Juan Camilo Restrepo Salazar

Por Juan Camilo Restrepo*.-“Año fiscal 2020 será muy estrecho”.

Tal como lo habíamos anticipado desde esta misma columna, el presupuesto nacional para la vigencia del 2020 y su componente de inversión es probablemente el tema más controversial de las finanzas públicas actuales en Colombia.

Por primera vez en muchos años el componente de inversión que aparece en el proyecto de presupuesto del 2020, no sólo no crece con relación al 2019, sino que decrece.

En el mensaje presidencial con que se acompañó el proyecto de presupuesto para el 2020 que empieza a estudiar el Congreso en estos días, puede leerse textualmente lo siguiente: “En materia de inversión, el monto previsto para 2020 ($40,4 billones), inferior al presupuestado para 2019, está en concordancia con la capacidad financiera de la Nación y su disponibilidad de recursos y con la decisión de política de mantener al país en la senda del cumplimiento de las metas fiscales”.

El componente de inversión -dada la inflexibilidad de los gastos de funcionamiento y del servicio de la deuda- suele ser el rubro de ajuste de las cuentas fiscales que anualmente se preparan, y por eso, en épocas de estrechez como la actual crece en un porcentaje inferior al total del conjunto presupuestal. Pero muy pocas veces se había visto una situación como la que se espera para el año entrante en que el componente de inversión no sólo no crece sino que decrece con relación a la vigencia del 2019.

Cuando se empiece a desmenuzar este proyecto de presupuesto en el Congreso habrá un crujir de dientes, pues las expectativas de inversión que el propio Gobierno se ha encargado de despertar entre la ciudadanía son infinitamente mayores de las que el presupuesto nacional puede asumir.

Baste recordar por ejemplo que en el plan cuatrienal de desarrollo se programaron inversiones por cerca de $ 1.200 billones. Haciendo una cuenta de cocina uno podría estimar que para hacer congruente el presupuesto anual con el plan de desarrollo, las inversiones autorizadas por el presupuesto debían ser del orden de $ 300 billones (una cuarta parte). Pero en el presupuesto del año entrante solo se contemplan inversiones por $40,4 billones como se ha dicho.

Como si lo anterior fuera poco, el propio Ministro de Hacienda ha declarado que para cumplir con las metas presupuestales del año entrante aún le están faltando $ 8 billones. Que no es claro de dónde van a salir. Si se espera que la venta de activos en empresas públicas provea esta cantidad, es bastante difícil (dados los trámites que impone la ley 226) que dichos recursos alcancen a entrar en el 2020 para adicionar el faltante presupuestal de 8 billones que el propio Gobierno está reconociendo.

Hay que reconocerle al Gobierno, eso sí, que en el proyecto de presupuesto para el 2020 se trasluce una sincera voluntad de reducir el gasto, de aumentar la eficiencia en el recaudo con mecanismos nuevos como la factura electrónica y de cumplir con los techos de déficit que impone la regla fiscal. Y esto hay que aplaudírselo al Gobierno.

Pero la precariedad de la inversión pública que traducen las cifras que hemos citado - y que, repito, provienen del propio Gobierno- hacen esperar un año fiscal 2020 supremamente estrecho y de inmensos debates en el Congreso y entre la opinión pública. Tanto más después de las gigantescas expectativas de gasto que el mismo Gobierno le ofreció al país y que quedaron consignadas en el Plan de Desarrollo.

Pd: Consejos de Cicerón sobre el buen manejo del presupuesto

Hace más de 2000 años Cicerón nos dejó el siguiente consejo sobre el buen manejo del presupuesto y de la Hacienda Pública, que sigue teniendo vigencia “El presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos deber ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado”.

Bogotá, D. C, 11 de agosto de 2019

*Abogado, Economista y Exministro de Estado.

Write comment (0 Comments)
Amylkar D. Acosta M

Por Amylkar D. Acosta M*.- ¡Juntos somos más y más fuertes!.

Después de una larga espera, después de muchos ires y venires, vueltas y revueltas, fue expedida la Ley 1962 de 2019, de fortalecimiento de las regiones administrativas y de planificación (RAP) y, lo que es más importante, ella allana el camino para avanzar hacia la constitución de las regiones como entidades territoriales (RET), al desactivar el freno de mano que se le puso, irónicamente, en la Ley orgánica de ordenamiento territorial (LOOT), que quiso esquivarla. Razón tiene el ex constituyente y actual Gobernador del Atlántico y abanderado de la causa de la autonomía regional Eduardo Verano, que “vamos a tener que ser muy persistentes…Existe un centralismo a ultranza que no quiere que se den estos avances”, por ello hay que resistir, insistir y persistir en la lucha en contra de la recentralización que nos agobia y por la reivindicación de la autonomía territorial consagrada en la Carta.

Este logro no lo podemos tomar como si fuera un punto de llegada sino como punto de partida; con esta Ley contamos, por fin, con el instrumental necesario para que las regiones como tales, empiecen a empoderarse aún más y dejen de ser alfil sin albedrío del centralismo. Y la coyuntura no puede ser más propicia, habida cuenta que en ella se contempla la conformación de una Misión de descentralización, que estaba en mora de integrarse, para que la misma, con un plazo perentorio de 18 meses presente al Congreso de la República una propuesta que permita barajar y volver a repartir tanto competencias como recursos entre la Nación y las entidades territoriales.

