Gabriel Ortiz

Por Gabriel Ortiz.- Como si fuera esta la semana de los exámenes finales, todos se sintieron ¨maestros cuchilla¨, calificando Duque, cuya gestión tanto nacional, como internacional ha venido siendo objeto de grandes críticas. Los foros y debates periodísticos no lo favorecen. Se considera que se ha dedicado a fabricar una imagen de líder entrometiéndose en Venezuela, en destruir los acuerdos de paz, en programar leyes con nombre propio, en defender a los ministros que le impuso su gestor, en vender falsa imagen de un déficit heredado, en aplicar el espejo retrovisor para exculpar errores y en desgastar la imagen de la ¨mermelada¨, para justificar los normales errores que cometen los gobernantes cuando inician sus mandatos.

Tal vez lo que más le ha faltado al gobierno del Presidente Duque, es un acuerdo con todos los grupos políticos, que lo desliguen de la sombra del ¨Eterno¨, para proclamar independencia y notificar que es el presidente de todos los colombianos, como lo pregonó durante su campaña.

Infortunadamente la economía va mal, la ley de financiamiento fue un fiasco que solo permitió atiborrar de plata a los poderosos, el galopante desempleo empobrece a los colombianos y a Colombia. Por la rendija que se mire, se ven los desaciertos. Las torpes y desafiantes ¨jugaditas¨ del centro democrático enervan e irritan a la gente. El desacierto al ¨atornillar¨ los ministros impuestos por ¨La Sombra¨, es imperdonable. El expresidente López, decía: ¨no se puede nombrar a quien no se pueda desnombrar¨. Esa es la encrucijada en que se encuentra el Presidente Duque.

Los más indulgentes y afectuosos, dicen que ¨Duque es un joven bien intencionado¨ pero otros le agregan: ¨rodeado de malintencionados¨.

En general, las cifras no salen, no satisfacen, no convencen y están salpicadas por la interminable mortandad de líderes sociales. Difícilmente el presidente podrá conciliar un buen sueño, tener un momento de placidez o de reposo. Sus permanentes viajes deben parecerle interminables. El retrovisor que usan sus asesores, debe llevarlo al desvelo porque cada vez, la munición se acaba para tapar las permanentes críticas, con supuestos errores del gobierno anterior.

El New York Times primero destapó los ¨nuevos falsos positivos¨ y luego The Economist, hizo un crítico, crudo y preocupante análisis de la economía, que hace prever un déficit que obligaría a vender las joyas de la corona: Ecopetrol y otras que están produciendo importantes utilidades.

El examen del primer año es preocupante y debe poner a pensar seriamente al presidente Duque y a su centro democrático, porque el color de rosa terminó, a tal punto que sus propios aliados, como la senadora María del Rosario Guerra, califican su gestión con un mediocre 3.7, mientras que los de otros observadores lo dejan en 2.

El Jefe del Estado, debe releer lo que le planteó The Economist: ¨desligarse de la sombra de Álvaro Uribe¨. La sombra, la sombra, la sombra.

BLANCO: Gol… Colombia 1 Aval 0… Sarmiento en el VAR

NEGRO: La primera masacre producto de la xenofobia y el odio a los inmigrantes inspirados por Trump.

Bogotá, D. C, 8 de agosto de 2019

*Exdirector del Noticiero de la Semana y de Notisuper

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José G Hernández

Por José G. Hernández.- Durante el último fin de semana, en menos de dos días, con un saldo inicial de al menos treinta muertos y muchos heridos, tuvieron lugar en los Estados Unidos -en El Paso (Texas), en Dayton (Ohio) y en Chicago (Illinois)- tres tiroteos provocados por homicidas solitarios que dispararon de manera indiscriminada contra personas sorprendidas en total desprevención e indefensión. Espantosos crímenes cometidos con cobardía y sevicia.

Regresará seguramente el debate sobre adquisición y posesión de armas, que se enfrentará con la posición extrema de la denominada “Asociación del Rifle” y del propio gobierno norteamericano, pues ya sabemos que el presidente Trump no es amigo de las restricciones al respecto.

Ya hemos expresado en ocasiones anteriores que, a nuestro juicio, no es buena política la de permitir que cualquier ciudadano, sin ningún requisito, límite ni responsabilidad, pueda adquirir armas de fuego y portarlas a ciencia y paciencia de las autoridades. Las armas –como resulta de la Constitución colombiana- las debe poseer solamente la fuerza pública (uso legítimo), advirtiendo –claro está- que sus miembros han de usarlas de manera razonable y proporcionada, sujetos a la ley y con absoluto respeto a los derechos humanos, sin excesos.

La población civil, por su parte, no debe estar armada: lo hemos dicho en el caso de Colombia, cuando rechazamos las nefastas “Convivir”,  y con mayor razón lo afirman los demócratas en Estados Unidos, en donde no existe control alguno al respecto.

