Los franceses renovaron y continuarán con la segunda vuelta sus consejos regionales, con una particularidad, y es que, desde las últimas elecciones, el mapa regional ha variado significativamente: el territorio metropolitano ya no está dividido en 22 regiones, sino en 13 gracias a la reforma perseguida por François Hollande, para simplificar la administración y reforzar el peso de las regiones en el proceso de descentralización.

Pero lo más significativo de estos comicios no es el nuevo mapa administrativo, sino el efecto que tendrán los atentados del 13 de noviembre en París. El clima de miedo e incertidumbre que han generado parece favorecer al Frente Nacional, que se perfila, según los últimos sondeos, como el partido más votado de Francia, y deja en un segundo lugar a Los Republicanos, el partido presidido por Nicolás Sarkozy, que contaba con seguir recuperando terreno, como ya hizo en las municipales, en detrimento de la izquierda en el poder.

Desde los ataques terroristas, la vital preocupación de los franceses ha dejado de ser el desempleo, a pesar de que sigue aumentando inexorablemente (75.000 parados más en el tercer trimestre 2015), para dejar paso a la inseguridad, que se ha convertido en el tema principal de los últimos días de campaña. Y cuando se pregunta a los futuros electores qué partido resolvería mejor, a su juicio, estas cuestiones, la mayoría responde que el Frente Nacional.

Efectivamente, Marine Le Pen ha llevado este 6 de diciembre de 2015 al Frente Nacional, el partido ultraderechista francés, a las cuotas más altas de su historia. La organización ha acaparado en la primera vuelta de las elecciones regionales alrededor del 30% de los sufragios, por encima de Los Republicanos del exjefe del Estado Nicolas Sarkozy y de los socialistas del actual presidente François Hollande. Es un nivel nunca alcanzado hasta ahora por la ultraderecha, que confirma el éxito de la estrategia de la presidenta del partido de desdiabolizar a un grupo político que gana adeptos entre las clases populares.

Ha sido, además, el partido más votado en primera vuelta en seis de las 13 regiones metropolitanas. Marine Le Pen tiene al alcance de la mano la presidencia de la región, Norte-Paso de Calais-Picardía. En esta primera vuelta, con el 89% de los votos escrutados, ha obtenido el 41,65% de los sufragios.

Satisfecha por el éxito obtenido, Marine Le Pen ha sido breve y sobria, sin embargo, en su primera declaración: “El pueblo se ha expresado. Francia vuelve a levantar la cabeza”, ha dicho. Más adelante, ha llamado a todos sus “compatriotas a votarle el domingo próximo” en la segunda vuelta.

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