rural, sin promesas vanas pero con resultados, aunque bien sabía que la seguridad será esquiva mientras el Estado como un todo no haga frente común contra el narcotráfico.

¿Cómo lo recuerdo? Como lo recuerda Colombia, como un hombre amable, un caballero, como la definición de la “bonhomía”, de trato gentil, de buenas maneras, de ideas claras y, por lo tanto, gran conversador.

¿Cómo lo recuerdo? Él de estirpe liberal; yo de tradición conservadora, nos encontramos en el Centro Democrático alrededor de una ideología compartida, en un tiempo en que las ideologías se disfrazan de populismos y de extremos; en que ser de “derecha” es vergonzante y de izquierda “progresista”. Carlos, sin embargo, era un defensor irreductible de esas convicciones comunes que la amistad fortaleció, fogoso y vertical en su discurso si era menester, pero siempre respetuoso.

¿Cómo lo recuerdo? Con la letra de Cortez, el cantor de la amistad: “Cuando un amigo se va…, queda un espacio vacío”.

Nota Bene. Paz en la tumba de Julio Roberto Gómez, otra víctima de la pandemia.

Bogotá, D. C, 30 de enero de 2021

Presidente de FEDEGAN

@jflafaurie

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José G Hernández

Por José G. Hernández*.- Como lo hemos recordado varias veces, la Constitución de 1991 (Art. 20) ha definido como derecho fundamental el que tiene toda persona a buscar, recibir y difundir información veraz e imparcial. Por su parte, el artículo 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica) señala que toda persona es titular de la “libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección”.

Como ha sostenido la Corte Constitucional, el de información es un derecho fundamental “de doble vía”. Para la Corte, en el actual ordenamiento se amplió considerablemente la concepción jurídica al respecto, de suerte que ya no solo se garantiza un derecho de transmisión de informaciones -propio de la actividad periodística-, sino que “cobija las actividades de investigación, y obtención de informaciones, así como el derecho de recibirlas, a la vez que el de difundirlas, criticarlas, complementarlas y sistematizarlas” (Sentencia T-512/92). Se debe considerar, según ese criterio, tanto un sujeto activo de la información -el que la emite- como unos sujetos pasivos de ella -–quienes la reciben-. Y la Constitución Política protege por igual el derecho del primero a transmitir o difundir la información, y el de los segundos a recibirla, no de cualquier manera, sino cualificada por el Constituyente como “veraz e imparcial”. Lo garantizado constitucionalmente no es una posibilidad formal de acceso y recepción de datos, informes o noticias, sino la certeza de que esos contenidos se ajusten a la verdad objetiva y completa, y estén libres de manipulaciones, distorsiones o mutilaciones.

Toda la población tiene derecho a recibir esa información veraz e imparcial. Y, desde luego, las autoridades están obligadas a entregarla -con esas características- sobre los asuntos que la afectan o la puedan afectar; aquello que le importa como colectividad, es decir, lo que constituye el interés público. Interés que se puede referir a los más variados asuntos; a todos aquellos inherentes a la convivencia, al ejercicio de los derechos, al cumplimiento de los deberes y a la forma en que se conducen los destinos de la comunidad. 

En estos días de pandemia resulta obvio que el principal interés de todos -y, por tanto, una función primaria y esencial del Estado y de las autoridades- guarda relación con los derechos a la vida, a la salud y a la integridad. Por lo tanto, siendo público ese interés, toda la comunidad tiene derecho a exigir información veraz e imparcial, suministrada oportunamente por parte de quienes tienen a cargo las decisiones, gestiones y actuaciones que tocan con aquél. Por ello, extraña que, en lo referente a la vacuna contra el coronavirus, exista hoy tanto misterio y confidencialidad, tanta confusión y un verdadero caos informativo -generado desde el mismo Gobierno- sobre la actividad administrativa correspondiente, que debería ser pública y transparente.

Tal información no pretende ingresar en los secretos industriales, ni en las fórmulas científicas, a cuyo respecto se haya pactado confidencialidad. Se trata de todo lo atinente al más elemental interés público y, por ende, no confidencial.

Bogotá, D. C, 27 de enero de 2021

*Expresidente de la Corte Constitucional

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Jairo Gómez

Por Jairo Gómez*.- Ha querido la multinacional del carbón Drummond desvincularse vanamente de un hecho que nacional e internacionalmente afectó de manera severa su imagen: ser una empresa patrocinadora de grupos paramilitares; pero la justicia en Colombia no le da tregua.

