La Haya, 23 de noviembre de 2017. Por Felicia Saturno Hartt. Foto: Ecos Media.- El tiempo pasa y la memoria sucumbe a lo inmediato. Hace 20 años mencionar a Ratko Mladic era nombrar uno de los pilares del Gobierno de  Slobodan Milošević, como Jefe del Estado Mayor del Ejército de la República Srpska (VRS) durante la Guerra de Bosnia, entre 1992 y 1995.

También señalar a Mladic era referirse al artífice de dos de los momentos aberrantes de la historia reciente, el asedio a Sarajevo, en el cual murieron más de 10 000 personas y la masacre de Srebrenica, en la que murieron más de 7 000 hombres y niños bosníacos, el 11 de julio de 1995, el mayor caso de asesinato en masa cometido en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Asimismo, este personaje también evoca uno de los fantasmas que no terminan de morir, ni en la era digital, el nacionalismo, palpable en su alianza con el ya convicto Radovan Karadzic, exlíder político y en su campaña de limpieza étnica conducida en forma implacable contra croatas y bosnios musulmanes.

"Cientos de miles de ciudadanos no serbios fueron expulsados de sus hogares en una campaña brutal que buscaba crear un Estado serbio puro en Bosnia y Croacia", señaló el periodista de la BBC Alan Little, que cubrió el conflicto. Se estima que cerca de 100.000 personas murieron y más de 2,2 millones fueron desplazadas durante la guerra de Bosnia.

Pero Mladic estuvo prófugo de la justicia 15 años, luego de los mencionados genocidios, viviendo incluso en barrios adinerados de Belgrado, protegido por Slobodan Milošević y en instalaciones militares hasta junio de 2002, momento en que se le permitió escapar y se perdió de vista.

El 26 de mayo de 2011, el Presidente de Serbia, Boris Tadić anunció la captura de Mladić y su proceso de extradición a La Haya, sede del TPIY, para ser juzgado por los delitos de que le acusaba este alto tribunal: genocidio, complicidad en genocidio, persecuciones, exterminación y asesinato, deportación y actos inhumanos; infligir ilegalmente terror a civiles, trato cruel, ataques indiscriminados contra la población civil y toma de rehenes.

En un histórico juicio, Ratko Mladic, de 74 años, fue sentenciado, este miércoles, a cadena perpetua. En el fallo, leído por el Magistrado Alphons Orie, se anotó que: "Esta corte observó que las muertes de las que se responsabiliza al acusado fueron crímenes contra la humanidad y muchos de ellos se pueden calificar de brutales".

El tribunal concluyó que Mladic "compartía la intención" y "el objetivo criminal" de exterminar a los musulmanes de Bosnia y de llevar adelante la masacre de Srebrenica. Es culpable de 10 de los 11 cargos que pesaban en su contra, incluidos los de genocidio y crímenes de guerra, "por sus atroces crímenes contra la humanidad”.

Una "crisis de hipertensión" de Mladic, según médicos citados por su abogado defensor, proponía un aplazamiento de la audiencia. Sin embargo, el Magistrado Orie decidió seguir adelante con el fallo, ante lo cual Mladic se paró e insultó a gritos a los jueces en serbio.

El panel, conformado por tres jueces con asiento en La Haya, consideró los delitos cometidos bajo el mando de Mladic, especialmente el cerco de Sarajevo, que se extendió por tres años y la masacre de unos 8 mil musulmanes en Srebenica, como delitos merecedores de la pena más dura.

El tribunal, que sesiona desde 1993, con la guerra en pleno desarrollo, pone así término a un trabajo que no estuvo exento de polémica.

Para el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los DD.HH., Zeid Ra"ad al-Hussein, la condena contra Mladic es "un momento de victoria para la justicia”, por haber condenado a un hombre que es "el epítome del mal”.

El alto funcionario de la ONU dijo que "el veredicto de este miércoles es una advertencia a quienes cometen este tipo de crímenes de que ellos no escaparán de la justicia, sin importar cuándo poderosos sean ni cuánto tarde la justicia en llegar”.

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