En esta ocasión, un elemento nuevo ha surgido. En el caso de la masacre de El Paso, todo indica que el móvil del asesino fue el odio a la comunidad hispana, la xenofobia y la discriminación.

Tal como se ha informado, Patrick Crusius, de 21 años, condujo durante más de nueve horas desde Allen (norte de Dallas), dispuesto a matar, en desarrollo de su aversión a los inmigrantes, 85% de ellos hispanos, que viven en la frontera.

Se dice que este criminal eligió un almacén Walmart, una gran superficie repleta de compradores un sábado por la mañana. Allí los hispanos, en especial los mexicanos, cruzan la frontera, provenientes de Ciudad Juárez, con el objeto de efectuar sus compras. En paz, sin que ello amenace, ofenda ni perjudique a nadie. En el tiroteo del sábado, infortunadamente, murieron, en efecto, por lo menos 7 mexicanos. Por el delito de ser hispanos.

El presidente Donald Trump -que ha venido atacando a los inmigrantes, en especial a los hispanos, y que ha convertido esa política en columna vertebral de su gobierno y ahora de su campaña por la reelección- debería meditar sobre los efectos que pueden tener sus intervenciones públicas, arengas y trinos.

Lo cierto es que, con independencia de esos factores -facilidad en la adquisición de armas y discurso anti inmigrantes-, hay también mucha responsabilidad de la sociedad y de las familias -allá y aquí-.  Graves deficiencias, quizá imperceptibles, en la formación que viene recibiendo la juventud, abandono, pérdida de valores y principios, cultura de violencia, relajamiento de las costumbres, desprecio por la vida, generalizada falta de respeto hacia la dignidad de todo ser humano. En fin, enfermedades sociales que se han desarrollado e incrementado en el presente siglo.

Bogotá, D. C, agosto 07, 2019

*Expresidente de la Corte Constitucional.

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Víctor G Ricardo

Por Víctor G. Ricardo*.-Los colombianos, sin excepción, vibramos emocionados con la victoria de Egan Bernal como campeón de la principal vuelta ciclista de Europa que es el Tour de Francia.

Egan nos unió no solo por su insuperable participación en la que los conocidos del tema llaman la primerísima y más destacada carrera ciclística, sino también por su calidad humana, nobleza, educación y humildad.

Nos revivió ese orgullo patrio, a veces tan olvidado y nos demostró a los colombianos y al mundo entero lo que es el resultado de una persona disciplinada y comprometida con sus objetivos que le permitieron superarse y darnos uno de los mejores triunfos que hemos tenido en el mundo deportivo.

Su participación en los distintos eventos ha sido sobresaliente y nuestro escarabajo ha acompañado la mejor representación de su país mostrando sus calidades humanas.

Egan es un joven con espíritu, respetuoso de su familia y fiel a la educación que nos transmite ha recibido de sus padres y de la que fuimos espectadores al verlo fundirse en un abrazo sentido y bendecir a su hermano menor, en el amor que sentimos todos cuando su madre lo besó y lo bendijo, así como cuando besó a su joven novia o cuando su abuelo nos contó con lágrimas de emoción como le había regalado una casita con sus primeros ingresos económicos. Y claro está cuando su padre emocionado manifestaba que era el mejor ejemplo de un buen hijo.

El país y el mundo aplaudieron ese hombre noble, discreto, solidario que hizo vibrar y nos tuvo atentos en cada etapa del tour de Francia. Pero su bondad va además acompañada de inteligencia y como supimos de quienes lo conocen de cerca, de un halo que pese a su corta edad hace sentir por él, respeto y admiración. Nuestro campeón recibió su victoria con sincera emoción y se dirigió a los periodistas en cuatro idiomas mostrando además sus capacidades y colocándose en las primeras páginas de los medios de comunicación del mundo.

Egan se convirtió en el mejor Embajador de Colombia porque a través de su triunfo deportivo mostró esa otra cara de nuestro país y leímos orgullosos que Colombia aparecía como noticia positiva a nivel mundial.

Mucho se hablará sobre el futuro deportivo de Egan y muchas serán las satisfacciones que seguramente nos seguirá dando.

Por lo pronto, ¡Gracias Egan! por permitirnos emocionarnos, gritar y llorar al verlo enarbolar el tricolor en el Arco del Triunfo. Lo que ha hecho usted es el mejor ejemplo de lo que la voluntad y el tesón son capaces y es ejemplo para todos.

Alrededor de éxitos como el de Egan es que nos debemos unir y aprovechar para también entender que debemos apoyar a los mejores porque así construimos un mejor país y contribuimos al futuro de nuestro pueblo, que nos es otro objetivo que el de hacer un país con mayores posibilidades para nuestros hijos.

