Por Luis Fernando García Forero. Barrancabermeja está de fiesta. El puerto petrolero celebra su centenario desde el 26 de abril de 2022, con desfiles, actos culturales, verbenas, entre otros eventos, para decirle a Colombia y al mundo, que no es una ciudad recostada sobre su pasado, de por sí trágico por el conflicto y las revueltas sociales, sino, que después de un siglo, anuncia que tiene otro despertar para seguir impulsando el motor de la nación.
Barrancabermeja además de su riqueza: el petróleo, escenario de refinación de combustibles y químicos que mueven la energía y el desarrollo industrial del país, a través de Ecopetrol, es un pueblo que a pesar de haber sido olvidado por las administraciones nacionales y el departamento, busca con su propio esfuerzo, el rumbo de su destino, porque en la Bella Isla del Sol, como se le denomina en este milenio, no hay más aristocracia que la del talento, ni otro estirpe, que el trabajo, y con su participación de hidrocarburos, la convierten en una de las ciudades más bellas y confortables de Colombia.
La Barranca santandereana, la que queremos por negra, pero también por blanca, no solo se internacionalizó por el petróleo, sino que el origen multicultural de sus habitantes, que llegaron de todas las regiones del país, navegando por el Río Magdalena, configuró y adornó el escenario para el grito de ¡juepaje! de la negra Soledad, que llevó a Wilson Choperena a componer la Pollera Colora, que le dio la vuelta al mundo y se convirtió en la cumbia más representativa del folclor colombiano a nivel internacional.
Llegó a un siglo de municipalidad el puerto petrolero, con la esperanza que en su horizonte se visualice el desarrollo, con las herramientas legales que le ha dado el Congreso, para que junto a su amado Río Magdalena, zarpen barcos, ferris y planchones, con productos para exportación, y fomentando el turismo hasta nuestra costa caribe, olvidando y dejando atrás un pasado que fue turbulento, pero ávido de progreso y paz.
¡Barrancabermeja se lo merece!
¡Feliz Centenario!
Bogotá, D. C, 29 de abril de 2022
