La escritora colombiana Pilar Quintana (Cali, 1972) ha sido galardonada con el Premio Alfaguara de Novela 2021, dotado con 175.000 dólares (145.000 euros, aproximadamente) y una escultura de Martín Chirino, por la obra Los abismos, presentada con el mismo título y bajo el seudónimo de Claudia de Colombia.

La escritora colombiana Pilar Quintana (Cali, 1972) ha sido galardonada con el Premio Alfaguara de Novela 2021, dotada con 175.000 dólares (145.000 euros, aproximadamente) y una escultura de Martín Chirino, por la obra Los abismos, presentada con el mismo título y bajo el seudónimo de Claudia de Colombia.

El jurado, presidido por el escritor Héctor Abad Faciolince y compuesto por las también escritoras Ana Merino e Irene Vallejo, la directora internacional del Hay Festival, Cristina Fuentes La Roche, el periodista y escritor Xavi Ayén, el librero de Nollegiu (Barcelona), Xavier Vidal, y Pilar Reyes (con voz pero sin voto), Directora Editorial de Alfaguara, ha declarado ganadora la novela por mayoría.

La editorial convocante del premio, publicará la novela de manera casi simultánea en todo el ámbito hispanohablante.

El jurado destacó que Los abismos "se adentra en la oscuridad del mundo de los adultos a través del punto de vista de una niña que, desde la memoria de su vida familiar, intenta comprender la conflictiva relación entre sus padres".

Con el telón de fondo de un mundo femenino de mujeres atadas a la rueda de una noria de la que no pueden o no saben escapar, la autora ha creado una historia poderosa narrada desde una aparente ingenuidad que contrasta con la atmósfera desdichada que rodea a la protagonista. Con una prosa sutil y luminosa en la que la naturaleza nos conecta con las posibilidades simbólicas de la literatura, y los abismos son tanto los reales como los de la intimidad".

"Estoy tan nerviosa como en el primer evento literario al que fui en mi vida", ha reconocido Quintana, que ha dado las gracias a su familia por permitirle aislarse durante largos periodos de tiempo durante la pandemia para poder terminar la novela, así como a su agente, a su editor de siempre, a sus lectores, y a una amiga del colegio que la ha ayudado a recordar numerosos episodios de su infancia. Y es que la novela combina, según ha explicado la propia Quintana, hechos imaginados con experiencias propias.

Bogotá, D. C, 11 de febrero de 2020

Redacción Ecos Cultura

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