Científicos de las Universidades de Tubinga y Lüben han investigado en un estudio un nuevo mecanismo que muestra cómo el sueño influye en determinadas funciones inmunitarias.

Científicos de las Universidades de Tubinga y Lüben han investigado en un estudio un nuevo mecanismo que muestra cómo el sueño influye en determinadas funciones inmunitarias.

Los resultados de su investigación arrojan que solo tres noches sin dormir son suficientes para afectar a los llamados linfocitos T o células T que produce la médula ósea y cuyas funciones son parte importante del sistema inmunitario para luchar contra los agentes infecciosos. Su estudio fue publicado en el Journal of Experimental Medicine

En el experimento, los científicos observaron sobre todo la capacidad de unión de las células T con unas determinadas moléculas, una función que les posibilita adherirse a otras células y que es precisamente su finalidad dentro del sistema inmunológico.

Así lo explica el autor Stoyan Dimitrov: "La adhesión a otras células les permite moverse por el cuerpo y acoplarse por ejemplo en células infectadas con el fin de eliminar la infección".

La falta de sueño merma no solo la capacidad de las células T, sino también el plasma sanguíneo, así como moléculas solubles como la adrenalina y la prostaglandina y también el neurotransmisor adenosina.

Los investigadores sugieren que estos resultados tienen relevancia clínica al margen del área de investigación relacionada con los trastornos del sueño, ya que los valores correspondientes a estas sustancias pueden verse alterados en determinadas situaciones, como el estrés crónico y el cáncer.

Otra de las autoras, Luciana Besedovsky, asegura que "ya solo tres horas menos de sueño son suficientes para reducir la efectividad de importantes células inmunitarias".   

Berlín, 23 de febrero de 2019.-

Por Redacción Ecos Salud.

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Casi el 50% de las personas de 12 a 35 años, o 1.100 millones de jóvenes, corren riesgo de pérdida de audición debido a la exposición prolongada y excesiva a los sonidos fuertes, incluida la música que escuchan a través de dispositivos de audio personales.

Casi el 50% de las personas de 12 a 35 años, o 1.100 millones de jóvenes, corren riesgo de pérdida de audición debido a la exposición prolongada y excesiva a los sonidos fuertes, incluida la música que escuchan a través de dispositivos de audio personales.

Antes del Día Mundial de la Audición, que se celebra el 3 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) han emitido un nuevo estándar internacional para la fabricación y el uso de estos dispositivos, que incluyen teléfonos inteligentes y reproductores de audio, para hacerlos más seguros a la hora de escuchar.

"Dado que tenemos los conocimientos tecnológicos para prevenir la pérdida auditiva, no debería darse el caso de que tantos jóvenes sigan dañando su audición mientras escuchan música", sostuvo el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS: “Deben entender que una vez que la pierdan, su audición no regresará. Este nuevo estándar de la OMS-UIT hará mucho para salvaguardar mejor a estos jóvenes consumidores a medida que hacen algo que disfrutan".

Más del 5% de la población mundial, o 466 millones de personas, tiene una pérdida auditiva discapacitante (432 millones de adultos y 34 millones de niños); algo que impacta en su calidad de vida. La mayoría vive en países de ingresos bajos y medios.

Se estima que para 2050 más de 900 millones de personas, o 1 de cada 10, tendrán una pérdida auditiva incapacitante. La pérdida de audición que no se aborda representa un costo global anual de 750 mil millones de dólares. En general, se sugiere que la mitad de todos los casos de pérdida auditiva se pueden prevenir a través de medidas de salud pública.