Sólo de esta manera se podrá ponerle tatequieto a la descentralización disfuncional, consistente en delegarle a las entidades territoriales más y más funciones y competencias, pero sin transferirle los recursos necesarios y suficientes para asumirlas como lo manda la Constitución Política.

Ello, obviamente, pasa por una reforma estructural al Sistema General de Participaciones (SGP), tendiente a equilibrar las cargas entre Nación y territorios. Al propio tiempo, avanza en el Congreso de la República un proyecto de acto legislativo que reforma el régimen de regalías, procurando compensar más y mejor a las regiones productoras sin desmedro de las no productoras.

El primer paso y el más importante que debemos dar ahora es la actualización de la agenda del Compromiso Caribe, suscrito en el Distrito de Barranquilla en noviembre de 2007 y la renovación del compromiso de toda la dirigencia con ella; lo propio deben hacer las otras regiones en donde ya cuentan con su propia RAP. Y, más recientemente, se suscribió en el Distrito de Santamarta el Compromiso Casa grande Caribe en noviembre de 2017, en el cual se marcan pautas “para avanzar de manera contundente en la eliminación de la pobreza”. Compromiso este que demanda esfuerzos y acciones contundentes tanto por parte de la región misma como del Gobierno Nacional, habida cuentas que el mismo va en línea con una de las metas fijadas en los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), que tiene poder vinculante para Colombia, amén de que esta fue su promotora y mayor impulsora.

Para avanzar en tan loables propósitos es menester que la RAP cuente con una Unidad técnica del más alto nivel y a la mayor brevedad, cuyos integrantes, además de ser representativa de los 8 departamentos que hacen parte de la RAP del Caribe constituya la masa crítica del talento regional, teniendo como primera prioridad el desarrollo de capacidades propias en todos ellos. Así y sólo así es como podremos ganar en interlocución frente al gobierno central, podremos identificar, priorizar, formular y estructurar más y mejores proyectos de gran envergadura que contribuyan a dinamizar la economía regional, cerrar las odiosas brechas tanto interregionales como intraregionales y nivelar la cancha.

Tenemos que pensar en grande, como región, anteponiendo el interés general al particular, que en últimas depende del interés general y el camino no es otro que el de la integración regional, el de la unión, porque juntos somos más y más fuertes. Si cada quien jala para su propio lado terminamos perdiendo todos, pues bien se ha dicho que sólos vamos más rápido, pero juntos vamos más lejos. Pero, para que la integración sea sólida y la unión fructifique es fundamental construir confianza entre quienes integran la RAP, base insustituible de la misma, porque nadie está dispuesto a que lo ningunén.

Dicho esto, identificados, priorizados, formulados y estructurados los proyectos de impacto regional, se plantea la necesidad de contar con las fuentes de financiación de los mismos. Para ello habrá que contar con los recursos propios de los departamentos, que son exiguos, los recursos regionalizados del Presupuesto General de la Nación, los del sector privado a través de las alianzas publico-privadas y bajo la modalidad de obras por impuestos y, desde luego, los recursos del Sistema General de Regalías (SGR). A todas estas fuentes podrán acceder las RAP, ahora sí, para apalancar la financiación de sus proyectos por ministerio de la Ley de fortalecimiento de las mismas.

Ya estamos notificados por parte del Ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla que plata para inversión no hay ni va a haber, que el presupuesto de inversión para el año entrante en lugar de crecer con respecto al de este año volverá al nivel del año pasado, $39 billones aproximadamente, el cual a su vez fue inferior al de 2017, $41.2 billones.

Se está cumpliendo el vaticinio que hice en 2011 cuando se tramitaba el Acto legislativo 05, que reformó el régimen de regalías, en el sentido que la Nación terminaría descargando la financiación de los proyectos de inversión en las regiones en el SGR, por que estos son los únicos recursos ciertos con los que cuentan y habrán de contar las regiones para su ejecución. De allí la importancia de estar ojo avizor con respecto a la reforma que se tramita del SGR, ya que la misma desconstitucionaliza el reparto, la distribución de las regalías y la difiere a la expedición de una ley que reglamente dicho acto legislativo. 

Medellín, agosto 10 de 2019

*Expresidente del Congreso y Exministro de Minas y Energía

www.amylkaracosta.net

Write comment (0 Comments)
Mauricio Cabrera Galvis

Por Mauricio Cabrera Galvis*.- El Laudo que declaró la nulidad del contrato para la construcción de la Ruta del Sol con Odebrecht y Episol, además de que salvó al Estado –es decir a nosotros los contribuyentes- de pagar una multimillonaria suma a los bancos, despejó dudas, hizo serios reparos a la actuación de la Concesionaria y también dejó sorpresas.

Las dudas que aclaró son fundamentales para la seguridad jurídica de la financiación de obras de infraestructura. Primero, reiteró el Tribunal que el Estado si debe pagar el valor de mercado de todas las obras que recibe, aún en el caso de una terminación anticipada del contrato, e inclusive si se decreta la nulidad o la caducidad. No hacerlo constituiría un enriquecimiento sin causa para el Estado y un grave perjuicio para el constructor y/o sus financiadores.

