Reportajes
- A unos 300 damnificados entre pensionados y ahorradores no se les permite conocer ni estados financieros ni cuentas claras de su dinero durante la oferta de vinculación y el Proyecto.
- Les prometieron rentabilidad anual del 12 por ciento y en años no lo han recibido.
- No es claro por qué Acción Fiduciaria permitió que Entreparques se quedara con 350 derechos fiduciarios por los cuales no pagó.
Las víctimas de una maniobra financiera elevaron una Acción de Grupo ante la justicia para que determine la responsabilidad de Entreparques Constructora S.A.S. y Acción Fiduciaria en el paradero de más de 12.000 millones de pesos que les depositaron centenares de familias con destino al Four Point by Sheraton, un hotel de más de 120 habitaciones hoy con la marca Marriot, ubicado en los alrededores del parque de la 93 en Bogotá, el cual prometía rentar el 12 por ciento anual vitalicio para cerca de medio millar de pensionados y ahorradores que ahora no saben a quién reclamar por la promesa que luego de varios años no llega.
Uno de los hechos más graves es que no entienden bajo qué fórmula Acción Fiduciaria permitió que la promotora Entreparques Constructora S.A.S. se quedara con 350 de los 1.400 derechos fiduciarios sin haber pagado por ellos y recibiera los excedentes como una supuesta utilidad cuando ese proyecto no tenía por qué generar utilidades ya que no se vendió nada, solo se recogió el dinero de los aportantes de este fideicomiso A Hotels creado el 19 de mayo de 2.009.
“Con folletos elegantes nos prometieron que con cada derecho se rentaba de 800 mil a 1`600.000 pesos mensuales, casi el 10 por ciento anual. El hotel empezó a funcionar hace unos años y la rentabilidad ha sido cero. El año pasado no lo contamos por la pandemia, pero hemos estado afectados”, manifestó María Gabriela Perdomo de Angulo, pensionada, quien, a través del abogado Carlos Páez Martín en represenrtación de los afectados, interpusieron la Acción de Grupo ante un juez del circuito.
Agregaron que buscaron sin éxito hablar con el representante legal de Entreparques, Jaime Felipe Silva, que entregaron su dinero a Acción Fiduciaria “que es la que nos protege y lo que hizo fue pasársela a la Constructora. Somos personas mayores y necesitamos tener inversiones para poder vivir, parte del ahorro nuestro era ese para nuestro sustento mensual”.
El juez del circuito de Bogotá deberá esclarecer el negocio fiduciario que ofreció la fiduciaia y la constructora a pensionados y ahorradores como "democratización de la Inversión", enfocados en inversionistas con bajos montos, sin capacidad de agruparse y según los abogados en volumen terminaron cobrando hasta dos veces el valor del proyecto.
Ahora la fiduciaria y el constructor afrontan una Acción de Grupo multimillonaria a la que este año se podrían unir más de 300 víctimas. Acción Sociedad Fiduciaria ni en su nombre ni como vocera del Fideicomiso A Hotels contestó la demanda, lo cual según los abogados, para la ley colombiana se prevé como que acepta ciertos los hechos.
Piden que se condene a los demandados al pago de perjuicios causados, “los cuales han sido tasados dado el ocultamiento de información por parte de Acción Fiduciaria S.A., anticipadamente en 12.204`661.518 de pesos”.
“A la fecha ni Acción Fiduciaria ni Entreparques dan razón financiera de lo que realizaron en desarrollo del negocio fiduciario, tampoco sabemos en qué invirtieron los recursos aportados; y, como se trata de un negocio masivo, donde hay cientos de ahorradores que aportaron sumas pequeñas de dinero, mi poderdante, ni los demás ahorradores vinculados al negocio fiduciario, tienen capacidad financiera para mantener este litigio, se solicitó al Fondo para la Defensa de los Derechos e Intereses Colectivos apoyo en los términos del artículo 70 y siguientes de la Ley 472 de 1998”, expresó Páez.
Agregó que “tanto la fiduciaria como la constructora abusaron de su posición dominante y violaron el forma flagrante el Estatuto del Consumidor, el Estatuto del Comsumidor Financiero, además de las disposiciones del Código de Comercio y la Circular Básica Jurídica de la Superintendencia Financiera de Colombia”.
Páez puso los hechos en conocimiento de la Superintendencia de Sociedades para que investigue una eventual captación masiva de recursos del público por parte de Fiduciaria Acción y Entreparques Constructores S.A.S., así como la falta de razonabilidad financiera en la disminución del patrimonio del Fideicomiso A Hotels.
Páez llamó a los aportantes a unirse, perder el temor de agruparse y exigir sus derechos, ya que “el objetivo de estas estratégias es atraer gente en cocteles, con modelos y vendedores habilidosos que los convencieron, pero a ni a la fiduciaria, ni al promotor, ni a la Superintendencia Financiera de Colombia, parecen preocuparles los ahorradores”.
“La Fiduciaria se ha escudado en la reserva bancaria -que no les cobija a ellos pues solo es para los bancos-, y así evadir los cuestionamientos de quienes tienen derecho a saber la verdad. Su finalidad era justificar más costos y hacer aparentes maniobras fiscales. Lo presentaron como un hotel cinco estrellas que no es, a clientes que no conocían de temas financieros, ni jurídicos, y una rentabilidad que sabían que no podrían cumplir", puntualizó Páez.
Este precedente judicial podría motivar a inversionistas de otros proyectos a unirse y exigir sus derechos, como los del mega proyecto BD BACATÁ, el complejo hotelero más alto de Colombia, otro tema sin definir, en el que el promotor BD PROMOTORES COLOMBIA S.A.S. se encuentra en proceso de reorganización empresarial con un retraso en la entrada en operación del hotel de más de cuatro años.
De otro lado, el pasado 15 de diciembre de 2020 la Superintendencia Financiera, mediante Resoluciòn 1102, impuso una sanción y multa de 500 millones de pesos a Acción Fiduciaria por incumplir sus deberes, al no mantener los bienes objeto de fiducia separados de los que correspondían a otros negocios fiduciarios y no protegerlos.
Bogotá, D. C, 3 de febrero de 2020
Write comment (0 Comments)
Por Luis Fernando García Forero.-Esa es la realidad, las cifras no mienten: además de los fallecimientos diarios por el contagio del coronavirus, cada 41 horas asesinan a un líder político o social y cada 5 días a un exguerrillero de las Farc, ahora partido los Comunes. Todo ello demuestra que al cierre del mes de enero del 2021, ha sido el más violento desde la firma del fin del conflicto.
Así lo revela el Monitoreo de Riesgos y Prevención de Afectaciones a los Derechos Humanos de la Unidad de Investigación y Acusación de la Jurisdicción Especial para la Paz, cuando registró 14 enfrentamientos armados entre estructuras criminales y la Fuerza Pública, 13 eventos de amenazas de muertes a líderes sociales, 6 masacres, 5 asesinatos de excombatientes de las Farc, 14 homicidios de líderes sociales, 3 hostigamientos y 7 enfrentamientos armados entre grupos ilegales.
Revela la JEP que cada cuatro días se reconoce una masacre desde que se inició el 2021 y los señala según la territorialidad: Betania, en el departamento de Antioquia; Florencia, Caquetá; Cali, Valle del Cauca; Popayán, Cauca; Tarazá, Antioquia; y Buga, Valle del Cauca. También El Catatumbo en Norte de Santander, en la frontera con Venezuela.
En medio de una pandemia que azota fuertemente a la humanidad y de la que Colombia no se escapa por el considerable número de contagios y de fallecimientos, vemos cómo la fuerza bruta de los violentos sigue y quiere seguir ensangrentando el territorio nacional, ante la mirada atónita de las mismas autoridades y del Gobierno Nacional, que destaca con contundencia, y no está lejos de la realidad, que es el narcotráfico, que persiste en generar más violencia.
