Redacción Ecos. Foto: Reuters.- El Ejército de Liberación Nacional (ELN), el segundo grupo guerrillero de Colombia, anunció que está listo para continuar el diálogo de paz con el Gobierno y buscar soluciones que permitan superar las dificultades que mantienen estancado el inicio de una negociación formal.

La posición de la organización rebelde integrada por unos 2.000 combatientes se conoció un día después de que el presidente Juan Manuel Santos la instó a liberar a las personas que mantiene secuestradas e iniciar de inmediato la negociación.

"Estamos listos para la fase pública para dar continuidad a lo acordado el 30 de marzo y buscar salidas a las dificultades", dijo el ELN en su cuenta de Twitter.

El Gobierno y el ELN acordaron en marzo iniciar una negociación de paz, pero Santos condicionó el comienzo del proceso a que el grupo rebelde, considerado una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, suspenda los secuestros y los ataques contra los oleoductos.

Los máximos dirigentes de esa guerrilla se han negado a cumplir las exigencias de Santos con el argumento de que no se puede condicionar la negociación a hechos que deben ser parte de la agenda. El Gobierno estima que al menos cuatro personas permanecen secuestradas actualmente por ese grupo rebelde.

El Gobierno de Santos firmó el lunes 26 de septiembre un histórico acuerdo de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el primer paso de un largo camino para poner fin a un conflicto de 52 años que ha dejado unos 220.000 muertos y millones de desplazados.

El pacto será sometido a un plebiscito el próximo domingo y Santos necesita que los colombianos lo avalen en las urnas para implementarlo. El Gobierno admite que para que haya una paz completa es necesaria una negociación con el ELN.

"El Gobierno es consciente que la paz completa llegará con un acuerdo con el Ejército de Liberación Nacional", dijo a periodistas el Ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.

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Por Felicia Saturno Hartt. Foto: El primer cara a cara de los candidatos a la Presidencia de los Estados Unidos se dió en la Universidad de Hofstra, la crítica Alma Mater, en la neoyorquina Long Island, con más de un millar de agentes de seguridad, locales y regionales, a los que se suman los del Servicio Secreto que protege a ambos candidatos y miles de periodistas de todo el mundo que se acreditaron para cubrir la noticia.

Hofstra es la primera universidad en acoger, por tres elecciones consecutivas, un debate presidencial, después de las de 2008, entre John McCain y Barack Obama; y 2012, que enfrentó a Mitt Romney y Barack Obama, en su reeleción.

Indudablemente podrá ser estimado uno de los más polémicos debates de la historia política, porque sus participantes, aparte de representar las dos caras del sueño americano, implican la tendencia que conducirá a esta nación y su influencia en los próximos años.

Poco duraron las sonrisas con las que los dos candidatos se estrecharon la mano en la noche de este lunes, dando inicio al debate electoral que más expectación ha despertado en las últimas décadas.

Enfrente tenían al periodista Lester Holt, de NBC, como moderador en un cara a cara, que se calcula que pudo ser visto en directo por cien millones de televidentes estadounidenses, acabando con el récord de 80 millones que fijaron Jimmy Carter y Ronald Reagan en 1980.

Los ataques entre los candidatos empezaron siendo más o menos sutiles, cómo cuando Clinton empezó diciendo que su padre fue un pequeño empresario que trabajó duro para salir adelante (en contraste con el de Trump, que ya era un rico constructor en Nueva York).

Para pasar a ser mucho más directos, como cuando Hillary le acusó de haberse aprovechado de la crisis en 2008 o cuando le reprochó que, si los aeropuertos e infraestructuras estadounidenses no son mejores, es porque gente como él ha olvidado pagar sus impuestos o ha pagado menos por una política fiscal que beneficia a los más ricos.

Para entonces, el controvertido multimillonario que aspira a ser el próximo Presidente de EE.UU. hacía ya un rato que se mostraba visiblemente nervioso frente a la ex secretaria de Estado.

Clinton controlaba la situación y había logrado agitarlo con sus argumentos, su calma e incluso alguna risa con la que contestó a sus arremetidas. 15 días después de tener que abandonar tambaleándose el homenaje a las víctimas del 11-S, la candidata del Partido Demócrata recupera fuerzas con un debate en el que era ella la que más tenía que perder.

El candidato republicano perdió la calma mientras una Clinton sosegada lo golpea con su expediente empresarial, la guerra de Irak y su plan secreto para el Estado Islámico". El gran reto de Trump frente a política experimentada era dar una imagen presidencial. "Clinton hace ponerse a Trump a la defensiva", tituló el Washington Post.

El candidato presidencial republicano, Donald Trump, mencionó a México en la primera  rase de su primer debate presidencial con el fin de orientar la discusión hacia las empresas que huyen de EE.UU. buscando abaratar costos instalándose en otros países. También citó, en segundo lugar, a China. Y reclamó pedir el pago de aranceles a las empresas que se trasladen de Estados Unidos y luego pretendan vender sus productos en el país.

"Cuando vendemos a México hay un impuesto, cuando nos venden a nosotros no lo hay. Es un acuerdo defectuoso. Tenemos que parar para que dejen de robarnos nuestros puestos de trabajo", afirmó Trump, que aprovechó para criticar nuevamente el Tratado de Libre Comercio (NAFTA), el "peor tratado que posiblemente se ha firmado nunca" y la "lo peor" para la industria manufacturera estadounidense. También prometió que si llega a la Casa Blanca creará una gran cantidad de empleos.

Clinton dijo haber conocido a empleados a los que Trump se negó a pagar sus servicios. "Hay muchos grandes empresarios que ni siquiera se han acogido una vez a la bancarrota, usted lo ha hecho seis veces", insistió la demócrata, quien ironizó sobre si es esa la experiencia con la que Trump piensa negociar la deuda nacional del país.

El republicano se comprometió a publicar sus declaraciones de impuestos -tradicionalmente lo hacen los candidatos presidenciales pero él no lo ha hecho- si Clinton publica 33.000 emails que no se han hecho públicos.

Clinton acudió al debate como favorita por su experiencia, tras haber sido primera dama, senadora y secretaria de Estado. Su reto era combatir la frialdad y desconfianza que genera, según las encuestas.

"Para ser presidente de este país hay que tener mucho aguante, y ella no lo tiene", dijo Trump casi al final del debate. Sin embargo, consiguió aguantar los ataques del republicano con una sonrisa que, a veces, parecía forzada.

Los días 9 y 19 de octubre habrá otros dos debates cara a cara entre los dos cantidatos americanos, antes de enfrentarse definitivamente en las urnas el 8 de noviembre. Las encuestas, que llegaron a dar una ventaja de seis puntos porcentuales en intención de voto para la demócrata, se reducía a dos en julio (2,3 según los cálculos de RalClearPolitics) e incluso se anula en las últimas consultas.

Una encuesta publicada por CNN tras el duelo dialéctico la proclamó vencedora por un 62% frente a un 27% de Trump. Y los titulares de destacadas publicaciones estadounidenses hacían referencia a su tranquilidad y al nerviosismo de su oponente.

Tras concluir el primer debate entre Hillary Clinton y Donald Trump, los medios internacionales estuvieron casi todos de acuerdo en que Clinton se impuso con su experiencia y preparación. No obstante, queda en duda para muchos medios cuál podría ser la reacción de los votantes y en especial si su victoria en el debate la traerá efectivamente más votos en lo que queda de la campaña.

En la prensa francesa, el Diario Le Monde comentó que "la experiencia le ganó a la incoherencia”. El diario francés estuvo de acuerdo con la opinión de Clinton de que Donald Trump "no está calificado para ser presidente”. Le Monde expresó también su duda sobre si "la racionalidad y la experiencia” de Clinton podrán convencer a los votantes indecisos. Por su parte, Libération dijo que el perdedor del debate fue el "el pueblo estadounidense”. A pesar de expresar que Clinton ganó el debate, el diario parisino lamentó el hecho de que los votantes se enfrenten a dos opciones desagradables, no teniendo verdadera opción.