Los buenos ejemplos debemos seguirlos y servirnos de brújula de nuestro propio mañana. Solo así podremos tener un mejor país y construiremos mejores posibilidades para nuestro futuro.

La honestidad, compromiso, responsabilidad y dedicación le permitieron a Egan hoy estar como campeón de uno de los principales eventos deportivos del mundo. En el futuro nos dará mayores satisfacciones y triunfos.

Que Colombia y los colombianos lo tengamos de ejemplo en cada una de nuestras actividades o acciones.

Bogotá, 7 de agosto de 2019

*Excomisionado de Paz

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Guillermo García Realpe

Por Guillermo García Realpe*. - Empezó la segunda legislatura en el Congreso y con ella asumió funciones una nueva mesa directiva integrada por los senadores Lidio García, Honorio Henríquez y Alexánder López, presidente y vicepresidentes respectivamente. 

Sin duda, es una directiva pluralista, dinámica y sobre todo garantista, esperamos que el legislativo retome su rumbo y sea protagonista de las grandes reformas y transformaciones que hoy pide a gritos el país. 

En ese sentido se ha acordado como propósito general trabajar en conjunto para minimizar la polarización política que se ha tomado el escenario nacional en los últimos años y que las diferentes sesiones tanto de comisiones como las plenarias se deben realizar en el marco del respeto sin rayar en discursos de odios o señalamientos de uno u otro sentido. Esa, fue la principal conclusión tras la primera reunión de voceros que tuvo lugar en días pasados. 

Dicho encuentro sirvió también para diseñar todo un cronograma legislativo y ordenar la agenda congresional que estará regida, como ya lo dijimos, en debates respetuosos donde primen los argumentos y no los insultos. 

Tengo que decir también, que gracias al apoyo unánime del liberalismo, hoy soy el vocero de nuestra bancada para esta segunda legislatura, el respaldo colectivo de mis colegas de partido, es un aliciente más para seguir trabajando por el país y priorizar una agenda nacional y no partidista que nos lleve a buscar las verdaderas soluciones a los problemas reales de los colombianos. 

Es así como llevaremos al seno de la plenaria del Senado, tres grandes debates de interés nacional. La crisis de HidroItuango, la deforestación en Colombia y la sostenibilidad energética serán motivo de mucha atención en los próximos meses. Pero también tenemos que trabajar para buscar fórmulas a fenómenos sociales como el desempleo que sigue en aumento, el bajo crecimiento económico del país, la inseguridad ciudadana, la débil infraestructura vial, el lánguido modelo de salud, la calidad educativa, la inversión social en la otra Colombia, en fin, son múltiples los problemas nacionales y es hora de cerrar filas entre todos para hacer un frente común que permita gradualmente solucionarlos. 

Esperamos que todas las bancadas estén a la altura aportando ideas, soluciones y dando ejemplo a los colombianos de que se puede lograr una reconciliación plena, sin pronunciamientos que inciten a la violencia y que genere odios en nuestras regiones y provincias colombianas. 

Ojalá que el partido de gobierno entienda este mensaje y no siga insistiendo en hacer trizas la paz, hoy han radicado varios proyectos, once en total para modificar la JEP, para quitarle alcances a la justicia transicional y diseñarla a la medida de sus propios intereses, y para limitar los alcances del acuerdo de Paz de La Habana, eso es una pésima señal para nuestro Estado social de derecho. 

Iniciativas como la que pretende modificar la Ley de Víctimas (Ley 1448 de 2011) en su capítulo de restitución de tierras, también el proyecto de Ley 014 de 2019 el cual busca otorgar un tratamiento especial que reemplace la pena privativa de la libertad para los miembros de la fuerza pública que hayan cometido delitos antes del 1° de diciembre del año 2016, o el proyecto 015 de 2019 para quien manifieste acogerse a la JEP pueda solicitar la revocatoria de la medida de aseguramiento, igualmente la iniciativa del expresidente Álvaro Uribe que pretende que no sea conexo al delito político los delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente y otra serie de proyectos que como ya se ha dicho por parte de varios colegas es un cerco legislativo a la Paz de Colombia por parte del Centro Democrático. 

Muy lamentable que se quiera seguir poniendo palos en la rueda a la Paz, que no se permita avanzar en la reconciliación nacional, que se sigan aportando insumos para echar abajo lo acordado en La Habana, esperamos que las mayorías se impongan para evitar el avance de estas amenazas legislativas que pondrían en riesgo muchas cosas del acuerdo de Paz. 

El liberalismo seguirá firme, defendiendo y respaldando con coherencia la Paz de los colombianos, nosotros queremos que la gente viva tranquila, sin odios, sin señalamientos, sin violencia y a cambio que goce de tranquilidad, de armonía, que sus hijos disfruten de un país diferente, con oportunidades y donde la calidad de vida de todos mejore. 

