Por Felicia Saturno Hartt.- El Secretario General de la OEA, Luis Almagro, se dirigió al Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a través de una Comunicación Oficial, con el fin de analizar y evaluar la grave situación institucional que vive el país en la actualidad, basado en las facultades que le da la Carta Democrática que este Estado firmó y se comprometió a cumplir.

En esta misiva, Almagro, con apoyo jurídico, plantea a Maduro que “todo aquello que signifique impedir a un solo diputado a asumir su banca es un golpe directo a la voluntad del pueblo. Es un concepto esencial de democracia que el único soberano legítimo es el pueblo y, por lo tanto, interpretar y-o  distorsionar lo que este ha expresado en las urnas,  afecta directamente la voluntad popular”.        En este sentido, el Secretario General de la OEA es enfático al expresar que “la democracia tiene un solo camino: el compromiso con los derechos garantizados a todos los ciudadanos del país. Su esencia es proteger los derechos y las decisiones del pueblo respecto a un gobierno que podría abusar de su poder, ignorando o rechazando los resultados de la elección”.

Seguidamente, la primera autoridad de la OEA enfatiza que “el enfrentamiento entre poderes del Estado, los cuestionamientos sobre la legalidad y legitimidad del ejercicio de sus funciones, pone a Venezuela en una situación de mayor polarización y de bloqueo institucional que profundiza la crisis política, institucional y económica que atraviesa el país”

Para enunciar a posteriori que todo el comportamiento observado en Venezuela, desde los comicios hasta la instalación de la nueva asamblea, han expresado “la utilización del poder público para silenciar y acosar a la oposición, la violación de los frenos y contrapesos propios de la separación e independencia de los poderes, el nombramiento oportunista de miembros del poder judicial, la injerencia en distintos poderes del Estado, todo esto constituye una erosión de la democracia, que contraviene los pilares fundamentales de la OEA y de principios establecidos claramente en su tratado fundacional y en la Carta Democrática Interamericana”.

Al final de su comunicación Almagro solicitó al Presidente de Venezuela hacer cumplir su compromiso de respetar el resultado de los comicios del 6 de diciembre de 2015, dar todas las garantías constitucionales a los ganadores y construir el camino al diálogo.

Si continúa el conflicto institucional y se rompe el proceso político democrático de separación de poderes en Venezuela, la OEA podrá suspender temporalmente al Estado Venezolano del ejercicio de su derecho de participación.

Aun cuando la OEA no posee mecanismos de intervención directa como la ONU (Cascos Azules), la exclusión del sistema interamericano limita la capacidad de acción del gobierno y pondrá en entredicho su gestión administrativa ante el escenario global.

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