Jairo Gómez

Por Jairo Gómez*.- Sorprendieron los medios escritos en sus paginas internas con un aviso en el que dicen “Creemos en el periodismo” y, al mismo tiempo, se auto felicitan: “gracias, periodistas, por mantenernos bien informados”.

Auto lavándose su propia imagen proscriben una serie de palabras que van en contra, cree uno que es lo que quieren decir, del buen periodismo; y entonces, tachados los vocablos vetados, nos los enumeran: “falsedad, descontextualización, partidismo, intereses, imprecisión, condescendencia, intrusión, fuentes dudosas, desinformación, parcialidad, vaguedad, ambigüedad, mentiras y manipulación”.

Se presume que esa campaña tiene como objetivo atacar las redes sociales. También lo hacen en la Radio, en donde la propaganda que embiste contra la credibilidad de las redes de manera sistemática, se deja escuchar cada hora. Si ese es el sentido del aviso y la campaña radial, creo que perdieron la pelea. Demasiado tarde. Esa batalla está perdida. Los colombianos decidieron migrar a las redes sociales porque están convencidos de que los medios de comunicación obran y hacen todo eso que proscriben y pretenden rechazar. Ya no comen cuento, descubrieron que los medios son despóticos, sigilosos y arrogantes.

Ese ha sido el periodismo por veintitantos lustros en Colombia; no se puede tapar el sol con un dedo. Deliberadamente nos han falseado la realidad; descontextualizado nuestra propia historia; han sido partidistas a morir, sin sonrojarse; interesados hasta más no poder, su documento de identidad son sus dueños, y periodista que se salga del redil, se va; imprecisos hasta más no poder, pareciera que el objetivo es confundir; condescendientes ni se diga, solo vasta con escuchar o leer una entrevista; intrusos, ellos mismos, en el pensamiento independiente de las personas; no hablaría de fuentes dudosas, más bien de dudosas fuentes que buscan inclinar la balanza; desinformación a ultranza, a veces ni siquiera sutil, es descarada; parcialidad por doquier, en época electoral se exacerba; vaguedad en la información cuando esta no es conveniente, asunto casi cotidiano; la ambigüedad es consciente pues tiene que ver, obviamente, con sus propios intereses; mentiras, creo que la rectificación lo dice todo; y la manipulación, es, creo yo, la principal causa por la que la gente decidió buscar otros espacios de información.

No es auto lavándose la imagen como se le compite a las redes sociales, tampoco con avisos y sistemática propaganda radial para desprestigiarlas; por qué no hacer una auto crítica y preguntarse ¿qué están haciendo mal? ¿Por qué el lector, el radioescucha o televidente decidió buscar otras alternativas? ¿No se preguntan los medios de comunicación, por qué los potentes rating de sintonía en los espacios radiales y la televisión, se les derrumbaron? ¿Tampoco se preguntan sobre el contenido de sus noticias? ¿Cómo hacer más creíble ese contenido?

No se hace periodismo con rigor, se vende información y si es oficial mucho mejor. Las tales “Unidades de Investigación” son un chiste. En el caso de los noticieros de televisión, estos terminaron haciendo de las video-cámaras de seguridad una de sus principales fuentes de información para vender “carroña informativa”; pero además proveniente de dudosas fuentes de información que también tienen sus propios intereses. En el caso de los medios escritos se estrellaron con la nutrida presencia de portales de información alternativos que hoy son competencia directa y que publican lo que los medios tradicionales ignoran, no se sabe por qué.

No han querido entender que la tecnología cambió las correlaciones de fuerza y que llegó para quedarse más allá de las críticas que le hagan a las redes sociales.

Los medios de comunicación hoy enfrentan una crisis de credibilidad de primer orden, una de las más intensas e inestables, por ello acuden a esa campaña sucia para tratar de subsanar una catástrofe irreversible, pero, insisto, perdieron la batalla con la redes sociales. En contraste, los medios que le apuestan al periodismo independiente se ganan  un espacio creíble, incluso el apoyo en las mismas redes. Hacer buen periodismo tiene su recompensa y fortalece la democracia.

(Nota al margen, pero muy importante: ¿cuándo nos contarán, la Policía y el Ejército,  quiénes son los directores de medios de comunicación que hacen parte de la reserva de su estructura institucional?).

@jairotevi   

(Lead: Los colombianos… Ya no comen cuento, descubrieron que los medios son despóticos, sigilosos y arrogantes.)

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