Juan Carlos Bocanegra Chacón

Por Juan Carlos Bocanegra Chacón*.- “De qué sirve una casa si no se cuenta con un planeta tolerable donde situarla.” Henry David Thoreau. 

El cuidado de nuestra casa es una de las cosas que más empeño le colocamos. Sin importar si es propia o arrendada, grande o pequeña, procuramos tenerla aseada, sus pisos brillantes, sus paredes impecables y hacemos todo lo posible por adecuarla para sentirnos a gusto en ella. 

No en vano las paredes y el techo donde vivimos le dedicamos un cuidado significativo, es el espacio donde existimos plenamente con nuestra familia, compartimos con nuestros seres queridos y es donde nos sentimos seguros y protegidos. Sin embargo, existe una casa aún más importante que hemos maltratado y, equivocados al pensar que es ajena, la hemos descuidado por completo: nuestro planeta tierra. 

Hoy, 22 de abril, celebramos el día internacional de la tierra gracias a las manifestaciones en defensa del medio ambiente realizadas por el político estadounidense Gaylord Nelson en los años 70. Internacionalmente esta fecha es reconocida por rendirle homenaje al hogar de todos, tomar conciencia sobre el daño que le hemos hecho y los cuidados que debemos tener con el entorno que día a día interactuamos. 

Entendiendo que la Tierra y sus ecosistemas nos proporcionan la vida y el sustento a lo largo de nuestras vidas, también hemos de reconocer que sus recursos son limitados si no sabemos darle un uso adecuado. No necesitamos ser científicos o expertos para que desde nuestro actuar diario podamos aportar al cuidado del medio ambiente. 

Ahorrar agua en las actividades de aseo, usar medios de transporte no contaminantes como la bicicleta, utilizar la energía eléctrica estrictamente para lo necesario, reciclar y no contaminar con basura nuestros ríos y bosques, son entre otras acciones, medidas de gran impacto que el planeta y su biodiversidad nos agradecerán. 

En el plano local debemos cambiar nuestra cultura urgentemente. Según el último informe de Calidad Ambiental Urbana realizado por el Ministerio de Ambiente, Cúcuta tiene el índice de calidad ambiental más bajo del país. No es sorpresa lo anterior al ver como el rio Pamplonita es una víctima diaria de los atropellos contaminantes ocasionados por algunas personas. También, la explotación minera en la zona rural ha secado varios nacientes de agua y nuestra ciudad a pesar de ser reconocida como “la ciudad verde”, no supera el metro cuadrado de zona verde por habitante. 

La solución para proteger el medio ambiente la pueden direccionar los gobernantes por medio de políticas públicas efectivas en esta materia. Pero sobre todo eso, el mejor remedio lo damos cada uno de nosotros, y cuando aceptemos que nuestra casa es aquel mundo que estamos tomando prestado de nuestros hijos, vamos a valorarla mejor. El suelo que pisamos, el aire que respiramos y todo lo que comemos y bebemos pertenece a esa herencia que le dejaremos a las futuras generaciones, así que está en nuestras manos cuidarla mejor.

Cúcuta, 22 de abril de 2019

* Administrador de Empresas de la Universidad de los Andes, especialista en Gestión Regional del Desarrollo de la misma universidad. Orgullosamente cucuteño, convencido en el potencial de nuestra región e interesado en temas de emprendimiento y políticas públicas sobre desarrollo territorial.

 

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