En la prensa inglesa se vio el mismo consenso sobre la victoria de Clinton, pero con ciertas diferencias. The Guardian criticó fuertemente la actuación de Trump, diciendo que el magnate se vio visiblemente enojado, agitado, de voz muy elevada, y citó sus frecuentes interrupciones. Clinton mantuvo la calma y logró abatir a Trump con su preparación y experiencia, agregó. A su vez, The Telegraph solo observó que a Trump le faltó preparación y sustancia en sus posiciones, pero aseguró que su actuación no tendría efecto en sus votantes, ya que les proporcionó el estilo que ellos aclaman.

Por su parte el diario español El País resumió que el debate fue un "choque de visiones”, en el que ningún candidato cometió errores que puedan desequilibrar la reñida situación. El diario madrileño no observó una victoria contundente de Clinton, sino que más bien Clinton logró frenar a Trump con su experiencia, en lo que el diario calificó de un "tenso” debate.

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Redacción Ecos. Foto archivo ECOS:- Así lo aseveró el  director del  Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Carlos Eduardo Valdés, quien señaló que 21 mil son desapariciones forzadas.

En el  V Curso en DIH ‘Augusto Ramírez Ocampo’, organizado por el Comité Internacionalde la Cruz Roja, con la participación de la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, en Melgar, Valdés sostuvo que Colombia tiene una historia matizada de violencia porque el tema de desaparición, lastima y lesiona no solamente al individuo y a su familia, sino que afecta a la sociedad en general. Fue contundente en afirmar que “las desapariciones vuelven indolente al ser humano”.

Los panelistas invitados al evento coincidieron en señalar que para hablar de desaparecidos en Colombia hay que sensibilizar a la sociedad en el tema, reconocer y ser conscientes que el fenómeno reviste una gravedad en el país.

Oliver Dubois, coordinador de los Programas para las Personas Desaparecidas, de la delegación Regional del CICR para México, América Central y Cuba, dijo que el vacío económico e incluso la inseguridad alimentaria que genera la desaparición de un familiar, es una de las principales preocupaciones que enfrentan actualmente las familias.

En Colombia los familiares de las víctimas de desaparición solo quieren que se aplique justicia penal un 1% (uno por ciento), por lo que se espera que la justicia transicional que se aplicará después de la firma del proceso de paz entre el Gobierno y la FARC, dé una respuesta más equilibrada a los familiares de los desaparecidos.

Luis Hipólito Alen, director de la licenciatura en Justicia y Derechos Humanos de la Universidad de Lanús (Argentina), agregó que el caso argentino no es igual al colombiano en situaciones de desaparecidos ya que en su país se dieron víctimas de desaparecimiento forzado y no funcionó la institucionalidad, por ser otro contexto.

 “En Colombia durante todo el conflicto siguieron funcionando las instituciones, mientras que en Argentina las respuestas que se dieron a los miles de víctimas no fueron producto de un acuerdo sino del desgaste de una dictadura”, puntualizó Alen.    

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Por Redacción Ecos. Foto Universidad Nacional.-La Universidad Nacional de Colombia otorgó al Economista y excontralor general de la República, Antonio Hernández Gamarra un Doctorado Honoris Causa.

En la ceremonia el nuevo Doctor se dirigió a la audiencia, no como profesional de la economía, sino con su rol de abuelo y con sencillez y claridad histórica explicó la situación colombiana en los últimos 50 años.

Hernández Gamarra apeló a Norberto Bobbio, el grande de los politólogos italianos, para expresar “que cuando uno se hace viejo le importan tanto los conceptos como los afectos” para explicar porque la responsabilidad histórica reside en dirigirse al futuro, los niños y jóvenes.

Como estudiante en los sesenta, Hernández Gamarra hizo  una retrospectiva del ambiente de su Alma Mater y de lo fecundo que fue estudiar y explorar el camino del conocimiento y cómo, en esos días, comenzó el conflicto y cómo ellos van a conocer, desde la dimensión académica y desde la tradición oral lo que sucedió, tal como la gente lo concibe.

En este sentido, habló de la imperiosa participación de todos para “aclimatar la paz” y “de una labor que debe desarrollar la ciudadanía si queremos que se respeten las ideas de los contrarios, se acepten como naturales los distintos pareceres y opiniones y se defienda el derecho de otros a expresar su verdad, así  no estemos de acuerdo con sus ideas”.

Alude al pensamiento de Edgar Morín, para “el diseño y el molde de la primera pata de la mesa de la tolerancia, la concordia y la equidad”, para proveer de racionalidad a la discusión y promover el diálogo, como primer soporte, Zuleta para tratar el difícil tema de la equidad, como segundo y a Cipolla, para convocar la simpatía y el humor que facilite el  proceso.

Y deja de último, la cuarta pata de la mesa de la tolerancia, la concordia y la equidad que “debería apoyarse en el desvanecimiento de los humos de la pasión y el rencor, y nos corresponderá moldearla con el pensamiento de todos los colombianos”.

Todos esos argumentos llevan al excontralor y economista Antonio Hernández Gamarra a resaltar que son ingredientes  que deben formar parte del proceso de Postconflicto, luego de la firma y ratificación de los Acuerdos de La Habana, para vencer los problemas que alimentan las diferencias.

En el discurso al que título Sí. En esto Creo, Hernández Gamarra da una académica lección para la paz en momentos que Colombia avanza en el camino de la reconciliación nacional.

El siguiente es el discurso del economista y humanista Hernández Gamarra al recibir el titulo Honoris Causa de la Universidad Nacional de Colombia y donde expresa  las razones “por las cuales creo que mis nietos tendrán un mejor futuro si los colombianos decimos sí el próximo 2 de octubre”.

SI.  EN ESTO CREO

ANTONIO HERNÁNDEZ GAMARRA 

Señoras, señores, amigas y amigos todos:

Honda es mi gratitud para con los miembros del Consejo Académico de la Universidad que postularon mi nombre para ser honrado con esta distinción, y muy en especial para el doctor Édgar Bejarano, decano de la facultad de Ciencias Económicas y representante de ella en esa corporación.

De igual manera expreso mis agradecimientos a los miembros del Consejo Superior Universitario organismo que me otorgó la distinción y a los amigos Gabriel Misas Arango y Consuelo Corredor, que pensaron en mi candidatura y dieron los primeros pasos para que ella surtiera los procedimientos establecidos en el reglamento.

Me honra la distinción y me honra la causa que las autoridades académicas invocaron al otorgármela, al juzgar que son meritorios mis aportes al desarrollo del área de las ciencias económicas y mi transparencia en el desempeño profesional en cargos públicos.

Al conocer tan regocijante noticia se agolparon en mi mente la imagen de gozo que tendrían mis padres si hoy estuvieran presentes y también la alegría que ha embargado a Betsy, a mis hijos, que a la usanza de antes incluye por supuesto a mi hija, a mis nietos, a mis hermanos y hermanas y a mis amigas y amigos.

El cariño y la solidaridad de ellos hacen que sea mi deber rendir tributo a la amistad. Sentimiento que efusivamente expreso en este momento evocando a los amigos de la infancia de mi Sincé natal y que emocionadamente simbolizó rememorando a Alberto Corchuelo, Leonidas Mora, Héctor Melo, Chucho Bejarano, Luis Bernardo Flórez, 1 Palabras en la ceremonia de otorgamiento del doctorado Honoris Causa por la Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, septiembre 22 de 2016.

Homero Cuevas y César González, compañeros y cómplices en el aprendizaje, en la enseñanza y en los debates sobre la economía, y quienes nos han precedido en el retorno a la madre tierra.

Junto a esa amalgama de sentimientos también se vino a mi mente un torrente de ideas sobre las palabras que compartiría con ustedes el día de hoy para expresar mi gratitud.