Características de los dispositivos de escucha seguros

Los dispositivos y sistemas de escucha segura: un estándar de la OMS-UIT” recomienda que los dispositivos de audio personales incluyan: 1.- Función de "margen de sonido": un software que rastrea el nivel y la duración de la exposición del usuario al sonido como porcentaje utilizado de una exposición de referencia. 2.- Perfil personalizado: un perfil de escucha individualizado, basado en las prácticas de escucha del usuario, que informa al usuario de la forma segura (o no) que ha estado escuchando y le da señales de acción basadas en esta información. 3.- Opciones de limitación de volumen: opciones para limitar el volumen, incluida la reducción automática del volumen y el control de volumen por parte de los padres. 4.- Información general: información y orientación para usuarios sobre prácticas de escucha seguras, tanto a través de dispositivos de audio personales como para otras actividades de ocio.

El estándar fue desarrollado bajo la iniciativa de la OMS "Hacer que la audición sea segura", que busca mejorar las prácticas de escucha especialmente entre los jóvenes, tanto cuando están expuestos a la música y otros sonidos en lugares de entretenimiento ruidosos como mientras escuchan música a través de sus dispositivos de audio personales.

La norma de la OMS-UIT para dispositivos de escucha segura fue desarrollada por expertos de la OMS y la UIT a lo largo de un proceso de dos años que se basó en las últimas evidencias y consultas con una variedad de partes interesadas, incluidos expertos del gobierno, la industria, los consumidores y la sociedad civil.

La OMS recomienda que los gobiernos y los fabricantes adopten este estándar en forma voluntaria. La sociedad civil, en particular las asociaciones profesionales y otras que promueven el cuidado auditivo, también tienen un papel que desempeñar en la defensa de la norma y en la sensibilización pública sobre la importancia de las prácticas de escucha segura para que los consumidores exijan productos que los protejan de la pérdida auditiva. El conjunto de herramientas de la OMS y la UIT para la implementación del estándar global para dispositivos de escucha seguros proporciona una guía práctica sobre cómo hacerlo.

Ginebra, 20 de febrero de 2019.-

Por Felicia Saturno Hartt.

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"Todas las regiones registraron un incremento de casos el año pasado con un incremento de 50% de los casos registrados el año pasado con relación a 2017.", subrayó Katrina Kretsinger, responsable médica del Programa ampliado de vacunación de la OMS.

"Todas las regiones registraron un incremento de casos el año pasado con un incremento de 50% de los casos registrados el año pasado con relación a 2017.", subrayó Katrina Kretsinger, responsable médica del Programa ampliado de vacunación de la OMS.

"Cuando vemos los casos señalados aumentar 50%, sabemos que nos dirigimos por el mal camino", declaró Katherine O'Brien, la directora del departamento de vacunas y productos biológicos en la OMS, en conferencia de prensa.

"Nuestros datos muestran que hay un aumento substancial (del número) de casos de sarampión. Lo constatamos en todas las regiones. Observamos epidemias que se prolongan y se amplían". Estas cifras son provisionales dado que los países tienen hasta el mes de abril para anunciar los casos registrados en 2018.

Según la OMS, a mediados de enero, cerca de 229.000 casos de sarampión fueron señalados en el mundo para 2018, frente a 170.000 en 2017. "Todas las regiones registraron un incremento de casos el año pasado", subrayó Katrina Kretsinger, responsable médica del Programa ampliado de vacunación de la OMS, y citó las epidemias en Ucrania, Madagascar, República Democrática del Congo, Chad y Sierra Leona.

"En la región europea, unos 83.000 casos fueron registrados en 2018 hasta ahora, entre ellos 53.000 en Ucrania". En Madagascar, decenas de miles de personas están afectadas por la epidemia.

"De octubre de 2018 al 12 de febrero, un total de 66.278 casos y 922 muertes fueron señalados", según la OMS. Se trata se cifras transmitidas por las autoridades y Kretsinger afirmó que el número de muertos era sin duda más elevado.

Explicó que el plan de vacunación contra el sarampión en Madagascar consistía en una sola dosis de vacuna, cuando la OMS recomienda dos, pues la primera no siempre funciona. En el futuro, Madagascar espera aplicar una vacunación con dos dosis, señaló.