Bogotá, D.C, 5 de agosto de 2019 

*Senador y Vocero del Partido Liberal.

@GGarciaRealpe

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Jorge Enrique Robledo

Por Jorge Enrique Robledo*.- Vencida por el indignado rechazo que generó, estando en China, la ministra del Transporte, Ángela María Orozco, tuvo que renunciar a transferirles 1,2 billones de pesos de recursos públicos a los bancos que le prestaron plata al Consorcio de la Ruta del Sol 2, incluidos cuatro del Grupo Aval, a los que les tocaban 600 mil millones. Los colombianos rechazamos que nos pusiera a pagar los malos negocios de unos particulares y, en especial, regalarle ese platal al socio de Odebrecht en las corruptelas.

Pero que la ministra reculara no le quita que debe renunciar a su cargo, en razón de que en esta y en otras gestiones sobre el Grupo Aval violó unos mínimos éticos y políticos y de encima la Ley 1437, sobre “conflictos de interés”. Porque hasta el 19 de julio de 2018 ella fue representante legal de R&O, empresa de su propiedad que se ufana de tener entre “nuestros clientes” a los bancos de Bogotá y Occidente, ambos de Sarmiento Angulo. Aunque la página de R&O fue eliminada de la web, allí estuvo, por lo menos, hasta el 8 de agosto del año pasado (http://bit.ly/2GLfyUv). Luego sí violó la ley al armar la jugadota que le fracasó. Y lo hizo además en enero de este año cuando, “como ministra de Transporte y en mi condición de cabeza y responsable del sector de infraestructura”, la ANI les transfirió 242 mil millones de pesos de la Ruta del Sol a los bancos Bogotá y Occidente, a los que en esta ocasión la ministra –en frase astuta, como se verá– calificó como “terceros de buena fe” (http://bit.ly/337Benl).

Ángela María Orozco faltó a la verdad al decir que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca había declarado a los bancos de este negocio como “terceros de buena fe”, incluidos los cuatro del Grupo Aval. Se saltó la ley cuando en el acuerdo que maquinó con los bancos para transferirles 1,2 billones de pesos, los declaró “terceros de buena fe”. Ilegal por tres razones: porque ella no tenía esa potestad, porque la Superintendencia de Industria y el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, en sus fallos, pusieron a los del Grupo Aval en el mismo saco con los corruptos de Odebrecht y porque el juez que condenó por soborno al presidente de Corficolombiana-Aval le exigió a la Fiscalía procesar a Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, el hijo de Sarmiento Angulo que preside el Grupo Aval.

La importancia de la frase “terceros de buena fe” se deriva de que solo a los bancos declarados así puede el Estado regalarles plata en este caso, según lo estableció otro hecho repudiable de esta historia, la Ley 1882 o de infraestructura. Ley a la que el santismo y el Centro Democrático le colgaron un mico, con el voto en contra del Polo, según el cual si en una alianza público-privada (APP) un banco va a perder plata con el contratista al que le prestó, entonces paga el Estado. Y lo aprobaron si excluir a los corruptos y con aplicación retroactiva, para que le sirviera al Consorcio de la Ruta del Sol 2 (Odebrecht-Aval). Con toda la razón, se la conoce como la Ley Sarmiento Angulo.

Tamaña aberración llevó al Contralor a demandar por inconstitucional el artículo 20 de la Ley 1882. Pero, para mal de Colombia, la Corte Constitucional lo mantuvo, adornándolo con una hojita de parra: que solo se les puede regalar plata pública a los banqueros que sean “terceros de buena fe”, categoría en la que este gobierno intenta incluir, mediante argucias y contra la evidencia, a los del Grupo Aval. Fue tan diseñado a la medida este ataque al interés nacional, que la ministra del Transporte ya hablaba de “terceros de buena fe”, como vimos, en enero de este año, cuatro meses antes de la sentencia de la Corte.

Que María Jimena Duzán denunciara a Marta Lucía Ramírez por haber “liderado el tema tras bambalinas” amplía las responsabilidades. Porque la vicepresidenta fue asesora de Sarmiento Angulo y presidenta del Grupo Aval y la ministra Orozco es cuota suya en el gabinete, relación que viene desde cuando fue subalterna de Marta Lucía en el ministerio de Comercio y su socia en R&O. Como los 1,2 billones de pesos se pagaban con TES, los aprobaron Duque y Carrasquilla, otro ex empleado de Grupo Aval. Además, el senador Duque fue el primero en estimular que no se le caducara el contrato, con fuertes sanciones, al Consorcio de Odebrecht y el Grupo Aval, banca que actuó como el principal prestamista a su campaña presidencial. Y fue Andrés Flórez, socio de Carrasquilla en sus bonos, como representante de los banqueros, quien cuadró los 1,2 billones con la ministra de Transporte.