Segundo, reconoció el Tribunal que los bancos que prestaron al Concesionario si son terceros de buena fe, aún en este caso en que el contrato se obtuvo con soborno. A pesar de la claridad de estos dos criterios, sorprendió a algunos la tasación del monto que el Estado debe pagar a la Concesionaria. Tan solo $211.000 millones, con los cuales se deben atender primero las obligaciones laborales, de impuestos y con proveedores de la Concesionaria, de manera que a los bancos les corresponderían unos $195.000 millones, monto muy inferior a $1.25 billones que estaba acordando la ministra de Transporte con los bancos.

Las razones del Tribunal para recortar tan drásticamente las pretensiones, y no pagar el valor de las obras registrados en la contabilidad de la Concesionaria, constituyen un severo enjuiciamiento a la actuación de esta.

Primero, porque no existe evidencia de que la totalidad de los costos, inversiones y gastos de la Concesionaria, hayan sido realizados para satisfacer el interés público; antes bien “existe suficiente evidencia de que los beneficiarios efectivos de todo el negocio (Odebrecht, Episol - y CSS), en la medida en que realizaban sus aportes de equity al proyecto, al mismo tiempo iban retirando sumas equivalentes incluso por montos superiores a través de Consol”.

Segundo, porque está demostrado que “la contabilidad de la Concesionaria y de Consol están contaminadas y que los pagos de sobornos hechos por Odebrecht fueron recobrados a través del Proyecto”. Y tercero porque “existe suficiente evidencia sobre el hecho de que la Concesionaria excedió los límites de financiación del proyecto que habían sido acordados en el Contrato de Concesión”.

La conclusión es contundente: “el Tribunal considera que no puede aceptar una fórmula que, en la práctica, se traduzca en cohonestar que la ANI pague por la corrupción de Odebrecht y los sobrecostos de la Concesionaria y de Consol.”

Bogotá, D. C, 11 de agosto de 2019

*Filósofo y Economista. Consultor.

Write comment (0 Comments)
Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía

Por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía - “La Verdad te hizo libre, para que el amor te haga esclavo”, escribió el gran San Agustín. Para servir como Jesús, necesitamos ser liberados, tener desatados el corazón, los pies y las manos. A mayor libertad en el corazón y en las condiciones de vida, mayor capacidad para amar y darse a los demás. Podremos ser “servidores del Evangelio” solamente si nos transforma “el Evangelio del servicio”. Y éste no es otro que la persona de Jesús, “Siervo de Yahvé” y “servidor de todos”.

Jesús es el enviado del Padre y el Buen Samaritano de la humanidad que sufre: de las víctimas por la discriminación de género (mujer samaritana), por la violencia de los ladrones (parábola del samaritano) y por la degradación y la exclusión (leproso samaritano). Esta “trilogía samaritana” del Evangelio, marca la ruta del servicio al Dios Único, al prójimo victimizado y al Cuerpo de Cristo (comunidad eclesial), saliendo de la “lepra” egocéntrica, que despedaza y excluye.

Jesús no solamente se compadece de todo ser humano, sino que asume en su pasión, en su cruz y muerte violenta, todo el dolor causado por la inhumanidad y por los antihumanos de la historia. Es el Siervo que sufre y el Servidor a quien le dan vinagre en su sed. “Yo doy mi vida...nadie me la quita”, podrá decir ante los lobos que asedian al pastor y a su rebaño (Jn10, 17.18). “Él dio su vida por nosotros para que también nosotros demos nuestras vidas por los hermanos” (1Jn3,16).

Este es el kerigma, el Evangelio del servicio que dará como fruto la conversión pastoral del ministerio apostólico (obispos, presbíteros y diáconos), para que, dando testimonio de quien “está entre nosotros como el que sirve”, podamos conformar la Asamblea de Servidores en cada parroquia, inicio del Plan Pastoral.

Recibir esta gracia del kerigma y anunciarlo, personalmente, cada uno de los párrocos, marcará el comienzo de la renovación de la parroquia, del paso de una Iglesia clericalizada a una comunidad y cuerpo de servidores, que se conforma desde el Altar del Sacrificio, desde la asamblea eucarística. Este comienzo significa hoy el fin del clericalismo y de su exclusión de los laicos, hombres y mujeres, del abandono a los esposos y familias, del inexcusable e intolerable abuso a menores, abuso sexual, de autoridad y de la conciencia débil ante la figura religiosa.

Desde los inicios, la Eucaristía, sacramento del sacrificio de sí mismo que ofrece el Siervo-Servidor, Jesús, estuvo esencialmente unida al “lavatorio de los pies”, como sacramento de su diakonía o servicio en el mundo. La comunidad creyente de Juan, el apóstol y autor del cuarto evangelio, sitúa este gesto de Jesús en el Cenáculo de la institución eucarística y del mandamiento nuevo del amor fraterno.

En el seno de la comunidad creyente, el servicio como Evangelio adquirió categoría de ministerio apostólico, como lo tiene hoy, en proceso de restauración, la Iglesia del Vaticano II, en el Diaconado Permanente (Lumen Gentium, 29). Este ministerio identifica la vocación de todo creyente, de toda comunidad eclesial y de todo ministerio, a vivir la vida como servicio a Cristo, a Dios y a la humanidad.

