Jairo Gómez

Por Jairo Gómez*.- Solo a un mal ser humano se le ocurre maquinar una trampa para aniquilar un Acuerdo de Paz cuyo encomiable propósito era el de salvar vidas, recuperar la dignidad de millones de víctimas y devolverle a un país la confianza y tranquilidad que perdió durante más de cinco décadas de guerra.

Sólo en la mente de un psicópata cabe la idea de diseñar una plan para volver trizas la paz y regresarlo a la guerra. Desgraciadamente el objetivo se cumplió parcialmente. Cerca de dos mil excombatientes de las antiguas FARC retomaron las armas por culpa de ese macabro plan, y desde entonces han provocado destrucción, muerte de campesinos, campesinas, niños, niñas inocentes; amén de los humildes soldados y policías que han muerto poniendo el pecho en esta inútil batalla.  

Sí, se trata de Néstor Humberto Martínez Neira (NHMN), exfiscal General de la Nación, exministro de todos los gobiernos, aliado de los banqueros y del gran capital. Ese señor llegó a la Fiscalía General de la Nación con el único propósito de aniquilar la paz en Colombia; fue su enemigo declarado.

NHMN, cuando se debatía el Acto Legislativo que creaba el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (SVJRNR), siendo Fiscal, se opuso a la justicia transicional y utilizó todas las argucias jurídicas para evitar que la justicia ordinaria no perdiera competencia sobre los procesos de la insurgencia que había negociado la paz con la certeza de que ello implicaría una ruptura inminente del Acuerdo.

Fue tal su arremetida para debilitar el Acuerdo que logró el mandado de evitar que los terceros civiles no tuvieran que acogerse a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) obligatoriamente para salvar la responsabilidad de la decadente clase dirigente del país representada en políticos tradicionales, ganaderos, industriales y grupos económicos aliados al paramilitarismo y financiadores de la guerra en Colombia.  

No contento con ese resultado, optó por la inmundicia de la conspiración. Buscó en agentes de la DEA, avalados por la Embajada de Estados Unidos, un aliado para tejer un entrampamiento que concluiría en la extradición de dos Líderes de las FARC que habían firmado el Acuerdo de Paz: Jesús Santrich e Iván Márquez (sus nombres de guerra). Para ello, según revela el diario El Espectador, luego de escuchar más de 25 mil horas de grabación,  la Fiscalía de NHMN, junto a dos agentes de la DEA, diseñó un montaje con cocaína de por medio y millones de dólares para comprometer a los dos negociadores y volar en mil pedazos el Acuerdo de Paz.

Qué sevicia! Qué desproporción, por dios! No fueron solo los guerrilleros los que sufrieron el sofisticado entrampamiento, también lo iban a sufrir personas que presentasen una visión de apoyo al Acuerdo de Paz como la exsenadora y defensora de los Derechos Humanos Piedad Córdoba, y el Vicepresidente, General Óscar Naranjo. Llama la atención que al General Naranjo, reconocido mundialmente en su lucha contra las drogas ilícitas y negociador del Acuerdo, también le estuvieran chuzando las comunicaciones, como revela la nota de prensa. En este caso, NHMN, debería explicar si le estaba haciendo el manado a alguien y quería enlodar al exvicepresidente. Por lo pronto ya la Exsenadora anunció una demanda contra quien trató, sin eufemismos, de “bandido”.

Ese es Néstor Humberto Martínez Neira, el próximo flamante embajador de Colombia ante el Gobierno de España, país en donde tiene a su haber un apartamento de tres millones de euros en el sitio más exclusivo de Madrid, sin haberlo reportado a las autoridades fiscales colombianas.

Al Gobierno del presidente Pedro Sánchez y a su Cancillería les rogamos, los demócratas en Colombia, tener en cuenta las fechorías de este individuo que prefirió la guerra a la paz y que por su culpa hoy entramos en una nueva espiral de violencia que se había disminuido notoriamente con la firma del Acuerdo de Paz; ese señor no representa al pueblo colombiano, representa a Iván Duque, Álvaro Uribe y demás aliados que están haciendo trizas el Acuerdo de Paz. Esperamos que La Moncloa estudie con rigor si le da el beneplácito a este inmerecido aspirante a ser Embajador.   

Bogotá, D. C, 23 de noviembre de 2020

*Periodista. Analista Político.

@jairotevi  

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