Este es el capitalismo de amigotes en el que la corrupción genera derechos legales y ellos no pueden perder plata, porque nos la cobran a los colombianos, incluso si son cogidos con las manos en la masa. En irritante contraste, a los demás no hay quien los ampare si pierden dinero o se arruinan en sus negocios.

Bogotá, 5 de agosto de 2019.

*Senador del Polo Democrático Alternativo

http://bit.ly/2KdOnnG

@JERobledo

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Amylkar D Acosta M

Por Amylkar D. Acosta M*.-El 28 de julio se cumplieron exactamente doscientos años de ese día aciago en que María Antonia Santos Plata, nacida en Pinchote (Santander) el 10 de abril de 1782, en la flor de la vida, con sólo 37 años de edad, fue fusilada e inmolada vilmente, en la plaza principal de El Socorro. Con tal motivo la Academia Colombiana de Historia y la Academia de Historia de Santander, sesionaron conjuntamente en esta fecha luctuosa, rindiéndole un merecido tributo a quien, junto con la heroína Manuela Beltrán, pueden ser consideradas como precursoras de nuestra independencia, la que doscientos años después estamos celebrando. Honor y gloria para ellas!

En una redada de las tropas leales al ejército realista fue apresada ella y su hermano menor Santiago en la Hacienda El Hatillo y luego de un juicio sumario, en Consejo verbal de guerra en el que trataron inútilmente de soliviantarla para que delatara a los integrantes de las guerrillas de Coromoro y Cincelada, de la cual hacía parte y a la que ella y toda su familia apoyaban con armas, caballos y municiones, fue llevada hasta el cadalso en donde ofrendó su vida ante el altar de la patria por la libertad en ciernes. Antonia Santos cayó en manos de las tropas realistas gracias a la felonía de uno de los suyos, Pedro Agustín Vargas, quien les reveló su paradero.

Un chafarote español, el Coronel Lucas Gonzalez, a la sazón gobernador militar de la Provincia de El Socorro y esbirro del Virrey Juan José Francisco de  Sámano, ante su negativa a colaborar con la tiranía y rehusarse a traicionar a sus compañeros de lucha a cambio de conmutarle la pena capital que pendía sobre ella, fue el encargado de conducirla hasta la plaza, con sus pies aherrojados con grilletes y ordenar la descarga de fusilería de sus hordas sobre su humanidad. Imperturbable, desafiante, no se arredró ante sus verdugos. Alcanzó a gritarle a su compungido hermano Santiago “no llores, sigue luchando” y tuvo el coraje de decirles “no me venden, quiero ver a mi tierra por última vez y ver de frente a mis verdugos. No tengo miedo. Viva la patria”!

El mayor mérito que le cabe a la heroína Antonia Santos, una mujer de armas tomar, fue el haberse alistado tempranamente a las huestes que resistían los intentos del desalmado pacificador General Pablo Morillo de la reconquista por parte de la Corona española del Virreinato de la Nueva granada, que desde el 1810 defendía porfiadamente su independencia del yugo español. En aquél momento, cuando le cegaron la vida, el ejército libertador al mando de Simón Bolívar se aprestaba a  librar las tres batallas que fueron decisivas para la consolidación de la independencia el 7 de agosto de 1819. Se trata de las batallas de las de Paya, la del Pantano de Vargas y la del Puente de Boyacá, en donde el teniente coronel José María Barreiro, comandante general de la 3ª división de los realistas, capturado por el joven insobornable Pedro Pascasio Martínez, encargado de velar por los caballos de Bolívar, quien no accedió a sus halagos. Barreiro y sus tropas en desbandada tuvieron que morder allí el polvo de la derrota.

Y a ello contribuyó Antonia Santos impidiendo que ellos recibieran refuerzos desde Santander, al tener que enfrentar el hostigamiento de los insurrectos, de los cuales hacía parte ella. En oficio que le enviara Barreriro, asediado por las tropas leales al Libertador, al Virrey Sámano, le da parte de la orden impartida al Gobernador de marras en el sentido que “con todas las fuerzas disponibles se corra sobre el páramo de Cerisa para amenazar a los enemigos por la retaguardia” y así aliviar la presión sobre el y sus tropas, que fue lo que impidió Antonia Santos y los suyos con sus constantes ataques contra los realistas. El desenlace no pudo ser peor para Barreiro en el Campo de Boyacá, en donde después de derrotado fue hecho prisionero por el ejército libertador.

