Por Alejandro Monroy.-Son seis frutas que se cultivan en Colombia. Hay 540 especies diferentes en el mundo, de las cuales tenemos 167, lo que hace que seamos el país con la mayor cantidad de estas variedades en el mundo. Con la celebración del Primer Congreso Mundial y el Tercero Latinoamericano en Neiva, Huila, entre el 15 y el 17 de marzo, las pasifloras pisan duro y se reafirman como frutos de exportación.

De las 167 especies identificadas, seis de ellas -maracuyá, granadilla, gulupa, cholupa, curuba y la badea- .son utilizadas y apetecidas en la dieta diaria de miles de colombianos. Con amplia aceptación en el  mercado internacional, su  demanda las ha ubicado en el tercer renglón de exportación, después del banano y la uchuva. Esta media docena de frutas consideradas exóticas en otros continentes, hasta donde llegan gracias al emprendimiento individual de cultivadores colombianos, hacen parte de la familia conocida como pasifloras, especies con las cuales hemos convivido toda la vida.

Es un mercado con probada proyección internacional, que atrae con fuerza al mercado externo y que puede ofrecer unas posibilidades ciertas de afianzamiento de la paz en el país, en momentos que se buscan alternativas de variación de cultivos para miles de colombianos que ven como segura la posibilidad de regresar al campo, lugar del que alguna vez salieron por causa del conflicto interno.

“En un hogar colombiano por lo menos una vez a la semana hacen jugo de maracuyá o curuba, y alguno de los días comen granadilla; por su parte, la gulupa es una fruta que se exporta y la gente solo la conoció el año pasado a raíz del verano tan fuerte que hizo que el maracuyá  alcanzara precios muy altos, y fue la gulupa que se quedó en el mercado  interno, con precios más accesibles, la que remplazó a la que también se conoce como la fruta de la pasión”, explica Santiago Ríos Villalba, Presidente Ejecutivo de Fedepasifloras, la Federación Colombiana de Productores de Pasifloras.

En el comercio actual, donde cuentan las estrategias para agruparse, para defender intereses comunes, para conseguir mejores beneficios a los productos y estar a tono con las normas internacionales de producción, en el que el consumo amigable con el planeta lo es casi todo para sobrevivir, Fedepasifloras entra a jugar un papel definitivo entre los cultivadores de estas especies. Con dos años de actividad, la Federación aflora por la necesidad de que exista alguien que vele por los derechos y deberes de este importante sector de la canasta exportadora nacional. Así es como con el apoyo del Ministerio de Agricultura se crea esta entidad gremial con el fin de brindar asistencia técnica a los productores de pasifloras.

“El objetivo es agremiar a todos los cultivadores de pasifloras que hay en el país para comenzar a trabajar con ellos las buenas prácticas agrícolas, para empoderar al productor sobre la responsabilidad que tiene a nivel nacional y mundial para que obtenga un producto que sea amigable con el medio ambiente, con el cuerpo humano y que genere beneficios económicos e impulse el desarrollo regional donde se siembran estas frutas”, señala el directivo gremial.

Mapa productor y problemática

 

Para Santiago Ríos, uno de los intereses mayores de la Federación que preside es concientizar al cultivador y mostrarles que el agro funciona y se cuida de igual forma se hace con el cuerpo humano: “Es necesario alimentarlo de la mejor manera, aplicarle productos que sean compatibles con la naturaleza para que podamos tener unos productos de buena calidad, que no ofendan el medio ambiente, que no degraden las tierras afectando las fuentes hídricas, porque están utilizando productos nocivos que dejan rastros y trazas químicas lo cual evita que este tipo de productos puedan comenzar a ser exportados”, afirma.

Las zonas más fuertes para el cultivo de las pasifloras en el país son el departamento del Huila -el mayor productor de pasifloras- donde se da gran variedad de maracuyá, la mayoría de la granadilla que sale del país se produce allí, la gulupa a nivel internacional tienen denominación de origen del Huila, y la badea, fruta regional de este departamento.

Los santanderes también dedican tierras a su cultivo, la gulupa se comienza a sembrar para exportación en el Cauca, también se siembra gulupa y Curuba en Boyacá al igual que en el departamento de Antioquia.  Hay cultivos para exportación en el Meta, en la región del Ariari; también hay maracuyá en el Valle del Cauca, y se comienza a sembrar en el Tolima.

Según Fedepasifloras, los cultivos que se dan desde los cero metros hasta los 1200, tanto en clima caliente como frio, son cultivos minifundistas, de media o de una hectárea. “Aunque la receptividad para el cultivo de las pasifloras crece entre los productores, es importante la asociación porque si no vamos a tener los problemas que tiene el sector agropecuario en general, entre ellos que no hay homogeneidad en la utilización de químicos, y otro que se da, por lo menos en el departamento del Huila que es el principal productor, donde no se factura, entonces no se genera desarrollo e infraestructura para la región”.

La Federación viene trabajando en departamentos  como el Huila y del Cauca,  zonas que históricamente han sido afectadas por el conflicto armado y donde se comienza a mostrar una oportunidad de desarrollo, a la vez de negocio y sustento. “Estamos trabajando en Corinto y Toribio en el Cauca; en el Huila en Algeciras, en Colombia y Tello, zonas donde ha habido presencia de grupos armados y este tipo de cultivos lo que hace es generar desarrollo para la región”, enfatiza Santiago Ríos.

Y para cerrar este primer capítulo de un brillante futuro para las pasifloras, la Federación realizará el 15, 16 y 17 de marzo en Neiva el III Congreso Latinoamericano y el I Congreso Mundial, donde la Curuba, la Granadilla y el Maracuyá serán las joyas que concentrarán las  miradas de los invitados. Se hablará sobre el desarrollo de las pasifloras en diversas latitudes, estarán expositores colombianos de la Universidad Nacional donde se llevan a cabo importantes investigaciones sobre el tema; asistirán expositores de Brasil, Perú, Bélgica, empresarios y productores que serán testigos de las maravillas que ofrece Colombia en este campo, entre otros eventos. Sin duda, el 2017 es el año en que las pasifloras obtendrán el sitial de honor que merecen en el jardín de las frutas exóticas. 

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