Desde el mismo instante en que con ternura Catalina Ramírez Gómez, secretaria general de la Universidad, me comunicó la decisión del Consejo Superior Universitario, pensé que debía hacer una reflexión académica sobre un tópico que hubiese ocupado mis quehaceres intelectuales a lo largo de mi formación como economista y de mi ejercicio profesional.

Primer candidato para ese propósito fue el examen del modelo de hombre de los economistas, con sus gustos y preferencias socialmente no interrelacionados, cuyo comportamiento racional lleva, según esa teoría, a decisiones óptimas para él como individuo y para la sociedad como un todo.

A pesar de las críticas que con razón se le formulan, esa conceptualización tiene fortalezas relevantes para explicar hechos en el mundo real, y su olvido y su menosprecio, unidos al populismo como manifestación política, pueden conducir a desastres en las economías nacionales, como hondamente lo sufre hoy el pueblo de uno de nuestros vecinos.

No obstante, desde un ángulo opuesto, la santificación de esa teoría y la ideologización que de ella se hace conducen al endiosamiento del mercado, lo que hace beatífico lo privado y satánico lo público. Y eso se traduce en perversos resultados para el bienestar de la población, como se pone de presente en algunos aspectos del funcionamiento del sistema de salud en nuestro país.

Un segundo tópico que consideré podría exponer a ustedes el día de hoy estuvo referido a las características del desarrollo económico y social de Colombia a lo largo del siglo XX. La doble característica de una economía constantemente creciente, que ha alcanzado logros que se reflejan en muchos indicadores sociales, y al mismo tiempo gestora de una sociedad profundamente desigual entre sus regiones, entre segmentos de la población, entre hombres y mujeres, y entre las etnias, merece permanente reflexión.

En esas lucubraciones andaba cuando llegó a mi memoria un pensamiento de Norberto Bobbio que dice que cuando uno se hace viejo le importan tanto los conceptos como los afectos. Ateniéndome a esa verdad, en vez de ocuparme del tipo de temáticas que acabo de describir, tan caras a mi vocación de economista y tan propias de las circunstancias académicas del solemne acto que hoy nos congrega, lo que voy a hacer es, contando con su benevolencia, compartir con ustedes la carta que ahora les dirijo a mis nietos.

Bogotá, septiembre 22 de 2016

Simón Hernández

Pablo Hernández

Alejandra Hernández

Julieta Hernández

Llenas del amor y la ternura, que junto a Betsy y sus padres les profesamos, estas letras les manifiestan que el de hoy es un acto de especial significación para nuestra familia al recibir la distinción que me ha conferido la Universidad Nacional al titularme Doctor Honoris Causa.

Esta distinción nos llena de regocijo, nos enaltece y nos enorgullece. En especial porque en este claustro estudié en !a primera mitad de los años 60 del siglo pasado, habiéndome tocado en suerte uno de sus períodos académica y culturalmente más fecundos, gracias al espíritu innovador, creativo y filosóficamente liberal del entonces rector, doctor José Félix Patiño.

En ese clima intelectual, y dentro de naturales controversias, aquí yo pude vivir, ver, sentir y ejercer el idealismo por una mejor Colombia en su estado más puro.

Ese alimento espiritual marcó mi vida y me guió en el desempeño profesional y en el ejercicio de mis deberes y derechos como ciudadano, en un país golpeado a lo largo de muchas décadas por la violencia y por la intolerancia.

Eso hizo que la nuestra y muchas otras generaciones de colombianos no hayamos conocido el sosiego para el ejercicio y el disfrute de nuestros derechos políticos, económicos y culturales.

En los próximos años y a medida que ustedes avancen en sus estudios, en especial en la historia de Colombia, que debe ser una de sus prioridades académicas y culturales, oirán, en ocasiones, que el conflicto empezó, aun cuando sea más remoto en sus orígenes, en el momento en que el Estado agredió a los campesinos de la región del Pato, Guayabera y Marquetalia.

Otras voces les dirán que el origen de la guerra fue el legítimo derecho del Estado a defenderse de una ideología y de unas acciones bélicas que atentaban contra los principios fundamentales de la institucionalidad.

Ello será así porque muy variadas son y serán las opiniones y las interpretaciones sobre el origen del conflicto y sobre las causas que hicieron posible que se prolongara durante más de cinco décadas.

De lo que no cabe duda es de que hubo voces que en su momento expresaron que buscar "la redención popular por la vía de las armas ... sería demorada, sangrienta y entidemocrétice"", Haber desoído palabras como esas nos hizo sufrir en carne propia la verdad universal que enseña que no hay guerras relámpagos, pese a las creencias y manifestaciones de quienes las declaran.

2 La frase es del político liberal Alfonso Romero Aguirre en una entrevista que le concedió al Diario del Caribe en noviembre de 1960 y que fue reproducida en la bella novela de Ricardo Silva Romero titulada Historia Oficial del Amor.

Afortunadamente el acuerdo suscrito el pasado 24 de agosto entre el gobierno nacional y la guerrilla de las FARC abre una luz de esperanza para que ustedes puedan vivir en una sociedad mucho menos conflictiva que la que nos tocó vivir a nosotros.

Sin embargo, el realismo aconseja entender y saber que aclimatar la paz no es una tarea que les compete sólo a los protagonistas del conflicto, pues ella será, en lo fundamental, una labor que debe desarrollar la ciudadanía si queremos que se respeten las ideas de los contrarios, se acepten como naturales los distintos pareceres y opiniones y se defienda el derecho de otros a expresar su verdad, así no estemos de acuerdo con sus ideas.

Para que la finalidad suprema de esa conducta civilizada se arraigue en la sociedad colombiana será fundamental que colectivamente construyamos la mesa de la tolerancia, la concordia y la equidad. Para el diseño y el molde de la primera pata de la mesa de la tolerancia, la concordia y la equidad podríamos basarnos en los Siete saberes necesarios para la educación del futuro. Texto preparado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) bajo la dirección del filósofo francés Edgar Morin. Allí aprenderemos que "la racionalidad debe permanecer abierta a la discusión para evitar que se vuelva una doctrina y se convierta en racionalización".

Para el segundo soporte de la mesa de la tolerancia, la concordia y la equidad podríamos acudir al ensayo de Estanislao Zuleta titulado Elogio de la dificultad. En él leeremos que "no se puede respetar el pensamiento del otro cuando se habla desde la verdad misma, cuando creemos que la verdad habla por nuestra boca; porque entonces el pensamiento del otro sólo puede ser error o mala fe".

Reflexiones como estas nos alejarán de los fundamentalismos, de creer que nuestras opiniones son las únicas verdaderas y justas, y desterrarán de nuestras mentes el pensamiento obsesivo.  

Tercer soporte de la mesa de la tolerancia, la concordia y la equidad podrían ser las enseñanzas de Carlo Cipolla de cuya lectura, en Allegro ma non troppo, aprenderemos que "el humor es el mejor remedio para disipar tensiones, resolver situaciones que resultan penosas y facilitar el trato y las relaciones humanas". La indulgente simpatía, que es el humor así entendido, tiene poco que ver con el chiste flojo y con la hiriente ironía.

La cuarta pata de la mesa de la tolerancia, la concordia y la equidad debería apoyarse en el desvanecimiento de los humos de la pasión y el rencor, y nos corresponderá moldearla con el pensamiento de todos los colombianos.

Si ustedes, como integrantes de nuestra sociedad, y todos nuestros conciudadanos aplicamos de manera sistemática esos principios, el acuerdo que han firmado el gobierno nacional y la guerrilla de las FARC nos debe conducir a ser una mejor nación, pues a nadie le debería caber duda de que los fines del mismo son todos deseables.

Es razonable pensar que la construcción de una nueva sociedad rural se debe basar en la disminución de las amplias disparidades sociales y regionales que agobian a Colombia. La búsqueda de mayor equidad y la dotación de medios materiales a los habitantes rurales es condición necesaria para ello, aun cuando insuficiente si no se destierra de algunos sectores de nuestra sociedad la creencia, tan hondamente arraigada, de que lo rural es sinónimo de rusticidad y de atraso.

