Felicia Saturno Hartt

Por Felicia Saturno Hartt*.- Desde principios de los noventa ha sido todo una búsqueda la real definición de lo que se estima como uno de los recursos indispensables no sólo del desarrollo, sino del sostenible.

De hecho, el Presidente del Banco Mundial, Dr. Jim Yong Kim, un experto en materia de RR.HH. ha intentado aproximarse, definiendo este nebuloso y exigente concepto como “"total de la salud, las habilidades, el conocimiento, la experiencia y los hábitos de una población".

Pero los exigentes estiman que se queda corto, primero por la indetenible globalización y, en segundo lugar, por la complejidad de los procesos tecnológicos presentes en los escenarios menos complejos.

Es por ello que el trabajo del equipo de académicos del Instituto de Métricas y Evaluación de Salud, con sede en Seattle, ha creado una clasificación científica estudiando 195 países.

Metodológicamente, sus cálculos se basan en el análisis de más de 2500 encuestas y censos, con el  objetivo de cuantificar la cantidad de años productivos que se espera que un individuo trabaje, entre los 20 y 64 años, teniendo en cuenta la educación y la salud, dos variables puntuales.

Los hallazgos han sido impresionantes. Las naciones europeas dominan los resultados superiores, constituyendo 8 de los 10 primeros, con Finlandia, Islandia y Dinamarca en las primeras posiciones, algo que no ha cambiado desde 1990.

Níger aparece al final de la lista, junto con Sudán del Sur y Chad. Y la diferencia es dura: el nivel de capital humano esperado en Finlandia fue de 28 años, en comparación con dos años en Níger.

Quizás lo más interesante es la lista de países que están mejorando, con Turquía a la cabeza, logrando el aumento más espectacular en las clasificaciones: escalando a la posición 43 de la 102 en la lista y logrando mejoras en cada componente del índice.

La nación produjo una expectativa de capital humano de 20 años en 2016, en comparación con ocho años en 1990.

Los hallazgos son significativos,  subrayan la importancia de invertir en las personas y porque los investigadores descubrieron que las naciones con mayores mejoras en el capital humano, también tienden a tener un crecimiento más rápido.

Esto probó ser así en Turquía, China, Tailandia y Brasil, que registraron un mayor crecimiento económico que los países pares, con niveles más bajos de mejora del capital humano en el mismo período.

Estos estudios son fundamentales para trazar las verdaderas políticas públicas tanto nacionales como regionales, porque como expone el último Informe Global de Capital Humano del Foro Económico Mundial, el capital humano puede ser el factor determinante más importante del éxito de un país a largo plazo.

Ese informe mostró cómo, en promedio, el mundo ha desarrollado solo el 62% de su capital humano o, en otras palabras, que las naciones están desperdiciando alrededor del 38% de su talento.

Las necesarias reformas educativas y el mayor acceso a la salud de calidad son las llaves para comenzar a crear un verdadero capital humano, apto para los retos de la formación y diversificación tecnológicas.

Porque como bien lo expresó el Dr. Christopher Murray, Director del Instituto de Métricas y Evaluación de Salud de Universidad de Washington, “"Nuestros hallazgos muestran la relación entre las inversiones en educación y salud y la mejora del capital humano y el PIB. Relación que los legisladores tan peligrosamente ignoran".

* Politóloga Venezolana, Analista Político y CEO en Arquiluz.

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