El sarampión es una enfermedad grave y muy contagiosa, que puede ser evitada con ayuda de dos dosis de una vacuna "segura y eficaz", según la OMS, que lamenta la difusión de falsas informaciones sobre la vacuna, en especial en los países ricos.

Esta enfermedad puede causar complicaciones debilitantes, e incluso fatales, como la encefalitis, la neumonía y la pérdida de visión. El riesgo de muerte y de complicaciones es muy elevado en los bebés y en los niños que sufren desnutrición o cuyo sistema inmunitario está debilitado.

El año pasado, el sarampión causó la muerte de unas 136.000 personas en el mundo, según la OMS. El número de casos de sarampión disminuyó sin embargo hasta 2016, señaló Kretsinger.

"Retrocedemos con relación a los avances realizados y no retrocedemos porque carezcamos de los instrumentos para impedirlo; tenemos los instrumentos para evitar el sarampión. Retrocedemos porque no logramos vacunar" a los niños, subrayó O'Brien.

A escala mundial, "la principal causa" de este fracaso en la vacunación de los niños es "que los que tienen más necesidad (...) no tienen acceso a la vacuna", dijo, y subrayó el aumento del número de "Estados frágiles, de las urgencias sanitarias y de los refugiados" en el mundo.

"Los niños que no son vacunados son los más pobres, los que viven en las comunidades más marginalizadas, pueden ser niños de refugiados, migrantes".

Ginebra, 15 de febrero de 2019.-

Por Felicia Saturno Hartt.

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Por esa razón, un grupo creciente de investigadores y médicos está impulsando una herramienta complementaria para prevenir el impacto nocivo de la radiación ultravioleta (UV): prendas de vestir que declaren un “factor de protección” de modo similar al de las cremas.

Varios estudios han demostrado que los usuarios de protectores solares sobreestiman sus beneficios y tienden a prolongar su permanencia bajo los rayos más allá de lo aconsejable.

Por esa razón, un grupo creciente de investigadores y médicos está impulsando una herramienta complementaria para prevenir el impacto nocivo de la radiación ultravioleta (UV): prendas de vestir que declaren un “factor de protección” de modo similar al de las cremas.

“Usar solo protectores solares no ha demostrado ser una solución integral para la prevención del cáncer de piel, especialmente el de células basales y el melanoma”, afirmó a la Agencia CyTA-Leloir el doctor Nathan Downs, investigador de la Facultad de Salud, Ingeniería y Ciencias de la Universidad del Sur de Queensland, en Australia.

“Así como existen filtros de radiación UV químicos (geles, cremas o esprays), también están los físicos: la vestimenta o accesorios como sombreros, paraguas y lentes”, explicó el doctor Rubén Piacentini, director del Grupo de Física de la Atmósfera, Radiación Solar y Astropartículas del Instituto de Física Rosario (IFIR), que depende del CONICET y de la Universidad Nacional de Rosario, en Argentina.

¿Pero hay forma de medir o cuantificar el beneficio protector de las prendas? En 1996, Australia fue pionera en un método para evaluar la capacidad de los tejidos de la ropa para bloquear o atemperar la radiación UV y comenzó a impulsar normas en esa dirección, al igual que Nueva Zelanda, Estados Unidos y la Unión Europea. Sin embargo, como lamentó la Organización Mundial de la Salud (OMS), aún no se ha desarrollado un estándar internacional consensuado para el concepto del FPS o “factor de protección solar” de la vestimenta. En Argentina se comercializan remeras que declaran un “factor de protección UV” (UPF) o un “filtro UV” mayor a 50, pero no hay regulaciones que lo certifiquen.

La situación podría empezar a cambiar. El propio Downs propuso en 2018 la creación de un “Factor de Protección Solar de las Prendas de Vestir” o “Garment Protection Factor” (GPF). El GPF integraría dos variables: datos de la protección que confieren los textiles y la proporción del área de superficie corporal que queda expuesta. Así, para el mismo material y color de la prenda, el GPF de una remera de manga corta sería menor al de una de manga larga; y, yendo al extremo, el de un bikini sería inferior al de una malla enteriza.

