El Banco Interamericano de Desarrollo, BID, señaló que el aumento de las tasas de desempleo y de pobreza, contracción económica y el crecimiento del déficit fiscal, son algunos de los efectos que deja la pandemia en los países de América Latina y el Caribe.  Por eso urge “implementar reformas fiscales para preparar el terreno que permita una recuperación sustentable poscovid”.

El Banco Interamericano de Desarrollo, BID, señaló que el aumento de las tasas de desempleo y de pobreza, contracción económica y el crecimiento del déficit fiscal, son algunos de los efectos que deja la pandemia en los países de América Latina y el Caribe.  Por eso, urge “implementar reformas fiscales para preparar el terreno que permita una recuperación sustentable poscovid”.

Los planteamientos surgen del informe macroeconómico anual: “Oportunidades para un crecimiento más sólido y sostenible en la pospandemia”, presentado en la asamblea anual del Banco y que se realizó en forma virtual desde Barranquilla en Colombia, sede del evento.

El balance primario promedio pasó de –0,5% del PIB en 2019 hasta –5,4% en 2020. El déficit fiscal general subió al 8,3% del PIB, desde el 3,0% en 2019, mientras que la deuda pública pasó del 58% en 2019 al 72% en 2020.

Según el BID, la deuda seguirá en aumento y llegará a un 76% en 2023, por consiguiente se recomienda que una reforma profunda en materia fiscal estabilizaría un 72% y que los países con altos ingresos tributarios y alto nivel de gastos, se verían  beneficiados de una mayor eficiencia tanto en el aspecto impositivo como en el de erogaciones.

Focalizar gastos sociales

Destaca el BID que los ingresos públicos podrían ahorrar más de un 4% del PIB con una mejor focalización de los programas de transferencias sociales, emparejando los salarios públicos con los del sector privado, y optimizando las compras gubernamentales, entre otras medidas.

“La reforma que prepara Colombia es el mejor ejemplo de lo que se debe hacer para preparar el terreno al crecimiento sostenible y solventar el gasto social”, dijo el economista jefe del BID, Eric Parrado, durante la presentación del informe realizada con el presidente del Banco, Mauricio Claver-Carone.

Precisó el alto funcionario del BID que los países con bajo recaudo tributario deberían buscar aumentar sus ingresos sin sacrificar el crecimiento. Los mayores ingresos y ahorros deberían destinarse a proyectos cuidadosamente seleccionados que puedan tener un fuerte impacto social y en el crecimiento.

Por su parte Andrew Powell, asesor principal del BID  y uno de los coordinadores del informe afirmó que “Dados los desafíos fiscales y los altos niveles de endeudamiento, la mejora de las instituciones fiscales debería ser un tema de alta prioridad”.

Es importante señalar que el informe recomienda a los gobiernos aprovechar las bajas tasas de interés internacionales vigentes para reducir su pago de intereses, con mayor financiamiento por parte de las instituciones financieras internacionales para reducir los pagos o reemplazar la deuda más costosa.

Crecimiento económico

El BID destaca en su informe plantear una proyección de crecimiento de la región de 4,1% en este año tras la caída de 7,4% del 2020, “cuando se produjo el peor desplome anual de que se tenga registro desde 1821” y que esa expansión se desacelere hasta un 2,5% en 2022 y años sucesivos.

Sostiene el BID que los programas de despliegue de vacunas “avanzarán según lo planeado, que las economías se mantendrán abiertas, y que la economía global se recuperará vigorosamente”.

Anotan que con un escenario más pesimista, “con menor crecimiento de la economía global y potenciales shocks financieros”, se pronostica una desaceleración del crecimiento regional a solo un 0,8% este año y una caída del 1,1% en 2022.

Siendo más positivos destacan que se vislumbra un crecimiento de 5,2% en 2021 y 3,9% para el próximo año.

Caso Colombia

Eric Parrado Herrera Jefe y Gerente General del Departamento de Investigación del BID señaló que Colombia ha tenido un mejor comportamiento que otros países y que su caída en 2020 fue menor a la de América Latina. Para este año se proyecta un crecimiento superior al 5%, mayor que el esperado en la región (4,1%).

Dijo que “Para alcanzar un mayor ritmo de crecimiento, la región necesita implementar una serie de reformas que mejoren la productividad, ayuden a conectar a las empresas a las cadenas globales de valor, y promuevan la economía digital y la creación de empleo en forma inclusiva, sostenible y resiliente”, indica el informe.

Según Parrado Herrera, “América Latina y el Caribe tiene por delante un sendero estrecho, pero claramente definido para salir fortalecida de los shocks sociales y pandémicos de los últimos años”.

Agregó que “Los sistemas fiscales saludables pueden ayudarnos a liberar nuestro potencial, apalancando la reasignación de recursos en todos los sectores y así impulsar el crecimiento de la productividad, promover el empleo formal, y lograr un futuro más verde que desafíe la falsa dicotomía entre crecimiento económico y sostenibilidad ambiental”.

Desempleo y pobreza

En el informe se pone de presente que los mercados laborales tuvieron un gran impacto. “En 12 países de la región se perdieron unos 26 millones de puestos de trabajo entre febrero y octubre de 2020, cifra que cayó hasta 15 millones a febrero de 2021. Debido a ese shock, las proyecciones indican que la extrema pobreza aumentará desde el 12,1% al 14,6%, en tanto que la pobreza moderada se elevaría desde el 11,7% al 14,6%”, establece el informe.

Son contundentes en señalar en el informe que solo una fuerte recuperación podría generar una caída significativa de esos índices de desempleo y pobreza.

Señalan que América Latina y el Caribe tienen  la oportunidad de aprovechar las cadenas de valor regionales y globales ya que las empresas buscan diversificar y fortalecer sus cadenas de suministro. “Un enfoque de integración regional ascendente podría reestructurar los acuerdos comerciales y dar impulso a las cadenas de valor regionales”, añadió.

Crisis Ambiental

El informe del BID indica que la región no solo enfrenta una crisis en materia de salud, sino también ambiental, por lo que recomienda fijar “ambiciosas metas climáticas”, ya que esto no implica sacrificios en términos de empleo o crecimiento.

Recomiendan enfocar inversiones para alcanzar un futuro más sustentable desde el punto de vista ambiental que apunte a  lograr cero emisiones netas de carbón en un período razonable.

Bogotá, D. C, 21 de marzo de 2021

Redacción Ecos Economía

Comments powered by CComment