Definitivamente es un eufemismo la celebración de un día internacional sobre cualquier tema de delicado tratamiento o de tan graves implicaciones. La Corrupción es ya un fenómeno global, un delito pluriofensivo, multicausal y de infinitas dimensiones.

Porque es muy contundente el impacto de los delitos clásicos de la Corrupción, como el peculado de uso, la malversación de fondos, la desviación de nóminas y presupuestos o la ausencia de controles, como sus más sofisticadas formas de despojo público.

Los Informes de la ONG Transparencia Internacional 2020, muestran los otros rostros de este fenómeno.

Cómo la incertidumbre política es generadora no sólo del vacío de poder sino de episodios crecientes de Corrupción; cómo el capitalismo populista ha generado redes que apuntan al debilitamiento de las instituciones, particularmente de los organismos de control, para el enriquecimiento ilícito a través de contrataciones; cómo la concentración de poder, las arbitrariedades y la violación de la ley, contribuyen a violar los DDHH, sobre todo el derecho a la vida.

Colombia, en particular, tiene un saldo negativo por el mismo tratamiento que le ha dado al tema de las masacres, los DDHH de las víctimas y el desconocimiento de los Acuerdos de Paz, sumado al pésimo manejo de las finanzas públicas.

Si bien ha mejorado comparativamente con otros años, su intervención en los organismos de control es ilimitado.

Ni la Emergencia del Covid19 se ha salvado de los riesgos de la Corrupción. La capacidad instalada, desde la atención primaria hasta el tratamiento especializado de las Unidades de Cuidados Intensivos ha sido pobre, limitado e incluso inexistente.

Asimismo, el uso excesivo de los poderes de la emergencia para el enclaustramiento de la población, la imprevisión económica del impacto de la Pandemia en personas y hogares y el manejo doloso de suministros, ha demostrado la limitada y mediocre visión de los gobiernos.

Por ello, la Corrupción con sus 1000 rostros, es un indicador decisivo para comprender la debilidad institucional para controlarla y la necesidad de la participación más activa y vigilante de la comunidad, con el propósito de denunciar denunciar a los ladrones de cuello blanco de la sociedad, en defensa y cuidado de los recursos públicos.

Bogotá, D. C, 9 de diciembre de 2020

Comments powered by CComment