El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, destituyó al comandante del Ejército, Júlio César de Arruda, después de dos semanas de ataques a las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia.

Arruda había asumido el cargo interinamente el 30 de diciembre, dos días antes del fin del gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, y fue confirmado por la administración de Lula la primera semana de enero.

En su remplazo llega el comandante militar del sureste (Sao Paulo), Tomás Ribeiro Paiva, según informó GloboNews, al destacar que fue el resultado de una reunión con el jefe de Estado en el palacio presidencial Planalto, junto a los comandantes de las fuerzas armadas y el ministro de la Defensa.

El presidente Lula dijo estar convencido de que hubo complicidad interna en la asonada en Brasilia, por la cual más de 2.000 personas fueron detenidas. El mandatario de izquierda anunció una "revisión profunda" de su entorno próximo en el palacio presidencial para privilegiar funcionarios de carrera civiles en vez de militares.

La relación con las Fuerzas Armadas es para Lula uno de sus mayores desafíos inmediatos, según analistas que destacan la amplia presencia castrense en la gestión de Bolsonaro, un excapitán del Ejército, como una señal de afinidad.

El general Tomás Ribeiro Paiva señaló que los militares "continuarán garantizando la democracia" y agregó que "Es el régimen del pueblo, de alternancia de poder. Es el voto. Y cuando votamos, tenemos que respetar el resultado de las urnas", dijo.

Bogotá, D. C, 21 de enero de 2023

Fuente AFP.

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