Ante los hechos no se ve solución. La ausencia de Estado en muchas regiones del país ha sido inferior a la toma de posesión de territorios que dejaron las Farc y que ahora son espacios que han ocupado los narcotraficantes que no piensan dejar de patrocinar los cultivos de coca y laboratorios para seguir con el narcotráfico. A eso se le suma la minería ilegal y los disidentes de las Farc.
Colombia sigue condenada a ese fenómeno y lo peor del caso es que las víctimas siempre son los campesinos y trabajadores rurales vulnerables que están en medio de los enfrentamientos, que lo único que les queda es dejar el campo o estar condenados a las repetidas masacres, que no las perdonan a quienes son colaboradores de la Fuerza Pública.
A pesar de las voces de dirigentes del mundo incluyendo a colombianos como los expresidentes César Gaviria y Juan Manuel Santos para que se revisen, a nivel de organismos multilaterales como la ONU, OEA o la UE, las políticas de la lucha contra el narcotrafico, estas han sido sordas, mientras que Colombia ha puesto y sigue poniendo, de una u otra forma, los muertos.
Qué decir de las acciones del ELN, grupo subversivo que desde los inicios de la década de los 60 ha estado atacando al Estado, sin que se logre avanzar en diálogos para un fin del conflicto.
El flagelo de la corrupción, no se queda atrás. Colombia es 92 entre países con mayor corrupción según Transparencia Internacional, un tema desesperanzador que frustra el horizonte de una mejor vida para los ciudadanos de bien. Es un exterminio social que conduce a más pobreza e inequidad y subdesarrollo, patrocinado por los ladrones de cuello blanco.
El panorama del país no es el mejor, cuando además nos preparamos este año para la campaña de elección de un nuevo Congreso en marzo del 2022 y al próximo Presidente de la República en mayo del mismo año.
Como están las cosas en Colombia, no solo por los efectos de la pandemia del coronavirus, sino por el aumento de la violencia, no hay duda que el futuro es lúgubre y sombrío, peor aún, si continua la polarización que hubiese desaparecido al menos si nos unimos contra el azote del Covid19, pero no, la misma persiste.
Así las cosas, el proceso electoral que se avecina y que prima como fuerza legítima, para el desarrollo de la maltratada democracia, es un camino que está lleno de espinas y esquirlas, que pone en aprietos al Gobierno para garantizar el Estado Social de Derecho consignado en nuestra constitución nacional.
Colombia merece vivir en paz. Ojalá la Democracia nos de la solución.
Bogotá, D. C, 31 de enero de 2021.
Write comment (0 Comments)“La vida de Carlos Holmes Trujillo es, sin lugar a dudas, una vida con propósito, una vida que se explica, tal vez, en las distintas facetas que acarició, todas ellas con un sello de excelencia”, afirmó el presidente Iván Duque en la ceremonia litúrgica cumplida en la Escuela Militar de Cadetes ‘José María Córdova’, en memoria del Ministro de la Defensa Nacional.
Durante su recorrido por las diversas facetas de la vida de Trujillo García, el Jefe de Estado puso de relieve sus ejecutorias al frente de embajadas y ministerios, así como su liderazgo desde la Alcaldía de Cali y su papel descollante en la Asamblea Nacional Constituyente.
“Más allá de los cargos que ocupó (…), hay un sello inigualable de lo que debe ser la política. Carlos Holmes Trujillo practicó la política con altura, sin vanidades y sin perseguir las vanidades tuvo todos los honores”, dijo.
El jefe de Estado colombiano destacó que Trujillo García “fue en toda circunstancia un caballero. Nunca apeló al ataque rastrero, nunca al chisme, nunca a la conseja, nunca a la trapisonda, nunca a la comidilla voraz que busca destruir la condición del adversario”.
Manifestó que en el debate de las ideas “vencía y se dejaba vencer por un argumento contundente”. También resaltó su condición de amigo leal que “le dice a uno las cosas como son, que le hace ver el peligro, que le hace ver la intervención que se puede mejorar”.
“Él tenía el sueño de ser gobernante de Colombia y no tengo duda de que tenía las mejores condiciones para serlo, pero pude entender que, más allá de la aspiración de gobernar a Colombia, lo que había en él era un propósito de servicio”, aseveró.
Cercano al soldado y policía
Señaló que como Canciller “lo vi gozar la defensa de los principios democráticos, lo vi gozar cuando con ese ímpetu propuso la creación de ProSur”.En su condición de Ministro de Defensa –continuó el Mandatario– “lo vi cercano a la cúpula, siempre con amor y con afecto. Lo vi cercano al soldado y al policía. Lo vi cercano al ciudadano que clama siempre por mayor protección”.
Recordó que cuando (Duque) logró su candidatura a la Presidencia, “su palabra inmediata fue: ‘Cuente con un soldado’. Eso no es usual en la política; la generosidad no es usual en la política, pero él la hizo el más grande sello de su talante”.
“Era más grande que cualquier cargo que hubiera ocupado”, añadió.
Al referirse a Carlos Holmes, el hombre de familia, el Presidente dijo que cuando “él se aproximaba a sus hijos me enseñaba a mí cómo aproximarme a los míos en muchas cosas”.
“Fue un padre de verdad, el que enseña con todas las facultades de su ejemplo y de su condición”, sostuvo. Compañero de gabinete ayudaba a los ministros más jóvenes, “sin nunca sentirse superior”.
Recordó una de sus últimas llamadas, finalizando el año 2020: “Con sus ejecutorias estaba regocijado” por la disminución de homicidios, secuestros y por el aumento de las interdicciones y la erradicación de cultivos ilícitos.
En la parte final de sus palabras, el Presidente leyó ‘El Modelo Alfabético’, obra de Rafael Pombo, y sobre las enseñanzas allí expresadas afirmó que “Carlos Holmes Trujillo fue la encarnación de la virtud del patriota, un ser humano inigualable y siempre honraremos su memoria”.
Bogotá, D, C, 27 de enero de 2021
Fuente: Presidencia de la República.
Write comment (0 Comments)Por Luis Fernando García Forero.- El primer vicepresidente del Senado, Jaime Durán Barrera, instó al presidente de Colombia Iván Duque Márquez para que lidere, a nivel mundial, la creación de un Banco de Vacuna contra el coronavirus que sea controlado por la Organización Mundial de la Salud, OMS, como un acto de sensibilidad social y desafío a la tragedia sanitaria que está azotando a la humanidad.
En diálogo con www.ecospoliticos.com el senador liberal santandereano se mostró preocupado por el alto índice de contagio en Colombia y dijo que el jefe de Estado colombiano debe agilizar la llegada de la vacuna contra el Covid 19, pero a la vez, liderar la creación de dicho banco “que deberá sostenerse a través de un Fondo Solidario de ayuda internacional dónde por medio de aportes, donaciones y demás subvenciones, se puedan adquirir las vacunas”.
Destacó el congresista Durán Barrera, quien forma parte de la Comisión de Asuntos Internacionales y Defensa Nacional del Senado de Colombia, que es un momento preciso para llevar a cabo esa iniciativa, toda vez que el nuevo presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, anunció que regresará a la OMS, precisamente a reforzar la estrategia para dar un golpe contundente que acabe con el aumento del contagio.
El congresista Durán Barrera coincidió con los planteamientos del expresidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, quien señaló que "La vacuna va a ser el termómetro de cómo se va a definir el siglo XXI: Si entre los valores del egoísmo o solidaridad, es decir, en la forma cómo se va a proveer la vacuna en todos los países y se vea si en efecto hay una visión de una sola humanidad”.
