El expresidente Juan Manuel Santos, en una columna de opinión del diario El País, de España, afirmó que el jefe de estado colombiano Iván Duque Márquez, “tiene una oportunidad de oro para recobrar su gobernabilidad prematuramente perdida: poner a la paz por encima de los partidos y liderar su construcción”.

El expresidente Juan Manuel Santos, en una columna de opinión en el diario El País, de España, afirmó que el jefe de Estado colombiano Iván Duque Márquez, tiene "una oportunidad de oro" para recobrar su gobernabilidad prematuramente perdida: "poner a la paz por encima de los partidos y liderar su construcción”.

El exmandatario colombiano quien firmó, a nombre del Estado colombiano, la paz con la guerrilla de las Farc después de más de 50 años de conflicto armado, fue contundente en señalar que si el Presidente Duque “se compromete a una acción efectiva para detener los asesinatos de líderes sociales, si abandona la insistencia en cambiar los acuerdos, y si traduce en acciones concretas y medibles, respaldadas con los recursos necesarios, sus reiteradas manifestaciones de querer implementar lo pactado, la gran mayoría del país y del Congreso lo respaldaría”.

En 14 párrafos, el expresidente Santos señaló que todo proceso de paz encuentra enemigos y que por consiguiente siempre habrá descontento de lado y lado, como ha ocurrido en varios procesos de paz en el mundo. “Nadie dijo que sería fácil ni que Colombia sería un paraíso al día siguiente de firmar la paz. Todo lo contrario. Se advirtió que el camino sería largo y culebrero, y que requeriría el concurso de todos porque construir la paz es una responsabilidad de todos. No es la paz de Santos como dicen algunos, es la paz de todos”.

Sabotear la paz

Santos, que gobernó al país del 2010 al 2018, aseveró que “el proceso colombiano no es la excepción. Una guerra de más de cincuenta años, atravesada por la flecha venenosa del narcotráfico, genera todo tipo de intereses macabros que se benefician con la violencia y el desorden. Y, por supuesto, a los intereses políticos que se nutren del miedo y de la guerra tampoco les interesa la normalidad. Necesitan enemigos. Por eso hicieron todo lo posible para que fracasara la paz y muchos siguen tratando de sabotearla. Por fortuna no han podido… ni podrán”.

Destacó que desde el principio se inició una campaña de descarada desinformación para desprestigiar el proceso y a las personas que lo promovían. “¡Qué no se dijo y se sigue diciendo! Que éramos unos comunistas infiltrados en el establecimiento, a sueldo de Chávez y de los Castro, para entregarle el país a las FARC. ..Ni hablar de las mentiras durante el plebiscito, confesadas luego por el propio gerente de la campaña del No. Hasta las iglesias cayeron en el engaño. El Brexit se quedó en pañales”.

Se refirió a los asesinatos de los líderes sociales y no dudó en afirmar que los están matando esos intereses macabros que se sienten amparados y muchas veces estimulados por los que siguen empeñados en desprestigiar el proceso a como dé lugar.

“Un porcentaje importante de los líderes sociales asesinados eran reclamantes de tierras o promotores de la sustitución voluntaria de cultivos ilícitos. Los terratenientes que se hicieron a sus tierras desplazando a los campesinos a punta de fusil no quieren que se les siga devolviendo sus parcelas a los dueños originales. Por eso, están proponiendo en el Congreso que se frene la restitución. Y los narcotraficantes no quieren que tenga éxito la sustitución voluntaria de los cultivos de coca porque saben que es la forma más efectiva —tal vez la única— de acabar con su materia prima. También están asesinando a los ambientalistas que se oponen a que los acaparadores de tierras, la minería ilegal y los narcotraficantes sigan deforestando nuestra Amazonía”, escribió el  expresidente Juan Manuel Santos.

Cambiar Acuerdos

El expresidente Santos aseguró que “a nivel político continúan los intentos para cambiar los acuerdos. Por fortuna, el Congreso, la Corte Constitucional y la comunidad internacional lo han impedido, como debe ser. Y la campaña de desprestigio contra el acuerdo y sus defensores no cesa”.

Fue contundente en destacar que “el tren de la paz no se detiene: ya pasó el punto de no retorno y los intentos de descarrilarlo seguirán fracasando. La esperanza de los pueblos acaba derrotando el miedo”, dijo que “la a reconciliación, por más difícil que sea, se acaba imponiendo sobre el odio. En este caso con mayor razón porque, tal como lo reiteraron el presidente y el vicepresidente del Consejo de Seguridad de la ONU en su reciente visita a los espacios de capacitación y reincorporación de excombatientes de las FARC, el acuerdo que logramos en Colombia es un ejemplo luminoso para el resto del mundo”.

Finalmente enfatizó: “todo puede lograrse, si se deja la paz en paz”.

Bogotá, D. C, 11 de agosto de 2019

Comments powered by CComment