Por Luis Fernando García Forero.- Después de más de 30 años de esfuerzos por la vía política, para lograr la paz, el Gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, ELN, por fin, firmaron un primer punto: que en el desarrollo del diálogo que se adelanta entre las partes, se incluye la participación de la sociedad en la construcción del fin del conflicto.
Desde Caracas, Venezuela, en desarrollo de la agenda concertada de diálogo entre las partes, la participación de la sociedad en el avance de dichas negociaciones fue sellada con la firma de Vera Grabe, jefa negociadora del gobierno y Pablo Beltrán, jefe negociador del ELN.
Indiscutible que es un gran avance para insistir en el fin del conflicto y lograr la paz, pese a los recientes acontecimientos de ese grupo insurgente y que se ha complicado, principalmente por el tema del secuestro.
No hay duda que las partes coinciden en destacar que la paz requiere de una participación de toda la sociedad colombiana. “La paz en Colombia requiere de todas las voces, de todos los pueblos, comunidades, personas, procesos y formas de construir nación. Este ya es un consenso para la Mesa de diálogos y por ello, en la búsqueda de mayor participación posible, para las transformaciones necesarias, adelantamos un proceso histórico sin precedentes”, señala el preámbulo del comunicado firmado y dado a conocer ante la opinión pública.
“El resultado de este proceso es un Diseño de Participación, un Plan Nacional y unas recomendaciones”, sostiene el documento, donde se agradece a las voces que participaron y desarrollaron ejes de diálogo y donde se prioriza fundamentalmente a las víctimas del conflicto.
Es importante señalar que se incluye la participación de la comunidad internacional, la Conferencia Episcopal y la Misión de Verificación de las Naciones Unidas, que de una u otra manera, han apostado a esos esfuerzos entre el estado colombiano y la insurgencia del ELN.
Abierta participación
Este acuerdo corresponde al primer punto de la agenda de negociación establecida en México, centrado en la participación de la sociedad civil en el proceso de paz. Así mismo es el resultado de 78 encuentros que congregaron a 8.465 personas de 3.132 organizaciones sociales, representando los 30 sectores integrados en el Comité Nacional de Participación.
Lo acordado enfatiza la importancia de la participación democrática y pluralista en la transformación de las condiciones que originan y perpetúan el conflicto armado. La firma de este acuerdo es vista como un paso fundamental en el camino hacia la reconciliación y el fin de la violencia con el grupo armado.
La representante del Gobierno en esos diálogos, Vera Grave, quien fue insurgente del M-19, al referirse al primer punto firmado manifestó: “Yo lo dije alguna vez, nadie dijo que esto iba a ser fácil, que el camino de la paz, luego de tantos años de guerra, no iba a ser fácil e iba a estar lleno de dificultades. Pero eso no le quita valor, y sobre todo, nos llama a la perseverancia, persistencia, paciencia y entender la complejidad del problema que estamos presentando en Colombia, que es la violencia”.
Un aspecto fundamental que destacaron ambas delegaciones, respecto al avance de esas negociaciones, fue el compromiso de permanecer en la mesa, para insistir en la necesidad de lograr, a través del diálogo, la paz.
MESA DE DIÁLOGOS PARA LA PAZ ENTRE EL GOBIERNO NACIONAL Y EL EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL - ELN
COMUNICADO CONJUNTO Nº 28
Las delegaciones de Paz del Gobierno de Colombia y del Ejército de Liberación Nacional - ELN, sostuvimos el viernes 24 de mayo de 2024 una reunión con representantes de movimientos y plataformas de víctimas integrantes del Comité Nacional de Participación - CNP.
Escuchamos sus apreciaciones sobre el proceso de paz, su papel y propuestas.
Reconocemos que las organizaciones de víctimas han generado un muy dinámico e incidente movimiento social y político, que, además de luchar por la dignidad, la vigencia y ampliación de sus derechos, tiene propuestas para las transformaciones del régimen político, el modelo económico y la política ambiental.
Sabemos que la paz no se construye con olvido e impunidad, y que la voz de las víctimas es fundamental en este proceso y la legitimidad de los acuerdos.
Nos comprometemos a preparar y llevar a cabo un encuentro donde las víctimas del conflicto armado, de la violencia sociopolítica y estructural, de los territorios y poblaciones, presenten propuestas que van a enriquecer el modelo, el plan, las recomendaciones de la participación y sus futuros desarrollos.
Caracas, República Bolivariana de Venezuela, 25 de mayo de 2024.