El ex Presidente Santos debe divulgar la firma del Acuerdo de Paz a nivel internacional para que las fuerzas que llegaron al poder en Colombia entiendan que el camino del buen desarrollo del posconflicto garantiza la verdadera convivencia nacional para no volver al pasado.

Colombia cambió. El solo hecho de ver a excombatientes contra el Estado ofreciendo una rosa en el recinto del Senado,  permite establecer que miles de compatriotas que se decidieron por la lucha armada, reconsideraron que ese no era el camino. La realidad, es otra. Ex subversivos ahora participan legislando y ejerciendo el control político desde el Congreso, como resultado de un Acuerdo de Paz, bien que mal, le ha mostrado otra cara al mundo: somos un país que nos cansamos de la guerra y estamos en el camino del posconflicto dentro de los fundamentos de la democracia, para lograr por fin, la convivencia nacional.

ECOS resalta el hecho y por eso dialogó con uno de los protagonistas que cambió las armas y las balas por la controversia civilizada y los votos: Carlos Antonio Lozada, un exguerrillero que muestra la rosa de su afecto y pasión por Colombia, desde otra perspectiva política, la de legislar para cumplir lo que le designó el nuevo partido de las Farc como resultado del Acuerdo de Paz.  

ECOS: ¿Cambiaron las balas de su lucha revolucionaria por el diálogo, votando los proyectos en el Congreso. Usted es un protagonista más de este hecho histórico. Cómo se ha sentido como Senador de la República?

CAL: Debo destacar que hemos percibido tanto en la plenaria como en la Comisión Primera donde me correspondió estar, una bienvenida de los distintos sectores políticos.  Lo expresaron abiertamente en las sesiones, cosa que nos ha sorprendido gratamente.

ECOS: ¿Diferente a la forma como se desarrolló en la pasada campaña?

CAL: Sí porque en la campaña sectores de la extrema derecha se dedicaron a sabotear y a impedir nuestra presencia en la plaza pública. En el Congreso no ha sido así, realmente hasta ahora no hemos encontrado ninguna expresión de rechazo, esperamos que siga así y se discutan las ideas que se deben imponer sobre la fuerza.

ECOS: ¿Ha tenido o sentido alguna confusión en su mente, una contradicción del presente con ese pasado bélico?

CAL: No, lo vemos al contrario, es la continuación de la lucha política que iniciamos desde muy jóvenes con las armas, cuando consideramos que no habían los espacios suficientes para podernos expresar. A lo largo de la vida hemos sido consecuentes con esa lucha política, de manera que por supuesto es un cambio muy brusco en cuanto a la forma pero en esencia se trata de seguir en la búsqueda de las políticas que defendimos y seguiremos defendiendo.

ECOS. ¿Esas ideas de la lucha armada no se empañaron por el narcotráfico que ustedes lo reconocieron desde el principio de la negociación que culminó con la firma de paz?

CAL: La guerra es lo más inhumano, estamos en este proceso de transición de la guerra a la paz en medio de circunstancias complejas en todos los aspectos de la vida política nacional. El narcotráfico es una de esas, cuando estuvimos en la guerra y en territorios grandes de cultivos ilícitos, no estuvimos involucrado en ese negocio. Sencillamente hicimos parte de un fenómeno social donde los campesinos involucrados en ese negocio los grabamos con impuestos como una actividad económica que salía de esas zonas. Las Farc no se dedicaron a ese negocio como trataron de decirlo. Nosotros jamás hemos sido mafiosos. Nuestra presencia aquí ratifica nuestra condición de luchadores políticos.

ECOS: ¿Cree que el odio contra ustedes en algunos sectores de la sociedad continua, por lo que pasó en la lucha armada y también por el proceso que llevó a la firma del fin del conflicto, tema que indudablemente polariza al país?  

CAL: Es natural que en una guerra tan larga y cruenta se haya victimizado a muchos sectores, en eso hemos sido claros en reconocer las responsabilidades que nos corresponden por equivocaciones que cometidas en el conflicto. No  hemos dudado, ni dudaremos en pedir perdón a esas víctimas y sobre todo estamos comprometidos con el proceso de aportar la verdad, entendemos que la verdad es la base para cualquier proceso de reconciliación, de poder reconstruir el nuevo tejido de la sociedad. Hacemos un llamado a todos los intervinientes en el conflicto a que a través de la verdad aportemos en la construcción de esa paz estable y duradera que necesita Colombia.

ECOS: ¿Qué piensa del expresidente Santos, precisamente autor y actor fundamental de la firma de la paz con las Farc, el mayor capital político de su ese Gobierno?

CAL: No hay duda, indudablemente las generaciones futuras reconocerán el valor del Presidente Santos al lograr la firma de la paz en un enfrentamiento de más de medio siglo, ese sólo marcó su mandato de ocho años. El ex Presidente Santos debe divulgar la firma del Acuerdo de Paz a nivel internacional para que las fuerzas que llegaron al poder en Colombia entiendan que el camino del buen desarrollo del posconflicto garantiza la verdadera convivencia nacional para no volver al pasado.

ECOS: ¿Empezaron las reformas en el Congreso que tocan de alguna manera lo acordado en La Habana, qué piensa?

CAL: Con el Presidente Iván Duque estamos atentos a que atienda la propuesta que le hemos hecho de encontrarnos y sentarnos a conversar a cerca de lo que debe ser la implementación de los acuerdos de paz, pero también para expresarle nuestra opiniones y por su puesto nuestras diferencias frente al programa de  gobierno que levantó durante la campaña y que ya está implementando con los proyectos que radicó a consideración del Congreso.

ECOS: ¿Tiene preparado el primer debate de control político y con quién?

CAL: Uno de los primeros debates tiene que ver con la implementación del Acuerdo de Paz. Allí ha habido una deuda enorme del Estado Colombiano, es un acuerdo que firmamos no con el gobierno sino con el Estado colombiano. Consideramos que es necesario hacer ese balance para ponerlo sobre todo en positivo: qué es lo que hemos logrado, qué falta y por qué caminos debemos transitar para que ese acuerdo termine materializándose y entendiendo que no es algo que beneficie exclusivamente a las Farc sino al conjunto de la sociedad colombiana.

ECOS: ¿Del monte a las columnas y pasillos del capitolio hacen que le haya  cambiado su vida. Hay más tranquilidad, menos miedo, se siente feliz con los nuevos retos de su vida?

CAL: Claro, la vida cambia, más no la lucha por conseguir desde el Congreso las políticas que hemos defendido y que seguiremos defendiendo desde la democracia. El miedo es algo inherente al ser humano, a todos los seres vivos, lo importante es aprender a controlarlo para que de esa manera podamos cumplir con nuestro deber moral y ético, en este caso, seguir luchando por la paz en este escenario que nos correspondió ahora.

ECOS: ¿Fuera de esta lucha por la paz ahora la lucha por la crianza de su hija Dalila?

CAL: Estamos en eso, hemos tenido la posibilidad de disfrutar del nacimiento y el crecimiento de la hija ya pensando en un país en paz que ha sido también un regalo más en esta  nueva etapa de la lucha política que hemos desarrollado.

ECOS: ¿Está dentro de  los proyectos inmediatos el bautismo de Dalila?

CAL: Ya la registramos, que es lo que legalmente corresponde.

Bogotá, D. C, 12 de agosto de 2018

Por Luis Fernando García Forero. LUFEGAFO.

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