Los esfuerzos de Colombia para disminuir la corrupción aún no muestran resultados que convenzan. De acuerdo al Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2019, publicado por Transparencia Internacional, nos falta aún mejorar las políticas en la lucha contra el robo de los recursos del erario público, con la complicidad del sector privado.

Los esfuerzos de Colombia para disminuir la corrupción aún no muestran resultados que convenzan. De acuerdo al Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2019, publicado por Transparencia Internacional, nos falta aún mejorar las políticas en la lucha contra el robo de los recursos del erario público, con la complicidad del sector privado.

El país tuvo una calificación de 37 puntos sobre 100, afirmó Andrés Hernández, director Ejecutivo de Transparencia Colombia.

El resultado se obtuvo a partir de datos proporcionados por ocho fuentes que miden los niveles de corrupción en opinión de analistas, académicos e inversionistas internacionales y nacionales, en aspectos como la existencia de sobornos en trámites de negocios, desviación de recursos públicos en el ejecutivo, sanción efectiva a casos de corrupción, corrupción política, abuso del poder en el sector judicial, policía y militares, entre otros aspectos.

El indica de percepción de la corrupción ubica a Colombia de 96 entre los 180 países evaluados, mejorando tres puestos en comparación con el informe del 2019. Significa que no varía significativamente ya que se mantiene entre 36 y 37 sobre 100 desde 2012.

Entre los países de América Latina, Colombia se ubica por debajo de Uruguay (71 puntos), Chile (67), Argentina (45) y Ecuador (38). Las naciones que obtuvieron puntajes más bajos que Colombia son Perú (36), Brasil (35), Paraguay (28) y Venezuela (16) que se ubica en el último lugar de la medición en la región.

Transparencia Colombia es contundente en señalar que se deben establecer políticas más agresivas para castigar sobornos y otras irregularidades en la relación entre ciudadanos y empresarios con entidades públicas.

También se debe proteger a los denunciantes de actos de corrupción, tanto para los casos de soborno trasnacional como a nivel nacional. La corrupción aumenta cuando no se sancionan de manera efectiva situaciones de abuso de poder y desviación de recursos públicos.

Sobre este aspecto se destaca las irregularidades en el Ejército y que se suman a casos de gran corrupción de años recientes en la justicia y sectores que cuentan con altos niveles de inversión pública, como salud, educación e infraestructura.

No es suficiente solo el anuncio de investigaciones ante graves irregularidades por corrupción , sino que se deben establecer una cultura por el respecto a los dineros del erario público, medidas más eficaces para prevenir el robo y elegir a candidatos a las corporaciones públicas y a las administraciones para abordar de manera más decidida la corrupción política.

Andrés Hernández, director Ejecutivo de Transparencia Colombia, afirmó: “debemos avanzar en una reforma política de fondo que incluya medidas más efectivas de transparencia en el financiamiento de campañas y partidos, mensaje que ha sido transmitido desde distintas instancias en la Conversación Nacional abierta por el Presidente Iván Duque”.

Agregó que “Las movilizaciones ciudadanas que vivimos desde noviembre reclaman procesos de participación más amplios y efectivos, junto con resultados concretos de lucha contra la corrupción. Este es un llamado al Estado en su conjunto: Gobierno, Congreso, Justicia, Órganos de Control. Todos los esfuerzos anticorrupción deben buscar el fortalecimiento de la democracia y no el debilitamiento de sus instituciones”.

Bogotá, D. C, 23 de enero de 2020

Redacción Ecos Nacional.

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