“Cuanto más alto sea el GPF, mejor será la protección provista por la prenda de vestir en términos de cobertura de la superficie corporal y protección UV del material”, afirmó Downs, quien también integra la Unidad de Investigación del Cáncer de Piel de la Facultad de Salud Pública, Ciencias Médicas y Veterinarias de la Universidad James Cook, en Queensland, Australia. Y añadió: “Si los consumidores desean prendas con mayor GPF, los fabricantes diseñarán ropa que se adapte a esa demanda”.

Otros científicos y médicos elogiaron la propuesta. “Me encantaría que los fabricantes de textiles adopten el concepto y etiqueten su ropa de protección solar utilizando el GPF”, sostuvo en diálogo con la Agencia CyTA-Leloir el doctor Olaf Gefeller, del Departamento de Informática Médica, Biometría y Epidemiología de la Universidad Friedrich Alexander, en Erlangen-Nuremberg, Alemania. “Serviría para mejorar la transparencia de la información que reciben los clientes”.

Para el doctor Daniel Feinsilber, jefe de la División Dermatología del Hospital Ramos Mejía, en Buenos Aires (Argentina), el uso de ropa con protector solar “es una medida muy interesante, sobre todo para personas con fototipos muy claros de la piel (I y II) que tienen pocas defensas de la melanina (pigmento que protege la piel)”.

El también profesor de la Universidad Favaloro añadió que, si las personas pasean o van a la playa entre las 11 y las 16, deben usar protectores solares, estar bajo una sombra de al menos tres metros de diámetro y, en casos de pieles muy blancas o con antecedentes de lesiones malignas cutáneas, vestir remeras de manga larga con un factor de protección solar. Ese tipo de vestimenta también es indispensable para quienes deban trabajar al aire libre.

Los Ángeles, 6 de febrero de 2019.-

Por Redacción Ecos Salud.

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La población del mundo afronta grandes desafíos de salud, que van desde brotes de enfermedades prevenibles con vacunas y la resistencia a los medicamentos anti patógenos, hasta malos hábitos que provocan enfermedades crónicas y muertes prematuras, además de factores ambientales como la contaminación y el cambio climático.

La población del mundo afronta grandes desafíos de salud, que van desde brotes de enfermedades prevenibles con vacunas y la resistencia a los medicamentos anti patógenos, hasta malos hábitos que provocan enfermedades crónicas y muertes prematuras, además de factores ambientales como la contaminación y el cambio climático.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una lista de diez graves amenazas que también incluyen la situación en que viven 1600 millones de personas, o el 22% de la población global, víctimas de la pobreza, el hambre, los conflictos y el desplazamiento, además de la falta de servicios de salud primaria en muchos países.

Con la intención de hacer frente a estos retos, la OMS diseñó un plan estratégico de 5 años,  que busca garantizar el acceso a la salud universal para mil millones de personas, la protección en caso de emergencias médicas para otros mil millones y la mejora de la salud y el bienestar de mil millones más. La estrategia inició este 2019 y requiere que los problemas sanitarios se aborden desde múltiples ángulos.

Los diez problemas que requieren atención inmediata listados por la agencia de la ONU son:

1.- Contaminación ambiental y cambio climático. La polución destaca como el mayor riesgo ambiental para la salud, dado que 9 de cada 10 personas respiran aire contaminado cuyas partículas tóxicas pueden penetrar los sistemas respiratorio y circulatorio y dañar los pulmones, el corazón y el cerebro.

En la actualidad, el cáncer, las embolias y los padecimientos cardiorrespiratorios provocan anualmente la muerte prematura de siete millones de personas, el 90% de ellas en países de renta baja o media con grandes emisiones contaminantes de la industria, el transporte, la agricultura y las estufas caseras. 

