Washington, D.C. 15 de febrero de 2018 de 2018. Por Felicia Saturno Hartt. Foto: Proexpasión.- Muy pocas buenas noticias trajo el Índice de Estado de Derecho 2017-2018 del World Justice Project (WJP), que se mide en 113 países, con el concurso de más de 110,000 encuestas en hogares y 3,000 a expertos. Este último año, más países tuvieron deterioros, que mejoras. 

“El Estado de Derecho es la base para que las comunidades gocen de paz, igualdad y oportunidades”, dijo William H. Neukom, fundador y CEO del WJP. “Ningún país ha logrado, mucho menos sostenido, un Estado de Derecho perfecto. El Índice es un paso para establecer puntos de referencia, informar y encaminar reformas y para enfatizar la importancia fundamental del Estado de Derecho”.

Con datos primarios, el Índice de Estado de Derecho del WJP mide el desempeño de los países en cuanto a Estado de Derecho utilizando ocho factores: Límites al Poder Gubernamental, Ausencia de Corrupción, Gobierno Abierto, Derechos Fundamentales, Orden y Seguridad, Cumplimiento Regulatorio, Justicia Civil, y Justicia Penal. 

Desde la publicación del último Índice, en octubre de 2016, la mayoría de los países en el mundo vio un deterioro en las puntuaciones de temas de DD.HH, límites al poder gubernamental, justicia civil y justicia penal. 

El mayor deterioro se observó en el Factor 4, Derechos Fundamentales, donde 71 de 113 países empeoraron. Este factor mide presencia de discriminación, derecho a la vida y a la seguridad, debido proceso, libertad de expresión, libertad religiosa, derecho a la privacidad, libertad de asociación y derechos laborales. 

El segundo deterioro ocurrió en el Factor 1, Límites al Poder Gubernamental, que mide si los gobernantes están sujetos a la ley y la respetan, donde 64 de 113 países vieron una disminución en sus puntuaciones. 

Adicionalmente, 34% de los países sufrieron deterioros en sus puntuaciones, frente a sólo un 29% que tuvieron mejoras, tomando como referencia el Índice de 2016, lo cual es una tendencia preocupante. Por su parte, 37% de los países incluidos en el Índice mantuvieron una puntuación constante. 

“Somos testigos de un deterioro a nivel global en aspectos fundamentales para el Estado de Derecho”, dijo Neukom del WJP. “Una reducción en la adherencia al Estado de Derecho en cualquier lugar,  es una amenaza para el desarrollo en todas partes”. 

El país que experimentó el cambio más marcado en esta edición del Índice, tomando como referencia el Índice de 2016,  fue Filipinas, que cayó 18 posiciones, para ubicarse en el puesto 88 de 113 países en el mundo y en el lugar 13 de los 15 países que componen la región de Asia Oriental y el Pacífico. Las disminuciones más significativas ocurrieron en Límites al Poder Gubernamental, Derechos Fundamentales, Orden y Seguridad y Justicia Penal. 

En contraste, Burkina Faso, Kazakstán, y Sri Lanka tuvieron los mayores aumentos en el ranking, al subir 9 posiciones en comparación con el Índice de 2016. 

Los tres primeros lugares en el Índice de Estado de Derecho 2017-2018 son Dinamarca (1), Noruega (2) y Finlandia (3); los últimos tres son Afganistán (111), Camboya (112) y Venezuela (113). Los tres primeros lugares y los tres últimos no han cambiado desde la edición de 2016.

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