Colombia lidera el puntaje más alto en el Índice de Datos Abiertos en América Latina y el Caribe, convirtiéndose en la nación que más practica alianzas estratégicas y decisiones colectivas para administrar y permitir el acceso a los datos estratégicos y de gestión reales, recursos gubernamentales, destinados a enfrentar crisis como el ocasionado por la pandemia del coronavirus.

Por Luis Fernando García Forero.- Colombia lidera el puntaje más alto en el Índice de Datos Abiertos en América Latina y el Caribe, convirtiéndose en la nación que más practica alianzas estratégicas y decisiones colectivas para administrar y permitir el acceso a los datos estratégicos y de gestión reales, recursos gubernamentales, destinados a enfrentar crisis como el ocasionado por la pandemia del coronavirus.

Así lo destaca el Banco Mundial luego que el gobierno colombiano diera a conocer los datos y gestión, donde reside la transparencia, alcanzando un puntaje de (0.88), México (0.71) y Brasil (0.63), que lideran con puntajes más altos que el promedio de la OCDE y la labor de Guatemala (0.54), Argentina (0.53), Paraguay (0.52), República Dominicana (0.46) y Panamá (0.46) que obtuvieron un puntaje mayor al promedio de ALC.

De acuerdo al análisis de desempeño de ALC sobre datos abiertos públicos, el 81% de los países en la región cuentan con una estrategia de mediano plazo y el 75%  tiene un plan de acción nacional que incluye implantación de portales.

El análisis muestra que ALC tiene la mayor cantidad de países—11 en total— que han adoptado la Carta Internacional de Datos Abiertos, que aglomera un conjunto de principios y buenas prácticas para la liberación de datos abiertos gubernamentales.

Para analizar el desempeño de cada país con respecto al tema, se miden los esfuerzos de cada gobierno en permitir y estimular su  utilización. El objetivo del índice es medir el nivel de disponibilidad, accesibilidad  y apoyo gubernamental para la reutilización de datos basados en los principios de la Carta Internacional de Datos Abiertos. El índice varía de 0 a 1, siendo 0 el puntaje más bajo y 1 el más alto y se compone por tres indicadores con 3 subindicadores:

En promedio, la región obtuvo un puntaje de 0.43 en el Índice de OURdata, en comparación con países de la OCDE que recibieron un puntaje de 0.60.

Mayor participación y más accesibilidad, las cuentas pendientes

Aunque la Agenda de Datos Abiertos  se ha despegado en nuestra región, aún hay margen de mejora en lo que respecta al involucramiento de los ciudadanos en el desarrollo de planes de Datos Abiertos y en la divulgación de los datos en formatos que los usuarios puedan analizar fácilmente.

En el indicador disponibilidad de datos ALC obtuvo un puntaje promedio de 0.41, en comparación con 0.59 en los países de la OCDE. México (0.79), Colombia (0.78), Brasil (0.69) y Argentina (0.51) tienen los puntajes más altos como resultado de sus agendas progresivas de DA.

En cuanto a los resultados de los subindicadores, los países de la región se desempeñan mejor en contenido de la política de “abiertos por defecto” (0.17) que en participación de los actores interesados (0.14) y en implementación (0.10), una tendencia similar a la OCDE.

Los países latinoamericanos podrían compartir más conjuntos de datos de alto valor y mejorar su accesibilidad. En el indicador accesibilidad de datos ALC recibe un puntaje de 0.55, en comparación con 0.70 de la OCDE. Las cifras muestran que los países de la región deben hacer mayores esfuerzos por mejorar la participación de actores interesados en la calidad e integridad de los datos, es decir se debe compartir más conjuntos de datos de alto valor y mejorar su accesibilidad.

El apoyo del gobierno a la reutilización de datos también es otra de las cuentas pendientes.

En particular, los países podrían hacer más esfuerzos para monitorear el impacto de DAG. Si bien Colombia (0.33), Argentina (0.30), Guatemala (0.28) y República Dominicana (0.28) se desempeñan relativamente bien en la promoción de la “alfabetización’ de datos, la gran mayoría de países de la región tiene significativo margen de mejora en monitorear del impacto.

En cuanto a participación ciudadana, la mitad de los países de ALC tienen programas gubernamentales para apoyar el conocimiento sobre DAG entre las organizaciones de la sociedad civil. No obstante, esta proporción es inferior a los países de la OCDE, donde el 75 por ciento de los gobiernos los tienen.

Conclusión

El uso de las tecnologías digitales tiene el potencial de mejorar la capacidad de detectar irregularidades y de incrementar la transparencia para que los ciudadanos tomen mejores decisiones y puedan ejercer actividades de control social.

Si bien la evolución de los Datos Abiertos en ALC está en la buena senda, es aún incipiente. La comunidad de organizaciones de la sociedad civil que promueven la apertura de datos debe continuar con sus esfuerzos para demandar más apertura.

Los organismos públicos deben invertir en mejorar sus bancos de datos y sus sistemas estadísticos para aumentar la disponibilidad y accesibilidad de sus datasets en las distintas áreas económicas y sociales.

Con ello, confiamos que a la larga los gobiernos promuevan  el desarrollo de nuevas apps y visualizaciones de los datos abiertos para mejorar  las políticas públicas en la región.

Bogotá, D. C, 16 de febrero de 2021

Fuente: Banco Mundial. Gobernarte.

Investigadores: Nicolás Dassen - Evelyn Molina.

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