Tras criticar y desprestigiar la investigación “El Lado Oscuro del Carbón” que realizó la Organización no Gubernamental PAX sobre el financiamiento de grupos paramilitares en el departamento del Cesar, la Drummond quiso demeritar tales denuncias y negó por todos los medios esos vínculos; sin embargo, recientemente la Fiscalía 251 delegada ante los jueces penales del circuito especializado, acusó, el pasado 16 de diciembre de 2020, a dos altos ejecutivos de la multinacional por concierto para delinquir y delito de lesa humanidad.

La historia es como sigue: A la Fiscalía se compulsaron copias para investigar a los directivos o empleados del Departamento de Seguridad de la multinacional Drummond por financiar y promover la creación del frente Juan Andrés Álvarez del Bloque Norte de las autodefensas entre los años 1996 a 2001, en el departamento del Cesar, sede de las empresas carboníferas, a cambio de beneficiarse de la “seguridad” para poder repeler incursiones armadas de organizaciones al margen de la ley como las FARC y el ELN.

A partir de ese momento el frente paramilitar fue dios y ley en la región y una de sus tareas era perseguir a los miembros del sindicato de trabajadores Sintraminaenergética adscrito a la empresa Drummond, además de los múltiples crímenes que cometió en la región contra campesinos y campesinas.

Es en ese contexto que el grupo ilegal cumplió órdenes y asesinó a los trabajadores Valmore Locarno Rodríguez y Víctor Hugo Orcasita el 12 de marzo de 2001, en Valledupar; el primero era presidente y el segundo vicepresidente de la organización sindical Sintramienergética  y, por supuesto, empleados de la minera Drummond; los dos mineros que viajan, paradójicamente, en un bus contratado por la empresa, fueron bajados del vehículo y posteriormente asesinados por integrantes del frente juan Andrés Álvarez del Bloque Norte de las AUC a cargo de Jorge 40.

Los dos ejecutivos de la compañía acusados por la Fiscalía 251, Augusto Jiménez Mejía (Presidente de Drummond en Colombia desde octubre de 1989 hasta marzo de 2013)  y José Miguel Linares Martínez (gerente jurídico de 1996 a 2000 y vicepresidente de asuntos corporativos de Drummond en Colombia de 2000 a 2006), fueron imputados por fomentar homicidios “en forma sistemática y generalizada” que afectaron “de manera grave la humanidad de la población” tras promover y financiar grupos paramilitares. Ésta acusación fue avalada por el delegado de la Procuraduría General de la Nación.  

La providencia del Fiscal no deja duda sobre la responsabilidad de los ejecutivos que durante más de una década trabajaron para la Drummond y tras valorar los hechos también decidió declarar el delito contra la humanidad pues se trata del crimen en personas protegidas, en este caso dos sindicalistas asesinados; crimen que además se perpetró en presencia de sus demás compañeros de trabajo con la clara intención de dejar un mensaje de amedrantamiento.  

Según la providencia, son evidentes los nexos de la multinacional con los gatilleros del frente Juan Andrés Álvarez y su orgánica financiación durante más de seis años, relación que provocó hechos trágicos y sembró de terror una región que protagonizó sangrientos hechos que dejaron cientos de campesinos asesinados, miles los desplazados y despojados por un “ejercito” que comandaba Jorge 40 quien hacía y disponía en complicidad, no solo de la Drummond, sino de las familias vallenatas más prominentes del departamento.  

Una vez conocida la providencia de la Fiscalía 251 en la multinacional se prendieron las alarmas  y una fuente muy conectada con el caso me contó que en la Drummond hoy se discute si los dos ejecutivos se deben acoger a la JEP pues se trata de hechos ocurridos en el contexto del conflicto armado interno, procedimiento al que se opone su abogado defensor.

La Drummond debe saber que a la JEP se llega a contar la verdad y sus dos funcionarios tendrán que hacerlo para hacerse a sus beneficios, aquí no se trata de comprar o pagar testigos; deberían saberlo muy bien pues un contratista muy cercano a la multinacional Jaime Blanco Maya se sometió a la JEP y ahí esta contando realmente que pasó con el frente Juan Andrés Álvarez comandado por Jorge 40.

Ahora, más allá de lo judicial, ¿el gobierno colombiano habrá tomado nota de esta decisión de la Fiscalía 251? Porque las organizaciones de DD.HH en Europa presionarán a sus países para que no compren el carbón que explora y exporta, desde Colombia, la Drummond.

Bogotá, D. C, 27 de enero de 2021

*Periodista. Analista Político.

@jairotevi

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