En una iniciativa que la Organización de Naciones Unidas (ONU) describió  como el esfuerzo más ambicioso llevado a cabo nunca antes, para luchar contra la contaminación por plásticos, 250 grandes compañías alimentarias han firmado un compromiso para dejar de utilizar el plástico en sus envases en el 2025.

En una iniciativa que la Organización de Naciones Unidas (ONU) describió  como el esfuerzo más ambicioso llevado a cabo nunca antes, para luchar contra la contaminación por plásticos, 250 grandes compañías alimentarias han firmado un compromiso para dejar de utilizar el plástico en sus envases en el 2025.

Entre las firmantes se encuentran todos los grandes grupos de la industria alimentaria, como Coca-Cola, Pepsi Co., Kellog´s, Nestlé, Unilever, Danone o Mars.

La iniciativa es resultado de la colaboración entre The Ellen MacArthur Foundation y el Programa Medioambiental de Naciones Unidas (UNEP), las organizaciones que han logrado alcanzar el acuerdo con la industria.

Según cifras que detalla el Foro Económico Mundial, si en 2014 se produjeron 311 millones de toneladas de plásticos, se estima que en 2050 llegaremos a unos 1,124 millones de toneladas. Esto quiere decir que habrá más plástico que peces en los océanos.

No hay alternativa

Aunque es una noticia a todas luces positiva, más que un gesto de Responsabilidad Social Corporativa, el acuerdo es un movimiento de la industria para adelantarse a lo que pronto será un requisito legal, al menos en Europa.

La Comisión Europea presentó en primavera una serie de medidas para reducir significativamente la producción de plásticos y la contaminación que estos producen, especialmente en el mar. La semana pasada, el Parlamento votó por la erradicación total de todos los plásticos de un solo uso para 2021 (cuatro años antes que el compromiso alcanzado por la industria).

La UE ha puesto el ojo, en concreto, en 10 productos desechables que representan el 70 % de toda la basura marina: entre otros, la cubertería de plástico, las pajitas, las botellas y los envases de comida. La alternativa a estos envases desechables será una obligación legal, para la que muchas compañías están ya trabajando. 

Hasta ahora, el enfoque mayoritario para reducir los residuos plásticos pasaba por evitar que estos acabaran donde no debían. Pero esto ya no es suficiente.

“Sabemos que limpiar plásticos de nuestras playas y océanos es vital, pero esto no impide que la marea de plástico entre en los océanos cada año”, ha asegurado Ellen MacArthur, la exregatista británica que preside la fundación que se encuentra tras esta iniciativa. “Necesitamos avanzar río arriba hacia la fuente del flujo”.

Nueva York, 30 de octubre de 2018.-

Por Redacción Ecos Ecología.

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