Destacó el senador Durán Barrera que las Multinacionales de los Fármacos tienen un compromiso ético de donar a los países más pobres y subdesarrollados un importante porcentaje de dicha vacuna, "porque sus ganancias son exponenciales".
“Presidente Duque lo invito a liderar la creación del Banco de Vacunas que deberá ser controlado por la OMS, como desafío a esta tragedia sanitaria. Hagamos en Colombia la diferencia”, sentenció el senador Durán Barrera.
Bogotá, D. C, 21 de enero de 2021
Write comment (0 Comments)Por Luis Fernando García Forero. Nunca un evento sanitario tuvo la capacidad de mostrar la realidad del Poder Político Mundial cómo la del Covid19.
13 meses antes, en la Navidad del 2019, muchos dirigentes políticos, funcionarios gubernamentales e incluso influencers, afirmaban soberbiamente que teníamos un mundo caminando por la cima de la Modernidad.
En el comienzo del 2021 el balance no demuestra esa afirmación, sino un abanico de improvisaciones, incapacidad de gestión y sobretodo, desamparo con la ciudadanía, principalmente las gentes más vulnerables.
Ciertamente este virus, el Covid19, como el de la Influenza, los contagios de la malaria y el ébola, son enfermedades poderosamente cambiantes, requieren estudio, monitoreo, porque afectan masivamente.
Ausencia de medicina preventiva
De ahí que se requieren políticas públicas en salud con iniciativas para darle prioridad a la medicina preventiva. Un mundo civilizado y políticamente ordenado, podría anticiparse a esos virus con programas que lleguen a todos los rincones de las comunidades en el país.
La realidad del poder frente a esa catástrofe mundial, fue otra. Si nos referimos a Colombia, el Gasto Sanitario, desde inicios de los 90, ha sido inferior ante el Gasto Militar, de un lado. De otro, la tendencia populista ha invadido la Gestión Pública, con ministerios sin planes, sin estadísticas reales, sin dotación sanitaria de emergencia, sin pruebas diagnóstica y sin recursos humanos bien pagos y preparados.
Tampoco ha habido un liderazgo que agarre el toro por los cachos y tome la vocería directa.
El jefe de Estado va con directrices, por un lado, y por el otro, los mandatarios regionales y locales. Se necesita liderazgo fuerte y contundente en decisiones en materia de salud pública ante la pandemia, porque deben estar por encima de cualquier interés económico y político.
El Covid19 es letal, tal como lo demuestra el número de fallecimientos, que en el caso de Colombia está a puertas de llegar a los 50 mil decesos.
Renta Básica
Iniciativas como la Renta Básica, que se empezó a discutir en el Congreso presentado por más de la mitad de los parlamentarios entre senadores y representantes, no tuvo el ambiente, precisamente porque toca la piel económica de sectores que se deberían haber puesto la camiseta por la vida ante la tragedia del coronavirus.
La Renta Básica hubiese amortiguado y mitigado el aumento del contagio puesto que hubieran llegado recursos a los hogares y familias vulnerables del país para su supervivencia.
El Gobierno se quedó corto para tener el valor de apoyar el proyecto en el Congreso, que aún es viable ante la segunda ola que estamos presenciando con dicho virus. Pudo más la fuerza económica, que la política sanitaria para prevenir más contagios y muertos.
No es aceptable que dentro de los decretos de la emergencia se hubiesen incluido articulitos que denunció el partido liberal en el Congreso al señalar que se le daba vía libre para vender acciones de la nación en empresas como Ecopetrol, patrimonio de los colombianos.
La prevención y control del coronavirus, requería que el liderazgo, si lo podemos mencionar, demostrara, en forma contundente, validez desde el punto de vista sanitario y político.
No hubo tampoco una visión estratégica de la situación. “Quédate en Casa” nos salvaba de contagiarnos en la calle, pero no en la casa. Los gobiernos no se preguntaron cómo iba a sobrevivir ese inmenso grupo de gente que a nivel mundial no tiene un empleo formal y que según la OIT son más de 2.000 millones de personas que viven de la economía informal, gran parte en los países emergentes y en desarrollo.
Marketing no alivia el hambre
Pocos pensaron en programas compensatorios o paliativos. Porque la Pandemia reveló su poca capacidad técnica y política. El marketing es ayuda, pero no alivia el hambre. Eso es lo que debe tener en cuenta el jefe de Estado colombiano.
Idealmente se requería un Plan Estratégico más allá de la Emergencia, es decir, una estrategia liderada por el Gobierno con la dirigencia política representada en el Congreso, el Sistema Financiero y los grupos económicos, incluyendo a los pequeños empresarios y agremiaciones.
No hay duda, el Covid19 mató a miles de personas en las UCI o peor aún, en ausencia de estas.
Es importante destacar que también perjudicó a la población los asuntos postergados y pendientes de los gobernantes: programas de asistencia, información sanitaria y asesoría, el acceso a internet para escolares, principalmente en zonas rurales, y el teletrabajo con garantías para los empleados, entre otros.
Claro está que los avispados han hecho sus negocitos y con la rueda de vacunas e insumos, se podrán cuadrar otro año de corruptelas.
Covid 19 sigue mutando
El Covid19 sigue mutando y matando gente y aprovechándose de las debilidades institucionales.
Aún sigue pendiente el salvavidas contra el coronavirus porque las vacunas apenas empiezan y aún no hay un 100 % de su resultado para controlar y erradicar la pandemia del Covid 19.
La estrategia política efectiva para sacarnos de esta catástrofe de salud pública y que ha llevado a la quiebra a millones de personas, aún sigue pendiente.
La Granja, Santander, 8 de enero de 2020
Write comment (0 Comments)
-Helena de Lombana, la Excelencia de la calidad en la cocina que atravesó la Pandemia.-
-Presidentes y Expresidentes de Colombia, grandes industriales, artistas, reinas de belleza, líderes de opinión son clientes asiduos de su restaurante y pastelería.
Por Alejandra Buitrago.- Cuando el máximo líder de la Iglesia Católica, el Papa Francisco, llegó a Bogotá el 6 de septiembre de 2.017, una de las personas más cercanas al Presidente de la República de entonces quiso tener un gesto gastronómico con Su Santidad y le llevó dos clases de galletas pequeñas: unas saladas (suaves bocados hechas con diferentes tipos de queso, roseadas con parmesano dorado por encima) y unas dulces, polvorosas con almendras, de una delicada textura que se deshacen en la boca dejando al final un exquisito sabor a alfajor.
La alta funcionaria del Gobierno llamó apresurada a los hermanos Santiago y Helena Lombana de la Pastelería Helena de Lombana para que por favor prepararan otra porción de galletitas porque Su Santidad quería llevárselas para Cartagena. Como todo lo hecho por estos pasteleros fue bajo pedido y con devoción las hicieron y las enviaron al célebre visitante.
Pero el Papa no es el único que ha deleitado su paladar con las creaciones culinarias dignas de un cake boss, el secreto está en los años de consagración, estudio y experimentación de la fundadora de esta pastelería, Helena Durana de Lombana, y luego de su hijo Jorge Enrique, hoy un sello de calidad y excelencia en una variada gama de delicias de sal y dulce, de pasteles, postres, galletas, panes y platos hechos de una manera orgánica, natural, fresca, equilibrada, casera, gourmet, reflejo de la cultura de los herederos de todo un estilo de vida y una forma de elaborar cada producto.
La lista se extiende desde presidentes de la República, líderes de opinión, grandes industriales, intelectuales, reinas de belleza y artistas que acuden fieles por décadas a la antigua casona de la calle 70 con novena en Bogotá, que se distingue por una pequeña carpa roja a la entrada, donde los dos hermanos conservan con cuidado la sabiduría de su madre Helena de Lombana, dueña de una variedad de recetas que por más de 40 años deleita exigentes comensales.