Quién, más que ella, se pudo haber hecho merecedora de las enaltecedoras palabras para las mujeres de la Provincia de El Socorro, pronunciadas por el Libertador Simón Bolivar, según registró la historia para la posteridad, en voz alta, para que todo el que tuviera oídos para oír oyera y firme, para que no quedara duda de la reciedumbre y capacidad de sacrificio de ellas: “madres, esposas, hermanas, quién podrá seguir vuestras huellas en la carrera del heroísmo? Habrá hombres dignos de vosotras? No, no, pero vosotras sois dignas de admiración del universo y de la adoración de los libertadores de Colombia”. De estas dos mujeres excelsas, admirables y admiradas, se puede decir que al igual que El Cid Campeador, siguieron luchando y conquistando victorias para desbrozar el camino de la libertad aún después de muertas!

Medellín, 34 de julio de 2019

*Expresidente del Congreso y Exministro de Minas y Energía.-

Wwww.amylkaracosta.net

 

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Mauricio Cabrera Galvis

Por Mauricio Cabrera Galvis.- Es bien conocido que los subsidios a la agricultura en Estados Unidos son uno de los elementos que más distorsionan el comercio mundial, demoliendo los mitos de la libre competencia y las ventajas comparativas. Lo que no es tan conocido es que la repartición de esos subsidios tiene defectos similares a los que tuvo el programa AIS en Colombia: concentración en unos pocos privilegiados, asignación a multimillonarios que no los necesitan y maniobras fraudulentas de fragmentación para superar los límites establecidos.

La magnitud de los subsidios agrícolas en Norteamérica es impresionante. En los últimos 20 años fueron USD 391.000 millones –un monto superior al PIB anual de Colombia- , es decir casi USD 20.000 millones por año, de los cuales el 77% se concentró en solo el 10% más rico de los beneficiarios.

Como si esto no fuera suficiente, para compensar a los agricultores del impacto de su guerra comercial con China, Trump creo otro multimillonario programa de subsidios, (Trade Aid package), al que destinó USD 12.000 millones en el año fiscal 2018 y acaba de aprobar otros USD 16.000 millones para este año.

En 2018 el programa tuvo tres componentes: el primero, pagos directos por cerca de USD 10.000 millones a productores de soya, maíz, algodón, sorgo, trigo, cerdos y leche; el segundo de compras directas de excedentes de 29 productos alimenticios por valor de USD 1.200 millones, y el tercero USD 200 millones destinados a la promoción de exportaciones agrícolas.

Aunque allá no hay Revista Cambio que denuncie la corrupción en la distribución de esos subsidios, si hay ONGs que investigan como fueron distribuidos. Una de ellas, (Enviromental Working Group ) analizó los datos oficiales sobre el programa y encontró que allá también la mayor parte de las ayudas las reciben los más ricos. Aunque el tope legal del subsidio era USD 125.000, algunos recibieron más de USD 2 millones y el 1% de los beneficiarios recibió en promedio USD 185.000, mientras que el 80% recibió solo USD 5.000. Según la revista Forbes desde 2008 los 10 mayores beneficiarios de subsidios recibieron en promedio USD 1.8 millones por año.

Cómo se repartan los gringos su plata es problema de ellos. Lo que nos debe preocupar a nosotros es el impacto de esos subsidios sobre los agricultores colombianos. Todo el presupuesto de inversión de nuestro Ministerio de Agricultura para el 2020 es de solo USD 380 millones, mientras que los productores gringos de soya recibieron USD 6.158 millones y los de maíz USD 2.667 millones, que les permiten vender su producción a precios casi por debajo del costo. Es David contra Goliat, solo que este David ni siquiera tiene cauchera.

Cali, 4 de julio de 2019

*Filósofo y Economista. Consultor.

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José Félix Lafaurie Rivera

Por: José Félix Lafaurie Rivera.- Los escuderos de Santos, sin embargo, pretenden convertir en acto de dignidad presidencial su silencio frente a las investigaciones por el ingreso de dineros de Odebrecht y Cemex a su campaña reeleccionista, mientras él acumula honores y lanza consignas de moderación, extrañas frente a la intolerancia de su gobierno, que convirtió a medio país en “enemigo de la paz” y persiguió a sus opositores. ¡Sé por qué lo digo!

Su secretario de “Transparencia”, el señor Cifuentes, hoy dedicado a cubrir con un manto de opacidad cualquier intento de investigar a “my president”, justifica el sospechoso silencio de su exjefe, afirmando que “hace bien en no descender al lodazal a donde lo quieren meter”, lodazal –habría que recordarle–, que el mismo Santos rellenó con mermelada durante ocho años.

La defensa de Santos recusó al parlamentario Ferro, del Centro Democrático, a cargo de la investigación en la Cámara, por su “odio evidente”, y Cifuentes se copia titulando como “Los odios a Santos” su obsecuente columna en la revista Semana, como si las diferencias políticas fueran sinónimo de enemistad personal. Lo que pretende es evitar un juicio a toda costa o, en caso contrario, ser juzgado por sus amigos.

