Las Ciudades son centros de cultura, comercio e industria donde podemos encontrar todo tipo de servicios y oportunidades que fomentan el desarrollo social. Por esta razón, de los más de siete mil millones de personas que habitan actualmente el planeta, más de la mitad reside en ciudades. Esta tendencia seguirá incrementándose en los próximos años, tal y como demuestra el último Informe de la ONU sobre sus previsiones de urbanización mundial. Según este informe, en el año 2050 el 68% de la población mundial vivirá en ciudades, frente al 55% actual.

Aunque las Ciudades del mundo ocupan apenas el 2% del planeta, representan entre el 60% y el 80% del consumo total de energía. Casi la totalidad de esta energía necesaria para la actividad humana procede de combustibles fósiles, recursos no renovables que al quemarse liberan gran cantidad CO2. El aumento del CO2 en la atmósfera tiene graves efectos sobre la salud del planeta, por lo tanto, para que el progreso sea compatible con la vida es urgente tomar medidas que permitan un cambio.

El mundo debe orientarse hacia un uso más eficiente de la energía para poder seguir disfrutando y haciendo uso de nuestras ciudades, sin degradar nuestro entorno. Nuevas ideas y modelos de desarrollo son ahora más necesarios que nunca.

Frente a las tensiones crecientes que afectan a los recursos, nuestra responsabilidad colectiva es economizarlos y protegerlos. Consumir menos recursos, utilizarlos mejor y deteriorarlos menos implica que su disponibilidad para el futuro es mayor. En este sentido, la Economía Circular es una solución eficaz para preservar y renovar los recursos hídricos, energéticos y materiales a nivel local.

La Economía Circular es, además, un modelo de desarrollo y motor del crecimiento, ya que permite establecer una vía hacia la creación de empleo a nivel local. La transición hacia un modelo de Economía Circular va a requerir de mano de obra cualificada con habilidades concretas, un aspecto que está contemplado en la Iniciativa para el Empleo Verde de la CE, desde la que se proponen medidas para anticiparnos a estas necesidades y fomentar el desarrollo de estas habilidades para apoyar la creación de empleo en la Economía verde. Esta creación de empleo también la contempla el Plan de Acción de la UE para la Economía Circular, que ve un enorme potencial en las industrias de la reutilización y el reciclaje.

Fomentar modelos de crecimiento basados en la Economía Circular es una labor que nos incumbe a todos, tanto a organismos públicos como privados, y son muchas las compañías, industrias y organismos públicos que están apostando por hacer esa transformación para seguir creciendo de forma sostenible.

Este cambio es posible, en gran parte, gracias a la tecnología y a la innovación. Un ejemplo de la implementación de soluciones innovadoras es el de las “Ciudades esponja” como Lingang (Shanghái, China) donde, a través de la reorganización del espacio urbano, se ha favorecido la absorción del agua con la creación de tejados con espacios verdes -que retienen el agua y la redistribuyen en los edificios-, aceras y calles permeables o grandes parques que se autoalimentan con las crecidas de los ríos.

Son estas iniciativas las que demuestran, que otra forma de gestionar los recursos es posible, favoreciendo no sólo el bienestar de la población, sino también el desarrollo de las Ciudades y consiguiendo un equilibrio entre sostenibilidad y progreso. Una meta que todas las grandes urbes deberían plantearse.

Madrid, 18 de julio de 2018.

Por Antonio Alonso. Economista.

Foto: Blog de Andalucía es Digital.

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