En sintonía con la reorganización de la Santa Sede, que recoge en un nuevo dicasterio todas las obras e instituciones eclesiales para el servicio al desarrollo humano integral, la Arquidiocesis de Cali iniciará, también, una articulación de la obra de pastoral social o evangelización de las diversas realidades sociales. Será la nueva vicaría episcopal para el servicio al desarrollo humano integral.

Desde la Escuela Diaconal Paulo VI y la parroquia de Nuestra Señora de Los Remedios, Jesús Siervo de Yahvé y María Sierva del Señor, Remedio para los enfermos y pobres, emprenderemos esta nueva etapa de la “pastoral de la sociedad” o pastoral social. El Evangelio del servicio, el ministerio de los servidores o diáconos permanentes y la Vicaría del Servicio al DHI, nos permitan a todos avanzar hacia la madurez de los “servidores buenos y fieles”, que deberá ser la vocación y misión de todos en la Iglesia.

Sustentados en esta comprensión de la vida humana como servicio a Cristo y al prójimo en la comunidad de la Iglesia, se ilumine también el valor ético del existir humano, personal y cultural. La Iglesia “servidora de la humanidad”, anime así a nuestros pueblos a construir la vida y la política, la autoridad y las responsabilidades sociales, sobre el perfil de todo ser humano como servidor. Haciéndonos servidores unos de otros, podremos desmontar la inhumana cultura del abuso, de la opresión y explotación, de la depredación y trata de personas, de tantas formas de violaciones y violencias.

El servicio de Cristo sea la verdad que nos libera de los pasos mal dados en la vida y de las culpas acumuladas (lavatorio de los pies), para que, con Él, el amor nos vuelva esclavos unos de otros en la entrega por los demás.

Bogotá, D. C, 10 de agosto de 2019

+Darío de Jesús Monsalve Mejía

Arzobispo de Cali

Write comment (0 Comments)
Andrés Cristo

Por Andrés Cristo.- En el Plan Nacional de Desarrollo, gracias al trabajo en equipo de la bancada nortesantandereana y el Ministerio de Industria y Comercio, se estableció un régimen especial en materia tributaria (Artículo 268) que beneficiará a los departamentos de la Guajira, Norte de Santander y Arauca. Este beneficio se aplicará en lo que se ha denominado como la Zona Económica y Social Especial (ZESE), es decir, su aplicación está destinada para las nuevas sociedades comerciales que se constituyan en la ZESE; pero, también cobijará aquellas que previamente constituidas deseen acogerlo y aumenten sus cupos de empleo.

La ley establece dos beneficios: el primero, establece una tasa del 0% de Impuesto de Renta, durante los cinco primeros años y una tasa del 50% sobre el mismo impuesto para los siguientes cinco años. El segundo beneficio, se aplica sobre la tarifa de retención y en la fuente, en los mismos porcentajes y plazos que el primer beneficio. Es importante, aclarar que las empresas ya instaladas solo podrán acceder a estos beneficios siempre y cuando, aumentan los empleos directos en un 15% frente al promedio de los últimos dos años y sin que este numero sea inferior a dos empleos efectivos directos.

Reconozco el respaldo del Gobierno Nacional a nuestra región, mediante la promoción de la creación de nuevas empresas e incentivos para aumentar el número de empleos de las empresas ya constituidas en Norte de Santander. Estos mecanismos contribuirán a romper con la dependencia económica a Venezuela y a su vez, aportaran para mitigar las altas tasas de desempleo e informalidad que afronta no solo el Área Metropolitana de Cúcuta, sino todo el departamento.

Sin embargo, el éxito de estas medidas dependerá del mejoramiento y fortalecimiento de la capacidad de infraestructura instalada en el departamento y que será la que permita la comercialización de los diferentes productos no solo dentro sino fuera de las fronteras departamentales. Si bien, resalto la construcción de obras como la vía Cúcuta-Pamplona, la cual servirá de puente para conectar el departamento no solo con las regiones vecinas sino también con el interior del país; la construcción del Acueducto Metropolitano de Cúcuta y la modernización del Aeropuerto Camilo Daza, las cuales fueron adjudicadas e iniciadas en el gobierno anterior, es necesario que estas obras se complementen con otras. En ese sentido, resalto nuevamente la urgencia de fortalecer la competitividad de Norte de Santander, a través de más inversión y mejoramiento de la infraestructura vial, aérea, logística y administrativa, que satisfaga las demandas de las nuevas y ya instaladas empresas.

Igualmente, considero que con el objetivo de fortalecer el régimen creado solicito al Gobierno Nacional extender los beneficios enunciados a las empresas que conforman la zona franca del departamento, con el fin de no afectar o excluir a las sociedades establecidas en este lugar o desincentivar la instalación de futuras sociedades en este espacio, el cual cuenta con beneficios adicionales y son un potencial motor del desarrollo económico de nuestra región.

