Redacción Ecos. Foto Ecos Media. El mandamás de los Paralímpicos, como lo nombran los que no soportan su disciplina y radical posición con respecto al tratamiento de los discapacitados, es el Personaje de Ecos esta semana.

Nacido en Bolton, el 4 de julio de 1950, Philip Craven fue, desde muy joven, nadador, tenista y un adelantado jugador de cricket, llegando a estar en la Liga de los jugadores de su colegio. A los 16 años, en 1966, sufre un accidente al realizar una expedición para escalar las Montañas Wilton y pierde la movilidad en sus piernas de por vida.

A pesar de esto, Craven obtuvo una licenciatura en Geografía en la Universidad de Manchester en 1972, a sólo 6 años de su accidente.

Desde 1972 hasta 1988, Craven representó a la Gran Bretaña en baloncesto en silla de ruedas, en cinco ediciones de los Juegos Paralímpicos. También compitió en atletismo y natación en los Juegos de 1972.

Asimismo, ganó oro en el Campeonato Mundial de Baloncesto en silla de ruedas en 1973 y bronce en 1975, así como dos medallas de oro (1971, 1974) y una de plata (1993) en el Campeonato Europeo. También ganó oro en la Copa de Europa en 1994 y oro en los Juegos Parapléjicos de la Commonwealth, en 1970.

En 1980, junto con Horst Strohkendl y Stan Labanowich, Craven juega un papel vital en el desarrollo de un nuevo sistema de clasificación para los atletas de baloncesto en silla de ruedas.

Este progreso, fue  llevado a un nuevo sistema funcional de clase 4, que fue votada democráticamente para su aplicación en 1982. Debido a esto, el baloncesto en silla de ruedas se asocia cada vez más con el deporte, a diferencia de la medicina y la rehabilitación, aunque ambos siguen desempeñando un papel secundario importante.

En 1988, Craven fue elegido Presidente de la sección de baloncesto en silla de ruedas del Stoke Mandeville, Federación Internacional de los Juegos (ISMGF). Fue el primer atleta elegido para dirigir el deporte a nivel mundial.

El esfuerzo de Craven, su autodeterminación y autogobierno, iban a allanar el camino para el establecimiento de baloncesto de silla de ruedas en una federación independiente, cuando renunció a su identificación previa en la sección de baloncesto del ISMGF para convertirse en la Federación Internacional Independiente y Autónoma para Baloncesto en sillas de ruedas (IWBF) en 1993.

En el Primer Congreso Mundial de IWBF de 1994 en Edmonton, Alberta, Philip Craven, fue elegido el Primer Presidente de la IWBF y ocupó el cargo hasta 1998. Una relación de trabajo productivo y más formalizada con la FIBA, el órgano de gobierno de todo el mundo el deporte del baloncesto, se organizó bajo la administración de Craven, para legitimar aún más en sí,  el baloncesto en silla de ruedas.

Craven fue elegido como el Segundo Presidente del Comité Paralímpico Internacional en 2001, una posición que sigue ocupando en la actualidad.

La Reina Isabel de Inglaterra le nombró caballero en junio de 2005.

Sir Philip Craven es un personaje inspirador, no sólo por su capacidad para construir su proyecto de vida, sino para hacer de su disciplina deportiva una opción de vida para los deportistas paralímpicos.

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