Fue ese sello de calidad la barca que les permitió capotear los embates de la tormenta económica a raíz de la pandemia que lanzó a la lona a más del 70 por ciento de los restaurantes de Colombia, manteniendo su nómina y a sus proveedores; ya aceptaron que esta Navidad y Año Nuevo serán diferentes porque no tendrán la nutrida clientela de antes en la temporada, como ya no está la de las empresas del sector financiero de la calle 72 de Bogotá, pero a cambio poseen toda la logística para preparar los tradicionales pavos y perniles y llevar a domicilio la gama de platos de sal y de dulce, así como los hechos para vegetarianos y los postres ligth endulzados con estevia. Todo a la Carta, es su tradición.
“Logramos pasar la pandemia sin cerrar un solo día, cayó la facturación pero la lealtad de nuestros clientes de siempre y la calidad de los productos nos permitieron sobrevivir”, dijo Santiago Lombana quien al lado de su hermana Helena están hoy al frente de la pastelería.
Tienen entre sus más valiosos activos la biblioteca de la mamá, las recetas que ella creó, los productos que luego otro de sus siete hijos, Jorge Enrique Lombana, experto en alta cocina internacional, diseñó enriqueciendo el surtido con panes hechos a mano sobre baldosa con aceite de oliva, y otros preparados bajo pedido para entregar dos horas más tarde, un deleite inigualable.
Pero Jorge también partió en el año 2.014, dejando su legado que recibió y ejecuta el que es hace 24 años como su hijo, John Millán, quien con Nubia Montañez, alumna de las enseñanzas de la madre, llevan a su cargo las fórmulas magistrales de recetas como la del pan italiano, los croissants, una variedad de 12 ponqués exclusivos y platos originales.
“Heredamos de mi madre el lenguaje del amor, ella era puro afecto, trataba a todos sus empleados como si fueran sus hijos y hoy ellos aún se sienten así. Nubia es una hija más, una autoridad en la cocina”, dice su hija Helena Lombana quien dejó su empleo para dedicarse a la empresa familiar.
Estos ingredientes hicieron que el Papa se enamorara de las galletitas y esta casta de pasteleros sabe que exigentes paladares los esperan cada día, sin excusas, quienes sólo quieren en estos tiempos difíciles, sentirse como en casa.
Bogotá, D. C, 19 de diciembre de 2020
Write comment (0 Comments)-Jóvenes cafeteros crearon empresas que se proyectan a futuro con innovación y estructura. Con el apoyo de la Federación Nacional de Cafeteros, avanzan nuevos emprendimientos.-
Por Alejandra Buitrago.-Seis nuevos emprendimientos cafeteros de gran potencial en las áreas de tecnología, comercial, agroindustrial, turística y de servicios nacieron en plena pandemia, gracias al impulso del programa Idéate Café de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), que trabaja fuerte por el empalme generacional en la caficultura.
No pasan de los 30 años de edad, son hijos de familias cafeteras que quieren continuar con la tradición de sus ancestros. Están en la Costa, Santander, Antioquia, la Sierra Nevada de Santa Marta, el Eje Cafetero, las montañas cundiboyacenses y el Cauca y han inyectado sangre nueva, tecnología, calidad y variedad al mejor café del mundo.
Un software que agiliza y conecta el pesaje del café a un sistema de administración y contabilidad, una nueva ruta turística con cuatro senderos en la zona cafetera de Cundinamarca, café orgánico de la Sierra Nevada de Santa Marta con una mezcla única, trufas de café y chocolate en el Cauca, adopción de cafetos desde Antioquia para el mundo y miel producida entre cafetales en Riosucio, Caldas, son emprendimientos que se proyectan con el apoyo del eje social de la estrategia de valor de la FNC.
“Para fomentar proyectos de vida en torno al café por una vida digna y sostenible en la caficultura, el programa de emprendimiento Idéate Café fortalece capacidades en los jóvenes para que construyan sus propias iniciativas de negocio y así evitamos que se vayan a la ciudad sin mayores posibilidades”, explica Claudia Rodríguez, Coordinadora de Familias Cafeteras con Equidad de Género y Empalme Generacional de la FNC.
“Las bajas tasas de empleo rural y la afectación de la pandemia en esos sectores dieron paso a talleres y entrenamientos que dejan ver que la FNC está del lado las comunidades cafeteras y busca su bienestar”, afirma Rubén Reyes, consultor externo de la FNC que imparte los cursos de formación sobre emprendimiento para 75 proyectos juveniles, de los cuales se destacaron 25 que avanzan en un proceso de ejecución y seis se consolidan ya como empresas nacientes con ideas novedosas y de gran proyección.
“Algunos ya tienen un plan de negocios y luego viene la aceleración con los más avanzados; unos con facturación nacen con proyección, viabilidad y visibilidad, una esperanza para los demás jóvenes”, agrega Rodríguez.
Se les impulsó dándoles sus páginas web, un consultor financiero y evaluación de perfiles psicológicos, así como estrategias financieras y de comunicación.
Pesaje electrónico integral
En el Valle de San José, Santander, el joven ingeniero mecatrónico Juan David Ortiz, con su empresa Agroitec, puso en marcha un software que literalmente arregla la vida a los cafeteros, pues desde el minuto en que pesa el café, integra la báscula con la administración con miras a lograr certificaciones que mejoren sus ingresos y se reflejen en sus ventas.
El software toma los registros, lleva la contabilidad y los datos de recolección, y favorece el manejo logístico y la rentabilidad de la finca. “Ya tenemos cinco fincas que llevaban 60 años haciendo todo a mano y ahora van a ganar más dinero, tienen todo más organizado, minimizan errores, dan confianza a los padres a la hora de soltar el negocio a sus hijos”, expuso Ortiz.
Adopta un árbol de café vía Colombia Coffee Tree
José Daniel Gallego y María Clara Puerta son hijos de familias cafeteras de Antioquia y desde niños quisieron ser empresarios. Ahora, con menos de 25 años de edad, idearon una empresa pujante que, por medio de su página Colombia coffee tree, permite que desde cualquier lugar del mundo se adopte un árbol de café.
“A quien adopta un árbol se le registra y vía correo electrónico periódicamente le mandamos notificaciones de todo lo que ocurre con su árbol: si floreció, cosechó, se le recogieron 200 gramos de café, lo que suceda y así vas viviendo la experiencia de lo que hace un caficultor en Colombia”, explicó María Clara.
Llevamos la cultura del café de Colombia al mundo y 7 por ciento de las ganancias van al bienestar de los caficultores, agregó su socio José Daniel.
Café 100% orgánico de la Sierra Nevada
A 1.500 metros sobre el nivel del mar se cultivan cafés 100 por ciento orgánicos que, al mezclarlos, producen una deliciosa taza, de sabor suave pero robusto, único en el mundo.
“El Catimor da una taza más fuerte, más amarga, la bebida es más densa y robusta. El Castillo es más suave y lo que buscamos es que sea con un cuerpo más robusto y un amargo más suave, haciendo una mezcla ideal para degustar”, explica Isaías Urquijo, heredero de una casta de indígenas cultivadores de café de la Sierra Nevada de Santa Marta.
“A mayor escala y venta vamos a necesitar más grano de los productores de nuestro corregimiento San Javier con origen indígena y la mística de la montaña”, añadió el joven cafetero, quien ha desplegado capacidades de liderazgo de ventas y conocimientos de carácter armonioso, espiritual, dinámico, vivaz y carismático.