Como conclusión, elevo la petición a las autoridades locales, departamentales y a las cámaras de comercio del departamento, de vincularse y aportar de manera activa en el proceso de creación y fortalecimiento del régimen de la ZESE, mediante la creación de beneficios adicionales (tasas preferenciales, exoneración de impuestos locales, procesos mas expeditos, entre otros) que hagan más atractiva la región para los inversionistas y empresarios nacionales e internacionales y de esta manera, uniendo esfuerzos desde las distintas esferas de poder, incluyendo también a los actores sociales de nuestra región, logremos mejorar las condiciones económicas y sociales de nuestro departamento.

Finalmente, este es el primer paso, todavía nos queda camino por recorrer en la búsqueda de soluciones a los problemas de orden social y fronterizo. Especialmente, porque la crisis del departamento no se limita solamente a la crisis migratoria, también debemos hacerle frente a la problemática social, humanitaria y de seguridad que se vive en el Catatumbo. Por esta razón, seguiré insistiendo al Gobierno Nacional en la adopción de más medidas creadas bajo la óptica de las necesidades específicas del departamento de Norte de Santander.

Cúcuta, 9 de agosto de 2019

*Senador Liberal

Write comment (0 Comments)
Gabriel Ortiz

Por Gabriel Ortiz.- Como si fuera esta la semana de los exámenes finales, todos se sintieron ¨maestros cuchilla¨, calificando Duque, cuya gestión tanto nacional, como internacional ha venido siendo objeto de grandes críticas. Los foros y debates periodísticos no lo favorecen. Se considera que se ha dedicado a fabricar una imagen de líder entrometiéndose en Venezuela, en destruir los acuerdos de paz, en programar leyes con nombre propio, en defender a los ministros que le impuso su gestor, en vender falsa imagen de un déficit heredado, en aplicar el espejo retrovisor para exculpar errores y en desgastar la imagen de la ¨mermelada¨, para justificar los normales errores que cometen los gobernantes cuando inician sus mandatos.

Tal vez lo que más le ha faltado al gobierno del Presidente Duque, es un acuerdo con todos los grupos políticos, que lo desliguen de la sombra del ¨Eterno¨, para proclamar independencia y notificar que es el presidente de todos los colombianos, como lo pregonó durante su campaña.

Infortunadamente la economía va mal, la ley de financiamiento fue un fiasco que solo permitió atiborrar de plata a los poderosos, el galopante desempleo empobrece a los colombianos y a Colombia. Por la rendija que se mire, se ven los desaciertos. Las torpes y desafiantes ¨jugaditas¨ del centro democrático enervan e irritan a la gente. El desacierto al ¨atornillar¨ los ministros impuestos por ¨La Sombra¨, es imperdonable. El expresidente López, decía: ¨no se puede nombrar a quien no se pueda desnombrar¨. Esa es la encrucijada en que se encuentra el Presidente Duque.

Los más indulgentes y afectuosos, dicen que ¨Duque es un joven bien intencionado¨ pero otros le agregan: ¨rodeado de malintencionados¨.

En general, las cifras no salen, no satisfacen, no convencen y están salpicadas por la interminable mortandad de líderes sociales. Difícilmente el presidente podrá conciliar un buen sueño, tener un momento de placidez o de reposo. Sus permanentes viajes deben parecerle interminables. El retrovisor que usan sus asesores, debe llevarlo al desvelo porque cada vez, la munición se acaba para tapar las permanentes críticas, con supuestos errores del gobierno anterior.

El New York Times primero destapó los ¨nuevos falsos positivos¨ y luego The Economist, hizo un crítico, crudo y preocupante análisis de la economía, que hace prever un déficit que obligaría a vender las joyas de la corona: Ecopetrol y otras que están produciendo importantes utilidades.

El examen del primer año es preocupante y debe poner a pensar seriamente al presidente Duque y a su centro democrático, porque el color de rosa terminó, a tal punto que sus propios aliados, como la senadora María del Rosario Guerra, califican su gestión con un mediocre 3.7, mientras que los de otros observadores lo dejan en 2.

El Jefe del Estado, debe releer lo que le planteó The Economist: ¨desligarse de la sombra de Álvaro Uribe¨. La sombra, la sombra, la sombra.

BLANCO: Gol… Colombia 1 Aval 0… Sarmiento en el VAR

NEGRO: La primera masacre producto de la xenofobia y el odio a los inmigrantes inspirados por Trump.

Bogotá, D. C, 8 de agosto de 2019

*Exdirector del Noticiero de la Semana y de Notisuper

Write comment (0 Comments)
José G Hernández

Por José G. Hernández.- Durante el último fin de semana, en menos de dos días, con un saldo inicial de al menos treinta muertos y muchos heridos, tuvieron lugar en los Estados Unidos -en El Paso (Texas), en Dayton (Ohio) y en Chicago (Illinois)- tres tiroteos provocados por homicidas solitarios que dispararon de manera indiscriminada contra personas sorprendidas en total desprevención e indefensión. Espantosos crímenes cometidos con cobardía y sevicia.

Regresará seguramente el debate sobre adquisición y posesión de armas, que se enfrentará con la posición extrema de la denominada “Asociación del Rifle” y del propio gobierno norteamericano, pues ya sabemos que el presidente Trump no es amigo de las restricciones al respecto.

