Por Felicia Saturno Hartt. Foto Wikimedia-Commons.- Hace 100 años nació en un pueblo de Michigan, EEUU, uno de los hombres más influyentes de la Era Digital. Es uno de los hombres que cambió el rumbo de la Ciencia y sin su legado es probable que hoy no existiera el teléfono o las computadoras e incluso internet. Su trascendencia es indisputable y la Ciencia del Siglo XXI le debe todo.

Ese eminente personaje es Claude Elwood Shannon, matemático, ingeniero eléctrico y criptógrafo, recordado como “el Padre de la Teoría de la Información”.

Shannon tuvo una clara vocación hacia las cosas mecánicas, desde pequeño, tanto que su héroe era Edison, que, causalidades de la vida, resultó ser su pariente. Esto le llevó a ingresar en 1932 en la Universidad de su Michigan natal, donde se graduó como ingeniero electricista y matemático, dos de sus pasiones.

Con 21 años, mientras realizaba su maestría en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), demostró con su tesis, que las aplicaciones electrónicas de álgebra booleana podrían construir cualquier relación lógico-numérica.

Desde 1937, este ingeniero de Michigan sentó las bases de la teoría del diseño del ordenador digital y el circuito digital, fundamentales para el avance tecnológico.

Shannon es reconocido por haber fundado, asimismo, el campo de la Teoría de la Información, con la publicación “Una Teoría Matemática de la Comunicación”, que fue un hito, en 1948. Fue su trabajo más importante, durante los quince años que pasó en los laboratorios Bell de Nueva York.

Shannon contribuyó asimismo al campo del criptoanálisis para la defensa de EEUU durante la Segunda Guerra Mundial, con trabajos sobre el descifrado de códigos y la seguridad en las telecomunicaciones.

Su ingreso en el Departamento de Ingeniería Eléctrica del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) le permitió seguir investigando y su tesis fue clave a la hora de diseñar los circuitos digitales de los futuros ordenadores, tal y como reconoció un cuarto de siglo después H. H. Goldstine, en su libro “Las computadoras desde Pascal hasta Von Neumann”.

En esta obra demostró que tanto las fuentes de información (telégrafo eléctrico, teléfono, radio, la gente que habla, las cámaras de televisión, etc.), como los canales de comunicación pueden medirse y que los canales de comunicación tienen una unidad de medida similar, determinando la velocidad máxima de transferencia o capacidad de canal. Demostró también que la información se puede transmitir sobre un canal si y solamente si la magnitud de la fuente no excede la capacidad de transmisión del canal que la conduce, y sentó las bases para la corrección de errores, supresión de ruidos y redundancia.

Pero ahí no termina el legado de este visionario que ha dado nombre a un premio que, desde 1972, reconoce las contribuciones realizadas en la teoría de la información.

En 1950 coqueteó con la inteligencia artificial, publicando un artículo donde describe cómo una computadora puede jugar al ajedrez de una forma razonable. Sentó la base de los ordenadores tal y como los conocemos hoy y del uso lúdico y pedagógico de las máquinas, que luego se expresaron en los aparatos que hoy usamos cotidianamente.

En el campo de la bibliotecología y la documentación, el desarrollo booleano revolucionó las búsquedas en catálogos de bibliotecas o en bases de datos de centros de documentación.

Por todo lo señalado, Claude Shannon es un científico que merece reconocimiento y ser estimado no sólo el padre de la Teoría de la Comunicación, sino el cocreador de la Era Digital.

 

 

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