Por Alejandra Buitrago.- Centenares de familias se encuentran en el aire luego de pagar sus ahorros a proyectos que no fueron amparados por Fiducentral. Habría malos tratos y abusos.
Más de trescientas familias víctimas de diferentes proyectos de vivienda incumplidos en Antioquia, Cartagena y Boyacá, que debían ser amparadas por Fiduciaria Central, demandaron a la entidad financiera la cual tendría que pagar multas por más de tres mil millones de pesos a los afectados.
Sobre estos hechos Fiducentral fue condenada e investigada fiscalmente por entregar el dinero que dieron compradores de viviendas a constructoras sin cumplir con un punto de equilibrio o sin crédito constructor bancario de respaldo.
Fiducentral es una entidad financiera, cuyo accionista mayoritario es el Instituto para el Desarrollo de Antioquia – IDEA, de la Gobernación de Antioquia, forjada por décadas con el ahorro y dinero de los antioqueños. Actualmente no tiene un directivo responsable ya que el último presidente, Oscar Marín, se desvinculó recientemente.
“Fiducentral en vez de devolvernos el dinero, nos ataca jurídicamente, revictimizándonos para evadir sus obligaciones; trabajamos humildemente toda la vida y nos roban nuestro sueño de tener una vivienda propia”, dijo Paula Vargas, víctima desde el año 2.014 del proyecto Acrópolis en Bello, Antioquia, de 160 apartamentos de vivienda de interés social que quedó convertido en un elefante blanco.
La Constructora Peso S.A., que ejecutaría Acrópolis, no tenía fondos, ni documentos en regla, y Fiducentral, aún así, avaló el proyecto. Por ello se adelantó un debate judicial ante los juzgados 15 y 10 del circuito civil de Medellín en donde el Tribunal Superior de Medellín las condenó a devolver el dinero de más de 2.000 millones de pesos.
“Sin ningún reparo Fiducentral le entregó los dineros recaudados a los ahorradores a Peso S.A.”, explicó Montoya.
Explicó que no entregaron copia de los contratos entre la fiduciaria y compradores pero sí les hicieron firmar cartas de instrucciones en blanco con cláusulas perjudiciales.
“Tanto la constructora como la fiduciaria podían modificar obligaciones de los contratos, número de áreas, de apartamentos, nomenclatura interna de los mismos, y fechas, sin pedirle permiso a las familias compradoras”.
Tampoco se pactó una fecha de entrega del inmueble, en contra del artículo 89 de la ley 153 de 1.887.
Agregó que se pactó que la sociedad fiduciaria no tendría ninguna responsabilidad por incumplimientos del proyecto en contra del Código de Comercio y de las circulares de la Superfinanciera. “El Estatuto del Consumidor prohíbe en los contratos de adhesión cláusulas abusivas o exorbitantes y aunque se pacten son ineficaces en pleno derecho”.
El representante de las víctimas adelantó dos demandas. La constructora, tras ser denunciada, se declaró en banca rota y la plata se esfumó. Una de las condenas obliga a la fiduciaria a pagarles a las familias perjudicadas unos 1.500 millones de pesos que Fiducentral se niega a pagar.
Las condenas ilusionaron a las familias con recuperar sus ahorros, “pero la fiduciaria en vez de reparar el daño hecho acudió en forma temeraria ante la Corte Suprema de Justicia con acción de tutela invocando, paradójicamente, violación al debido proceso, cuando fue esta la que dejó vencer los términos para sustentar el recurso extraordinario de casación. Lo grave es que si la Corte acoge la tutela las familias podrían perder su dinero definitivamente”, dijo.
“La tutela contra sentencias es excepcional y solo aplica para garantizar derechos fundamentales de aplicación inmediata o dirimir asuntos de relevancia constitucional. Fiducentral está haciendo jugadas sucias acudiendo una la acción de tutela que no aplica”, indicó Montoya Echeverry.
Las víctimas son personas humildes, modistas, secretarias, incluso una joven madre que sufre de cáncer terminal quien espera una pronta solución porque, dijo,“es lo único que tenía para dejarles a mis hijos”.
Otra damnificada, Paula Vargas, perdió con su familia 56 millones de pesos que reunieron tras años de esfuerzos. “Hicieron las bases y la constructora dijo que no tenía plata. Nuestra esperanza es que nos devuelvan el dinero”.
No es la Primera Vez
Fiducentral presenta eventos similares. En Puerto Boyacá la Contraloría de Boyacá investiga otro proyecto y el destino de más de 231 subsidios de mejoramiento y vivienda de interés social que podrían ascender a 466 millones de pesos de recursos del Estado.
Otro proyecto que fracasó fue Volare Mare en Cartagena que prometió a los compradores que les entregarían en este 2.023 un condominio tan lujoso como uno de Dubai. Más de mil personas depositaron sus dineros, Fiducentral habría entregado más de veinte mil millones de pesos a la constructora sin cumplir con el punto de equilibrio y la obra fue siniestrada.
La primera etapa quedó inconclusa y el proyecto se enfrenta a una acción de grupo de unas 60 familias damnificadas en el juzgado noveno civil del circuito de Cartagena contra RA Constructores. Un juez le ordenó a la fiduciaria un informe detallado y medidas cautelares sobre terrenos donde se desarrollan las obras. Podría venir en camino una nueva sanción que afectaría el patrimonio de Fiducentral una empresa antioqueña manejada desde Bogotá.
Malos Tratos a los clientes
La Fiduciaria Central presenta un penoso récord: un alto porcentaje de clientes no se encuentra a gusto con sus manejos y tiempos de respuesta, “hacen lo que se les da la gana, no atienden a los clientes y nos obligan a contratar veedores elegidos por directivos de la fiduciaria que cobran más que la fiduciaria por autorizar los giros de dineros”, dijo un cliente constructor.
Afirman que les cobran por expedir un simple certificado más de cinco millones de pesos y los entregan a los 60 o 90 días. Algo único en el gremio fiduciario.
El nuevo presidente de Fiducentral deberá revisar e iniciar los procesos de repetición para lograr la reparación del patrimonio de los antioqueños.