Por Mario Ramírez.*- Donald Trump, presidente de Estados Unidos, tomó la decisión de retirarse del acuerdo nuclear con Irán, firmado en el 2015 por el presidente Barack Obama y por las principales potencias mundiales, Rusia, China, Francia y el Reino Unido, más Alemania .

Los analistas internacionales dicen que Trump se dejó presionar por Israel y Arabia Saudita, para buscar renegociar un acuerdo más acorde con los intereses de los Estados Unidos.

El acuerdo limitaba el programa atómico de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales, pero los líderes  Iraníes dicen que se niegan a negociar un nuevo acuerdo.

La decisión cayó como un baldado de agua fría en Europa y los aliados de los Estados Unidos, pero Riad y Tel Aviv celebraron la decisión de Trump sobre Irán.

La salida de Estados Unidos del acuerdo con Irán provocó una grave crisis en sus relaciones con Europa. Las acciones unilaterales de Washington están en contradicción con los intereses de los principales estados europeos como Francia, Alemania y Reino Unido.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó en un mensaje que su país, Alemania y Reino Unido  lamentan la decisión de su homólogo estadounidense, Donald Trump, de abandonar el acuerdo nuclear iraní. El sistema internacional de lucha contra la proliferación de armas nuclear está en juego”, dijo Macron.

La Unión Europea se unió a la lista de lamentaciones. “El acuerdo nuclear pertenece a toda la comunidad internacional y la UE está determinada a preservarlo. Al pueblo iraní le digo: haced porque ninguno lo desmantele, es uno de los más grandes objetivos jamás alcanzados por la comunidad internacional”, dijo la alta representante de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini. Además, la jefa de la diplomacia comunitaria agregó que “si Estados Unidos cambia de idea serán bienvenidos”.

La ONU, por su parte, hizo un llamado  al resto de países firmantes del acuerdo nuclear con Irán a seguir cumpliendo con el pacto. El secretario general de la ONU, António Guterres, se declaró “muy preocupado” por la decisión del presidente estadounidense y reiteró que el acuerdo nuclear es un “gran logro” de la diplomacia y las políticas de no proliferación.

El pacto nuclear firmado en 2015 había acabado con 34 años de «guerra fría» entre Washington y Teherán, pero la llegada de Trump cortó de cuajo esta especie de reconciliación por la que los iraníes se comprometieron a congelar su programa atómico a cambio del levantamiento de sanciones. La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) refleja en cada informe que los iraníes cumplen lo acordado, pero Trump se alineó desde el comienzo con los planteamientos de israelíes y saudíes, que ven a Irán como su gran enemigo regional.

Además de lo inconveniente del rompimiento del pacto, los pasos del presidente de Estados Unidos Donald Trump por la salida de la parte estadounidense del Conjunto plan amplio de acción (CPAA) sobre el programa nuclear iraní, es contrario las decisiones de los estados miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y constituyen un incumplimiento de las resoluciones del Consejo de Seguridad.

Como efecto colateral de la decisión, las empresas occidentales que tienen intereses económicos en Irán, incurrirán en pérdidas significativas, por el cese de la ejecución de los contratos, y las limitaciones de trabajar con el gobierno iraní debido a las sanciones impuestas, como por  ejemplo el bloqueo a otorgar la licencia para el suministro a Irán de aviones “Boeing”.

Estados Unidos una vez más demuestra la imprevisibilidad y falta de fiabilidad ante los compromisos internacionales contraídos. La propuesta del presidente de los Estados Unidos D. Trump de celebrar un nuevo acuerdo con Irán en las unilaterales condiciones estadounidenses, no podrá reemplazar el CPAA alcanzado tras enormes esfuerzos diplomáticos de la comunidad internacional.

La propuesta de la Casa Blanca de establecer el nuevo acuerdo no garantiza la preservación de la estabilidad y la seguridad, así como no da ninguna base para la construcción de paz en la región.

Bogotá, D. C, 18 de junio de 2018.

*Abogado y Periodista.

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