Por Gonzalo Buenahora. Historiador.- Agencia de Noticias Vieja Clio. Bogotá, 1949.-El pasado 9 de septiembre, el país despertó estupefacto. El día anterior “…el accionar de decenas de armas de fuego reemplazó por varios minutos al debate civilizado entre los partidos.”

 

Se discutía en la Cámara de Representantes el proyecto No. 85 presentado por el partido liberal que pretendía reformar la Ley 89 de 1948, intentando adelantar las elecciones e impedir el proceso de re cedulación en que está empeñado el gobierno conservador del doctor Mariano Ospina Pérez.

 

En medio de una algarabía y un abucheo inusitados, el proyecto fue aprobado a pupitrazos. Entonces vino la debacle: tomó la palabra el representante conservador de Boyacá Carlos del Castillo quien con verbo encendido se dedicó a injuriar a los liberales. Los ultrajes fueron respondidos con violencia por los opositores y de improviso sonaron los disparos.

 

El resultado fue el asesinato de Gustavo Jiménez Jiménez, presidente del directorio liberal de Boyacá y vocero del electorado de Casanare y Arauca. En el hecho luctuoso resultaron heridos de gravedad los representantes Jorge Soto del Corral (liberal), quien morirá un tanto después como resultado de las heridas, y los conservadores Ricardo Silva y Amadeo Rodríguez.

 

Tal y como expresó un testigo presencial: “Lo que ha sido un orgullo auténtico de la democracia colombiana, palenque de honor de la inteligencia y el carácter de nuestros dirigentes, se ha convertido en vil establo donde energúmenos rencorosos imponen su razón bruta en una genuina jerga de arriería. Jamás había asistido el país a un espectáculo de mayor degradación y vergüenza.” 

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