Ya hemos expresado en ocasiones anteriores que, a nuestro juicio, no es buena política la de permitir que cualquier ciudadano, sin ningún requisito, límite ni responsabilidad, pueda adquirir armas de fuego y portarlas a ciencia y paciencia de las autoridades. Las armas –como resulta de la Constitución colombiana- las debe poseer solamente la fuerza pública (uso legítimo), advirtiendo –claro está- que sus miembros han de usarlas de manera razonable y proporcionada, sujetos a la ley y con absoluto respeto a los derechos humanos, sin excesos.

La población civil, por su parte, no debe estar armada: lo hemos dicho en el caso de Colombia, cuando rechazamos las nefastas “Convivir”,  y con mayor razón lo afirman los demócratas en Estados Unidos, en donde no existe control alguno al respecto.

En esta ocasión, un elemento nuevo ha surgido. En el caso de la masacre de El Paso, todo indica que el móvil del asesino fue el odio a la comunidad hispana, la xenofobia y la discriminación.

Tal como se ha informado, Patrick Crusius, de 21 años, condujo durante más de nueve horas desde Allen (norte de Dallas), dispuesto a matar, en desarrollo de su aversión a los inmigrantes, 85% de ellos hispanos, que viven en la frontera.

Se dice que este criminal eligió un almacén Walmart, una gran superficie repleta de compradores un sábado por la mañana. Allí los hispanos, en especial los mexicanos, cruzan la frontera, provenientes de Ciudad Juárez, con el objeto de efectuar sus compras. En paz, sin que ello amenace, ofenda ni perjudique a nadie. En el tiroteo del sábado, infortunadamente, murieron, en efecto, por lo menos 7 mexicanos. Por el delito de ser hispanos.

El presidente Donald Trump -que ha venido atacando a los inmigrantes, en especial a los hispanos, y que ha convertido esa política en columna vertebral de su gobierno y ahora de su campaña por la reelección- debería meditar sobre los efectos que pueden tener sus intervenciones públicas, arengas y trinos.

Lo cierto es que, con independencia de esos factores -facilidad en la adquisición de armas y discurso anti inmigrantes-, hay también mucha responsabilidad de la sociedad y de las familias -allá y aquí-.  Graves deficiencias, quizá imperceptibles, en la formación que viene recibiendo la juventud, abandono, pérdida de valores y principios, cultura de violencia, relajamiento de las costumbres, desprecio por la vida, generalizada falta de respeto hacia la dignidad de todo ser humano. En fin, enfermedades sociales que se han desarrollado e incrementado en el presente siglo.

Bogotá, D. C, agosto 07, 2019

*Expresidente de la Corte Constitucional.

Write comment (0 Comments)
Víctor G Ricardo

Por Víctor G. Ricardo*.-Los colombianos, sin excepción, vibramos emocionados con la victoria de Egan Bernal como campeón de la principal vuelta ciclista de Europa que es el Tour de Francia.

Egan nos unió no solo por su insuperable participación en la que los conocidos del tema llaman la primerísima y más destacada carrera ciclística, sino también por su calidad humana, nobleza, educación y humildad.

Nos revivió ese orgullo patrio, a veces tan olvidado y nos demostró a los colombianos y al mundo entero lo que es el resultado de una persona disciplinada y comprometida con sus objetivos que le permitieron superarse y darnos uno de los mejores triunfos que hemos tenido en el mundo deportivo.

Su participación en los distintos eventos ha sido sobresaliente y nuestro escarabajo ha acompañado la mejor representación de su país mostrando sus calidades humanas.

Egan es un joven con espíritu, respetuoso de su familia y fiel a la educación que nos transmite ha recibido de sus padres y de la que fuimos espectadores al verlo fundirse en un abrazo sentido y bendecir a su hermano menor, en el amor que sentimos todos cuando su madre lo besó y lo bendijo, así como cuando besó a su joven novia o cuando su abuelo nos contó con lágrimas de emoción como le había regalado una casita con sus primeros ingresos económicos. Y claro está cuando su padre emocionado manifestaba que era el mejor ejemplo de un buen hijo.

El país y el mundo aplaudieron ese hombre noble, discreto, solidario que hizo vibrar y nos tuvo atentos en cada etapa del tour de Francia. Pero su bondad va además acompañada de inteligencia y como supimos de quienes lo conocen de cerca, de un halo que pese a su corta edad hace sentir por él, respeto y admiración. Nuestro campeón recibió su victoria con sincera emoción y se dirigió a los periodistas en cuatro idiomas mostrando además sus capacidades y colocándose en las primeras páginas de los medios de comunicación del mundo.

Egan se convirtió en el mejor Embajador de Colombia porque a través de su triunfo deportivo mostró esa otra cara de nuestro país y leímos orgullosos que Colombia aparecía como noticia positiva a nivel mundial.

Mucho se hablará sobre el futuro deportivo de Egan y muchas serán las satisfacciones que seguramente nos seguirá dando.

Por lo pronto, ¡Gracias Egan! por permitirnos emocionarnos, gritar y llorar al verlo enarbolar el tricolor en el Arco del Triunfo. Lo que ha hecho usted es el mejor ejemplo de lo que la voluntad y el tesón son capaces y es ejemplo para todos.

