Por Felicia Saturno Hartt. Foto: E. Feferberg/Reuters.- El enérgico y carismático mandatario francés aspira reducir el número de congresistas, mejorar la representatividad y reducir las reelecciones. La oposición francesa criticó su discurso, pero motivó ampliamente a los ciudadanos.

En un discurso de una hora y media ante las dos Cámaras del Parlamento en Versalles, el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, sentó las bases este de la transformación que propone para su país, donde se incluye una mayor proporcionalidad en la representación parlamentaria, la reducción en el número de congresistas y reducir las reelecciones de estos.

Se trata de los primeros esbozos de lo que busca hacer Macron con Francia: concretar una profunda reforma institucional que intenta conseguir la regeneración democrática. También planteó los ejes sobre los que girarán sus cinco años de mandato.

Uno de los primeros cambios, y el más visible, es que este discurso se convertirá en una tradición anual, como hacen otros países como Estados Unidos o Chile.

La idea del mandatario es que los detalles de los planes sean entregados por su primer ministro, Édouard Philippe, ante la Asamblea Nacional. Presentó la idea de reducir el número de diputados y senadores, algo que ya estaba en su programa electoral. Avanzó que estas iniciativas podrían ser sometidas a la voluntad "del pueblo francés en referéndum si es necesario”.

También propondrá introducir "una dosis” de proporcionalidad en el derecho electoral, que facilite la llegada al Parlamento de los partidos más pequeños. Al mismo tiempo, abogó por un cambio profundo del país y se mostró convencido de que su éxito en las elecciones presidenciales y el de su partido en las parlamentarias significan un llamamiento de los franceses a tomar un camino "radicalmente nuevo" para Francia.

El discurso fue duramente criticado por la oposición, que vio en él un signo de una gran aspiración de poder por parte del presidente. Tanto parlamentarios de la Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon, como comunistas y algunos centristas descalificaron la "monarquía presidencial" que, a su juicio, pretende encarnar Macron. En tanto, la ultraderechista Marine le Pen acusó "ambigüedad lírica” en la alocución del mandatario.

Otra medida es el término del estado de excepción que rige en Francia. Si bien Macron reconoció que el terrorismo no está derrotado, adelantó que devolverá "la libertad a los franceses levantando el estado de excepción en otoño” (boreal).

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