Corriere dela Sera, Roma. El sábado 27 de febrero de 2016, saldrá anticipadamente a la venta el último libro de Humberto Eco, Pape Pape Satán Aleppe. Crónicas de una sociedad líquida, hoy su obra póstuma.

Lo anunciaron Eugenio Lio, Elisabetta Sgarbi, Mario Andreose y Anna Maria Lorusso, editores y amigos de Eco, quienes dejaron a la Editorial Bompiani, que siempre editó las obras de Eco, del Grupo Rizzoli, para embarcarse junto al escritor en la aventura de una nueva editorial, La Nave de Teseo, nacida como reacción a la fusión de los colosos Rizzoli y Mondadori, que el escritor piemontés solía llamar despectivamente "Mondazzoli".

Programado en principio para salir en mayo próximo, el primer texto póstumo de Eco, había sido entregado y corregido por el autor y estaba listo para ir a imprenta.

"Es un libro de ensayos de actualidad, importante, de 470 páginas, con muchos materiales", adelantó Lio. "Es muy entretenido", contó Andreose, también editor de La Nave de Teseo, anticipando que estarán las costumbres y la historia de los últimos 15 años. "Él escribía de un modo en el que estaba todo adentro: desde el entretenimiento hasta el análisis de la vida de todos los días, no sólo política, social y cultural, sino también la tecnológico, que abordaba como semiólogo de grandísimo talento literario".

Andreose reveló que, en esta obra póstuma, Eco también "analiza la identidad del Papa Francisco: para él no es un jesuita argentino, sino paraguayo, porque los jesuitas de Sudamérica en 1600 se fueron a Paraguay, como consultores de los indios guaraníes para sacarlos de la esclavitud. Tenía mucha estima por este Papa".

El peso de un nombre

Andreose y Sgarbi, en un pequeño artículo en el diario La Repubblica, contaron cómo fueron las últimas semanas de vida del intelectual. "Umberto había visitado hace un par de semanas por primera vez la editorial. Estaba con su mujer, Renata. Se sentó en la sala de reuniones, que era su oficina. Estaba satisfecho, feliz de haber comenzado una nueva, enésima empresa.

Hasta hace poquísimos días Eco había participado de la puesta en marcha de la editorial", escribieron. "Corrigió los borradores de su libro. Nos solicitó que le recomendáramos al impresor usar una buena tinta. En fin, fue siempre él hasta el final", recordaron. "Adiós, capitán; gracias Umberto Eco", fue el breve comunicado con el que le rindió homenaje la flamante editorial.

Mientras en Alessandria, la ciudad natal del semiólogo, las banderas estaban a media asta y se multiplicaban los programas, citas y eventos en su homenaje, las redes sociales estallaron con cientos de miles de mensajes.

"Nomina nuda tenemos. Adiós profesor", fue el tuit del escritor Roberto Saviano, autor del bestseller Gomorra, que expresó su pésame citando la última línea de El nombre de la rosa.

La frase entera, "stat rosa pristina nomine, nomina nuda tenemos" (la rosa que era, ahora sólo existe en el nombre, nosotros poseemos sólo nombres desnudos), es una variación de un verso del De Contemptu Mundi del monje benedictino Bernardo de Cluny.

Bienvenido sea ese nuevo hijo de Eco y pronto esté frente a nuestras púpilas. 

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