Turismo cafetero en Cundinamarca
Sué, la reserva del Cacique es la empresa de dos jóvenes de familias cafeteras de la región cundiboyacense, Camila Sánchez y Leider Baquero, cerca de la laguna de Iguaque, donde ofrecen un recorrido turístico para mostrar el proceso del café en las fincas, un viaje lleno de paz, espiritualidad y ecología enriquecidas con las tradiciones indígenas, una experiencia para hacer deporte cerca de Bogotá.
“Rendimos homenaje a nuestras raíces indígenas. Tenemos cuatro senderos: el de bosque nativo, avistamiento de aves, ruta cafetera y la ruta de meditación y conexión con la naturaleza”, explica Camila.
Miel Milenaria
Miel Milenaria, Cuidadores de Abejas, es el quinto emprendimiento, liderado por el joven indígena John Faiber Alarcón, del resguardo La Montaña, a 50 minutos de Riosucio, Caldas, dentro de los cafetales, donde maneja más de 45 colmenas, que aprendió a amar desde su primera infancia, cuando su padre le dio a probar la miel.
“Somos cuidadores de abejas, les respetamos su ecosistema, su vivienda, sacamos una porción de su producción, el resto es de ellas”, cuenta John Faiber, quien desea explicar a todas las personas que hay más de 60.000 clases de abejas en el trópico y que se pueden tener y cuidar las que no tienen aguijón, desmitificando el tema.
Esta empresa se proyecta a nivel internacional. “Las abejas ayudan a elevar la producción de café, la calidad, el tamaño y sabor, hay una relación muy estrecha entre abejas y café”, concluye.
Trufas de café y cacao
Una exquisita trufa con sabor a cacao y café es la que fabrican en el Cauca jóvenes indígenas de familias cafeteras del sur de Colombia. El creador de Trufy chips, Andrés Mauricio Córdoba, asegura que la fórmula de sus deliciosas trufas ha gustado a mucha gente y ahora requieren una inyección de recursos para montar la planta y consolidarse a escala industrial.
“Estamos agradecidos con la Federación por llegar hasta aquí a conocer de primera mano nuestras necesidades”, dijo Andrés Mauricio.
Bogotá, D. C, 17 de diciembre de 2020
Write comment (0 Comments)Por: Andrés Páramo Izquierdo* El 19 de noviembre de 2015, prácticamente un mes antes de que la Alcaldía en cabeza de Gustavo Petro terminara su paso por Bogotá, el exsecretario de Educación, Óscar Sánchez, expidió de su puño y letra la Resolución 2095, la cual tenía como finalidad establecer unas directrices y lineamientos para la regulación de la oferta de bebidas y alimentos que las tiendas escolares de los colegios públicos de la ciudad hacían a niños, niñas y adolescentes.
De acuerdo con Andrea Verú, ex directora de Bienestar Estudiantil en la Secretaría de Educación, la Resolución 2095 fue el punto final del camino largo que emprendieron cuando quisieron darle al Programa de Alimentación Escolar un enfoque holístico que partía de más y mejores refrigerios y comidas calientes hacia otras medidas: los colegios públicos pasaron, de acuerdo con su testimonio, de aproximadamente “610 mil a 745 mil raciones diarias de alimentación escolar”. Chuleado ese punto, empezaron a aterrizar el trabajo para el desarrollo de la Resolución: “como antecedente, empezamos a hacer unas reuniones, unas conversaciones y unas indagaciones sobre la tienda escolar, porque justamente queríamos hacer esos cambios nutricionales en todo el espectro. La intervención integral no podía quedar floja (...) con las tiendas escolares por fuera”.
La Resolución, en fin, fue prohibiendo, aunque de manera muy gradual, la venta de bebidas azucaradas, bebidas con edulcorantes naturales, artificiales o ambos, incluidas las gaseosas de todo tipo, y los alimentos fritos en las tiendas escolares. De esta manera, el primer año de entrada en vigencia de la normativa, no podían ofrecerse estos productos dos días por mes. El segundo año, cuatro días. El tercero, seis. Y así, de manera escalonada, hasta completar la eliminación total de la oferta de este tipo de comestibles durante el mes completo (y por ende, todo el año), cosa que duraría, por demás, ocho años. En cuentas blancas, la regulación sería totalmente efectiva hasta 2023 (habría que saltarnos este 2020 de pandemia mundial por Covid-19, donde las tiendas no operaron).
Todo ello, dentro de un marco para la creación de ambientes saludables para las niñas, niños y adolescentes que asistieran a esas instituciones educativas. Esta regulación fue elaborada, revisada, aprobada y firmada por una veintena de funcionarios de dicha Secretaría.
Por la fecha en que fue expedida, y por la forma progresiva en la que regula la oferta de bebidas azucaradas, es evidente que la norma se estableció como una regulación hacia el futuro: hacia otras administraciones venideras que vigilaran su cumplimiento, hacia otras generaciones de niños que le sacaran provecho y hacia otras reacciones de aquella industria que podría verse afectada por cuenta de las prohibiciones que allí se establecieron.
Nada cae de la nada, sin embargo. Cada vez se hace más evidente que si no existe un esfuerzo estatal para la regulación y concientización del consumo de bebidas azucaradas, comestibles ultraprocesados, y en fin, todo aquello que no tenga mucho aporte nutricional (aunque sí calórico), los niños, niñas y adolescentes van a consumir a plenitud y desarrollar enfermedades que a largo plazo afectarán la salud pública de una sociedad entera.
Los datos, los ejemplos y los contextos se han repetido hasta la saciedad en el mundo, pero al parecer nunca sobra repetirlos: desde 1975, de acuerdo a los datos que recauda la Organización Mundial de la Salud (de aquí en adelante: OMS), la obesidad se ha triplicado en todo el planeta. Para 2016, más de 1900 millones de adultos, de 18 o más años, tenían sobrepeso: 650 millones de ellos sufrían de obesidad. En las últimas cuatro décadas, la obesidad presente en la vida de los menores de edad ha aumentado 10 veces. Un estudio que en 2017 hicieron el Imperial College de Londres en conjunto con la OMS dice que, si se mantienen los índices actuales, para 2022, es decir, de aquí a dos años, va a haber más población infantil con sobrepeso que con insuficiencia ponderal (por debajo del peso saludable): mejor dicho, fuimos pasando como humanidad de un extremo enfermizo al otro.
Ahora, en Colombia: la Encuesta Nacional de Salud Escolar, año 2018, consultó a 79.640 estudiantes de 13 a 17 años en todo el país acerca de hábitos de salud y factores relacionados con ella. Los resultados: 86% de los estudiantes escolares no consumen frutas ni verduras, 74% consumen una o más bebidas azucaradas al día, 47,3% consume fritos una o más veces al día, 14,8 por ciento se come algún tipo de comidas rápidas tres días a la semana y 83% come paquetes de ultraprocesados más de una vez al día.
De acuerdo con un informe publicado en 2016 por la Comisión para acabar con la obesidad infantil, de la OMS, esta enfermedad en los menores de edad, que por cierto puede desarrollar en el futuro enfermedades crónicas no transmisibles (como la diabetes o la hipertensión arterial), se impulsa gravemente cuando los niños, niñas y adolescentes son expuestos permanentemente a ambientes “obesogénicos”. Dicho en cristiano, menores de edad expuestos a lugares donde el acceso y el consumo de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas no solamente es fácil, sino incluso puesto como prioridad, con publicidad en estanterías o neveras y sin ningún proceso pedagógico detrás.
Y esto es grave, ya que, según también estudios que se han ido acumulando con el paso del tiempo y que repiten lo mismo sin ser escuchados, la publicidad y oferta fácil de productos hace que los niños se vean más propensos a consumir comestibles que son dañinos para su salud: la habilidad cognitiva para entender que la publicidad es persuasión y no verdad se desarrolla hasta los once años.
