Por Felicia Saturno Hartt. Foto: Ecos Media.- La brecha entre poderosos y pobres nunca ha sido tan grande como en la actualidad. La creciente desigualdad social podría llevar a una mayor inestabilidad política, advierte un informe de Oxfam publicado en el contexto del Foro Económico Mundial.
"La creciente desigualdad amenaza con dividir nuestras sociedades. Hace aumentar la criminalidad y la inseguridad, al tiempo que mina la lucha para poner fin a la pobreza. Deja a más gente viviendo con miedo y menos con esperanza", señaló esta entidad, que reúne a numerosas organizaciones no gubernamentales y que tiene su sede en Gran Bretaña.
El Reporte titulado "Una economía para el 99 %" ha sido difundido de cara al Foro Económico Mundial, escenario que volverá a reunir a la elite política y empresarial en Davos, Suiza e identifica a las grandes corporaciones y los sectores más acaudalados como los vehiculizadores de esa desigualdad.
En el año 2015, el 1% más rico tenía más acceso a la salud que el resto del planeta y actualmente ocho personas, concretamente ocho hombres, tienen la misma cantidad de riqueza que la mitad más pobre del mundo.
Los ocho hombres más acaudalados del planeta son: Bill Gates, de Microsoft; Amancio Ortega, de Inditex; Warren Buffett, mayor accionista de Berkshire Hathaway; Carlos Slim, propietario del Grupo Carso; Jeff Bezos, de Amazon; Mark Zuckerberg, de Facebook; Larry Ellison, de Oracle; y Michael Bloomberg, de la agencia de información económica y financiera Bloomberg.
La Directora Ejecutiva de Oxfam Internacional, Winnie Byanyima, señaló en un comunicado que, "cuando una de cada diez personas en el mundo sobrevive con menos de 2 dólares al día, la inmensa riqueza que acumulan tan sólo unos pocos resulta obscena".
Byanyima añadió que muchos salarios "se estancan mientras las remuneraciones de los presidentes y altos directivos de grandes empresas se disparan, se recorta la inversión en servicios básicos como la sanidad o la educación, mientras grandes corporaciones y grandes fortunas logran reducir al mínimo su contribución fiscal".
Si bien se ha registrado crecimiento económico, éste ha sido extremadamente desigual. Siete de cada diez personas vive en un país en el que la desigualdad ha aumentado en los últimos 30 años. Los ingresos del 10% más pobre de la población mundial aumentaron en menos de 3 dólares por año, entre 1988 y 2011, mientras que los ingresos del 10% más rico se multiplicaron 182 veces en ese período, a un ritmo de 11.800 dólares al año.
En este contexto, las mujeres sufren mayores niveles de discriminación en el ámbito laboral y asumen la mayor parte del trabajo de cuidados no remunerado. Según Oxfam, al ritmo actual, llevará 170 años alcanzar la igualdad salarial entre hombres y mujeres.
¿Qué hacer? Propuestas concretas de cara a la inestabilidad social
Oxfam propone que los gobiernos incrementen los impuestos, tanto a las grandes fortunas como a las rentas más altas; que los estados y los empresarios trabajen juntos para garantizar que los trabajadores reciban un salario digno y se ponga freno a la elusión, la evasión y a las artimañas fiscales para reducir al mínimo el impuesto de sociedades.
Asimismo, esta entidad solidaria recomienda que los gobiernos apoyen a las empresas que operan en beneficio de sus trabajadores y de la sociedad, no solo por los intereses de los accionistas y que aseguren, de esta forma, que las economías sirvan de manera equitativa a mujeres y hombres.
"Necesitamos construir juntos un nuevo consenso para diseñar un modelo económico que beneficie a todas las personas, y no sólo a una élite selecta", concluye Oxfam.