Que se cuente con garantías para el ejercicio de la oposición política, que se fortalezcan los mecanismos democráticos para la participación ciudadana, que se promueva el pluralismo y que se construya un sistema electoral probo y respetado por todos los ciudadanos son condiciones necesarias para fortalecer la democracia.

Encontrar una solución más racional y más realista a la producción y el consumo de las drogas illcitas nos quitará el Inri de ser los responsables del narcotráfico a nivel internacional, cuando la verdad es que nuestra patria ha sido su víctima. En esa guerra también hemos avanzado hacia la victoria, pero sólo la ganaremos plenamente cuando los países consumidores, siguiendo las recomendaciones de la academia y de calificados actores del ejercicio del poder en el mundo, instituyan que ese consumo es más un problema de salud pública que producto de los agentes económicos que se benefician de la prohibición.

El reconocimiento de las víctimas y la reparación a que legítimamente tienen derecho, al igual que los mecanismos acordados para la implementación y la verificación de los acuerdos, el castigo a los responsables de los crímenes atroces cualquiera haya sido el bando en que militaron quienes los cometieron, y la decisión de las FARC de abandonar las armas, como medio para adelantar la lucha política y acceder al poder, son todas noticias que nos deben llenar de regocijo.

En especial si las FARC dan pruebas fehacientes de que contribuirán a superar la crisis de confianza en el proceso que, de buena fe, tienen algunos sectores de !a población.

Si para conseguir esas finalidades últimas del acuerdo la sociedad colombiana toda se dedica a construir la mesa de la tolerancia, la concordia y la equidad y si todos los ciudadanos somos conscientes de que esta es una tarea colectiva, ustedes vivirán en un país donde nadie considere legítimo combatir la pobreza con fusiles y donde nadie crea que es legítimo defender su riqueza con fusiles, como predicó en alguna ocasión nuestro buen amigo el poeta sucreño Cristo García Tapia.

Un país donde, de manera progresiva, la política sea entendida como la forma de concebir, plantear y resolver todo problema público". Si ello es así, la política será un ejercicio de la inteligencia y "una costumbre virtuosa, receptiva de los datos de la cultura, la tradición, el respeto al individuo y el vigor de la colectividad", para emplear las palabras de Carlos Fuentes.

3 Según anotó Don Miguel de Unamuno en su texto los "Antipoliticistas."Bajo ese paradigma nadie juzgará conveniente ni necesario el uso de las armas para acceder al poder, y una parte representativa de los ciudadanos dejará de juzgar la política como una actividad abominable a la que sólo se dedican quienes tratan de obtener de ella dividendos mercantiles.

Si ese pensamiento guía a nuestra sociedad y a sus dirigentes, la política dejará de ser sólo un ejercicio para acceder a la contratación y al presupuesto y por lo tanto, los actos de corrupción no encontrarán en ella el medio de propagación de que hoy se nutren en buena parte.

Un segundo dividendo que generará la construcción de la mesa de la tolerancia, la concordia y la equidad será el mejor uso de los impuestos que los ciudadanos pagamos al Estado. Con el paso de los años, en vez de gastarnos parte importante de esos dineros en armas, en municiones, en logística, en salarios y prestaciones sociales de una fuerza pública siempre creciente, podremos invertirlos en mayor y mejor educación para los jóvenes y los niños, al igual que en un mejor servicio de salud para todos los ciudadanos.

Dividendo que se acrecentará si, como lo pronostican todos los expertos, en una nación en paz la economía produce más, y en consecuencia se pueden cobrar más impuestos que no se dedicarán a la guerra. De esa manera, en un par de décadas la nuestra será una población más sana, más educada y mejor formada.

Pero sin duda el más importante dividendo de la construcción de la mesa de la tolerancia, la concordia y la equidad será el dividendo humanitario. Las vidas salvadas, las mutilaciones evitadas, el fin de la extorsión y el secuestro (que fueron todas ellas secuelas del uso irracional de las armas ), junto con una amplia libertad de pensamiento y de palabra, nos posibilitarán construir un Estado democrático donde se dé una relación de colaboración entre el sector público y el sector privado; un Estado fuerte, sin restricciones ni autoritarismos, que dirija una economía en donde la creación de riqueza y la equidad social no transiten por senderos diferentes.

Hoy algunos colombianos se oponen a los acuerdos por un cálculo político. Algunos otros de nuestros conciudadanos dudan, de buena fe, sobre la eficacia de los acuerdos. Estos últimos, cuando la mesa de la tolerancia, la concordia y la equidad produzca sus dividendos, dirán al referirse a la paz: "venías de tan lejos como de algún recuerdo ... y el amor fue tan sólo encontrarte de nuevo", como dejó consignado Meira del Mar en su poema Nueva Presencia.

Alusión a la poesía que es propicia para recomendarles la lectura de Constantino Cavafis y de León de Greiff, quien dio nombre al auditorio que ahora nos alberga. De Cavafis oirán decir: No temas a los lestrigones ni a los cíclopes ni al colérico Poseidón seres tales jamás hallarás en tu camino, si tu pensar es elevado, si selecta es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.

De León y sus múltiples nombres (entre otros Beremundo el Lelo, Leo Legrís, Sergio Stepansky, Aldecoa, Gaspar, Ramón Antigua, Alipio Falopio, Segismundo Junior, Apolodoro) aprenderán cuán rico es nuestro idioma, oirán la musicalidad y la invención de las palabras, y conocerán sus vivencias y su dejo de juglar. Lo cual palparán cuando lean en uno de sus sonetos:

Este que veis aquí - barbitaheño,

tendiente a barbicano por minutos -

un día fue el mejor - a pies enjutos -

navegador por rutas del ensueño.

La conversación que mantenemos en nuestra familia para intercambiar información sobre nuestros quehaceres, nuestros logros y nuestros quebrantos, cuando los tenemos, se seguirá fortaleciendo ya que hemos estado construyendo nuestra propia mesa de la tolerancia al aceptar que, en ocasiones, algunos de nosotros no entendemos el sentido del humor de quien envía un mensaje. Sabemos que esas pequeñas incomprensiones, y la sonrisa con que expresamos nuestras opiniones a este respecto, nos hacen ser más auténticos y más tolerantes.

Habrá quienes se pregunten si este texto y algunas de las expresiones en él contenidas están al alcance de los conocimientos que ustedes han adquirido a sus escasos años. A quienes así piensen les decimos que cuando sus padres lean detenidamente estas palabras con ustedes ejercerán la vocación pedagógica ancestral en nuestra familia, y al recurrir al diccionario para jugar con él -- en especial el de USO DEL ESPAÑOL, de la señora Moliner-- seguirán la recomendación de ese otro gran escritor sucreño que fue Héctor Rojas Herazo, pues el diccionario hay que leerlo como el cuento de las palabras, como una novela, como un "mundo de misterios, de efímeras claridades, de inexploradas lejanías... Porque está hecho de vivencias y recuerdos ... , de ciencia y brujería, de certidumbre y de mito".

Dicho lo cual me anticipo a responderles la pregunta que me harán en breve cuando me indaguen sobre quién es la persona que al igual que yo ha sido distinguida con el doctorado Honoris Causa por la Universidad Nacional el día de hoy.

Francisco de Roux es un sacerdote jesuita fiel seguidor de las enseñanzas de San Francisco Javier; un hombre que, acorde con ese ejemplo, se alejó de todo boato para dedicarse a servir bien a sus semejantes. De ello es testigo la sociedad colombiana y muy especialmente lo son los habitantes del Magdalena Medio, donde Pacho, como le decimos sus amigos, ha estado construyendo la mesa regional de la tolerancia, la concordia y la equidad. En ocasiones tuvo que llevar a cabo esa misión en medio de actitudes profundamente hostiles, como cuando, con el fin de descalificarlo, un político de la extrema derecha lo tildó de "peligroso comunista". Lo cual es otra muestra de la irracionalidad a que han llegado algunos colombianos en estos años.

