Por Juana Yolanda Bazán Achury*.- ¿Se reduce la democracia en Colombia a un simple procedimiento electoral? ¿Existe una verdadera democracia o se trata simplemente de participar en elecciones cada cuatro años según se trate de las justas regionales o nacionales?

Política partidista y electoral

Atendiendo a nuestra cultura política, debemos mirar hacia la participación de los ciudadanos en el desarrollo institucional de la nación.

Cómo entender la participación política electoral en Colombia, frente a 16 partidos con personería jurídica, admitiendo igualmente la posibilidad de ejercer la participación política electoral a través de grupos significativos de ciudadanos.

Es muy difícil en una democracia, hacerle seguimiento a la ideológica de 16 partidos, además de los grupos significativos de ciudadanos. ¿Quién ejerce la representación legal, qué propuestas defienden en el Congreso de la República, en las Asambleas Departamentales o en los Concejos Municipales? ¿Qué proponen a los colombianos, qué organizaciones de base tienen, cómo es el proceso de formación política de las bases, cuáles los cuadros directivos visibles, cómo es la democracia interna, existe pertenencia de sus militantes, fidelidad, disciplina quién lo dirá?

Por experiencia se sabe que los partidos por lo general son meramente de papel, existen los estatutos y cumplen con los requisitos y exigencias del Consejo Nacional Electoral para obtener la personería jurídica, participar en las elecciones y de esta manera recaudar los recursos que el Estado ofrece a título de reposición de votos, y por tener vigente la personería jurídica.

Si inadvertidamente le preguntamos a una persona sobre la ideología del partido de su preferencia, por lo general no nos da una respuesta que esté acorde con lo que se ha registrado en el Consejo Electoral, como plataforma ideológica para obtener el reconocimiento de su personería jurídica, la respuesta estará orientada hacia un personaje de su simpatía o favoritismo, en ocasiones solo tienen empatía con el nombre.

Cuando se hacen las encuestas en las votaciones se les pregunta a los ciudadanos si tienen pertenencia a un partido y en un alto porcentaje responden que no.

Los partidos políticos como organizaciones encargadas de fortalecer la democracia y la gobernabilidad, han perdido por completo su popularidad, porque la gente se ha dado cuenta que en ellos no hay una verdadera organización que aglutine a las bases, que las eduque, que les permita tener reconocimiento interno y posibilidad real de llevar la representación de la colectividad a través de los distintos estamentos internos y externos.

¿Se reduce la democracia en Colombia a un simple procedimiento electoral? Existe una verdadera democracia o se trata simplemente de participar en elecciones cada cuatro años según se trate de las justas regionales o nacionales.

Al analizar las democracias de los países desarrollados encontramos que se estructuran a partir de 2, 3 o máximo 4 partidos fuertes, que aglutinan las ideologías que más demanda la sociedad, abanderan las verdaderas expectativas de los ciudadanos y las responsabilidades de quienes gobiernan está fuertemente atadas a las propuestas de sus partidos u organizaciones políticas. Por lo general se conoce al interior de los partidos por el líder en quien recaerá la sucesión de la representación, en cuanto se trata de ciudadanos formados dentro de la colectividad y por lo tanto cuentan con el respaldo de las bases y de las directivas.

Sus mecanismos internos de representación son muy fuertes y respetados, y a través de ellos, el ciudadano siente su vinculación y pertenencia a la organización política.

En Colombia, luego de la Constitución Política de 1991, se ha dado sin duda una apertura política, pero no como se esperaría para fortalecer la democracia e instrumentalizarla a favor del conglomerado social. Por el contrario, cada candidato quiere un partido o un proyecto personal para sus logros políticos, con lo cual se debilita la democracia y el proceso de participación ciudadana.

Sin partidos fuertes, no hay verdadera democracia. La situación es aún peor, cuando se trata de candidatos que aspiran a las gobernaciones o Alcaldías, la mayoría no tienen pertenencia a los partidos por el contrario les huyen, acuden a las firmas o a la independencia no se sabe de qué o de quien, y en muchos casos son sacados del sombrero mágico, sin ninguna trayectoria política o vinculación con lo público.

Mecanismos de participación ciudadana

Desde otra óptica, seria del caso analizar si los mecanismos de participación ciudadana que han quedado reglamentados en las leyes 134 de1994 y 1757 de 2015, son efectivos instrumentos de participación ciudadana, si cumplen la función de ampliar la base democrática del país, permitirle al ciudadano sentirse parte de la conformación del poder político y de la toma de decisiones que afectan su vida de manera cotidiana.

El objetivo de la ley 1757 de 2015 fue el de promover, proteger y garantizar las modalidades del derecho a participar en la vida política, administrativa, económica, social y cultural y así mismo a controlar el poder político.

Se les introdujeron modificaciones a los mecanismos de participación ciudadana como la iniciativa popular y normativa ante las corporaciones públicas, el referendo, la consulta popular, la revocatoria del mandato, el plebiscito, el cabildo abierto; y se establecieron normas fundamentales por las que se debe regir la participación democrática de las organizaciones civiles.

Lo anterior, con el propósito de imponer al estado la obligación de promover, proteger, implementar y acompañar instancias de participación, un factor fundamental para el desarrollo de las instituciones y fortalecimiento de la democracia.

Sin embargo, aún estamos muy lejos de hacer efectiva la participación de los colombianos en la conformación real del poder político y no solamente en un mecanismo electoral, ejercido la mayoría de las veces por mera simpatía con uno u otro candidato.

El legislador en el trámite de la reforma política, que cursa actualmente el Congreso, tiene la posibilidad de hacer los ajustes necesarios para que se establezcan mayores exigencias en la conformación de los partidos, que sean pocos, pero fuertes, y a través de ellos, los ciudadanos canalicen inquietudes, reclamos y aportes, a la conformación del poder político que debe estar representado directamente por sus dirigentes a nivel local, departamental y nacional.

Bucaramanga, 2 de febrero de 2023

*Exrepresentante a la cámara por Santander.

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