Valentina Rozo, investigadora, autora del libro “Dime dónde estudias y te diré qué comes: oferta y publicidad en tiendas escolares de Bogotá”, dice que el problema se agrava porque muchos colegios no distinguen la primaria del bachillerato dentro de sus instalaciones: “si tú eres de segundo de primaria y vas a la tienda, vas a ver toda la nevera llena de Coca-Cola, o toda la nevera llena de Pony Malta: lo estás viendo y esa es una forma de publicidad. Eso es algo que se te vuelve un deseo, más si estás viendo a los estudiantes que son mayores que tú, seguramente esas figuras que admiras, que sí toman (esos productos)”.
En Bogotá el tema de la presencia de la obesidad en la población no cambia mucho respecto a los datos de Colombia o del mundo. De acuerdo con la encuesta “Cuídate, sé feliz”, de la Secretaría de Salud, el 55,2% de los ciudadanos entrevistados en el espacio público (uno de cada dos) presentaban exceso de peso.
Todo esto hace lógica la entrada en vigor de una regulación que, previendo temas como la salud pública, el derecho de los niños a un entorno saludable o incluso el costo económico que implica tener enferma a la población (datos del Ministerio de Salud de 2013 indican que la diabetes por cuenta de bebidas azucaradas en ese año fue de 470 millones de pesos), regule de manera más drástica lo que tenemos hasta ahora en un entorno tan vulnerable como el escolar.
Nada cae sobre la nada, sin embargo.
Expedir una regulación a la venta de bebidas azucaradas y comestibles ultraprocesados ideal, drástica, de aplicación inmediata, ha sido de las gestas más difíciles que se puedan emprender en un país como Colombia, pese a que, por todas partes, a la luz de la evidencia científica más insistente, y de regulaciones jurídicas amplias (recomendaciones de la OMS, la Constitución Política de Colombia, el Código de Infancia y adolescencia, la Ley 1355 de 2009, llamada ley de obesidad, entre otras), es el camino adecuado.
Lo hemos visto en más de una ocasión.
Puede que haya evidencia, intención de regular de manera drástica como ya pasa en otras latitudes (Ecuador, Chile), pero, a la par, una serie de interferencias para que esto no suceda así. Carolina Piñeros, directora de Red Papaz, una entidad que busca promover los derechos de niños, niñas y adolescentes, dice que “en general, y tal vez la primera consulta que yo hice formalmente fue a un viceministro, en el año 2013, y le pregunté por qué no se había reglamentado la Ley de Obesidad. Ya habían pasado cuatro años. Y él me dijo en ese momento: ‘es que hay mucha presión para que eso no pase’. Y así me lo dijo: era como punto final”.
Para una organización como Red Papaz, que ha acompañado estos intentos de política pública, los gremios de repente se unen en contra de cualquier cosa que se vislumbre en el horizonte con el aviso de la regulación. La industria azucarera, dice Piñeros, no lo hace sola, sino, por ejemplo, y entre otros actores, con la Asociación Nacional de Industriales de Colombia (de aquí en adelante: Andi), con el fin de que las cosas sigan como están: “hay un tema histórico en que los gobiernos permiten esa influencia de la industria”.
Un ejemplo: en noviembre de 2016 llegó al Congreso de la República la discusión de la reforma tributaria, que incluía en su articulado un impuesto de 24% a las bebidas azucaradas, cosa que debía discutirse al interior del capitolio. El debate no vio una sola luz de esperanza. Lo que sí se vio fue la presencia de al menos 70 cabilderos, un amplio número de representantes de gremios como la Andi, Asocaña o Fenalco, miembros de empresas de bebidas azucaradas, como Coca-Cola o Postobón y también representantes de industrias de comestibles ultraprocesados. Y, por supuesto, todos a una, se fueron por lo mismo: tratar de frenar la regulación.
“Digamos (dice Piñeros), que las asociaciones de la sociedad civil y la academia prestan como un servicio técnico, de apoyo (de información, de datos). El otro trabajo, que hacen todos estos gremios y estas empresas, es como una presión distinta, que tiene que ver con los intereses económicos, como ‘tú qué me das y yo qué te ofrezco’. O muchas veces les recuerdan a los congresistas que su partido, o que su misma candidatura, fue apoyada por fulanito y que ellos son parte de ese gremio, de esa industria”.
Carolina Medina, directora de Bienestar Estudiantil de la Secretaría de Educación (quien en 2014 entró en reemplazo de la ya citada Andrea Verú), una persona que estuvo detrás de procesos de capacitación a tiendas escolares, así como jornadas pedagógicas con tenderos, estudiantes y colegios públicos que han tenido procesos exitosos reduciendo a cero la oferta de bebidas azucaradas y fritos, nos contó que, justo antes de expedir la Resolución 2092, llegó la Andi, en forma de una división llamada Cámara de Alimentos, a tocar la puerta.
“Ellos (dice Medina), en el marco de la expedición de la Resolución, hicieron bastantes reclamos públicos a través de derechos de petición, a través del Concejo de Bogotá, diciendo que no podíamos estigmatizar un producto”. Es decir: elevaron recursos legales para decir que un acto como estos, una regulación, se dedicaba a estigmatizar ciertos productos, cuando, como dice la misma Carolina, en ninguna parte del cuerpo de la Resolución se ve una marca específica. “Todas las empresas (sigue Medina) que comercializan y se lucran de la adicción al azúcar que tienen los seres humanos, manifestaron su queja y dijeron ‘bueno, a nosotros en términos de ventas no nos impacta, esto es quitarle un pelo a un gato, o sea, las empresas no viven de vender en las tiendas’. Lo que a ellos les costaba era el daño a la imagen del producto, es decir, que lo prohibieran en colegios porque algo malo tendría”.
A ella, a Medina, le manifestaron que lo que sí les impactaba realmente era una disminución de las ventas en las tiendas de barrio. Y que si prohibían sus productos en los colegios, pues los padres de familia dejarían de consumirlos también en sus casas, cosa que les afectaría mucho.
El impacto sobre la propia imagen: por eso estaban preocupados.
El punto fue que la regulación quedó así: con un plazo de ocho años para su ejecución total.
El centro de estudios Dejusticia, una ONG que investiga y toma medidas de incidencia en favor de los derechos ciudadanos, elevó el 6 de marzo de 2019 un derecho de petición para saber las razones por las cuales esta medida fue tomada contemplando dicha gradualidad. La Secretaría de Educación de entonces, ya bajo el gobierno de Enrique Peñalosa como alcalde, les dijo que: “en su momento, las condiciones establecidas en la Resolución crearon ‘oposición’ o ‘rechazo’ en particular de la industria de y de los mismos tenderos escolares, exponiendo entre otros elementos de carácter económico, por lo que la progresividad en su implementación, fue un mecanismo conciliador frente a las directrices definidas”.
Y pues bien, puede sonar razonable, incluso loable, el hecho de entender realidades (como que los tenderos arriendan el espacio y necesitan ganancias) después de que el Distrito, como nos lo contaron las dos ex directoras de Bienestar Escolar de la Secretaría de Educación, Medina y Verú, hayan realizado un trabajo de campo arduo tratando de entender el tema de las tiendas escolares y aplicando en algunas de ellas un proceso de iniciación en la política, priorización en las acciones, nominación y finalmente certificación, también teniendo en cuenta que, para la época, existían (según Medina) 468 tiendas escolares.
