Fue certero en afirmar que “es totalmente inconveniente llevar a esta región, sobre todo en el caso de Colombia que tiene tanto en juego allí, a una intervención militar. Los costos de eso son supremamente altísimos en todo sentido, pero, además, lo que sucede con esto es que se sabe cómo inician estas intervenciones –estas guerras- pero no se sabe cómo terminan”.

El ministro de relaciones exteriores de Colombia, Luis Gilberto Murillo, fue contundente en señalar: “No podemos seguir en la línea militarista y de buscar intervenciones de esa naturaleza. Nosotros tenemos que buscar salidas políticas y negociadas a los conflictos”, al referirse a las afirmaciones del expresidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez.

El canciller Murillo fue preciso en señalar que “nosotros estamos haciendo una diplomacia que es responsable, que es prudente. Queremos tener un abordaje estratégico que hemos hecho, en primer lugar, por las convicciones y principios de Colombia en nuestra política exterior”.

Agregó que “Nosotros hemos sido muy enfáticos en que no reconocemos los resultados electorales porque no hubo un manejo transparente ni público de las actas y no se presentaron. Entonces, no hay reconocimiento”.

Aseveró que el Gobierno colombiano es responsable respecto a las relaciones con el vecino país por eso señaló que eso implica que se mantiene una relación bilateral y diplomática de Estado a Estado. “Es importante mantener esos canales de interlocución. Eso nos han dicho desde las poblaciones que están en la frontera. Diferentes sectores de la comunidad nos han dicho que es importante no llegar a la situación que tuvimos de cierre de frontera o de rompimiento de las relaciones. Romper relaciones y cerrar fronteras es muy fácil, pero asumir una posición responsable y de defensa de los intereses del país implica que miremos esto de manera estratégica”.

Se refirió al resultado de las alecciones del 28 de julio de 2024, en donde el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) dio como ganador al hoy autoproclamado presidente Nicolás Maduro y dijo que el día de los comicios “se dieron unas elecciones que no tuvieron garantías. Hemos condenado enfáticamente el acoso sistemático a los líderes de la oposición, hemos mencionado casos específicos, tanto públicamente como por vías diplomáticas como el caso Márquez, el caso Correa o el caso María Corina Machado, a quienes conocemos y con quienes hemos tenido un canal de comunicación”.

El canciller Murillo destacó también lo que han manifestado los líderes y lideresas que están en esta situación en Venezuela. Inclusive, dijo, “lo hemos hecho a nivel diplomático. Hemos recibido por parte de algunos expertos una lista de personas que están en la misma situación, lo hemos hecho saber al Gobierno de Venezuela y le hemos instado a que les dé garantías a todos los participantes en el proceso electoral, en la expresión de acciones políticas y sociales y eso implica que faltó garantías para la oposición, pero también para los otros actores en el proceso”.

Rechazo a sanciones

Sobre las sanciones económicas que tiene Venezuela, el canciller dijo que ese es un factor de la crisis en el vecino país: “Esas sanciones nosotros las rechazamos por un principio de políticas exterior, inicialmente, porque nosotros estamos en contra de cualquier sanción que sea unilateral y extraterritorial. Las sanciones se tienen que dar en el marco del multilateralismo; para eso hay instituciones de la comunidad internacional y también tenemos un derecho internacional público, pero, además de eso, estas sanciones implicaron la falta de garantías para el otro lado de los participantes en el proceso electoral. Entonces, todos estos factores tienen que eliminarse para que haya realmente una participación libre en unas elecciones y en eso la comunidad internacional tiene que seguir buscando salidas para contribuir a soluciones democráticas en Venezuela, en la medida que el pueblo venezolano lo solicite”.

Hablamos de paz y no de guerra

Fue certero en afirmar que “es totalmente inconveniente llevar a esta región, sobre todo en el caso de Colombia que tiene tanto en juego allí, a una intervención militar. Los costos de eso son supremamente altísimos en todo sentido, pero, además, lo que sucede con esto es que se sabe cómo inician estas intervenciones –estas guerras- pero no se sabe cómo terminan”.

Una intervención militar en Venezuela, según el ministro de Relaciones Exteriores, “sería arrastrar a una región, que es una región de paz donde no hay conflictos entre estados, para convertirla en una región de guerra”.

Señaló que la solución a la crisis de Venezuela es política. “No podemos seguir en la línea militarista y de buscar intervenciones de esa naturaleza. Nosotros tenemos que buscar salidas políticas y negociadas a los conflictos”.

En ese sentido fue concluyente en afirmar: “No podemos llevar a esto a un ambiente conflictivo. Yo lo que exijo es mucha responsabilidad, mucha cautela y mucha prudencia en el abordaje de los desafíos que tenemos en la región”.

Bogotá, D. C, 13 de enero 2025

Redacción Ecos Actualidad.

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