Los funcionarios cumplirán 11 directrices, entre las que se destacan: "Evitar que sus pronunciamientos generen actos de estigmatización o discriminación hacia periodistas, medios de defensores de derechos humanos y demás actores relevantes que, mediante su expresión, contribuyen a la deliberación democrática".
También "abstenerse de emitir declaraciones que puedan ser interpretadas como instigaciones a la violencia y discriminación, basados en sus opiniones, filiaciones políticas o cobertura periodística".
Por otro lado, la directiva también señala que los funcionarios deben garantizar que no haya estigmatización hacia los medios: "Adoptar un enfoque de comunicación respetuoso de las ideas y los interlocutores, que evite tanto etiquetas indiscriminadas hacia los medios de comunicación por sus líneas editoriales, como un discurso estigmatizante que individualice a periodistas".
Se señala textualmente que "Antes de hacer declaraciones públicas sobre el trabajo de investigación de periodistas, especialmente en asuntos de interés público, asegurarse de contar con datos precisos y verificados".
La Secretaría para las Comunicaciones y Prensa realizará un seguimiento al cumplimiento e implementación de las directrices señaladas.
La firma de la directiva se da días después de que el mandatario estuviera en el ojo del huracán por llamar a las mujeres periodistas “muñecas de la mafia” durante la posesión de la nueva defensora del Pueblo, Iris Marín.
"Cuando hablo de periodistas del establecimiento, hablo precisamente de quienes no están al servicio de la ciudadanía sino de quienes están a sueldo de poderes oscuros, y su información depende del sueldo de quienes pagan", aseveró el jefe de Estado.
El documento busca "promover buenas prácticas y conductas éticas que satisfagan las responsabilidades sociales y democráticas relacionadas con la garantía de la libertad de expresión y de prensa".
Bogotá, D. C, 9 de septiembre 2024
Redacción Ecos Actualidad