Las evidencias y testimonios son abrumadores. Sanmiguel confesó que le consignaron 3.850 millones; que su empresa –Gistic– soportó con un contrato para una obra de la Ruta del Sol II que no existió. Confesó que su socio, Portilla, lo urgió para entregar el dinero a Moreno y que esa plata era para la reelección de Santos.

Portilla creó una empresita en 2010 y la liquidó en 2014, después de recibir 18 contratos públicos e incumplir varios con Findeter, entidad que nunca lo demandó, gerenciada por un amigo de Roberto Prieto, quien, por esa entrañable amistad, recibió contratos de publicidad para su empresa por más de 3.800 millones durante el “gobierno de la transparencia”. Yo te doy, tú me das, todos nos damos.

Todo eso ya era escandaloso cuando explotó la “bomba Cemex”, por cuenta del señor Ramírez, vicepresidente de esa empresa y, hoy, testigo protegido en Estados Unidos.

En 2012, recién posesionado Germán Vargas como ministro de Vivienda, Cemex tuvo el repentino impulso de meterse a constructor, y a poco de anunciarlo ya tenía en el bolsillo contratos para 5.338 casas por 229 mil millones de pesos; negocio que redondea en 2014, siendo ministro Luis Felipe Henao, con otras 4.930 por más de 200 mil millones.

Es entonces cuando, antes de la segunda vuelta, la empresa, según relata Ramírez, decide repartir ¡un millón de dólares! –2.100 millones de pesos– entre los partidos de La U, Cambio Radical y el Liberal, de a 700 millones cada uno. ¡Oportuna generosidad! Cuando se destapa el entuerto, Henao, escudero de turno, afirma que “Las donaciones fueron por encima de la mesa”, que estaban acordes con la ley –puede ser– y que desconocía cualquier “motivación política”. Ni él se lo cree. Yo te doy, tú me das…

Y mientras sus segundos le limpian el camino, Santos calla y se viste de “líder mundial”, de Nobel, de honoris causa y defensor de la legalización de las drogas –¡Umm! –, pretendiendo esconderse bajo ese “prestigio internacional”. Calla porque, frente a los hechos, poco tiene que decir. Calla y…, entre más calla, más otorga.

Nota bene 1. Como si poco fuera, después de la victoria, Impregilo cuadró la caja de la reelección 2014 con otros 1.400 milloncitos.

Nota bene 2. Santos y los suyos lograron el relevo en la Comisión de Acusaciones para engavetar la tan temida investigación. Vamos camino a reeditar el sainete Mogollón/Samper.

 Bogotá, D. C, 02 de Agosto 2019

*Presidente de Fedegan

@jflafaurie

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Mons. Ismael Rueda Sierra

Por: Mons. Ismael Rueda Sierra*.- El siete de agosto se conmemoran los 200 años de la Batalla de Boyacá, según la historia, fecha de culminación del proceso de emancipación de Colombia del imperio español e inicio de su vida como nación soberana. Por tal razón en este tiempo se realizan diversos actos conmemorativos. Pero igualmente, es una ocasión para discernir lo que ha significado para la vida de los ciudadanos y para la configuración de la identidad de nuestra patria, estas dos centurias de historia. Luces y sombras, como en todos los eventos humanos, se pueden descubrir y su reconocimiento honesto y objetivo, como también crítico, debe ayudarnos en esta hora, a interpretar lo que pudiéramos llamar “indicadores de logro” o de “frustración” en el camino recorrido.

Por definición, poder vivir en libertad, con autodeterminación, es un valor, sobre todo si se reconocía entonces, el menoscabo a la dignidad humana y al real bien común y equidad de los habitantes originarios de Colombia, condición de la que se querían liberar, para sembrar un orden nuevo, un proyecto de Nación y de Estado justo para todos. Pero el valor de la libertad, si no va acompañado de la justicia, la equidad y solidaridad y del propósito genuino y trasparente para construir la paz, queda trunco. Es lo que continúa como agenda retrasada en los intentos de darle la condición estable y sostenible a la construcción de un nuevo país.

