La ruptura política de los doctores Juan Manuel Santos, presidente de la República y Álvaro Uribe Vélez, ex-presidente, ha roto los diques de las malas maneras en la confrontación política. 

Basta mirar las redes sociales, especialmente Twitter, para comprender que la lucha es sin cuartel y cargada de mucho odio.

No hay término medio para calificar a unos y otros. Han creado perfiles con nombres genéricos o alusivos a la causa banderiza que enarbolan, escondiendo la verdadera identidad de quien escribe. Obvio, así ganan licencia para decir cuanta ofensa se les ocurra, al fin y al cabo se escudan en el anonimato. Lo extraño es que después estos incendiarios mensajes son reenviados por personas conocidas, generalmente los coroneles de una u otra causa, hasta invadir la red, porque la tropa de cada bando no se queda quieta y cumple su misión expandiendo los mensajes anónimos que han convalidado los mandos medios de su pensamiento político.

La cauda Uribista, tal vez la más conspicua y pugnaz en la lucha que se libra a través de las redes sociales, no perdona acción guerrillera, atraco, vandalismo o muerte violenta para magnificar lo acontecido y culpar al presidente Santos del supuesto o real deterioro del orden público en Colombia. En esta labor tienen jefe conocido: el mismo doctor Álvaro Uribe Vélez, convencido de que los problemas de la guerrilla, la confrontación en el Cauca o los dolores de cabeza con las famosas bacrim, surgieron con el actual gobierno.Se nos van olvidando muchas cosas: El alcalde de Toribío, señor Ezequiel Vitonás, manifestó públicamente hace poco que esta región lleva cerca de 480 asedios militares por parte de la subversión en los últimos 10 años, 11 de ellos en el que transcurre. La dirigencia del departamento del Huila sufría mucho con una visita del ex-presidente Uribe Vélez durante su mandato, porque eso garantizaba una acción violenta de las Farc como represalia a la visita del gobernante.

El Cauca nunca ha sido territorio donde nuestras instituciones ejerzan plena soberanía. Allá se padecen muchos problemas ancestrales que no han podido ser resueltos por ningún gobierno: La producción agrícola y la tenencia de la tierra aún conservan características feudales; los mismos indígenas han reconocido que muchas veces no se pagan bienes o servicios con dinero sino con la coca; los cultivos, los laboratorios y las rutas de la droga, son abundantes, incentivan la guerra y producen épocas de confrontación y épocas de paz. Los períodos de calma son de una paz ficticia logrados mediante el maldito dinero del narcotráfico y no por la acción gubernamental.

Recuerdo cuando en el gobierno del doctor Uribe Vélez era subversivo magnificar las acciones guerrilleras. Recuerdo cómo al que lo hacía le caían rayos y centellas. Hoy, quienes antaño se dolían de esos comportamientos, son los jefes de propaganda de todo lo que haga la subversión. Parecen solazarse con cada acción de la guerrilla.

¡Ah! y si el gobierno está equivocado o desvió su rumbo, pues toda la responsabilidad la tienen hoy los opositores de nuevo cuño, pues fueron ellos los grandes impulsores y electores del doctor Juan Manuel Santos. Esa responsabilidad, si es verdad lo que están diciendo ahora, también la tienen que asumir ante la nación.

twitter: @elejaldes

Facebook: Ramón Elejalde Arbelaez

 

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