Giovanni Décola

Por Giovanni Décola*.- Sea lo primero, contextualizar el origen de la frase para traerla a la actual coyuntura política colombiana. Esta frase atribuida a Julio César, cuando en la noche del 11 de enero del 49 antes de Cristo, decidió cruzar el río Rubicón que separaba Galia de Italia. A ningún general en armas se le permitía hacer ese cruce, excepto que fuera para declarar la guerra. Ese río poco profundo, Julio César decide cruzarlo solo, para subir la moral de su tropa compuesta por más de 25.000 hombres, y luego del otro lado, grita en latín con voz en cuello: alea iacta est (LA SUERTE ESTÁ ECHADA), queriendo motivar a que cruzaran el río a pasos de vencedores.

Declararle la guerra a Roma era una empresa de arriesgadas consecuencias. Era enfrentarse al poder militar, religioso, político y diplomático de un naciente imperio. De ahí otra frase cumbre: Es de valientes cruzar el Rubicón.

En Colombia, quienes se habían atrevido a “cruzar el Rubicón”, el establecimiento les ponía una perseguidora sin cuartel para doblegarlos, sino matarlos.  Rafael Uribe Uribe por atreverse a hablar de la redistribución de la riqueza en un modelo corporativo y denunciar la creciente influencia americana mofándose de nuestra  soberanía al decir: "Hablar de soberanía popular en un país de ignorantes es pura música celestial", y poco después en las afueras del congreso en 1914 le entonaron con hachazos la “música celestial” para siempre. Mataron a Gaitán por denunciar que el hambre no era Liberal ni Conservadora, pues sus jefes de noche se reunían para repartirse a pedazos la Nación, mientras crecía la miseria galopante en los hogares colombianos. Asesinado Galán por denunciar el contubernio narcopolítico que empezaba a penetrar en las instituciones colombianas, corrompiendo nuestro sistema democrático. Acribillaron a Garzón por hacer ver con humor la podredumbre de nuestro sistema político, con sus honradas excepciones.

A un líder con historial humilde como Serpa le truncaron ser Presidente de Colombia y al final lo doblegaron, tanto, que hoy su hijo apoya a quienes derrotaron a su padre. Más vergonzante lo de los hermanos Galán, arrimados donde están los asesinos de su papá, y eso que hay un vídeo donde Rodolfo Hernández al salir de una reunión con ellos, los despotrica infamemente, lo que me hace pensar, que hasta la vergüenza perdieron.  El poder jamás perdona: cuando no mata, humilla.

Ese régimen mafioso mató a muchos, doblegó a casi todos. Menos a Gustavo Petro a quien han pretendido, sino matar, doblegar con procesos fiscales, disciplinarios y penales, todos violatorios del debido proceso. Campañas de difamación y desprestigio sin antecedentes en nuestra historia. Todo por haberse atrevido a cruzar el Rubicón…

Hoy,  así   como   lo   hiciera   Gaitán,   llena   y   atiborra   plazas por una sencilla razón: Gustavo Petro, es el único candidato que está interpretando el querer y la voluntad del pueblo irredento, que yacía silencioso ante  tanta  injusticia, pero  que  hoy  emerge  con valor y   decisión para  darle  el respaldo, no a un hombre, sino a unas ideas, en donde la libertad, la fraternidad y la igualdad, han dejado de ser meras consignas, para convertirse en unas premisas que el pacto histórico,  está llevando a un sitial de honor.

Del otro lado está el candidato que amalgama todos los poderes, que hoy sienten amenazados sus privilegios, muchos de ellos injustos. No les importa que Rodolfo Hernández no conozca el país ni el Estado. Los tiene sin cuidado que esté imputado penalmente por corrupción y tenga a cuestas varias sanciones disciplinarias.  Menos que sea intelectualmente muy básico, ordinario, vulgar, misógino y charlatán. Los políticos que lo acompañan, no creen en él, pero es el último cartucho que tienen para atajar a Petro, si es que no utilizan unos de los cartuchos con que cegaron la vida de otros. Su candidatura descansa en ellos y en la utilización que hacen los poderosos de la ignorancia del colombiano promedio, que se aferran a las migajas que les llegan, pero les da miedo la posibilidad de recibir a manos llenas, las oportunidades que se les escapan, por nuestra profunda corrupción.

A estas alturas, la suerte está echada,  y esa diatriba mediática contra Petro, es lo que más tiene ofendida la inteligencia del pueblo, que ya no resiste un engaño más, pues quiere la mayoría de colombianos, un cambio real y no de títeres en el poder. Por eso en estas horas que quedan para la crucial votación del domingo, marcharemos hacia las urnas, con nuestros familiares y amigos de nuestra causa, a paso de vencedores.

Por eso y mucho más, Colombia votará mayoritariamente por Gustavo Petro y Francia Márquez, y el pueblo por fin podrá decir con la voz en cuello: Hemos cruzado con éxito el Rubicón!!!

Barranquilla 18 de junio de 2022

*Abogado, con especialización en Derecho Administrativo. Periodista.

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