Sin embargo, frente a esta realidad, que no es menor, se levanta la otra, la que ya expusimos, que evidencia la urgencia casi insoslayable de que estas medidas se tomen ya mismo (la propia Resolución cita al inicio una serie de medidas que invitan a pensar en la premura del tema). De hecho, en esto último fue en lo que se basó Dejusticia para pedir, a través de la figura de un derecho de petición fechado el 10 de mayo de 2019, que la Secretaría de Educación interviniera con el fin de modificar el artículo (el 5, de la Resolución 2092 de 2015) y, materialmente, prohibir la venta de estos alimentos no tan saludables en los entornos escolares.
Jesús David Medina, un investigador de Dejusticia que estuvo detrás de estas acciones, dice que ellos han dirigido una serie de derechos de petición para que “tanto la alcaldía de Enrique Peñalosa en su momento, como ahorita la de Claudia López, implementaran de manera inmediata esa restricción a la comercialización de bebidas azucaradas y comida chatarra, incluso de productos fritos, que trae la regulación”. Ellos argumentaron en su momento, de acuerdo con el mismo Jesús Medina, que ese periodo de gracia de ocho años no se sensibilizaba “por un lado, con las cifras que hacen las instituciones del Estado con relación a los niveles de sobrepeso y obesidad en menores, que aumenta justamente en la etapa escolar, y, por el otro, con el conjunto de obligaciones nacionales e internacionales del Estado en relación con la alimentación adecuada de niños y niñas”.
La administración Distrital les respondió que ellos no lo hacían porque la regulación obedecía a una política pedagógica y de cultura a través de la cual era necesario que en esos ocho años se pudiera implementar.
Ocho años, en estos términos, es un periodo de tiempo muy largo. Al menos en eso coinciden varios expertos. Diana Guarnizo, también de Dejusticia, dice que si bien la Resolución es un primer paso en un marco regulatorio ideal, y que adaptar tiendas para vender cosas saludables requiere de cambios de hábitos y la compra incluso de insumos (como neveras o cursos de capacitación), el tiempo que establece es demasiado laxo: “ocho años son muchísimo como tiempo de transición para una normatividad que no debería requerir más de un año. Establecer un tiempo de regulación tan largo es someter a una generación de niños a unos ambientes alimentarios que no son adecuados para ellos. Bogotá debería destacarse siendo un modelo en el tipo de regulación de ambientes escolares y tendría todas las condiciones para hacerlo”.
En el entretanto, la Andi nunca se quedó quieta. O mejor: se movió rápido para luego quedarse inmóvil. Y en una jugada del tipo no-me-regulen, que-yo-me-regulo se sacó de debajo de la manga, a través de su Cámara de Industria de Bebidas, el llamado “Acuerdo de Autorregulación” del 19 de mayo de 2016, justo cuando la Comisión de para la Equidad y la Competitividad Tributaria propuso que se impusiera un impuesto a las bebidas azucaradas.
Entre las medidas, que por otra parte no son exigibles, ya que un acuerdo de este tipo no tiene vinculatoriedad alguna, se planteaba comercializar exclusivamente en las escuelas primarias las siguientes bebidas: agua mineral, jugos con un contenido de 100% de fruta, bebidas cuyo contenido de fruta sea superior o igual al 12% (no se menciona en el acuerdo el nivel de azúcar) y bebidas a base de cereal (para incluir la Pony Malta, que tiene un porcentaje de azúcar alto), con la salvedad, eso sí, de aquellas que sean “solicitadas específicamente por o con el acuerdo de la administración de cada colegio para propósitos institucionales, educacionales o formativos”. Este acuerdo fue firmado por las ocho empresas más grandes de bebidas azucaradas en Colombia, a saber: AJE, Monster Energy, Pepsico, Postobón, Coca-Cola, Coca-Cola Femsa, Bavaria y Redbull.
Y eso quedó más o menos así, como un saludo a la bandera. Los gobiernos dejan que esas cosas pasen, como nos afirmó Carolina Piñeros de Red Papaz.
Al presente, bajo una óptica llamémosla estricta, existen dos regulaciones que deberían operar en las tiendas escolares: la Resolución 2092 de 2015 (que es gradual y supone una transición de 2015 a 2023) y ese mencionado acuerdo de autorregulación de la industria de bebidas azucaradas (que no tiene vinculatoriedad). Lo cierto es, sin embargo, que, analizadas estas disposiciones y contrastadas con la realidad, se ha demostrado que no tienen la suficiente notoriedad ni aplicación en los colegios.
En el documento “Sobrepeso y contrapesos: la autorregulación de la industria no es suficiente para proteger a los menores de edad”, de la investigadora Valentina Rozo, quien realizó en 2017 un trabajo de campo en 12 colegios de la localidad de Ciudad Bolívar (valga recordar que los colegios a los que va dirigida la Resolución son los oficiales, para los privados se ofrece como guía), hay muchos baches en cuanto a la información y la aplicación. La Resolución, por ejemplo, es aplicada en el 25% de los colegios, y la justificación de quienes no la cumplen, es básicamente porque la tienda pertenece a un tercero y no existen elementos como tiempo, conocimiento, interés o capacidad técnica para hacer la adaptación. En el caso del acuerdo de autorregulación el tema es más grave: ningún tendero la conoce. Es decir, siguen promoviéndose y vendiéndose el tipo de bebidas que las empresas acordaron no tener dentro de las tiendas escolares.
Si bien hay casos de éxito, como nos comentó Medina, la ex directora de Bienestar Estudiantil, e incluso casos en los que, después de una ayuda intersectorial entre Secretaría de Educación y Secretaría de Salud, en conjunto con fundaciones como la Cardioinfantil, se lograron hacer adaptaciones a las primeras quejas de los tenderos, muchos colegios siguen sin ser parte de este éxito relativo de la medida.
El panorama, entonces, es el de una regulación progresiva por un lado y una autorregulación que no se cumple ni se conoce por el otro, en contraposición a una industria que tiene un cabildeo poderoso y que, incluso manifestando que las tiendas escolares no son objeto de su preocupación, sí levantaron quejas e hicieron esfuerzos para que las cosas quedaran como venían.
Write comment (0 Comments)
Por Ramón Alberto Soto.- En el informe, la MOE, (Misión de Observación Electoral), al frente de Alejandra Barrios, revela que al 31 de octubre del presente año, se registraron 96 hechos de violencia contra lideresas políticas, sociales y comunales.
El tipo de liderazgo más afectado es el social, que concentró el 63.5% de las agresiones (61 hechos), seguido del político con el 29% (28 hechos) y del comunal con el 17% (7 hechos).
De acuerdo con el “Informe sobre la violencia contra las mujeres que ejercen liderazgos políticos, sociales y comunales”, desde el 2017 hasta lo corrido del 2020 se viene presentando un crecimiento constante del número de afectaciones en contra de los roles de liderazgo ejercidos por mujeres. En particular, el incremento de hechos contra lideresas comparado con el mismo periodo de 2018 es alarmante, ya que se registra un aumento del 57%, confirmándose así la tendencia creciente de violentar a las mujeres que ejercen roles de liderazgo y representación.
De otra parte, llama la atención que 13 de los 27 hechos letales de los que fueron víctimas las lideresas, que representan el 48% de ellos, ocurrieron en territorios PDET. De acuerdo con Alejandra Barrios, Directora de la MOE, “en estas regiones, los asesinatos y atentados se concentraron en las lideresas sociales, que representan proyectos o causas que son contrarias a los intereses de quienes pretenden controlar estos territorios, ante la falta de presencia estatal”.
El hecho violento más recurrente contra las mujeres en ejercicios de liderazgo es la amenaza, con un total de 68 hechos. Las amenazas frente a las lideresas tienen una característica particular, pues quien las realiza recurre a estereotipos y simbolismos de género que extienden el impacto a sus familiares y allegados, afectando así la integridad psicológica de quienes las rodean, convirtiéndose de esta manera en una medida de disuasión contra otras mujeres a participar en esos mismos espacios.