Al arroparlos con el afecto que desde lo profundo del corazón les profesamos la Abue Betsy, sus padres, yo y sus demás abuelos, les recuerdo que aún cuando en abstracto el futuro no es previsible, también es cierto que el de Colombia será mejor si nos dedicamos a construir colectivamente la mesa de la concordia, la tolerancia y la equidad. Con lo que pongo punto que no final a estas palabras, diciéndoles: Sí, en esto creo. 

Con profundo amor, Toño A ustedes, señores asistentes, muchas gracias por su benevolencia y muchas gracias por escuchar las razones por las cuales creo que mis nietos tendrán un mejor futuro si los colombianos decimos sí el próximo 2 de octubre.

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Por Redacción Ecos. Foto: F. Vergara/AP.- El Presidente Colombiano, Juan Manuel Santos y el líder de las FARC-EP, Rodrigo Londoño Echeverri, rubricaron este lunes el acuerdo que pone fin a más de 52 años del conflicto armado, más largo de la historia.

El acuerdo es fruto de casi cuatro años de negociaciones entre el Gobierno Colombiano y la guerrilla de la  FARC en La Habana y fue sellado en Cartagena de Indias, ante más de 2.500 invitados, entre ellos unos 15 jefes de Estado, el Rey Emérito de España, Juan Carlos de Borbón y más de veinte Ministros de Exteriores, además de otras personalidades de la política global, como el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon y los máximos representantes de instituciones internacionales, como el FMI, entre otros

Ban Ki-Moon fue el primero en dirigirse al público, después de la firma del acuerdo. "Hoy los colombianos le dicen adiós a décadas de llamas y están enviando una luz brillante de esperanza que ilumina al mundo",  expresó Ban. Y se congratuló por haber podido trabajar para conseguir la paz: "Ha sido un honor para la comunidad internacional apoyar este esfuerzo. Las partes le han encargado algo muy importante a la misión de Naciones Unidas, la verificación del desarme".

Seguidamente, Rodrigo Londoño de la Farc- EP se dirigió al "pueblo de Colombia, pueblo bondadoso" para confiar en la creación de "un país donde nuestros hijos y nietos puedan vivir en paz y en dignidad por los siglos de los siglos". Timochenko habló de una "nueva era de reconciliación". "La clave está, dijo, en la implementación de lo pactado, para que pase del papel a hacerse realidad". Y confió en la función del propio pueblo colombiano como garante de esa implementación.

Londoño aprovechó para pedir también la paz en Siria y, en su discurso, no faltaron alusiones a los predecesores al mando de las FARC ni reivindicaciones a su lucha, que sigue ahora por otros medios en pro de la justicia social. Tampoco faltaron alabanzas para Juan Manuel Santos, por su valentía al dar este paso, a Hugo Chávez, como iniciador de este proceso y a otros de los mandatarios presentes en la ceremonia y a las Naciones Unidas.

Y culminó su discurso pidiendo "que nunca más sean utilizadas las armas con fines políticos" y reiteró que "nadie ha renunciado a sus ideas ni arriado sus banderas", sino que seguirán defendiéndolas en la arena política. Y parafraseando a San Francisco de Asís: "cuando se nos llene la boca hablando de paz, debemos estar antes seguros de tener nuestro corazón lleno de ella".

"Gloria a todos los caídos en esta larga confrontación. En nombre de las FARC pido perdón a todas las víctimas del conflicto, por todo el dolor que hayamos podido causar en esta guerra, dijo al finalizar su discurso Timochenko.

"Que Dios bendiga Colombia", terminó en un discurso que debió alargársele demasiado, porque el vuelo bajo del caza que debía coincidir con su final interrumpió ese final. Timochenko bromeó diciendo que "esta vez vino a saludar la paz y no a descargar bombas". "Bienvenida esta segunda oportunidad para Colombia", terminó.

En su discurso, el Presidente Juan Manuel Santos pidió, tras citar las palabras del himno nacional, "no más guerra", algo que fue coreado por el público presente. "Como jefe de Estado de la patria que todos amamos, les doy la bienvenida a la democracia. Cambiar las armas por los votos, las armas por las ideas, es la decisión más valiente e inteligente que puede tomar cualquier grupo subversivo", expresó.

"Probablemente nunca estaremos de acuerdo en nuestras ideas, pero, como dije en La Habana, siempre defenderé su derecho a defenderlas", añadió Santos. El presidente colombiano aprovechó para pedir al pueblo colombiano que refrende el acuerdo: "Todo acuerdo de paz es imperfecto, porque se trata de un pacto en el que tienen que ceder todas las partes: yo prefiero un pacto imperfecto que salve vidas, a una guerra perfecta que siga cobrándose vidas".

No falto un reconocimiento al equipo negociador. "Gracias, Colombia está en deuda con ustedes", dijo Santos, que agradeció también a la comunidad internacional, a Naciones Unidas, a Cuba, Noruega, Chile y Venezuela, también a EE.UU. y a la Cruz Roja y a todos los países del mundo que se han aprestado a ayudar y han ofrecido "aportes y experiencia" para el Postconflicto. También dio las gracias a Dios y al Papa Francisco. "La paz de Colombia es la paz de la región".

"Nadie ha dicho que el final del conflicto sea el final de todos nuestros problemas", pero "cuántos recursos de la guerra podremos ahora dedicar a Educación, a la seguridad ciudadana, cuánto podremos invertir en nuestros campos, cuánta inversión extranjera llegará... Colombia se prepara para alcanzar su potencial", dijo ya entre lágrimas.

Santos terminó volviendo a citar el himno nacional: "Cesó la horrible noche", gritó "para el amanecer de la vida", mientras se empezaba a escuchar la 9ª Sinfonía de Beethoven.

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Por Luis Fernando García Forero. Foto W radio.- Un momento histórico vive Colombia este lunes 26 de septiembre en Cartagena de Indias: la firma del fin de un conflicto de más de cincuenta años entre el Gobierno y las Farc, donde no hubo vencedores ni vencidos pero si un ganador, el pueblo de Colombia, porque se silencian los fusiles y se abre paso al camino de la paz para lograr una verdadera y duradera convivencia nacional.

Ni el Gobierno pudo derrotar a ese grupo insurgente, ni la guerriila de la Farc se tomó el poder. Por eso no sólo Colombia celebra el fin del conflicto entre las partes, sino que la comunidad internacional, presente con muchos jefes de Estado en la histórica firma en Cartagena, celebra y apoya el avance para lograr la paz, que no sólo es la paz de Colombia sino del continente americano.

Fueron varios los intentos durante diferentes gobiernos por lograr parar el conflicto con las Farc a través de una solución política, pero fue el Presidente Juan Manuel Santos quien alcanzó, con persistencia, paciencia y en medio de críticas-  que aún lo hace la oposición- llegar a la estampida de la firma entre las partes para cerrar la página de la guerra que cinco generaciones leían, oían y veían a diario en los medios de comunicación con noticias de muertos caídos en combate, secuestros, atentados y toda una gama de acciones bélicas que dejaban manchas de sangre en el territorio nacional.

Quedan muchas heridas, pero es parte del pasado que debe ser superado por el perdón. De ahí la fuerza innata y noble de cada colombiano que ha sido víctima de la guerra. Se espera que se cumpla resarcir a quienes vivieron y fueron víctimas de la violencia, que perdieron a sus seres queridos, a los que quedaron físicamente mal de la atrocidad de la guerra, así como desplazados por el conflicto.

El 26 S no sólo es el final de enfrentamientos con un grupo armado en nuestra patria, sino el inicio de una nueva era: el posconflicto, que con fortaleza y cumplimiento de los acuerdos entre las partes, no podrá ser inferior a más de cincuenta años de violencia, sino que es el camino de consolidar las reformas institucionales que volteen la página de la historia de Colombia, pero en paz.

