Jaime Garzón era el amigo, abogado y periodista, genio del humor, de ese arte, destreza y de habilidad para la mamadera de gallo, que le alegraba el genio a toda Colombia. La sátira era una constante en el diario acontecer político y social de Colombia.

Por Luis Fernando García Forero.- Recuerdo el viernes 13 de agosto de 1999, sobre las 6 y 15 AM en la redacción de Caracol Radio, monitoreaba la emisora Radio Net, que fundó y dirigió Yamit Amat. Oyendo la lectura de noticias de la periodista Aida Luz Herrera, QEPD, oí que se le ahogó la voz, dejó un bache por largos segundos y retomó, con palabras entrecortadas y un sollozo dijo: "Atención, algo terrible ha pasado en Colombia, a nuestro amigo y colega Jaime Garzón lo asesinaron".

Ante semejante noticia, de inmediato exclamé: ¡Mataron a Jaime Garzón!. La colega Yanelda Jaimes quien bajaba de cabina en el tercer piso, se devolvió al master. Estaba todo el equipo de 6 AM 9 AM con la dirección de Darío Arizmendi. Jairo Velasco con Rubén Castañeda, recibían llamadas de oyentes que preguntaban, y otros afirmaban, el triste acontecimiento, mientras que Carlos Ruíz, subdirector de Noticias, Esperanza Rico, Martha Elizabeth Camargo, Jairo Corredor, Fabio Callejas QEPD, entre otros, se mostraban atónitos ante el hecho. 

Un hecho funesto que generó confusión, tristeza y rabia en todo el personal que se encontraba a esa hora de la mañana en la emisora, noticia que describió al aire pocos minutos después la reportera Yanelda Jaimes, quien confirmó desde el sitio de los hechos  diciendo que a pocas cuadras de Radio Net, en el barrio Quinta Paredes, se encontraba dentro de la camioneta, impactada en un poste de la energía, el cuerpo de Jaime Garzón.

Los oyentes de Radio Net, ese día y por toda su vida, se quedaron esperando la voz de quien convertía los temas en risa, ese remedio infalible, que todas las mañanas le alegraba el despertar a miles y miles de colombianos.

Jaime Garzón era el amigo, abogado y periodista, genio del humor, de ese arte, destreza y habilidad para la mamadera de gallo. La sátira era para Jaime Garzón una  constante en el diario acontecer político y social de Colombia. Con el humor nadie lo cayó; sus metáforas, sarcasmos y pullas quedaron en la memoria auditiva y visual de millones de colombianos. Heriberto de la Calle, Émerson de Francisco, Néstor Elí, Godofredo Cínico Caspa, eran sus seudónimos en cada escena del sarcasmo y la sátira.

"Todos los días uno se prepara para morir: que quede bien elegante. Y ya avisé a la Fiscalía que una cosita de oro que tengo acá se la devuelvan a mi mamá, que no se la vayan a robar. Y en Medicina Legal, que tengo unos zapatos quemados porque si se los roban, pues qué carajo", había afirmado pocos días antes que lo asesinaran y que relató el colega Nicolás Achury, en su nota: "El día que Colombia perdió las ganas de Llorar".

Ahora que se cumplen 21 años de su magnicidio, lo recordamos aún más no solo por ser un genio del humor, alcalde de Sumapaz, defensor de las libertades y de la constitución; sino, un gran ciudadano, toda vez que intercedía, en pleno conflicto armado, por la liberación de secuestrados.

Un año más en el que recordamos a un relator sarcástico y humorista de la historia de Colombia y que las balas, las atrocidades del conflicto armado, nos lo arrebataron. En medio de la mamadera de gallo, era un hombre de paz. No hay duda, por eso lo mataron.

Bogotá, D. C, 13 de agosto de 2020.

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