Mauricio Cabrera Galvis

Por Mauricio Cabrera Galvis*.- Por qué después de casi 5 meses de encerramiento, el contagio y las muertes por el COVID-19 siguen aumentando? Colombia es uno de los países donde más ha durado el cerramiento de la economía y la cuarentena para combatir el coronavirus: 35 días de cuarentena total y después 4 meses de aperturas parciales con cada vez más excepciones a nivel nacional, pero también nuevas medidas de restricción en varias ciudades. Y a pesar de eso, es uno de los focos mundiales de expansión del virus. ¿Qué hemos hecho mal?

El empeoramiento de la situación en materia de contagios es evidente. En las estadísticas que publican páginas especializadas que hacen seguimiento a la propagación del virus como la del hospital John Hopkins, o Worldometers, Colombia ha venido subiendo en la lista de los países más contagiados.

A finales de mayo pasado, Colombia ocupaba el puesto 30 en número total de contagios y muertes; dos meses después, subió al puesto 12. En relación al tamaño de la población (casos por millón de habitantes) el deterioro es aún peor. En mayo ocupábamos el puesto 81 en total de contagios, y el 72 en número de muertos. Al terminar julio habíamos subido al 30 y el 29 respectivamente. En el número de casos activos pasamos del puesto 22 al sexto.

La velocidad del contagio, medida por el número de casos diarios, explica esta tendencia: hoy somos el quinto país del mundo en nuevos contagios y muertos, superados tan solo por EE.UU. Brasil, India y Suráfrica. Países que fueron muy afectados al principio como todos los europeos, o en la región Ecuador, Chile o México, hoy tienen más controlada la situación.

Varios son los factores que según los epidemiólogos contribuyen a la aceleración de los contagios y las muertes, en contraste con otros países que lograron controlarlo: el primero la falta de más test o pruebas diagnósticas.

En efecto, a pesar del gran esfuerzo oficial realizado por aumentar el número de pruebas, en Colombia solo se han realizado 1.5 millones, es decir unas 30.000 por cada millón de habitantes, lo que nos ubica en el puesto 99 del mundo. En Suramérica estamos muy lejos de Chile o Perú, con 85.000 y 70.000 pruebas por millón respectivamente.

Por esta falta de capacidad diagnóstica ha sido débil la recomendada estrategia de “cerco epidemiológico”, es decir la identificación de los contactos de las personas contagiadas para controlar la propagación.

Es cierto que Colombia fue uno de los países que más rápido decretó un “aislamiento preventivo obligatorio” total, apenas a los 18 días de detectado el primer contagio, mientras que, por ejemplo, Italia solo lo hizo a nivel nacional a los 44 días. Así en Colombia se logró aplanar la curva, lo que permitió el fortalecimiento de clínicas y hospitales y evitó el colapso del sistema de salud, pero solo difirió el aumento de los contagios y no lo evitó.

Por eso cuando la presión económica obligó a iniciar la reapertura de la economía, apenas 35 días después de iniciada la cuarentena, solo teníamos 220 casos diarios y empezaba la fase ascendente de la epidemia que ha llegado a 10.000 casos. En Italia la reapertura inició 45 días después del cierre nacional, y solo cuando el número de casos diarios había bajado del pico de 6.500 a 1.600 diarios. ¿Será que nos apresuramos?

Cali 2 de agosto de 2020

*Filósofo y Economista. Consultor.

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