El Papa Francisco con su Encíclica programática “La Alegría del Evangelio” (Evangelli Gaudium”), nos puede ayudar indudablemente en el discernimiento sobre la patria real de hoy que compartimos, aplicando los cuatro criterios o principios que identifica en la búsqueda del bien común y la paz social, “para avanzar en la construcción de un pueblo en paz, justicia y fraternidad” (221) a saber:

“El tiempo es superior al espacio”, lo cual nos permite reconocer las tensiones coyunturales del momento presente pero sin perder el horizonte futuro para realizar el proyecto de nación que deseamos; ojalá las polarizaciones, por ejemplo, puedan ceder sensatamente, para caminar hacia la unidad deseada por todos, que no es uniformidad. Y aquí se enlaza el segundo principio: “la unidad prevalece sobre el conflicto”, lo cual significa, no ignorar el conflicto, pues debe ser asumido, sin dejarnos atrapar por él, como pareciera que está sucediendo actualmente en nuestro país, sino “aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso” (227). La tercera dimensión es “la realidad es más importante que la idea”; la realidad es, la idea se elabora, pero debe haber un diálogo constante entre las dos, de lo contrario se puede caer en idealismo que ocultar la realidad.

Es muy frecuente escuchar discursos y programas políticos elaborados sin compromiso con la situación concreta de nuestro pueblo. Y finalmente, el cuarto criterio “el todo es superior a la parte”. Se produce una tensión entre lo global y lo local. Es necesario mirar el bosque para encontrar el árbol; pero es preciso también reconocer que el árbol forma parte del bosque juntamente con otros árboles. Gran tarea construir una Colombia con autenticidad, identidad propia e independencia pero sin desconocer las condiciones y la trama de la compleja marea de un mundo globalizado. Pidamos a nuestro Dios y Padre que podamos construir un país en reconciliación, unidad y paz. Con mi fraterno saludo.

Bogotá, D. C, 3 de julio de 2019

Arzobispo de Bucaramanga

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Gabriel Ortiz

Por Gabriel Ortiz.- Egan es un joven que almacena grandes cualidades y virtudes. Podría convertirse en el ejemplo que Colombia busca afanosamente, para salvar esta patria tan convulsionada, tan corrupta, tan destrozada por acción de políticos que impulsados por el odio, han sembrado, abonan y cultivan la polarización que divide familias, amistades y comunidades.

Egan sudó y entregó todas sus energías en las carreteras francesas, para que nuestros tres colores brillaran y, que el primero de ellos, -el amarillo- se convirtiera en la camiseta que lo llenó de gloria. Aún a él y a muchos colombianos nos cuesta creer, asimilar y disfrutar semejante conquista, porque estilamos ese odio con el que muchos líderes impregnan nuestros corazones, sin que sepamos por qué.  

Este muchacho, debe servirnos de guía para salir del marasmo, la inconsciencia y la atonía que nos dominan.

Sus profesores y mecenas Rodríguez, Mazuera y Savio, fortalecieron su carácter, sus principios hogareños y su inteligencia. Quiso ser periodista, pero el alto costo de la carrera, lo alejó de esa vocación y lo montó y aferró a la bicicleta. Por fortuna no tuvo que entrevistar al enjambre de corruptos que deambulan por el Capitolio.  

Su gran aptitud para dominar el ¨caballito de acero¨, lo empezó a consagrar en esas disciplinas y su fortaleza física e intelectual, forjaron en él, un hombre íntegro, disciplinado, generoso y consagrado, lleno de fama, triunfos, medallas y trofeos. Capítulo especial merece la suntuosidad con la que acarició a su abuelo, un agricultor que frisa los 70 años, al destinar su primer premio como rutero, en aporte para una casita con terreno para sus siembras.

Egan y los deportistas colombianos son gente humilde, emprendedora. Aman a su patria y se esfuerzan por darle brillo nacional e internacionalmente.

Egan, nació en Zipaquirá como el ¨zipa¨ Forero, los periodistas y escritores Germán y Gustavo Castro y otros personajes de altura. Allí estudió el Nobel Gabriel García Márquez, quien con gran sabiduría expresó que ¨para ser periodista, se debe ser buena persona¨.

Y nuestro héroe Egan, lleva en la sangre ese lema, no como el periodista que no fue, pero si como persona. Lo dicen sus tres formadores Rodriguez, Mazuela y Savio: ¨ante todo es una buena persona¨.

Y ese símbolo es el que necesita Colombia en estos terribles momentos en los que la polarización nos envenena, nos envilece, nos desorienta y nos corrompe.

Tenemos, desde luego, muchas buenas personas y muchos prohombres que pueden formar un frente común con Egan Bernal, para que podamos salir de la encrucijada en que nos encontramos. Rigo y Nairo, son del mismo talante y también le dieron un triunfo a nuestra patria en Francia.

Lástima grande que la Cruz de Boyacá haya caído tan bajo en el pecho de Macías, pero Egan puede recuperar el valor que debe alcanzar este galardón. Son muchos los compatriotas buenas personas para recuperar la Cruz y la Patria.

BLANCO: Muy productivo el viaje del Presidente Duque a China.

NEGRO: ¿Saben los colombianos en donde está Andrés Felipe Árias en estos momentos?     

Bogotá, D. C, 1 de agosto de 2019

*Exdirector del Noticiero Nacional 

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