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Por Luis Fernando García Forero. Foto Ecos.- El profesor Moncayo es un símbolo de paz en Colombia. Desde que las Farc  secuestró a su hijo Pablo Emilio, en la toma de Patascoy en el Putumayo, se dio a la noble y atrevida tarea de buscarlo por todos los rincones de Colombia.

Tuvo la suerte que su hijo se le escapara a la insurgencia, pero quedó convencido que ahí no terminaba su propósito: se convirtió en el caminante para buscar, a través de un acuerdo humanitario, la liberación de todos los secuestrados.

Marchó por los cuatro puntos cardinales del país y hasta traspasó las fronteras en búsqueda de un apoyo que lograra la liberación de los compatriotas secuestrados. Para el profesor Moncayo esa lucha  y persistencia por lograr la paz, no ha terminado.

ECOS: Le dicen el caminante de la paz. Este lunes 26 de septiembre día histórico en Colombia, se protocoliza el fin del conflicto con las Farc, usted fue víctima, ¿qué piensa?

GM: Creo que es de esas utopías que se vuelven realidad. Un día salí con la ilusión de luchar por la liberación de nuestros policías, militares y personas que estaban secuestradas. Estaba enseñando algo importante: reconciliación. A través de esta iniciativa y con firmas   buscaba un intercambio humanitario. Eso es símbolo de perdón. De ahí  en adelante he seguido luchando  por las víctimas, por aquellos que se han desplazado por la violencia, por todos los jóvenes que han sido mutilados por la guerra, por esos niños que son reclutados y que me duelen. Con orgullo lo digo: soy el caminante de la paz. Hoy en día la patria vive y siente el inicio de la reconciliación, esto es un gran avance.

ECOS: ¿Por fin se dio un gran paso para lograr la paz?

GM: Conozco mi Colombia, he visitado los sitios más neurálgicos de la patria, de las ciudades, donde la pobreza resbala, donde se puede notar esa ausencia de presente y futuro. Es allí donde me he dado cuenta que nosotros tenemos hoy cómo refundar la patria. Ese camino empieza sobre las bases de nuestros derechos que están en nuestra constitución. Es el clamor del pueblo porque no estamos dispuestos a morirnos en la quietud, estamos luchando por formar unos tejidos sociales en nuestras comunidades y seguir unos pasos más avanzados en la construcción de un país con una nueva estructura social, sin precedentes en la historia. Que seamos el orgullo de Colombia hacia el mundo. El silencio de los fusiles es un gran paso.

ECOS: ¿De alguna manera se le está cumpliendo el sueño?

GM: Hoy  se está cumpliendo ese sueño, ese trabajo de labor de este maestro que incansablemente durante 19 años viene luchando desde el momento en que se dio la toma de Patascoy en 1997, y donde tomaron como rehén a mi hijo Pablo Emilio. Que después logró la libertad.

ECOS: Pero pese a eso siguió luchando por los demás secuestrados…

GM: Sin importar el cansancio ni que haya tenido que renunciar laboralmente, continué y lo sigo  haciendo: luchar por la paz.

ECOS: Tocó puertas nacional e internacionalmente en su búsqueda por el intercambio humanitario, la reconciliación entre los colombianos.

GM: Busqué apoyo en Latinoamérica, Europa, Norte América, clamando para que los países se unieran  en una sola voz, que hubiese un país neutral que dijera sí al diálogo del gobierno con la guerrilla. Gracias a Dios se dio el acompañamiento del reino de Noruega, Venezuela, Cuba. Me parece que son gestos muy interesantes. Sabía que mi lucha lograría resultados positivos, siento que mi voz también  fue escuchada. Desde que se iniciaron los diálogos  por iniciativa del Presidente Santos y la aceptación de las Farc, es un motivo de triunfo, porque lo primero que se pudo establecer fue que entre las partes hubiera voluntad y confianza, eso facilitó las condiciones para poder dialogar. Dentro de esos diálogos en La Habana se llegó a un acuerdo plasmado en las 297 páginas de las que reza la firma del fin del conflicto.

ECOS: Lo estamos celebrando con la presencia de muchas personalidades en Cartagena de Indias.

GM: Es algo histórico. El día que se comunicó desde La Habana que se había llegado a un acuerdo para el fin del conflicto, me comunique con mi hija y me dijo: “papito están firmando la paz, por fin vamos a tenerlo en nuestro hogar”.  (Silencio, se le salen las lágrimas). Se imagina la alegría de mi hija de 10 años hablándome de la importancia de la paz. Decirle al mundo que la paz tiene millones y millones de defensores, donde el indígena, el campesino, el negro, el citadino, los mestizos y todos,  nos podamos abrazar, como lo vamos a hacer en Cartagena con la firma del fin del conflicto.

ECOS: ¿Eso que escuchó de su hija, es una muestra de que están equivocados los opositores?      

GM: Quienes hemos sentido en carne propia lo que es la guerra, la incertidumbre, dejar la familia, haberse mutilado, que se lleven a su hijo reclutado, que se lleven a su niña y que la conviertan en un elemento de guerra, es muy triste y doloroso. No queremos que se repita.

ECOS: Pero la oposición insiste en que ese proceso no es el camino

GM: Un llamado a aquellas personas que no entienden  cuál es la línea única de la guerra. Será que ellos quieren que les pongan una bomba, que secuestren un familiar para que entiendan qué es la guerra. No creo que quieran. Entonces nos deben dar la razón, porque hoy le apostamos a la paz para cambiar la historia de Colombia.

ECOS: ¿Usted se propuso  recuperar a su hijo que ya está libre, pero siguió su lucha por la liberación de los demás secuestrados, qué le deja esa experiencia?

GM: Estamos abrazando la paz. Soy un caminante y hacemos la multiplicidad de acciones por la unidad, por lograr la paz, la defensa de los derechos de los colombianos. He levantado la bandera de la paz y me siento orgulloso porque soy un maestro que le está dando ejemplo al mundo entero de lo que es el amor de un padre por un hijo, el amor de un maestro por sus alumnos y por el pueblo que es Colombia. Un ciudadano colombiano que por encima de todo le estoy diciendo sí a la paz.

ECOS: El Presidente Santos convocó al pueblo para que en un plebiscito el dos de octubre refrende los acuerdos, es acertado?

GM: Debemos salir todos a votar “Sí” a ese acuerdo que permite seguir el camino de la paz. Cuando inicio la marcha por la paz es una manera de decirle al pueblo colombiano cómo sanar heridas, de quitar esas cadenas de odio y rabia a mi corazón. De decir que perdono a las personas que nos afectaron. Lo maravilloso en el ser humano no es que le quite las culpas a quien cometió la acción, pero si le quita esa angustia y ese sufrimiento de rabia, incertidumbre y venganza, se sana usted porque encuentra en su interior ese estado espiritual. Si estoy en paz, todo lo demás estará en paz.

ECOS: ¿No le preocupa el surgimiento de otros grupos al margen de la ley que se atraviesen en el camino de la paz?

GM: Hemos logrado una lección: no es con la fuerza y con las armas que se logra el camino de la paz. Eso no tiene sentido. A los que quieren el camino de la fuerza para alcanzarla le estamos enseñando que hay otros diferentes de salir adelante para alcanzar la paz. Aquellos que tienen odio, van a tener que cambiar, decir que queremos una Colombia diferente. Ahí está la prueba, no utilizamos una sola arma para decirle a los rebeldes con armas: cambien.

ECOS: ¿Muchas anécdotas en sus caminatas?