La principal fuente de contaminación es la quema de combustibles fósiles, una de las grandes causas del cambio climático, fenómeno que impacta la salud humana de diferentes formas. Según las proyecciones, entre 2030 y 2050 se producirían 250.000 muertes adicionales cada año debido a la desnutrición, la malaria, la diarrea y la insolación relacionadas con el cambio climático.

2.- Enfermedades crónicas. Los padecimientos no transmisibles como diabetes, cáncer y las enfermedades cardiacas causan 41 millones de muertes, más del 70% de los decesos anuales a nivel mundial, cifra que incluye a 15 millones de personas que fenecen prematuramente entre los 30 y los 69 años.

El aumento de estos fallecimientos, sucedidos en un 85% en países de ingresos bajos y medios, se debe a factores de riesgo como el tabaco, el sedentarismo, el abuso del alcohol, las dietas poco saludables y la contaminación del aire. Los malos hábitos también exacerban las enfermedades mentales.

3.- Pandemia global de gripe.  Se espera que el mundo enfrente otra pandemia, aunque no se sabe cuándo ni que tan grave sea. Las defensas globales contra la enfermedad son tan eficientes como el sistema de respuesta nacional a emergencias sanitarias más débil de cualquier país.

Con la ayuda de 153 instituciones en 114 países, la OMS monitorea constantemente la circulación de virus gripales para detectar las cepas que podrían desatar una pandemia. Además, cada año recomienda las cepas del virus que deben incluirse en la vacuna para proteger a la población de la gripe estacional.

4.- Entornos frágiles y vulnerables. Las malas condiciones de vida que afectan a numerosas comunidades en todas las regiones del mundo. El 22% de la población, o 1600 millones de personas, vive hoy en lugares perjudicados por crisis de larga data que pueden incluir sequías, hambrunas, conflictos y desplazamientos de población, así como servicios sanitarios precarios o una carencia total de esos cuidados.

5.- Resistencia a los antimicrobianos. La resistencia que la gente ha desarrollado a los anti patógenos supone el riesgo de no poder tratar fácilmente infecciones como la pulmonía, la tuberculosis, la gonorrea o la salmonelosis. A su vez, la incapacidad para aliviar las infecciones podría complicar las cirugías y tratamientos como la quimioterapia.

La resistencia a los medicamentos para la tuberculosis, por ejemplo, dificulta una batalla contra una enfermedad que afecta a 10 millones de personas y causa 1,6 millones de muertes al año. Según los estudios, esa resistencia respondería al uso excesivo de antimicrobianos no sólo en la gente sino en el ambiente y en los animales, sobre todo en los que sirven como alimento.

6.- Ébola y otros patógenos peligrosos. Los dos brotes de ébola registrados en la República Democrática del Congo en 2018 afectaron a más de un millón de personas. Una de las provincias golpeadas es, además, zona de conflicto, lo que demuestra que las epidemias de virus altamente patógenos encuentran un entorno propicio en escenarios de acceso difícil o nulo.

7.- Servicios precarios de Salud Primaria. Los cuidados médicos primarios son normalmente el primer punto de contacto de la población con sus sistemas de salud y deberían ofrecer atención amplia y asequible para las comunidades. Sin embargo, muchos países no tienen instalaciones, carecen de estos servicios o no tienen instalaciones adecuadas debido a la falta de recursos.

8.- Rechazo a la vacunación. Pese a las evidencias de la efectividad de las vacunas para prevenir enfermedades y evitar de 2 a 3 millones de muertes anuales, mucha gente rehúsa a vacunarse por temor o dudas generadas por falta de información.

Los casos de sarampión, por ejemplo, repuntaron un 30% a nivel global -esto incluyó a países que estaban a punto de eliminar la enfermedad y experimentaron un resurgimiento- aunque no siempre se debió al rechazo a la vacuna.

