El cadáver del gran pintor y escultor colombiano, Fernando Botero Angulo, entró en Cámara ardiente en el salón Elíptico del Capitolio Nacional, para que los compatriotas le den el último a Dios, ceremonia protocolaria que se inició con la presencia del presidente del Senado, Iván Name; y de la Cámara de Representantes, Andrés Calle.

Por Luis Fernando García Forero*. – El cadáver del gran pintor y escultor colombiano, Fernando Botero Angulo, entró en Cámara ardiente en el salón Elíptico del Capitolio Nacional, para que los compatriotas le den el último a Dios, ceremonia protocolaria que se inició con la presencia del presidente del Senado, Iván Name; y de la Cámara de Representantes, Andrés Calle.

El homenaje póstumo se inició tras la interpretación del himno nacional a cargo de la Banda del Batallón Guardia Presidencial, donde un minuto de silencio llamó la atención de los asistentes en memoria del pintor y escultor Fernando Botero Ángulo, quien revolucionó el arte plástico a nivel mundial por sus obras donde se destaca el volumen en el cuerpo humano, en un animal o un objeto.

Familiares, amigos y autoridades, así como miembros del cuerpo diplomático, asistieron al acto en memoria del maestro nacido el 19 de abril de 1932 en Medellín, capital del departamento de Antioquia.

Homenaje a Fernando Botero en el Congreso de la República

"Para Colombia, la vida y obra del maestro Botero, es la impronta del gran colombiano que, con su intelecto y sabiduría, permeó los corazones del mundo artístico, dejando una huella indeleble de su legado, sus colores y el amor por su patria", resalta la moción de duelo emitida por el Congreso de Colombia.

Sus hijos Fernando y Lina, recibieron, la resolución de moción de duelo, de la mano del presidente del Congreso de Colombia, Iván Name, que destaca la labor, compromiso y aporte del artista a las artes plásticas en Colombia y a nivel mundial.

“Hoy es un día en que no pudimos cantar la primera estrofa del himno porque estábamos compungidos. No sabíamos cómo hacer esa despedida, hemos despedido a los mortales, a los heroicos colombianos, pero nunca habíamos despedido a un hombre universal. No sabíamos cómo debían sonar las trompetas, los tambores, nuestros soldados, nuestros honores a un hombre que detuvo el mundo por un instante y no lo hizo con la palabra de la política, del poder, de la oratoria; lo hizo con un pincel y con sus manos”, afirmó en tono emotivo el presidente del congreso colombiano Iván Name.

El presidente de la Cámara de representantes, Andrés Calle dijo que “Uno de sus legados fue hablar de paz. Hoy los colombianos buscan la paz. No es coincidencia que hoy, un día después del día internacional de la paz, nos reunamos en el salón de la democracia a darle el último adiós a alguien que siempre busco en su arte un país en paz”.

El féretro del pintor paisa, Fernando Botero Ángulo, concentra la mirada de sus visitantes en el centro del Salón Elíptico de la Cámara de Representantes, en cuyo fondo se ilumina y enaltece el mural Tres Cordilleras y Dos Océanos, de su colega y amigo Alejandro Obregón, QEPD, Juntos ¡Grandes Universalmente! que dejaron en alto a Colombia.

En ese escenario sublime de la patria, se dirigió Lina Botero, su hija, quien en tono compungido dijo que su padre, "a pesar de haber vivido casi la totalidad de su vida fuera de Colombia, llevaba el país firmemente inscrito en su corazón". Agregó que "Hasta el último momento mi papá se mantuvo actualizado y preocupado por el país, tratando de brindar a los demás las mismas oportunidades que para él hicieron una diferencia colosal en su vida".

Al referirse a las obras de su padre, destacó que “Cuando vemos las escenas de masacre que hacen parte de la serie sobre la Violencia en Colombia, temas que produjeron en él rabia e indignación, reconocemos de inmediato que se trata de un Botero, gracias a su estilo, inconfundible. A pesar del tema, a veces inclusive brutal, sus obras siempre comunican esa sensualidad, esa belleza porque como él solía decir, fueron pintadas con amor”.

Dijo que su padre sentía lo que le pasaba a Colombia. “El país estaba viviendo uno de los momentos más trágicos de su historia reciente. En medio de las masacres, los secuestros y los asesinatos que ocupaban a diario los titulares de los medios de comunicación, muchos habían perdido confianza en el país".

Uno de los aspectos más emotivos de las palabras de Lina Botero fue cuando recordó el anuncio de su padre a la familia de donar la totalidad de su colección de arte, reunida a lo largo de 35 años.

Homenaje a Fernando Botero en el Congreso de la República

“Nos sorprendió con el anuncio de las dos donaciones que hoy conforman el Museo Botero de Bogotá, y el Museo de Antioquia de Medellín junto con la Plaza Botero, como un gesto contundente de fe en nuestro futuro. Siempre me decía que esa decisión fue la más inteligente y la más sabia que tomó jamás porque lo que él donó se le había devuelto multiplicado mil veces por algo mucho más importante que el dinero: el afecto y el reconocimiento de la gente” expresó Lina.

Describió como veía a su padre organizando la donación donde adquirió obras para completar lo que le debería dar a Colombia, incluyendo las que tenía colgadas en las paredes. “Fue entonces cuando le pregunte, ¿por qué no regalas todo, pero dejas al menos estas? Y me respondió: Porque un regalo que no duele no es un buen regalo. Esa frase se me quedó grabada en la memoria para siempre”, dijo con voz entrecortada.

En el sentido acto, también habló el nieto del maestro, Fernando Botero Pineda, quien recordó a su abuelo cuando le decía que “La plenitud y el deleite en la vida se consigue atravesando los caminos más espinosos…y que solo se pueden recorrer cuando las personas se arraigan a sus convicciones, es decir, aferrándose a una visión de vida, dejando a un lado la comodidad y buscando siempre soluciones en lugares donde para otros, no ha habido respuestas. Aprendí de él que la generosidad no se mide con palabras, sino con gestos sin esperar nada a cambio y dar oportunidades a quienes no la han tenido…”      

El féretro estará en Cámara ardiente hasta el lunes 25 de abril en las horas de la mañana, donde en una Eucaristía en la catedral primada, concelebrada por el Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, monseñor Luis José Rueda Aparicio, y con la presencia del jefe de Estado colombiano, Gustavo Petro Urrego y personalidades de la vida nacional y el cuerpo diplomático, culminará su paso en Bogotá, después el cadáver será trasladado a Medellín su tierra natal.

"Al final sus cenizas regresarán a Pietrasanta, pueblo italiano de artistas y artesanos donde él trabajó la escultura durante más de 40 años. Allí reposará al lado de su esposa, la artista griega Sophia Vari, quien falleció en mayo pasado”, anunció su hija Lina.

 

Bogotá, D. C, 22 de septiembre de 2023

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