La crisis de los refugiados no demanda sólo una exigencia inminente de alimentación, vivienda, ropa y servicios sanitarios. La vida digna no se construye únicamente hacia fuera, en lo inmediato, en lo material.

Las víctimas de esta situación se ven también privadas de información, de cultura, de educación, de formación profesional: abandonan sus inquietudes, acarrean como pueden los traumas vividos, se aburren, se hastían. Ni siquiera conocen bien qué les ha pasado, qué les sigue pasando, cómo ha quedado su país, qué proponen los gobiernos y las personas de los que ahora dependen.

Para cubrir estas carencias, Bibliotecas sin Fronteras se ha asociado con la ACNUR y el reconocido diseñador industrial francés Philippe Starck y han creado una Caja de Ideas.

Se trata de un juego de herramientas portátil que equipará a estas poblaciones vulnerables con la tecnología suficiente para acceder a la información crítica que requieren. Y más: para darles la posibilidad de expresarse, de producir cultura y de escribir con medios de comunicación personalizados.

"Podemos reconstruirnos a nosotros mismos mediante la lectura", declaró Philippe Starck en una entrevista reciente a The Wall Street Journal, antes de señalar que su enseñanza había sido autodidacta -a través del aprendizaje de libros, no de la escuela-.

Como sus cajas están diseñadas con colores brillantes, el diseñador francés explicó, con una sonrisa, que, cuando lleguen, los niños se sentirán como en Navidad. "En el interior no hay juguetes, pero sus puertas llevan a abrir mentes, a pasear por mil universos diferentes".

Y es que existe un componente especial pensado para la infancia. "La caja de ideas es poderosa para mejorar la educación y estimular la creatividad de los niños: también se ajusta a clases enteras y tutorías colegiales", explican los promotores desde su página web: http://www.ideas-box.org/index.php/en/.

La caja cuenta con un diseño integrado que contiene ordenadores portátiles con conexión a internet por satélite, 50 lectores, 5000 libros electrónicos, 250 libros de papel, una televisión incorporada, 100 películas, juegos de mesa, de vídeo y otras actividades recreativas, 5 cámaras de alta definición para fomentar el periodismo participativo, 3 dispositivos GPS...

El dispositivo, es, además de fácil de armar, de transportar y de usar, económico, personalizable, de carácter robusto y sostenible con las necesidades energéticas mínimas.

En este momento, el proyecto se encuentra en fase piloto, en campos de refugiados en la región de Grandes Lagos (Burundi, África). Lleva estudiándose desde febrero de 2014.

Los objetivos que aborda la caja son, esencialmente, fomentar las posibilidades de los refugiados mediante la educación (aporta métodos pedagógicos, incluyendo enseñanza digital); conectarlos al mundo exterior a través de internet, apoyarlos en la lucha contra la alienación e incitarlos a la creación de blogs, obras de arte, fotografías, vídeos y escritura.

Desde Ecos felicitamos esta iniciativa, que promueve el uso social de la Tecnología aplicada a las grandes contingencias sociales que vivimos en el mundo de hoy, más aún cuando son aplicaciones que pueden representar una opción de vida para los más vulnerables, en este caso específico, los miles de refugiados y desplazados por los conflictos bélicos.

Solicitamos al Equipo de Trabajo de la Paz enterarse de esta iniciativa, para poder incorporarla a las estrategias del Postconflicto, porque podría ser un aporte monumental a la Pedagogía de la Paz.

Comments powered by CComment