Carlos Ghosn, nacido en Brasil, es acusado de fraude y detenido por representantes de la fiscalía del Distrito de Tokio. Pero Ghosn no era un CEO o un empleado de ensambladora, era el Presidente de la alianza entre Renault y Nissan, dos poderosas transnacionales del mundo automotriz. Presidía el Consejo de Administración de la japonesa Nissan y la Junta Directiva en la francesa Renault.

Las acciones se hundieron, perdiendo un 5% en una jornada. Las graves acusaciones contra el que fuera Jefe de Renault-Nissan meten a la alianza franco-japonesa en una grave crisis.

Como si no bastase con los escándalos de corrupción de Odebrecht y los Canadá Paper, el desfalco patrimonial de muchos estados como Venezuela y el robo a mano armada del erario público, bajo la complicidad de diversas instituciones, el mundo empresarial global ha sufrido una crisis importante, en una estratégica alianza de países con cultura empresarial y de transparencia, Francia y Japón.

Carlos Ghosn, nacido en Brasil, es acusado de fraude y detenido por representantes de la fiscalía del Distrito de Tokio. Pero Ghosn no era un CEO o un empleado de ensambladora, era el Presidente de la alianza entre Renault y Nissan, dos poderosas transnacionales del mundo automotriz. Presidía el Consejo de Administración de la japonesa Nissan y la Junta Directiva en la francesa Renault.

Nissan informó en un comunicado que una investigación interna reveló que Ghosn, de 64 años, no había informado de la totalidad de su salario, además de cometer otras irregularidades.

Durante meses, empleados de Nissan investigaron los indicios proporcionados por un informante que Ghosn había estado ocultando a la Bolsa de Tokio parte de su salario.

"También en relación con Ghosn, se han descubierto otros numerosos actos significativos de malas conductas, como la utilización de bienes de la compañía para uso personal", señaló la empresa nipona.

Según la agencia japonesa Kyodo, en un plazo de cinco años ocultó presuntamente 5.000 millones de yenes (unos 40 millones de euros o 45 millones de dólares).

Hasta la fecha estaba considerado en Renault un ejecutivo intocable y el fabricante de coches francés había prolongado su contrato a principios de año hasta 2022, con una remuneración muy connotada.

El gobierno francés, por su parte, presionará para que la Automotriz Renault nombre a una cúpula de administración interina, tras la detención de Ghosn, en Japón.

Eso lo aseguró el Ministro de Economía de Francia, Bruno Le Maire. Carlos Ghosn, acusado de fraude, no está "en posición de dirigir el grupo", declaró Le Maire, en una entrevista con FranceInfo. El ministerio controla el 15% de la empresa automotriz Renault.

Por lo menos, en este caso, Ghosn pudo ser encarcelado, luego de ser debidamente investigado y, seguro, será juzgado y tendrá que responder por su delito.

Es una lástima que aun existiendo las mismas instancias de control, previo y posterior, de las gestiones, en las instituciones públicas, escasos personeros vivirán la suerte de Carlos Ghosn.

Sería un respiro ante tanta y tan vergonzosa impunidad.

Tokio, 23 de noviembre de 2018.-

Por Felicia Saturno Hartt.

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