Para los diabéticos, especialmente para los diabéticos tipo 1, uno de los aspectos que les resulta más molesto es tener que pincharse el dedo, entre tres y cinco veces al día, para medir su nivel de glucosa en sangre.

En diversos estudios sobre calidad de vida de los pacientes, han colocado a los pinchazos como más molestos que aplicarse la insulina diariamente.

Por eso, la aparición de un nuevo dispositivo que puede medir la glucosa sin pinchazos, significa un cambio de paradigma en el tratamiento de la diabetes tipo 1, y también para los diabéticos tipo 2 que reciben insulina y deben medirse regularmente la glucosa.

En el manejo de la diabetes, el rol del paciente es clave y a su vez, la mayoría de los pacientes no logra adecuados niveles de glucosa: el 60% de los diabéticos no cumple con los objetivos de glucemia recomendados. Es que, para conseguirlo, la medición y el seguimiento es fundamental. No obstante, se estima que 4 de cada 10 diabéticos no lo realiza con frecuencia.

El Dr. León Litwak advierte que este nuevo sistema es un cambio de paradigma porque el dispositivo “le da un aspecto dinámico al monitoreo, que es lo que naturalmente hace el páncreas”, afirma.

Es que el dispositivo va guardando la información de cada medición (necesita un mínimo de tres por día y puede registrar hasta 80 en una jornada) y va marcando la tendencia. Esto permite ver si hay una tendencia a hiper o hipogulucemia, y que el paciente pueda actuar en consecuencia.

El nuevo dispositivo se llama FreeStyle Libre y es de Abbott. Está compuesto por un sensor pequeño, del tamaño de una moneda de 2 pesos que se coloca en el brazo y que mide la glucosa en líquido intersticial mediante un filamento que se coloca debajo de la piel y se mantiene en el lugar unido a un pequeño parche adhesivo. Ese parche tiene una vida útil de 14 días, en los que el paciente puede mojarlo, hacer deporte, y cualquier actividad normal sin riesgo de que se salga.

Por otro lado está el lector (un dispositivo electrónico, similar a un celular pequeño) que al acercarlo al sensor, escanea el nivel de glucosa en menos de un segundo. Y funciona aún si la persona tiene varias capas de ropa que lo cubren.

El parche con el sensor se coloca en la parte posterior del brazo, porque en los ensayos se determinó que ese era el lugar del cuerpo que el dispositivo corría menos riesgo de engancharse con una puerta o ser arrancado accidentalmente.

Bogotá, D.C., 11 de julio de 2018.

Por: Redacción Ecos Salud.

Foto: sosvox.org

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