9.- Dengue. El dengue, transmitido por un mosquito, puede ser letal y cobrarse la vida del 20% de quienes lo sufren en su manifestación más grave. La enfermedad es una amenaza creciente para el mundo desde hace décadas.

Muchos de los casos ocurren durante las estaciones de lluvia de países como India o Bangladesh. El cambio de los patrones climáticos está alargando esas estaciones, facilitando así la diseminación de la enfermedad a climas menos tropicales que no la padecían.

De acuerdo con la OMS, un 40% del mundo corre el riesgo de contraer dengue y actualmente se registran 390 millones de infecciones al año.

10.- VIH.- Los avances contra el VIH son enormes en cuanto al examen de detección, el acceso de 22 millones de seropositivos a antirretrovirales y las medidas preventivas. Pero la epidemia continúa y el VIH/SIDA provoca la muerte de un millón de personas cada año.

Desde su aparición, el VIH ha infectado a 70 millones de personas, matando a la mitad de ellas. En la actualidad hay unos 37 millones de portadores del virus, muchos de ellos pertenecientes a minorías marginadas y a menudo sin acceso a servicios de salud como la comunidad LGTB, los presos o los trabajadores sexuales.

Ginebra, 19 de enero de 2019.-

Por Felicia Saturno Hartt.

Fuente: Organización Mundial de la Salud (OMS).

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Con una calificación de 94,7% el Laboratorio de Salud Pública de Cundinamarca obtuvo la evaluación más alta frente a otros del país.

Con una calificación de 94,7% el Laboratorio de Salud Pública de Cundinamarca obtuvo la evaluación más alta frente a otros del país.

De acuerdo con los resultados de la visita de supervisión que realizó el Instituto Nacional de Salud, INS, en aplicación de estándares de calidad, el departamento cumplió con los procesos, procedimientos, criterios de confiabilidad y oportunidad, en los resultados de sus análisis en materia de la salud.

​Según el INS,  la entidad cundinamarquesa cumple con la normatividad vigente para lograr los estándares establecidos por el Ministerio de Salud y Protección Social e Invima.

Los estándares de calidad en Salud Pública son los requisitos básicos indispensables que deben cumplir los actores que desempeñan funciones esenciales en este sector. Por ello, el laboratorio de Salud Pública de Cundinamarca, viene implementando el sistema integrado de gestión de calidad.

Dentro de los aspectos evaluados están la organización, gestión, talento humano, infraestructura y dotación, referencia y contrarreferencia, bioseguridad y manejo de residuos y procesos prioritarios, en los cuales desde años anteriores el laboratorio desarrolla actividades encaminadas a la acreditación y, en ese sentido, la calificación del Instituto es uno de los logros que conllevan a la mejora continua de los procesos que allí desarrollan para mejorar la salud de los cundinamarqueses.

Vale la pena destacar que este nuevo logro de Cundinamarca se debe al trabajo permanente del equipo liderado por la subdirección de Salud, Amparo Gnecco, quienes vienen aplicando la ISO/IEC 17025 y sus actualizaciones, norma Internacional que establece los requisitos generales para la competencia en la realización de ensayos o de calibraciones, incluido el muestreo.

La Secretaría de Salud de Cundinamarca destacó que este primer lugar en comparación con sus pares nacionales, es muy gratificante para continuar trabajando por la vigilancia de la salud pública y así responder, de manera inmediata, eficiente y oportuna a las necesidades de la población de los 116 municipios del departamento.

Bogotá, D. C, 29 de noviembre de 2018

Fuente Gobernación de Cundinamarca

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Nuestras dietas deben contener una amplia variedad de alimentos frescos y nutritivos para mantenernos fuertes.

Cualquiera que sea su resolución de Año Nuevo, una dieta saludable y equilibrada proporcionará muchos beneficios en 2019 y más allá. Lo que comemos y bebemos puede afectar la capacidad de nuestro cuerpo para combatir infecciones, así como la probabilidad de que desarrollemos problemas de salud en el futuro, como obesidad, enfermedades cardíacas, diabetes y diferentes tipos de cáncer.