Recuerdo cuando mi hijo me escribió una carta y me dice Papá le cuento que nosotros leemos muchos libros que nos ayudan a mantenernos vivos y las cartas las leo una y otra vez. Pensando en eso me encuentro con un periodista, Francisco Terán Sánchez de Todelar y me dice: qué le parece si hacemos una campaña del libro y se los enviamos a los secuestrados para que se den cuenta que no los hemos abandonado. Recogimos ocho mil libros, fui hasta el Caguan y allí los fuimos etiquetando y me dice Terán Sánchez: esta biblia para que ese bandido de Tirofijo se arrepienta. Escribimos todos: “los aquí firmantes queremos hacerle este pequeño regalo, una biblia,  para que Dios entre en su corazón y un día nos devuelva nuestros hijos con vida.  Señor Manuel Marulanda Vélez  atienda nuestros ruegos. Le solicitamos que nos entregue una prueba de supervivencia de nuestros hijos, un video cortico donde ellos puedan decir hola papá, mamá, yo soy Pablo Emilio, solamente eso”. Era,  algo humano.

ECOS: ¿Qué pasó, hubo respuesta?

GM: Cuando se voló mi hijo Pablo Emilio lo nombramos  padrino de mi hija y llegó el cura y dijo: quién puede leer la biblia, Pablo Emilio se ofreció y le dijo que leyera el génesis  referente al bautizo. Al terminar,   mi hijo continuó y buscó el tema también en San Marcos, recorrió toda la biblia con el bautismo. Al final le pregunté por qué sabía tanto el manejo de la biblia y  me respondió: “la biblia que ustedes le enviaron a Tirofijo me la hicieron llegar a mí. Ese fue mi alimento espiritual durante 10 años y me la he leído cerca de 12 veces”.

ECOS: Muy interesante recuerdo. Volviendo al proceso, cree que el Presidente Santos lo ha hecho bien?

GM: La actitud del Presidente Santos ha sido sabia porque una de las formas de conjurar ese conato de guerra es a través del diálogo. Recuerdo palabras de Pablo Emilio: “no es con las armas y con la violencia como se puede doblegar al enemigo. Hay guerras que se ganan sin derramar una sola gota de sangre, es la guerra de las personas inteligentes, de los sabios. Y hay guerras que se ganan acabando  con el enemigo, destruyéndolo, esa es la guerra de los bárbaros. Entonces con quién nos identificamos más?: con la guerra de los inteligentes o la de los bárbaros. Pienso que él tomó muy sabiamente  cómo ganar una guerra a través de no derramar una sola gota de sangre.

ECOS: ¿Qué viene de aquí en adelante para el profesor Moncayo?

GM: Ofrezco mis buenos servicios para contribuir con el proceso de paz. Hace falta que el ELN siga por el camino de las Farc. Tengo una propuesta muy interesante, ojalá que el ministro del interior, Juan Fernando Cristo se entere a través de este medio. Estoy planteando las ciudadelas de paz.

ECOS: ¿Se refiere a ciudadelas para quienes se reinserten a la vida civil?

GM: Es un trabajo de resocialización, reparación con aquellas personas que también han sido víctimas de la violencia. Porque un niño que es reclutado tiene derecho a una familia, educarse, estar con sus padres. Todos esos derechos se los allanaron cuando los reclutaron y convirtieron en elementos de guerra. No podemos juzgar ni señalar con dedo, porque también somos responsables, no fuimos solidarios en el momento que se los llevaron, no estuvo el alcalde, el médico ni el cura. No había nadie quien lo protegiera y que dijera: miren no se lleven ese niño o esa niña. Sin embargo hoy nos atrevemos a señalar y decir: acabemos con esos bandidos. Hay que pensar que también cerramos las puertas, nuestros oídos, ojos y nunca nos pronunciamos por alguien que fue secuestrado o un menor reclutado, nunca nos pronunciamos con un soldado que fue tomado como rehén, secuestrado,  prisionero de guerra. Únicamente lo hacíamos los familiares de los secuestrados.

ECOS: ¿Cree que hubo ausencia total del estado, de la sociedad  colombiana?

GM: Nunca nos pronunciamos por un soldado que fue tomado como rehén o prisionero de guerra. Solo la familiares de los dolientes que salíamos a la plaza de Bolívar a pedir que los liberaran y que nos lo devolverán vivos. Y qué decían en la ciudad?, es que estos ladrones de los desplazados son los que traen la violencia aquí en Bogotá, además que tuvimos que dejar nuestras tierras por el conflicto. El caso mío,  tuve que renunciar a ser maestro y a mi familia, para vivir en una ciudad hostil y donde nos señalan que somos unos bandidos.

ECOS: ¿Siente que la ley de víctimas lo ha beneficiado?

GM: Estamos en espera. Es una reparación muy simbólica que realmente no da. Después de haber luchado tanto por la liberación de Pablo Emilio, Ingrid, Alan Jara y todos ellos, hemos sido estigmatizados. Donde a través de los medios me señalan  como terroristas de las Farc.

ECOS: Cómo fue eso?

GM: Cuando llego a Estados Unidos me tuvieron una hora en New York, porque iba a dar una conferencia, me detienen y me dicen terrorista, terrorista. Cuando llegué a Madrid: terrorista, terrorista. En Italia cuando tuve la entrevista con el Papa Benedicto XVI, la guardia me replicaba: terrorista, terrorista. Entonces saqué mi charango y empecé a cantar en la plaza de San Pedro, pasó una familia de caleños y me abrazó y la guardia les dijo “ustedes porque abrazan a un terrorista”, “él no es un terrorista es el profesor Moncayo” le respondieron, “está encadenado porque el hijo está secuestrado” replicaron los colombianos. Finalmente aceptaron que no era ningún terrorista. Me insistieron que me quitara las cadenas y les dije que no me las quitaba hasta que no hablara con el Papa. Les dije quítenme las cadenas pero el charango no porque le quiero dar serenata al Papa. Entonces dese cuenta que nos hicieron mucho daño. Nosotros los desplazados hemos sido el blanco perfecto de todas las amenazas.

ECOS: Qué hace su hijo Pablo Emilio en este momento?

GM: Tratando insistentemente de manejar una fundación, pero ha sido blanco perfecto de las amenazas. Ya eso lo denunciamos. En el caso mío también han llegado muchas amenazas. En el celular mensajes como “Ya huelen a formol, los tenemos vigilados, sapos hijueputas, se va a morir junto a toda su familia”.

ECOS: ¿Qué va a hacer?

GM: Esto está ya en la Fiscalía. Les he dicho a esos enemigos de la paz, que nos dejen vivir tranquilos, no estamos haciéndole mal a nadie. Lo que queremos es la paz en Colombia. Por eso le comentaba de mi niña que me decía con lágrimas en los ojos, papito papito, por fin ya nos vamos a abrazar, vamos a estar en familia.

ECOS: ¿Siente mucho la ausencia de la familia?

GM: Si porque donde estoy siento que no es mi cuarto, no está mi televisor, no están mis seres queridos. Estoy lejos, eso me duele.

ECOS: ¿Con el fin del conflicto regresa a su tierra? 

GM: Digamos que he hecho un compromiso personal, que  lo que a mí me suceda, no le suceda a nadie. Sigo luchando por la paz. Tengo esa misión y todos los días le digo al señor: pon en mis labios palabras sabias que sean tu pensamiento, tus designios señor, los que fluyan a través de mi boca y que tengan ese poder de convencimiento de poder sanar el corazón de las personas para que dejen de hacer daño.

ECOS: ¿Qué les dice a los que quieren votar por el no en el plebiscito?

GM: Que están equivocados, que  tengan unos minutos de reflexión y que piensen que la paz es fundamental en Colombia.

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Por Luis Fernando García Forero.- Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia EP, tuvieron que esperar 52 años para darse cuenta que el camino de la lucha armada en pro de alcanzar el poder, es equivocado. En su X Conferencia ratificaron el compromiso de cumplir con los Acuerdos de La Habana con el Estado colombiano y acabar de una vez por todas con el conflicto más largo del continente americano.

