El objetivo: dar la bendición, el pasado viernes,  a la ciudad de Roma y al mundo, desde la plaza de San Pedro, en medio de una soledad donde se oyeron las gotas de la pertinaz lluvia que contemplaban millones de televidentes ante el avance de la pandemia por el covid-19 y que ha dejado sin vida a más de 130 mil personas, cerca de 700 mil contagios en 193 países.

Por Luis Fernando García Forero.- El objetivo: dar la bendición, el pasado viernes,  a la ciudad de Roma y al mundo, desde la plaza de San Pedro, en medio de una soledad donde se oyeron las gotas de la pertinaz lluvia que contemplaban millones de televidentes ante el avance de la pandemia por el covid-19 que ha dejado sin vida a más de 130 mil personas y cerca de 700 mil contagios en 193 países.

Fue una ceremonia única e innovadora del máximo jerarca de la iglesia católica, seguida por millones de cristianos, donde desarrolló una homilía que puso en alerta el presente que vive la humanidad cuando en forma contundente señaló: "Desde hace algunas semanas parece que todo se ha oscurecido. Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso: se palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas. Nos encontramos asustados y perdidos".

El obispo de Roma destacó la labor de los "médicos, enfermeros, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas" y a todos aquellos "que comprendieron que nadie se salva solo".  De ellos dijo que son ejemplo de valentía y generosidad porque "ante el miedo, han reaccionado dando la propia vida".

Agregó su santidad que son "personas comunes -corrientemente olvidadas- que no aparecen en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes pasarelas del último show, pero, sin lugar a dudas, están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de nuestra historia".

Fraternidad y Solidaridad

En la homilía el Papa Francisco invitó a toda la humanidad a reflexionar, en medio de la pandemia y cuarentena, sobre la importancia de la fraternidad y la solidaridad, frente al individualismo y el egoísmo.

Dijo que las personas han avanzado durante años sintiéndose "fuertes y capaces de todo, codiciosos de ganancias", dormidas "ante guerras e injusticias", sin escuchar a los pobres y los enfermos, y pensando que estaban "siempre sanos en un mundo enfermo".

Se refirió a los padres, madres, abuelos y abuelas, docentes “que enseñan a los niños con gestos pequeños y cotidianos, cómo enfrentar y transitar una crisis readaptando rutinas, levantando miradas e impulsando la oración".

El mundo se concentró ante la bendición papal destacando que cada mensaje que expresaba el obispo de Roma entraba en lo más recóndito del alma y del sentimiento de quienes lo seguían, tratando de asimilar racionalmente una esperanza para salir adelante ante la crisis mundial causada por el coronavirus covid-19.

Remar Juntos

“Señor, no nos abandones", afirmó pausadamente y con sentimiento, su santidad Francisco, al referirse a una "tormenta inesperada y furiosa… una tempestad que desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas y superfluas seguridades".

Dijo que “estamos todos en la misma barca” por eso invitó a toda la humanidad a "remar juntos” para activar la solidaridad, “capaz de dar sentido en estas horas en las que todo parece naufragar".

La bendición mundial permitió al Papa Francisco darle a los más de 1.300 millones de católicos obtener la indulgencia plenaria, es decir, el perdón de sus pecados, en un momento tan difícil, con medidas de confinamiento que afectan a más de 3.000 millones de personas en todo el planeta.

Este domingo, las iglesias católicas y cristianas en Colombia estarán solas por el Aislamiento Preventivo Obligatorio, pero miles y miles de católicos seguirán la eucaristía a través de la televisión orando para que se supere la crisis de salud y permita que en el territorio nacional y en el mundo, se supere al contagio del covid-19, que tiene en jaque la salud de la humanidad.

Bogotá, D. C, 28 de marzo de 2020

Comments powered by CComment