Alrededor de éxitos como el de Egan es que nos debemos unir y aprovechar para también entender que debemos apoyar a los mejores porque así construimos un mejor país y contribuimos al futuro de nuestro pueblo, que nos es otro objetivo que el de hacer un país con mayores posibilidades para nuestros hijos.

Los buenos ejemplos debemos seguirlos y servirnos de brújula de nuestro propio mañana. Solo así podremos tener un mejor país y construiremos mejores posibilidades para nuestro futuro.

La honestidad, compromiso, responsabilidad y dedicación le permitieron a Egan hoy estar como campeón de uno de los principales eventos deportivos del mundo. En el futuro nos dará mayores satisfacciones y triunfos.

Que Colombia y los colombianos lo tengamos de ejemplo en cada una de nuestras actividades o acciones.

Bogotá, 7 de agosto de 2019

*Excomisionado de Paz

Write comment (0 Comments)
Guillermo García Realpe

Por Guillermo García Realpe*. - Empezó la segunda legislatura en el Congreso y con ella asumió funciones una nueva mesa directiva integrada por los senadores Lidio García, Honorio Henríquez y Alexánder López, presidente y vicepresidentes respectivamente. 

Sin duda, es una directiva pluralista, dinámica y sobre todo garantista, esperamos que el legislativo retome su rumbo y sea protagonista de las grandes reformas y transformaciones que hoy pide a gritos el país. 

En ese sentido se ha acordado como propósito general trabajar en conjunto para minimizar la polarización política que se ha tomado el escenario nacional en los últimos años y que las diferentes sesiones tanto de comisiones como las plenarias se deben realizar en el marco del respeto sin rayar en discursos de odios o señalamientos de uno u otro sentido. Esa, fue la principal conclusión tras la primera reunión de voceros que tuvo lugar en días pasados. 

Dicho encuentro sirvió también para diseñar todo un cronograma legislativo y ordenar la agenda congresional que estará regida, como ya lo dijimos, en debates respetuosos donde primen los argumentos y no los insultos. 

Tengo que decir también, que gracias al apoyo unánime del liberalismo, hoy soy el vocero de nuestra bancada para esta segunda legislatura, el respaldo colectivo de mis colegas de partido, es un aliciente más para seguir trabajando por el país y priorizar una agenda nacional y no partidista que nos lleve a buscar las verdaderas soluciones a los problemas reales de los colombianos. 

Es así como llevaremos al seno de la plenaria del Senado, tres grandes debates de interés nacional. La crisis de HidroItuango, la deforestación en Colombia y la sostenibilidad energética serán motivo de mucha atención en los próximos meses. Pero también tenemos que trabajar para buscar fórmulas a fenómenos sociales como el desempleo que sigue en aumento, el bajo crecimiento económico del país, la inseguridad ciudadana, la débil infraestructura vial, el lánguido modelo de salud, la calidad educativa, la inversión social en la otra Colombia, en fin, son múltiples los problemas nacionales y es hora de cerrar filas entre todos para hacer un frente común que permita gradualmente solucionarlos. 

Esperamos que todas las bancadas estén a la altura aportando ideas, soluciones y dando ejemplo a los colombianos de que se puede lograr una reconciliación plena, sin pronunciamientos que inciten a la violencia y que genere odios en nuestras regiones y provincias colombianas. 

Ojalá que el partido de gobierno entienda este mensaje y no siga insistiendo en hacer trizas la paz, hoy han radicado varios proyectos, once en total para modificar la JEP, para quitarle alcances a la justicia transicional y diseñarla a la medida de sus propios intereses, y para limitar los alcances del acuerdo de Paz de La Habana, eso es una pésima señal para nuestro Estado social de derecho. 

Iniciativas como la que pretende modificar la Ley de Víctimas (Ley 1448 de 2011) en su capítulo de restitución de tierras, también el proyecto de Ley 014 de 2019 el cual busca otorgar un tratamiento especial que reemplace la pena privativa de la libertad para los miembros de la fuerza pública que hayan cometido delitos antes del 1° de diciembre del año 2016, o el proyecto 015 de 2019 para quien manifieste acogerse a la JEP pueda solicitar la revocatoria de la medida de aseguramiento, igualmente la iniciativa del expresidente Álvaro Uribe que pretende que no sea conexo al delito político los delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente y otra serie de proyectos que como ya se ha dicho por parte de varios colegas es un cerco legislativo a la Paz de Colombia por parte del Centro Democrático. 

Muy lamentable que se quiera seguir poniendo palos en la rueda a la Paz, que no se permita avanzar en la reconciliación nacional, que se sigan aportando insumos para echar abajo lo acordado en La Habana, esperamos que las mayorías se impongan para evitar el avance de estas amenazas legislativas que pondrían en riesgo muchas cosas del acuerdo de Paz. 

El liberalismo seguirá firme, defendiendo y respaldando con coherencia la Paz de los colombianos, nosotros queremos que la gente viva tranquila, sin odios, sin señalamientos, sin violencia y a cambio que goce de tranquilidad, de armonía, que sus hijos disfruten de un país diferente, con oportunidades y donde la calidad de vida de todos mejore. 

Bogotá, D.C, 5 de agosto de 2019 

*Senador y Vocero del Partido Liberal.