Los ingredientes exactos de una dieta saludable dependerán de diferentes factores, como la edad y la actividad que tenemos, así como los tipos de alimentos disponibles en las comunidades donde vivimos. Pero en las diferentes culturas, hay algunos consejos alimenticios comunes para ayudarnos a llevar una vida más larga y saludable.

Nuestros cuerpos son increíblemente complejos y, con la excepción de la leche materna para bebés, ningún alimento contiene todos los nutrientes que necesitamos para que funcione de la mejor manera posible.

Por lo tanto, nuestras dietas deben contener una amplia variedad de alimentos frescos y nutritivos para mantenernos fuertes.

Algunos consejos para asegurar una Dieta Equilibrada:

  1. En su dieta diaria, trate de comer una mezcla de alimentos básicos como trigo, maíz, arroz y papas con legumbres como lentejas y frijoles, mucha fruta fresca y verduras, y alimentos de origen animal (como carne, pescado, huevos y leche).
  2. Elija alimentos integrales como maíz, mijo, avena, trigo y arroz integral sin procesar cuando pueda; son ricos en fibra valiosa y pueden ayudarlo a sentirse satisfecho por más tiempo.
  3. Elija carnes magras cuando sea posible o recórtele la grasa visible.
  4. Pruebe cocinar al vapor o hervir en lugar de freír alimentos.
  5. Para los bocadillos, elija verduras crudas, nueces sin sal y frutas frescas, en lugar de alimentos con alto contenido de azúcares, grasas o sal.
  6. Reducir sal, grasas, azúcar y alcohol. Reducir no implica no consumir, pero debe ser moderado. 

Lausana, 29 de diciembre de 2018.

Por Redacción Ecos Salud.

Fuente: Web de Organización Mundial de la Salud (OMS).

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Expertos de toda las Américas y otras regiones se reunieron para discutir el derecho a la salud y el papel de los tribunales nacionales en la aplicación legal de este derecho.

Expertos de toda las Américas y otras regiones se reunieron para discutir el derecho a la salud y el papel de los tribunales nacionales en la aplicación legal de este derecho.

El evento, “El derecho a la salud en los tribunales nacionales”, tuvo lugar el en el marco de las celebraciones del Día de los DD.HH. y convocó a expertos de la OPS, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Instituto O'Neill para Leyes Nacionales y Globales en Salud de la Escuela de Derecho de la Universidad de Georgetown, miembros de los tribunales supremos nacionales y representantes de los ministerios de salud de las Américas, entre otros.

"El litigio por el derecho a la salud es un camino que debemos explorar como una herramienta para garantizar que se respete el derecho a la salud de todos". dijo Alejandro Morlachetti, asesor legal regional de Derechos Humanos de la OPS. "Esta conferencia fue un paso vital para reunir a las partes interesadas de los poderes judicial, legislativo y ejecutivo, así como a expertos en derechos humanos para discutir el papel fundamental de los tribunales en la protección del derecho a la salud y otros derechos relacionados con la salud", explicó.

La litigación por los derechos sociales y económicos a nivel nacional, incluido el derecho a la salud, es un área compleja. Los tribunales han demostrado que los aspectos del derecho a la salud, como se refleja a menudo en el derecho internacional y muchas constituciones de los países latinoamericanos, pueden estar sujetos a la ejecución judicial, por ejemplo, en relación con el acceso a ciertos tratamientos y medicamentos de vanguardia, la eliminación de patentes y el retiro de tratamientos, entre otros. 

La justiciabilidad de este derecho plantea una variedad de preguntas tales como exactamente qué tratamientos médicos tienen derecho a recibir las personas, el costo de la defensa de estos derechos y si los derechos de una persona a recibir un tratamiento costoso deben priorizarse por sobre los derechos colectivos cuando se enfrentan con presupuestos limitados. 