 

“A más tardar en mayo, las Farc se reunirán como partido político”, fue la frase que  Iván Márquez lanzó a los insurgentes participantes de la Conferencia, para abrirle paso al proselitismo político, no obstante a las críticas de muchos sectores de la sociedad en Colombia, que cuestionan el tema  de la impunidad, por haber sido protagonistas de delitos de lesa humanidad.

 

La X Conferencia dejó atrás las teorías de El Capital de Marx y los planes de estrategias guerreristas para acabar con las estructuras del Estado, a cambio de prepararse para la entrega de los fusiles y declarar bajo la gravedad del juramento, ante la Justicia Transicional, lo que hicieron con sus acciones dentro de la insurgencia. Un Tribunal Especial permitirá establecer el verdadero camino legal para que cada guerrillero ingrese como ciudadano a participar de la democracia y desarrollo del Estado.

 

Cientos de guerrilleros estuvieron atentos a las declaraciones de su máximo jefe Timochenco, cuando fue claro en afirmar: “hemos refrendado unánimemente el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera (…) las FARC le manifiestan al pueblo colombiano su incalculable compromiso con el cumplimiento de lo acordado”.

 

De esa manera se daba paso al consenso dentro de esa organización armada para que este 26 de septiembre cuando el Presidente Juan Manuel Santos y Timochenco, ante cientos de personalidades de Colombia y el Mundo, así como de  millones de televidentes, firmen oficialmente el documento que declara que  la guerra en Colombia culminó y que se le abre paso a la reconciliación nacional para alcanzar una paz verdadera y duradera.

 

“Para que todo esto se pueda materializar, requerimos realizar un inmenso esfuerzo colectivo a fin de acompañar los acuerdos y lograr su implementación y que se imponga la tarea histórica de conformar una gran convergencia de fuerzas políticas y sociales, en el que quepan las más diversas expresiones progresistas, democráticas y revolucionarias”, manifestó ‘Timochenko’, en su discurso de clausura de la X Conferencia.

 

Mientras que la guerrilla de las Farc declaró el sí por el Acuerdo de La Habana, el Presidente de Colombia, su equipo de Gobierno y los partidos de la Unidad Nacional, recorren el territorio nacional convenciendo a los ciudadanos  que la guerra es cosa del pasado y que el presente del 2 de octubre con el plebiscito,   es la única oportunidad que tienen los colombianos, a través de las urnas, de iluminar y resplandecer el futuro de una patria en paz y que se merecen los niños de Colombia.

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Redacción Ecos. Foto: El País.- En el Foro "Conversaciones Ciudadanas sobre el Acuerdo de Paz", que desarrolló el Partido Liberal, el ex Vicepresidente de España, Alfredo Pérez Rubalcaba, reconoció lo difícil que puede ser para las víctimas ver en el legislativo a quienes antes ostentaron las armas, pero que la democracia permitirá con sus reglas cambiar el rumbo de Colombia.

"En España les anunciamos a la Eta que si dejabais las bombas, podían defender sus ideas en el parlamento y, aunque no ha sido fácil, hoy llevamos 5 años disfrutando de la paz", aseguró Pérez Rubalcaba.

El ex Vicepresidente español, quien es reconocido por si lucha contra el terrorismo y que participó activamente en el proceso de la Eta, recomendó a los colombianos mantener vigente la preocupación por las víctimas.

"Les dejo una reflexión, las víctimas jamás deben dejarse en el olvido, disfrutarán de la paz y espero en muchos años ver que aprovecharon las oportunidades que trae la paz, pero no olviden que las víctimas nunca dejarán de extrañar a sus seres queridos", aseveró Pérez Rubalcaba.

La presencia del dirigente español se dio con ocasión del Foro "Conversaciones Ciudadanas sobre el Acuerdo de Paz", que organizó el Partido Liberal Colombiano, a través de sus sectores sociales y en desarrollo de todas las actividades que se adelantan para hacer pedagogía del acuerdo.

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Por Felicia Saturno Hartt. Foto: UNICEF.- En todo el mundo, casi 50 millones de niños han quedado desarraigados, de los cuales 28 millones han sido expulsados de sus hogares debido a conflictos de los que no son responsables, y millones más han tenido que emigrar con la esperanza de encontrar una vida mejor y más segura.

Traumatizados a menudo por los conflictos y la violencia de los que huyen, estos niños tienen que enfrentarse a otros peligros en el camino, entre ellos el riesgo de ahogarse en las travesías por mar, de sufrir desnutrición y deshidratación, o de ser víctimas de la trata, del secuestro, de la violación e incluso del asesinato. En los países que atraviesan y en sus lugares de destino tienen que confrontar con frecuencia la xenofobia y la discriminación.

Un informe publicado por UNICEF, Desarraigados: Una crisis cada vez más grave para los niños refugiados y migrantes, presenta nuevos datos que describen un panorama desolador de la vida y la situación en la que se encuentran millones de niños y familias afectados por conflictos violentos y otras crisis de tal magnitud, que les resulta más seguro arriesgar sus vidas en un peligroso viaje que permanecer en su país.

 “Una serie de imágenes indelebles de varios niños –del pequeño cuerpo de Aylan Kurdi que apareció en una playa después de ahogarse en el mar o de la cara atónita y sangrante de Omran Daqneesh cuando estaba sentado en una ambulancia después de que su casa resultara destruida– han conmocionado al mundo”, dijo el Director Ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake.

“Pero cada imagen, cada niña o niño, representa a muchos millones de niños en peligro, y esto exige que nuestra compasión hacia esos niños concretos que vemos se equipare con acciones en favor de todos los niños”, señala el funcionario.

Este nuevo informe de UNICEF, presentado en Nueva York a la comunidad internacional a comienzos de septiembre, muestra las siguientes datos:

• Los niños representan un porcentaje desproporcionado y creciente de todas las personas que han buscado refugio fuera de sus países de nacimiento: constituyen aproximadamente un tercio de la población mundial y la mitad de todos los refugiados.

• 28 millones de niños han sido expulsados de sus hogares por la violencia y los conflictos dentro de sus países y a través de las fronteras, incluyendo 10 millones de niños de refugiados; 1 millón de solicitantes de asilo cuyo estatuto aún no ha sido determinado; y unos 17 millones niños y niñas desplazados dentro de sus propios países, y que tienen una necesidad extrema de recibir ayuda humanitaria y acceso a servicios esenciales.

• Cada vez hay más niños que están cruzando fronteras por cuenta propia. En 2015, más de 100.000 menores de edad no acompañados solicitaron asilo en 78 países, el triple de la cantidad de 2014. Los niños no acompañados están entre aquellos que corren un mayor riesgo de explotación y abuso, y esto incluye a los contrabandistas y los tratantes de personas.

• Unos 20 millones de otros niños y niñas migrantes a escala internacional han dejado sus hogares por distintas razones, incluyendo la pobreza extrema o la violencia debida a las pandillas. Muchos corren un peligro concreto de sufrir casos de abuso y detención porque no tienen ninguna documentación, su estatus legal es incierto y no hay un seguimiento ni monitoreo sistemáticos de su bienestar; son los niños a quienes nadie detecta.

En este sentido, UNICEF recomienda, a grandes rasgos, lo siguiente:

• Proteger a los niños refugiados y migrantes, especialmente a los no acompañados, de la explotación y la violencia.

• Acabar con la detención de niños migrantes, o los que esperan obtener la condición de refugiados, mediante la incorporación de varias alternativas.

• Mantener unidas a las familias como la forma más adecuada para proteger a los niños y concederles un estatus legal.

• Mantener estudiando a todos los niños refugiados y migrantes y darles acceso a la salud y a otros servicios de calidad.

• Insistir en la necesidad de abordar las causas subyacentes a los movimientos a gran escala de refugiados y migrantes.

• Promover medidas para combatir la xenofobia, la discriminación y la marginación.

Ecos invita a conocer la profundidad el informe por el siguiente enlace http://weshare.unicef.org/Package/2AMZIFQP5K8 

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