La Nueva Constitución Cubana: ¿Cambio o retoque?

Cuba apuesta a aprobar una Nueva Constitución Política que sustituya su actual Carta Magna de 1976, aprobada en medio de la Guerra Fría y persigue, sobre cualquier orden, respaldar las reformas económicas y una nueva institucionalidad, más acorde con realidad actual de la isla. El texto será debatido durante tres meses por la población y deberá ser ratificado en un referéndum.

La nueva norma abrirá las puertas al mercado y la inversión privada, sin abandonar su cauce socialista, pero no ya comunista.

El proyecto fue aprobado por la Asamblea Nacional y será llevado a consulta popular entre el 13 de agosto y el 15 de noviembre y luego sometido a un referéndum.

Las reformas económicas emprendidas por Raúl Castro (2008-2018) abrieron paso al trabajo autónomo, que hoy emplea a más de medio millón de personas y representa un 13% de la economía nacional.

Muchos de estos "cuentapropistas" son falsos autónomos que dirigen pequeñas y medianas empresas. Pero la Constitución de 1976 solo reconocía la propiedad estatal y la cooperativa agropecuaria. Ahora se incluirá en el nuevo articulado "otras formas de propiedad como la cooperativa, la propiedad mixta y la propiedad privada".

El sistema político, social y económico de Cuba seguirá declarándose socialista pero eliminará de su texto la consigna de trabajar para el "avance hacia la sociedad comunista".

A pesar de la modificación de la Carta Magna se seguirá reconociendo al Partido Comunista de Cuba (PCC) como el único legal en el país.

Para institucionalizar la política del país y alejarse de los mandatos personalistas del pasado, la Constitución regulará que el futuro Presidente ejercerá el cargo tan solo dos mandatos, de cinco años cada uno.

Asimismo, el proyecto reconoce en su articulado que el capital foráneo no es algo coyuntural para paliar problemas, sino un elemento importante de desarrollo para el despegue de la economía nacional cubana.

En este sentido, las autoridades cubanas han manifestado que el país tiene que atraer más de 2.500 millones de dólares anuales para crecer.

En el orden social, hasta ahora el texto solo reconoce el matrimonio entre el hombre y la mujer, mientras que el nuevo artículo 68 dirá que es entre personas, sin más especificaciones, en respuesta a la demanda de la comunidad LGBTI, abanderadas por la sexóloga Mariela Castro. Las iglesias evangélicas se oponen a la medida.

En cuanto a la máxima magistratura, hasta ahora no existía un presidente de la República y la jefatura del Estado la ejerce el presidente del Consejo de Estado, que es un órgano del Parlamento. Para aspirar al nuevo cargo de Presidente el candidato deberá tener mínimo 35 años y máximo 60 años de edad, haber nacido en Cuba y no tener doble nacionalidad.

En lo referente a la administración territorial y del Estado, se eliminan las Asambleas Provinciales y se crearán gobiernos provinciales, dirigido por un gobernador nombrado por el parlamento nacional. También se creará la figura del primer ministro, eliminada en 1976, que será el encargado de dirigir el Consejo de Ministros.

Quedan de ustedes, queridos lectores observar si fue un cambio o sólo un retoque de oportunidad.

La Habana, 24 de julio de 2018.

Por Redacción Ecos Internacional.

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