Por Felicia Saturno Hartt. Foto: E-Media.- Uno de los desafíos de las naciones en desarrollo, particularmente de los países de América Latina, es la superación de los factores internos, que obstaculizan el desarrollo de economías sustentables, según el Informe del FMI, titulado Perspectivas económicas: Las Américas, publicado el pasado abril en Ciudad de México.

Las administraciones corruptas, la visión cortoplacista, la exclusión, la escasa inversión social, la debilidad institucional y la violencia estructural son realidades que generan no sólo crisis económica, sino tejidos sociales deficitarios y problemáticos, porque el impacto de estas realidades se traducen en la ausencia de 2 de los principales factores de sostenibilidad, la gobernabilidad y el capital humano.

En este contexto, aparte de los indiscutibles problemas estructurales, surgen otros que, aparte de reproducir las problemáticas de la estructura social, generan más exclusión, mayor deterioro institucional y pobreza.      

Uno de esos fenómenos, es el de los Ninís, una compleja situación social, presente en todos los países de América Latina, que integra desde la descomposición del tejido social hasta las relaciones de desigualdad de la era global.

Recientemente el Banco Mundial publicó un importante informe sobre este grupo, los Ninis, los que no estudian ni trabajan, una excelente radiografía, desde las diferentes dimensiones de este fenómeno o situación: Ninis en América Latina, 20 millones de jóvenes en busca de oportunidades, coordinado por Rafael de Hoyos, Halsey Rogers y Miguel Székely.

Este informe elabora un mapa interactivo de gran impacto: Uno de cada 5 jóvenes del continente ni estudian ni trabajan, representando el más de 20 millones de personas, en edades comprendidas entre los 15 y 24 años de edad, con una determinante observada, esta situación es muy persistente.

“A pesar del buen desempeño económico de la región durante la primera década del siglo, con altas tasas de crecimiento y una reducción significativa de la pobreza y la desigualdad, la proporción de ninis descendió sólo marginalmente, mientras que el número total de ninis aumentó” según Banco Mundial.

En este orden de ideas, es fundamental comprender las características de los Ninis de América Latina, datos que pueden ser similares en otras regiones del mundo. Según el estudio mencionado del Banco Mundial, los Ninis se caracterizan por: 1) Casi el 60% proviene de hogares pobres o vulnerables. 2) Las mujeres representan 2/3 de la población Niní de América Latina. Los factores de riesgo más importantes que presentan son el matrimonio precoz y el embarazo adolescente. 3) Las mujeres son mayoría pero los hombres son los que han contribuido al incremento del número de Ninis en la región. A medida que ellas se incorporaron al mercado laboral, en un contexto en el que la creación de empleos es limitada, a ellos les resulta más complicado obtener un trabajo. 4) El camino más común para convertirse en un nini es la deserción escolar para empezar a trabajar – muchas veces en el sistema informal –seguido del desempleo y la falta de posibilidad de encontrar una ocupación formal por falta de formación.

Si bien la tasa de Ninis de la región está por debajo del promedio mundial de 22%, existen varios riesgos en esta población. El primero tiene que ver con la productividad. El estudio revela que a medida que hay más Ninis, los ingresos se reducen. Es decir, alguien que es Niní hoy, dentro de 20 años, cuando esté en sus mayores años de productividad, es mucho más propenso a tener menos ingresos que quien no lo fue.

“El efecto adverso de los Ninis en los ingresos no sólo reduce el producto total de la economía, debido a una menor productividad laboral (el motor del crecimiento). También obstaculiza la igualdad. Una incidencia de Ninis más alta en los hogares pobres y vulnerables exacerba las desigualdades existentes”, afirman los expertos en el estudio.

Asimismo, el fenómeno de los Ninis contribuye a la delincuencia, el consumo compulsivo y la desintegración social, especialmente en algunos países. Por ejemplo, el estudio revela que en México, entre 2008  y 2013, cuando se triplicaron las tasas de homicidios, también aumentó significativamente la cantidad de Ninis.

¿Por qué los gobiernos de América Latina y la sociedad en general, deben prestar atención al fenómeno de los Ninis?

  • ·     Contribuye a la transmisión intergeneracional de la desigualdad. Casi el 60% de los Ninis de la región provienen de hogares pobres o vulnerables localizados en el 40% inferior de la distribución del ingreso y el 66% de los Ninis son mujeres.

Este desequilibro, junto con el efecto negativo de largo plazo que el ser Niní tiene sobre el desempeño en el mercado laboral, tiende a perpetuar la transmisión de la disparidad de género y de ingresos de una generación a la siguiente, obstruyendo la movilidad social y la reducción de la pobreza en la región.

            • En algunos contextos, está vinculado a la delincuencia y a la violencia. En Colombia, México y América Central, donde la proporción de Ninis está por encima del promedio regional, el problema se agrava por la presencia generalizada del crimen organizado. En estos entornos, el problema de los Ninis puede estar vinculado al crimen y a la violencia, lo que aumenta los riesgos para los jóvenes y la sociedad en su conjunto.

  • ·   No abordar el problema de los Ninis en América Latina podría impedir que la región se beneficie de la transición demográfica que recién comienza.

En toda la región, la proporción de niños y personas mayores en relación con la población en edad de trabajar llegará pronto a un mínimo histórico. Tal y como ya se ha demostrado en otras regiones del mundo, bajas tasas de dependencia crean oportunidades económicas sustanciales.

Pero para aprovechar este momento propicio, América Latina debe formar el capital humano entre una población de jóvenes cada vez más numerosa y proporcionarle oportunidades en el mercado laboral. Si no lo hace, el creciente número de Ninis puede frenar, por completo, las ventajas del dividendo demográfico en la región.

Para abordar el fenómeno de los Ninis, los encargados de formular las políticas de la región deben comprender la magnitud del problema, su evolución, y saber quiénes son.

Una acción eficaz depende de un diagnóstico preciso, para categorizar las poblaciones y grupos etarios, según sus entornos y planificar estrategias realistas de intervención en su ciclo vital, con equipos inter y multidisciplinarios, que integren a los grupos familiares, comunidades, grupos significantes y a los propios jóvenes.

Se requiere intervenir desde la situación de abandono, en todas sus expresiones y manifestaciones, hasta la posibilidad de la formación y empleo, con la indispensable edificación de proyectos de vida.

Sólo de esta forma será posible superar esta situación problemática sin que se torne en uno de los dilemas del Subdesarrollo.

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