Es un azote fantasmal que ha dejado a miles de familias con el dolor por no saber nada de sus seres queridos. Una práctica delictiva y violadora de los Derechos Humanos que cada día se acrecienta en Colombia, precisamente por los diferentes conflictos amados que aún persisten en el territorio nacional, donde han desaparecido 100.724 hombres y 41.924 mujeres.
En el mundo se conmemoró el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, fecha que se llama a la reflexión desde el 2010 y que Colombia se raja porque los registros de Medicina Legal Cada día destacan, por ejemplo, que en el 2018 desaparecieron 17 personas diarias, según Medicina Legal.
Además, cada 30 de agosto se trae a la memoria el creciente número de denuncias de hostigamiento, maltrato e intimidación a los que se enfrentan los testigos de las desapariciones y los familiares de las personas desaparecidas.
Se establece que en Colombia dicha fecha fue acogida por la Ley 1408 de 2010 “Por la cual se rinde homenaje a las víctimas del delito de desaparición forzada y se dictan medidas para su localización e identificación”.
El legislador decidió que se trata de un auténtico e indiscutible delito de lesa humanidad y una de las formas en que se desconocen los derechos a la dignidad, libertad, integridad, vida y todas las libertades de los seres humanos, argumentos que se tuvieron en cuanta para la aprobación de esa ley.
En el lapso de estudio sobre desapariciones forzadas, del gran total, 37.500 son menores de edad, de los cuales 14.929 son de sexo masculino y 22.571 de sexo femenino. Y peor aún, las miles de familias que buscan un ser querido que no aparece “son sometidas a tratos crueles, inhumanos y degradantes al no obtener, de manera prolongada, información sobre la suerte y paradero de sus seres queridos”, como lo han declarado la Corte Constitucional y la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.
El llamado de las autoridades por la defensa de los Derechos Humanos es solidarizarnos humanamente con el dolor y con la búsqueda de las personas desaparecidas para que esta grave situación no se siga repitiendo.
Acompañamiento psicosocial
Por su parte, Ramón Rodríguez Andrade, director de la Unidad de Víctimas, destacó el acompañamiento psicosocial que ha realizado la entidad en favor de las familias de las víctimas en los procesos de documentación, recolección de muestras para la identificación genética, de localización y recuperación y, el entierro final o entrega digna de los cadáveres.
Rodríguez expresó que “hemos acompañado a las familias en la entrega digna de cadáveres, en la cual se han atendido 1.879 casos en todo el país, de 2014 a 2019” y agregó que se creó un equipo de profesionales para el acompañamiento psicosocial a los familiares de víctimas de Desaparición Forzada en las distintas etapas del proceso hasta llegar a la Entrega Digna de los restos mortales.
Bogotá, D. C, 31 de agosto de 2019
Redacción Ecos Nacional