El evento consistió en cuatro mesas redondas sobre temas que incluían “Hacer valer el derecho a la salud: una perspectiva del sistema universal e interamericano”; “El derecho a la salud desde diversas perspectivas”; “La responsabilidad de los derechos sociales y el equilibrio de poder entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial”; y “Experiencias relacionadas con el derecho de salud en los tribunales nacionales”.

"La Organización Panamericana de la Salud continuará apoyando a sus Estados Miembros en la promoción de un sistema internacional basado en normas, donde cada ser humano pueda disfrutar del derecho a la salud", sostuvo Heidi Jimenez, asesora jurídica de la OPS.

Washington, DC, 20 de diciembre de 2018.-

Por Felicia Saturno Hartt.

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Los accidentes de tráfico matan a más personas que el VIH/Sida, la tuberculosis y la malaria, según el último Informe de la Organización Mundial de la Salud. El número de muertes en la carretera ascendió a 1,35 millones en 2016 y son la primera causa de muerte entre niños y jóvenes de 5 a 29 años  en todo el mundo.

Los accidentes de tráfico matan a más personas que el VIH/Sida, la tuberculosis y la malaria, según el último Informe de la Organización Mundial de la Salud. El número de muertes en la carretera ascendió a 1,35 millones en 2016 y son la primera causa de muerte entre niños y jóvenes de 5 a 29 años  en todo el mundo.

Aunque el informe muestra que se han hecho progresos en algunas áreas, como la Legislación, no han ocurrido lo suficientemente rápido para cumplir el objetivo de reducir estos fallecimientos a la mitad, entre 2016 y 2020.

"Sabemos la respuesta: el uso de cinturón de seguridad, del casco, de controlar la velocidad y el consumo de alcohol y mejorar los vehículos e infraestructuras", explica  el Dr. Etienne Krug es el Director del Departamento de Enfermedades no transmisibles de la OMS.

"Es cuestión de voluntad política, la mayoría de países no están poniendo en práctica la legislación adecuada y pueden hacer mucho más en términos de infraestructuras y vehículos”, señaló Krug.

El riesgo de morir en un accidente de tráfico depende de la parte del mundo en la que uno viva. En los países pobres es más del triple que en los más desarrollados. Aunque solo un 1% de los vehículos se encuentran en los países de bajos ingresos, allí ocurren un 13% de las muertes.

Ginebra, 9 de diciembre de 2018.-

Redacción Ecos Salud.

 

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El Ministerio de Salud de la República Democrática del Congo anunció que ha comenzado pruebas para evaluar la efectividad y la seguridad de los medicamentos utilizados en el tratamiento de pacientes con ébola.

El Ministerio de Salud de la República Democrática del Congo anunció que ha comenzado pruebas para evaluar la efectividad y la seguridad de los medicamentos utilizados en el tratamiento de pacientes con ébola.

Se trata del primer ensayo clínico multidrogas, para un tratamiento del ébola que formará parte de un estudio de múltiples brotes y países que acordaron los socios en el marco de una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Si bien nuestro enfoque sigue siendo poner fin a este brote, el lanzamiento del ensayo en la República Democrática del Congo es un paso importante para finalmente encontrar un tratamiento contra el ébola que salve vidas ", dijo el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

La enfermedad por el virus del Ebola, antes llamada fiebre hemorrágica del Ebola, es una enfermedad grave, a menudo fatal, con una tasa de letalidad de hasta 90%, causada por el virus del Ébola, que integra la familia de los filovirus.

Fue identificado por primera vez en 1976, cuando se produjeron dos brotes simultáneos: uno en Yambuku, aldea próxima al río Ebola, en la República Democrática del Congo y la otra en una región remota de Sudán.

No se conoce el origen del virus, pero pruebas actuales indican que murciélagos frugívoros (de la familia Pteropodidae) pueden ser huéspedes.

Kinshasa, 28 de noviembre de 2018.-                                                   

Por Felicia Saturno Hartt.

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