@GGarciaRealpe

Write comment (0 Comments)
Jorge Enrique Robledo

Por Jorge Enrique Robledo*.- Vencida por el indignado rechazo que generó, estando en China, la ministra del Transporte, Ángela María Orozco, tuvo que renunciar a transferirles 1,2 billones de pesos de recursos públicos a los bancos que le prestaron plata al Consorcio de la Ruta del Sol 2, incluidos cuatro del Grupo Aval, a los que les tocaban 600 mil millones. Los colombianos rechazamos que nos pusiera a pagar los malos negocios de unos particulares y, en especial, regalarle ese platal al socio de Odebrecht en las corruptelas.

Pero que la ministra reculara no le quita que debe renunciar a su cargo, en razón de que en esta y en otras gestiones sobre el Grupo Aval violó unos mínimos éticos y políticos y de encima la Ley 1437, sobre “conflictos de interés”. Porque hasta el 19 de julio de 2018 ella fue representante legal de R&O, empresa de su propiedad que se ufana de tener entre “nuestros clientes” a los bancos de Bogotá y Occidente, ambos de Sarmiento Angulo. Aunque la página de R&O fue eliminada de la web, allí estuvo, por lo menos, hasta el 8 de agosto del año pasado (http://bit.ly/2GLfyUv). Luego sí violó la ley al armar la jugadota que le fracasó. Y lo hizo además en enero de este año cuando, “como ministra de Transporte y en mi condición de cabeza y responsable del sector de infraestructura”, la ANI les transfirió 242 mil millones de pesos de la Ruta del Sol a los bancos Bogotá y Occidente, a los que en esta ocasión la ministra –en frase astuta, como se verá– calificó como “terceros de buena fe” (http://bit.ly/337Benl).

Ángela María Orozco faltó a la verdad al decir que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca había declarado a los bancos de este negocio como “terceros de buena fe”, incluidos los cuatro del Grupo Aval. Se saltó la ley cuando en el acuerdo que maquinó con los bancos para transferirles 1,2 billones de pesos, los declaró “terceros de buena fe”. Ilegal por tres razones: porque ella no tenía esa potestad, porque la Superintendencia de Industria y el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, en sus fallos, pusieron a los del Grupo Aval en el mismo saco con los corruptos de Odebrecht y porque el juez que condenó por soborno al presidente de Corficolombiana-Aval le exigió a la Fiscalía procesar a Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, el hijo de Sarmiento Angulo que preside el Grupo Aval.

La importancia de la frase “terceros de buena fe” se deriva de que solo a los bancos declarados así puede el Estado regalarles plata en este caso, según lo estableció otro hecho repudiable de esta historia, la Ley 1882 o de infraestructura. Ley a la que el santismo y el Centro Democrático le colgaron un mico, con el voto en contra del Polo, según el cual si en una alianza público-privada (APP) un banco va a perder plata con el contratista al que le prestó, entonces paga el Estado. Y lo aprobaron si excluir a los corruptos y con aplicación retroactiva, para que le sirviera al Consorcio de la Ruta del Sol 2 (Odebrecht-Aval). Con toda la razón, se la conoce como la Ley Sarmiento Angulo.

Tamaña aberración llevó al Contralor a demandar por inconstitucional el artículo 20 de la Ley 1882. Pero, para mal de Colombia, la Corte Constitucional lo mantuvo, adornándolo con una hojita de parra: que solo se les puede regalar plata pública a los banqueros que sean “terceros de buena fe”, categoría en la que este gobierno intenta incluir, mediante argucias y contra la evidencia, a los del Grupo Aval. Fue tan diseñado a la medida este ataque al interés nacional, que la ministra del Transporte ya hablaba de “terceros de buena fe”, como vimos, en enero de este año, cuatro meses antes de la sentencia de la Corte.

Que María Jimena Duzán denunciara a Marta Lucía Ramírez por haber “liderado el tema tras bambalinas” amplía las responsabilidades. Porque la vicepresidenta fue asesora de Sarmiento Angulo y presidenta del Grupo Aval y la ministra Orozco es cuota suya en el gabinete, relación que viene desde cuando fue subalterna de Marta Lucía en el ministerio de Comercio y su socia en R&O. Como los 1,2 billones de pesos se pagaban con TES, los aprobaron Duque y Carrasquilla, otro ex empleado de Grupo Aval. Además, el senador Duque fue el primero en estimular que no se le caducara el contrato, con fuertes sanciones, al Consorcio de Odebrecht y el Grupo Aval, banca que actuó como el principal prestamista a su campaña presidencial. Y fue Andrés Flórez, socio de Carrasquilla en sus bonos, como representante de los banqueros, quien cuadró los 1,2 billones con la ministra de Transporte.

Este es el capitalismo de amigotes en el que la corrupción genera derechos legales y ellos no pueden perder plata, porque nos la cobran a los colombianos, incluso si son cogidos con las manos en la masa. En irritante contraste, a los demás no hay quien los ampare si pierden dinero o se arruinan en sus negocios.

Bogotá, 5 de agosto de 2019.

*Senador del Polo Democrático Alternativo

http://bit.ly/2KdOnnG

@JERobledo

Write comment (0 Comments)