Para la MOE, resulta preocupante que los patrones de violencia se estén modificando hacia la letalidad de los hechos en contra de las lideresas sociales, quienes fueron víctimas del 81% de los asesinatos y atentados contra la totalidad de las lideresas, registrados en este periodo (22 de los 27 hechos). En cuanto al componente étnico de la violencia contra las lideresas, se registraron un total de 17 hechos que se concentran especialmente en los departamentos de Nariño, Cauca y la Guajira. De las 15 acciones violentas registradas contra lideresas indígenas, 7 fueron letales. En lo concerniente a las lideresas afro, se registraron 2 hechos de violencia, un atentado y una amenaza.
En este contexto, la MOE reitera las recomendaciones contenidas en el Informe de Violencia contra Líderes Políticos, Sociales y Comunales correspondiente al primer semestre de este año, para que tanto el Gobierno Nacional como los gobiernos locales y demás autoridades involucradas establezcan estrategias integrales de protección colectiva que tomen en consideración las condiciones y contextos específicos en los que se encuentran las lideresas, y propongan la adopción de políticas diferenciales, con un enfoque interseccional.
De otra parte, el Informe da cuenta de una investigación cualitativa que ha venido adelantando la MOE, misma que busca documentar y ampliar la comprensión del fenómeno de la violencia contra las mujeres en política, a fin de visibilizar y reconocer otras formas de violencia, como lo son la psicológica, la simbólica/cultural y la económica, entre otras, que se explican bajo las discriminaciones en razón de género.
Al respecto, Barrios enfatizó que “de la investigación adelantada se desprende una paradoja frente a la violencia contra las mujeres en política, ya que si bien las lideresas políticas entrevistadas reconocen que se requiere incrementar la participación de las mujeres en los espacios políticos para eliminar las distintas formas de discriminación, quienes ya han participado en esos ámbitos no quisieran hacerlo nuevamente, precisamente por la violencia de la que fueron objeto”.
Desafortunadamente, como muestra la investigación, este tipo de violencia de género es recurrente, pero está altamente normalizada por las dinámicas de funcionamiento de la política tradicional en la que se privilegia la representación masculina. Ángela Rodríguez, directora para América del Sur del Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria – NIMD, organización que trabaja junto a la MOE en la protección de liderazgos sociales, políticos y comunales, instó a los directores de las colectividades políticas a ofrecer a las mujeres de sus organizaciones instancias seguras para denunciar la violencia ejercida por sus copartidarios, así como castigos efectivos para quienes la ejerzan pues “actúan como una barrera determinante para limitar el acceso y permanencia de las mujeres en el ejercicio político”.
La MOE y NIMD hacen un llamado al fortalecimiento de políticas públicas, mediante la expedición de leyes y regulaciones sobre la materia, pero también a través de acciones al interior de los partidos, movimientos sociales y políticos, y las corporaciones públicas para garantizar el ejercicio de la política por parte de las mujeres, en un ambiente libre de violencia de género y discriminación.
Bogotá, D. C, 1 de diciembre de 2020
Write comment (0 Comments)Por Carlos Villota Santacruz*.- Cuando el 25 de noviembre de 2020 pasado el mediodía se conoció el fallecimiento (paro respiratorio) de Diego Armando Maradona, el planeta fútbol se conmocionó desde Argentina, pasado por España, Italia, Colombia y los Estados Unidos.
Su desaparición sorpresiva hizo brotar entre los argentinos "la llama de la pasión por el fútbol", al que consideran no sólo un deporte sino una religión, llevada a límites insospechados.
Quienes hemos vivido en Buenos Aires, caminar las calles del barrio de La Boca, Núñez, Palermo o Puerto Madero, damos fe del sentimiento de amor y odio que despertó Maradona en vida.
De amor por sus goles. Por la manera de sentir la camiseta de la selección Argentina como jugador y técnico. Y de odio, por su comportamiento fuera del escenario de la pelota, que en palabras del ex jugador del Barcelona de España "no se mancha".
El jugador que era en la cancha. Con un liderazgo desbordante y una capacidad de resolver jugadas en un segundo, no lo pudo hacer en su entorno familiar, donde incluso rompió comunicación por períodos largos de tiempo.
Maradona se equivocó una y otra vez. Tuvo muchas oportunidades para salir de la adopción a las sustancias alucinógenas y al alcohol. Sin embargo, su organismo tenía secuelas del consumo exagerado y desbordado. Le pasó factura. Su vida se apagó a los 60 años.
Maradona, aquel niño con mirada de inocencia del barrio Villa "Fiorito" que soñaba jugará en la primera división del fútbol argentino, no sólo lo hizo, sino que se apartó con su "zurda y sus gambetas" de la pobreza para convertirse en un mito.
Si alguien duda de esta afirmación, sólo basta con leer las portadas de los principales diarios del mundo, donde se reseñó con amplitud la muerte del ex jugador del Napoli de Italia, equipo al que condujo a ganar varios campeonatos de liga.
Además, su cuerpo fue velado con la bandera de Argentina en la Casa Risada, sede del Gobierno. Allí, sus compatriotas lanzaron cánticos, agradecieron al ídolo y lanzaron camisetas de la selección y del Boca Juniors, equipo del corazón de Maradona.
Se fue el capitán. Se fue el jugador que le hizo dos goles a la selección de Inglaterra en el Mundial de México 86, (un gol con la mano y el segundo una obra de arte) considerada como la mejor anotación en la historia de la cita orbital del deporte de multitudes: el fútbol.
Con Colombia Maradona tuvo un especial afecto, tras reconocer el progreso del fútbol de la selección en cabeza de Carlos "el Pibe" Valdertama que venció a Argentina 5 - 0 en el estadio de River en la eliminatoria del mundial de Estados Unidos, el 5 de septiembre de 1993.
En la despedida oficial del fútbol, Maradona invitó a Rene Higuita y "el Pibe" Valderrama. Una muestra por el cariño y reconocimiento al buen fútbol de los hijos de la "tierra del realismo mágico".
Luego, su mirada y amistad, se depositó en Oscar Córdoba, Mauricio Serna y Jorge "El Patrón" Bermudez. Esta trilogía de jugadores colombianos, fueron la "columna vertebral" para que el amado equipo de Maradona, ganará la Copa Liberadores y se elevará como campeón del Mundial de Clubes en territorio japonés.
El jugador que revolucionó el fútbol orbital en la década del siglo XX ya no está. El estadio del equipo de Argentinos Juniors lleva su nombre. Ahora, tras su muerte, se abre paso el estadio del Napoli de Italia, donde lo lloran y despiden con cánticos y pólvora.
Pareciera que el minuto final del partido de Maradona no ha terminado. Aún, sin vida, se habla de sus goles. De sus gambetas. De su forma explosiva de vivir el fútbol (dentro y fuera de la cancha).
El hombre de 60 años, que desde la pobreza se convirtió en ídolo no sólo en su país sino a nivel mundial, tiene un lugar en el mejor deporte que conoce la humanidad: el fútbol. Maradona se equivocó y pagó. Aunque no manchó la pelota. Sí, sus excesos apagaron su vida el 25 de noviembre de 2020. Adiós Diego. Adiós "Pelusa". Descansa en Paz.
En Argentina se declaró 48 horas de duelo nacional por la partida del 10. La conmoción fue total. Nadie habla de otra cosa en el país sino del fallecimiento de Maradona. Atrás quedaron las estadísticas de la pandemia, el coronavirus y las medidas de bioseguridad.
Bogotá, D. C, 26 de noviembre de 2020
Twitter @villocol
Write comment (0 Comments)Página 9 de 12